viernes, 31 de octubre de 2014

Las guerras aéreas sobre Siria


Un helicóptero del Ejército sirio lanzó 2 bombas de barril en un campo de desplazados, en la provincia de Idlib, según dijeron los residentes del campamento. Un video publicado en YouTube muestra los cadáveres de mujeres, niños y tiendas de campaña en llamas mientras que otras personas se apresuraban a salvar a los heridos. De acuerdo a refugiados del vecino campamento de Abedin, unas 75 personas murieron en el ataque.

Los estadounidenses y sus aliados están llevando a cabo una campaña aérea inconexa en Siria, que aparece centrada en el apoyo a los kurdos. Mientras tanto, las fuerzas del presidente sirio, Bashar Al-Assad, mantienen una dura ofensiva aérea sobre los rebeldes y civiles por igual en el Norte de Siria. Las Brigadas de rebeldes seculares y los islamistas moderados están casi rodeadas y sus líneas de suministros están amenazadas en la segunda ciudad más grande del país, Aleppo, mientras las fuerzas gubernamentales se están moviendo de la defensa al ataque en Idlib y recuperaron la sede del gobierno y de la policía.

Más de 1.000 combatientes extranjeros están fluyendo hacia Siria cada mes, un ritmo que ha seguido sin cambios ahora a pesar de los ataques aéreos de la coalición contra el ISIS y los esfuerzos de otros países para frenar las salidas, de acuerdo con funcionarios de Inteligencia de EE.UU. Desde el comienzo de la campaña aérea norteamericana, se ha tratado de establecer si se desalentó a los yihadistas o si sirvió como un grito de guerra para los islamistas; las significativas lagunas de Inteligencia norteamericana en el conflicto sirio, no hacen posible tener una idea clara de la magnitud y composición de la masa de combatientes extranjeros que operan en Siria actualmente. La línea de tendencia establecida en el último año significaría que el número total de combatientes extranjeros en Siria supera 16.000, y ese ritmo eclipsa la de cualquier conflicto comparable en las últimas décadas, incluyendo la guerra de 1980 en Afganistán.

En privado, el Secretario de Defensa, Chuck Hagel, ha planteado sus propias preocupaciones sobre el enfoque de EE.UU. para Siria. En un memorándum enviado a la Asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Susan Rice, Hagel sostuvo que EE.UU. debe aclarar su enfoque sobre el presidente Bashar Al-Assad. Los rebeldes sirios moderados se quejaron, a principios de esta semana, que están perdiendo el control de las ciudades y suburbios en los alrededores de las principales ciudades de Damasco, Aleppo y Hama a manos de las fuerzas del gobierno que lanzó una oleada de de ataques aéreos.

La preocupación de los rebeldes moderados es compartida por algunos de los aliados claves de EE.UU., como Turquía y Francia, quienes han expresado su inquietud en repetidas ocasiones debido a que Washington carece de una estrategia clara para Siria, y que los ataques aéreos contra el Estado Islámico mejoran la capacidad del gobierno de Al-Assad para sostenerse en el poder, en lugar de debilitarlo.

La posición de la administración Obama es que Al-Assad se debe ir, pero aplazó ese desafío para adelante y se concentró en los militantes del ISIS. Hagel sugirió que el futuro gobierno de Siria tiene que estar en el centro de las acciones estadounidenses, ahora focalizadas en los ataques aéreos contra objetivos yihadistas y en la planificación para entrenar a las fuerzas de la oposición siria. El funcionario norteamericano sostuvo que "La lucha puede durar años y años ¿Con qué fin?... Está en nuestro interés no tener un inestable Oriente Medio (...) Es necesario gestionar las amenazas actuales mientras nos centramos en algunas estrategias y objetivos a más largo plazo."

Una de las causas del memo podría estar dentro de la Casa Blanca. El propio Consejo de Seguridad Nacional ha pasado de unas 50 personas, durante la administración de George W. Bush, a poco menos de 400 personas durante la administración Obama. Los críticos dicen que esto crea cuellos de botella en la toma de decisiones y desplaza a los altos asesores del gabinete como Hagel el Secretario de Estado, John Kerry. Un funcionario de la administración dijo al Times que Kerry se ha convertido en astronauta personificado por Sandra Bullock -en la película "Gravity"- sin ataduras a la administración y flotando por su cuenta, en caída libre.

El presidente Obama se ha esforzado, desde 2011, por evitar que sea arrastrado a la guerra civil en Siria. No parece convencido que EE.UU. tenga suficientes intereses estratégicos en Siria como para justificar o sostener un compromiso a largo plazo que implique la fuerza militar, para influir en el resultado de una compleja y multifacética guerra civil. Si bien Obama expandió el rol de EE.UU. en la lucha contra el ISIS –con objetivos dentro de Siria- la idea de circunscribir la misión a golpear blancos puntuales, solo constituye un delicado equilibrio que ponen al presidente Obama en el centro de las críticas de los grupos pro y anti Al-Assad.

La idea de que los rebeldes sirios, apoyados por EE.UU., derrotarían a ISIS y obligarían a Al-Assad a sentarse a la mesa de negociación no tiene absolutamente nada que ver con lo que está ocurriendo sobre el terreno. La ausencia de mando y control de los comandantes rebeldes no es solo por una impericia en la coordinación de combate en el suelo, responde en gran medida a las políticas dubitativas de Washington para con esos grupos rebeldes a los que primero apoyó moralmente, luego con equipos no letales y ahora de manera con arma



jueves, 30 de octubre de 2014

El momento de las coaliciones para Siria



La llegada de elementos del ELS a Kobani, junto a los kurdos iraquíes peshmerga, supone un apoyo en la defensa del enclave fronterizo con Turquía. Los combatientes kurdos sirios, conocidos como Unidades de Protección Popular o YPG, han estado luchando para defender Kobani contra el grupo Estado Islámico de Iraq y Al-Sham (ISIS), desde mediados de septiembre, a pesar de decenas de ataques aéreos de la coalición contra los yihadistas; existen fundadas sospechas para considerar que Ankara está tratando de diluir la influencia del YPG en Kobani permitiendo el envío de los peshmerga y unidades del Ejército Libre Sirio (ELS). 

Aunque las fuerzas peshmergas iraquíes pudieron llegar a Kobani, la divergencia de opiniones entre Turquía y EE.UU. sobre Siria está poniendo a prueba la durabilidad de su alianza de 60 años al punto que se pone en duda si los dos países todavía pueden ser considerados aliados. La negativa de Turquía para permitirle a EE.UU. que utilice sus bases aéreas para lanzar ataques contra el ISIS, es solo una de las varia controversias sobre la forma de gestionar la situación regional; la retórica anti-estadounidense, utilizada por altos funcionarios turcos ha servido para aumentar el abismo que divide a los dos Estados, sobre la responsabilidad de cada uno por el ascenso del ISIS al poder y la amenaza que los yihadistas suponen para la seguridad regional.

El Estado Islámico se diferencia de sus predecesores, entre otras cosas, por su formidable aparato de Inteligencia derivado de la experiencia adquirida por los oficiales de seguridad del régimen baasista iraquí. El aparato de inteligencia es clave ya que le permite a los yihadistas lleva a cabo diversos tipos de operaciones: una de las más importantes es para monitorear e identificar a sus oponentes, para eliminarlos de inmediato y evitar la posibilidad de infiltraciones del gobierno iraquí o sirio y de otros partidos de oposición locales y regionales. Sobre la base de operaciones, la lista de personas a eliminar incluye a jeques tribales que han cooperado anteriormente con el gobierno, miembros de otros grupos yihadistas opositores y cualquier sospechoso de entregar información a los gobiernos u otras partes. La eliminación de opositores se ha incrementado luego que el ISIS se consolido en Mosul y en Al-Raqqa.

La Inteligencia del ISIS contrasta con la falta de precisión de la coalición internacional que lucha contra los yihadistas. El embajador sirio en Rusia, Riad Haddad, señaló a los periodistas durante una conferencia de prensa que "¿Cómo pueden los satélites estadounidenses marcan las cosas más pequeñas en la superficie y no ven las rutas de los combatientes del Estado Islámico? ¿Cómo las armas estadounidenses terminan en las manos del Estado islámico? (…) La aviación siria está llevando a cabo redadas en la zona y causa daño al ISIS. Y hace mucho más daño que la coalición militar [liderada por EE.UU.]”.

En este contexto los peshmerga, aunque están mejor entrenados y están equipados con armas pesadas, llegaron a Kobani para sumarse a la defensa junto a los sirios kurdos pobremente equipados y a los combatientes del ELS que han visto pocos refuerzos desde que el ISIS comenzó el asedio de la ciudad a mediados de septiembre, mientras los yihadistas suman refuerzos a sus unidades. Hoy, el valor de Kobani no radica en su posición geográfica sino en la posibilidad de una lucha prolongada y en papel propagandístico del enclave dentro de los medios de comunicación. Por el momento, la situación juega a favor de la coalición internacional y de Siria e Iraq, ya que el ISIS no puede atacar en otras regiones.

El ISIS fue expulsado de Al-Qaeda en mayo de 2014 después que su líder, Ayman Al-Zawahiri, fue desobedecido y cuestionado por los yihadistas de Al-Bagdadi. Hasta el momento, el ISIS no ha respondido públicamente a las llamadas de Al-Qaeda para una reunificación, la más reciente fue el 17 de octubre cuando Al-Qaeda en la Península Arábiga denunció los ataques aéreos y pidió a los grupos militantes rivales para detener su lucha interna. Una reconciliación con Al-Qaeda beneficiaría al ISIS mediante el uso de una amplia red internacional, pero también restringiría la realización de sus propios ataques; por otra parte, el ISIS tiene una popularidad que ya no tiene Al-Qaeda, junto a los fondos que el Departamento del Tesoro de EE.UU. estima que solo por la por la venta de petróleo en el mercado negro llega a u$s 1 millón por día.

Esta posible cooperación intra-yihadista no es una utopía. En la región fronteriza de Qalamoun, vecina a Líbano, el ISIS y Jabhat Al-Nusra –la filial local de Al-Qaeda- han estado cooperando desde hace algún tiempo enfrentándose con el Ejército libanés y Hezbollah. Aunque una alianza estratégica es poco probable en el mediano plazo, una cooperación táctica es posible ya que ambos se beneficiarían con la apertura de varios frentes de manera simultánea.



miércoles, 29 de octubre de 2014

EE.UU. y la (no) lucha contra el ISIS


Unos 150 Peshmergas kurdos iraquíes están en ruta a Siria para ayudar a defender la ciudad de Kobani. Se reportó que están viajando con "armas pesadas en un convoy de hasta 60 camiones, autobuses y otros vehículos que dejó Arbil hacia Kobani, Siria, a través de Turquía”. El PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán) ha librado décadas de luchas en Turquía, a pesar de un alto el fuego declarado el año pasado, y el gobierno de Ankara considera que los combatientes kurdos sirios en Kobani están vinculados al PKK; pero el Primer Ministro turco, Ahmet Davutoglu, ha rechazado las afirmaciones sobre su baja colaboración para detener a los yihadistas y precisó que Turquía sólo podría participar una vez que la coalición liderada por EE.UU. tenga una "estrategia integral" que incluya una acción contra las fuerzas del presidente sirio, Bashar Al-Assad.

Los kurdos sirios aún controlan el paso fronterizo de Kobani a Turquía, por lo que sus pares iraquíes podrán unirse a la lucha en Siria. El reducido contingente iraquí sugiere que es una prueba, en caso que esta operación no resulte y para que Turquía apruebe un apoyo adicional limitado. En cualquier caso, es más un importante símbolo de la solidaridad kurda que una verdadera operación militar para derrotar al Estado Islámico de Irak y Al-Sham (ISIS) en el Norte de Siria.

El ISIS mató, al menos, a unos 30 combatientes progubernamentales durante un asalto al campo de gas de Shaar. El grupo yihadista Se apoderó del campo en julio, matando a unas 350 tropas del gobierno, milicias y personal que trabajaba en el lugar; ahora el ISIS tomó 3 pozos y sostuvo enfrentamientos con las fuerzas gubernamentales durante la noche.

Una serie de ataques aéreos de EE.UU. contra objetivos del ISIS en Kobani destruyó un nodo de Comando y Control, según informó el Ejército norteamericano. El Comando Central de EE.UU. señaló que realizó 8 incursiones cerca Kobani y destruyó 5 posiciones de combate del ISIS, una unidad pequeña, 6 vehículos del ISIS, un edificio ocupado por el ISIS y el nodo de Comando y Control. La semana pasada, la coalición liderada por EE.UU. intensificó su campaña de bombardeo aéreo en Irak, llevando a cabo 56 ataques aéreos solo entre el viernes y sábado. 

El punto es que, si bien el ISIS está afectado por una seria de operaciones exitosas de estadounidenses e iraquíes-sirios que culminaron en la muerte de varios líderes, la guerra civil siria ha transformado el grupo yihadista y le permitió establecer una organización terrorista clandestina en un proto-estado clandestino visible, que amenaza a Medio Oriente. Si el Estado Islámico sobrevive a una intensa la campaña militar, más tiempo sobrevivirá ya que tendrá más disciplina y capacidad de organización proveniente de los oficiales baazistas que le permitirán a los extremistas dentro del movimiento consolidar su dominio y conquistar a sus partidarios sunitas tribales debido al creciente sectarismo. La debilidad del Estado Islámico radica en su falta de técnicos y profesionales y no está haciendo nada para educar a los nuevos. La fortaleza radica en que fue capaz de aferrarse a muchos de sus ganancias territoriales -a pesar de los esfuerzos militares para desalojar ella- como sucedió con el campo gasífero de Shaar.

El coordinador de la coalición liderada por EE.UU., Gral (R) John Allen, dijo que "No creemos que Kobani esté a punto de caer en manos de ISIS (…) La entrada de combatientes peshmerga impedirá eso". Bajo una fuerte presión de EE.UU., Turquía anunció que permitiría a los combatientes de la región autónoma kurda de Irak que viajen por su territorio para reforzar a los kurdos sirios de Kobani.

Los ataques del 9/11 dieron forma a la toma de decisiones de la política exterior de EE.UU. en el siglo XXI. El terror y la vulnerabilidad, la venganza y la preparación se convirtieron en la única lente a través del cual EE.UU. ve el mundo; este drástico cambio psicológico lo empujó hacia el evento definitorio de la próxima década para la política exterior estadounidense: la guerra de Irak. Esta reacción, tan mal considerada, tuvo consecuencias no deseadas que se hicieron más definitorias y perjudiciales que el evento original al que se tenía la intención de responder. El deseo de salir de Iraq condujo a Barack Obama -quien fue elegido para salir de ella- a redoblar Afganistán, para demostrar el punto que su administración no era "débil contra el terrorismo" y llegaron medios no convencionales de combates (drones, ciber-ataques y operaciones de las fuerzas especiales que violan la soberanía de otros Estados). 

Dentro de este conjunto de errores concatenados, iniciados por la administración Bush, se deben interpretar las respuestas ensayadas orientadas a la contención del ISIS. Cuando Obama consiguió que el gobierno sirio resignase sus arsenales de armas químicas, la presión norteamericana se redujo ya que la posible amenaza de un ataque químico en suelo norteamericano –en caso que los yihadistas tomasen control de Siria- estaba eliminada. Ahora, la amenaza del ISIS obliga a Washington a un replanteo de su política exterior para la región y dejará un pesado legado para el próximo presidente.




martes, 28 de octubre de 2014

Los kurdos en la línea de defensa de Siria


Por cuarto día consecutivo, las fuerzas kurdas en Kobani rechazaron operaciones del ISIS destinadas a apoderarse del cruce de frontera hacia Turquía. Las operaciones aéreas de EE.UU. son fundamentales para la defensa de este vínculo entre Kobani y los kurdos dentro de Turquía; si el ISIS toma este paso fronterizo, los refuerzos tendrán que movilizarse para luchar en Siria desde Turquía y no hay información que sugiera que el gobierno turco permita esto ya que Erdogan, aunque parece haber cedido en su determinación que los kurdos sirios sean eliminados, en su lugar, adoptó la estrategia de socavar los kurdos con los rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS). Es probable que los árabes del ELS terminen luchando contra los kurdos en Kobani. 

Matthew Olsen, Director del Centro Nacional de Contraterrorismo (NCTC), señaló que el "ISIS no es invencible (…) Representa una amenaza directa y significativa para nosotros, para los civiles iraquíes y sirias en la región, y potencialmente para nosotros aquí en casa (…) Es importante que mantengamos esta amenaza en perspectiva y nos tomamos un momento para considerar el contexto del paisaje terrorista global. El crecimiento del ISIS puede ser visto como una manifestación de la transformación del movimiento yihadista global durante últimos años.”

Mientras el ISIS sigue creciendo, aumenta la corriente de pensamiento que señala a Arabia Saudita como el origen del grupo y que EE.UU. es la única fuerza que puede detenerlos, pero ambas afirmaciones son incorrectas. El objetivo central del ISIS es restaurar el califato y Arabia Saudita es el centro del Islam y custodio de las Dos Mezquitas Sagradas en La Meca y Medina; de hecho, el ISIS incluso ha lanzado una campaña en contra de Arabia Saudita, llamada “Qadimun” ("estamos llegando") para apoderarse del Reino. ISIS no salió de Arabia Saudita, sino de la posguerra de Irak y los restos de la alta oficialidad de Saddam Hussein y sus redes de apoyo locales en Irak y Siria. Esto ha permitido a ISIS para capturar grandes extensiones de tierra en estos dos países y apoderarse de los bienes económicos, financieros y energéticos valiosos, convirtiéndose así financieramente autosuficiente

El ISIS continúa concentrando sus fuerzas, pero también se vuelve sensible a los ataques desde el aire. Por otra parte, exhiben extrema vulnerabilidad a los ataques asimétricos donde los efectos se integran a través de la tierra, el aire, el mar, el espacio y el ciberespacio. Carecen de capacidad de supervivencia en ataques coordinados desde múltiples direcciones utilizando múltiples medios. EE.UU. y Rusia coinciden en que tienen un gran interés en la prevención de una mayor expansión del ISIS que en debilitar aún más al gobierno de Al-Assad. Muchos países en Oriente Medio, incluida Turquía, Jordania y los Emiratos Árabes Unidos, poseen capacidades clave que también se pueden utilizar contra el ISIS; el grupo yihadista ha cometido un grave error de extralimitación estratégica –en la teoría- y ahora es del interés de las grandes potencias contener su avance militar, aunque sería más deseable una derrota de su ideología en el corto plazo. La ideología yihadista no será derrotada con cualquier forma de poder militar y es por ello que supone un desafío mayor.

El crecimiento del ISIS, en la presidencia de Obama, puede considerarse un equivalente de lo que fue la invasión de Afganistán en la presidencia de Jimmy Carter: la refutación de una premisa central de la política exterior de la administración. La política pivotante de Obama de para Oriente Medio ahora tiene consecuencias políticas internas: el senador Paul Rand (R-KY), un candidato no declarado para la nominación presidencial de su partido, ahora tiene un argumento a su favor luego de oponerse a la política exterior cuasi aislacionista de Obama. Luego de la decapitación a manos del ISIS de los estadounidenses, el sentimiento republicano duro ha vuelto a escena aumentando las perspectivas de los neo-reaganistas, como del senador Marco Rubio (R-FL). 

El ISIS derribó un avión de combate sirio mientras atacaba la fortaleza del grupo en Al-Raqqa. El avión se estrelló contra una casa y si bien no es el primer avión del gobierno sirio derribado por los rebeldes, este incidente ocurrió después que el presidente Al-Assad intensificó su campaña aérea contra el ISIS en el Este de Siria. En las últimas semanas se han bombardeado en varias ocasiones a las fortalezas del grupo en Al-Raqqa, Valle del Éufrates, Deir Ezzor y las áreas en poder de los yihadistas en la provincia de Hasakeh. Si el ISIS adquiere una mayor capacidad anti-aérea, EE.UU. se volverá reticente ante la eventualidad del derribo de un piloto norteamericano.

En general, Rusia apoya la participación de EE.UU. dentro del combate contra el ISIS. El Ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, criticó a EE.UU. por su enfoque de doble estándar ya que "Los americanos están bombardeando el territorio iraquí, pero no hacen nada con ellos [ISIS] en Siria"; Rusia aún debe aprobar el ataques estadounidenses contra los combatientes de ISIS en el caso de una cooperación de Washington con Damasco sobre el asunto. Por ahora hay profundas preocupaciones que EE.UU. no sólo bombardee a las posiciones del ISIS en Siria, sino que también lo haga contra las fuerzas del gobierno sirio. Estas preocupaciones pueden explicarse por el hecho de que evidentemente los ataques contra ISIS podrían desempeñar un rol ventajoso para los rebeldes sirios que podrían tomar ventaja de esta situación.

Aunque el foco de atención internacional se concentra en Irak, es Siria quien ha sido testigo de los más significativos avances del ISIS desde junio. Es Aleppo, la segunda ciudad más grande de Siria, presenta una oportunidad para la expansión del califato y es por ello que será de vital importancia una estrategia eficaz para detener -y eventualmente revertir- la expansión del grupo yihadista en el corto plazo. EE.UU., junto a los otros aliados occidentales y regionales de la oposición siria, han ayudado involuntariamente para que el ISIS avance, ya que solo mantienen una retórica dura pero un débil apoyo a los rebeldes en el terreno y esto le ha servido al ISIS para explotar las vulnerabilidades resultantes entre los grupos de la oposición sunitas, combinado con la amenaza de un castigo brutal a cualquiera que se resista. Estas dinámicas están en exhibición en Aleppo: a pesar que las fuerzas del ISIS en el Este de Siria luchan para desalojar al gobierno de sus posiciones, Bashar Al-Assad desde Damasco se ha concentrado en derrotar a la principal línea rebelde no yihadista.

Ayer, elementos del grupo pro Al-Qaeda, Jabhat Al-Nusra, entraron en Idlib y abrieron un nuevo frente en una ciudad controlada por el gobierno desde hace más de un año. La televisión estatal señaló que los militantes se infiltraron en Idlib al amanecer y se enfrentaron a las tropas y milicias progubernamentales; esta es la segunda vez que intentan tomar la ciudad luego que en 2012, otros grupos rebeldes -entre ellos el ELS- brevemente tomaron el control de partes de Idlib pero fueron expulsados ​​por el Ejército.

Un incremento de la capacidad militar de los rebeldes “moderados” es una salida impredecible. Los lazos entre los grupos rebeldes moderados e islamistas es muy sutil y con el tiempo tienden a profundizarse, por lo que una derivación de las armas occidentales a grupos como Jabhat Al-Nusra o el Frente Islámico solo profundizaría aún más la crisis en el terreno. Por otra parte, los ataques aéreos sin un plan sobre el terreno solo retardarían el avance del ISIS, pero no lo detendrían. Todo indica que el ISIS se expandirá hacia el Oeste, con Aleppo con eje de su avance, dando una imagen de invencible mientras EE.UU. y sus aliados siguen buscando sunitas confiables para contener a los yihadistas.

EE.UU. está tomando partido en Irak y Siria contra dos enemigos de los intereses estadounidenses: el ISIS y el gobierno de Al-Assad. Los principales aliados de Washington son los kurdos, los militares iraquíes no dominados por Irán y los sunitas moderados en Siria e Irak. La pregunta es si estos grupos heterogéneos tienen alguna probabilidad de derrotar al ISIS, debido a su debilitad luego de más de 3 años de guerra civil. 



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muchas gracias por los correos recibidos consultando sobre la interrupción del blog.
El mes que estuvimos ausentes se debió a un problema técnico, ajeno a nuestra voluntad, que nos impidió la publicación de nuestros análisis.
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Fernando Bazán