viernes, 31 de enero de 2014

¿Ginebra III?


Luego de una semana de duración terminó hoy primera ronda de conversaciones de paz de Ginebra 2. Sin ningún resultado concreto para mostrar, la falta de progreso se evidenció luego que la delegación del gobierno fue incapaz de decir si va a regresar para la siguiente ronda prevista para el 10 de febrero. 

Brahimi enumeró 10 puntos, que él considera que las dos partes acordaron en las negociaciones, y dijo que pensaba que había más puntos en común que las partes reconocieron. Pero ninguna de las partes se ha movido de sus principales posiciones: la oposición quiere que las conversaciones se centren en una administración de transición que remueva al presidente Al-Assad del poder mientras que el gobierno quiere que se trate la lucha contra el terrorismo –térmico aplicado a los rebeldes-; los avances de las fuerzas oficiales que han recuperado territorio gravitaron de manera directa, reduciendo la presión sobre el gobierno, mientras que los rebeldes cada vez están más divididos y los militantes islámicos han ganado poder, pero al no participar de las conversaciones debilitaron a la coalición de oposición. 

La oposición siria en el exilio tiene previsto viajar a Moscú el lunes en un intento por descongelar las relaciones con uno de los aliados más poderosos del presidente Al-Assad. Una delegación encabezada por el presidente de la Coalición de la Oposición Siria (COS), Ahmad Al-Jarba, se reunirá con el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov; Al-Jarba prometió que trataría de continuar la alianza militar de Siria con Moscú si un gobierno de transición reemplaza a Al-Assad. La oposición dice que la persistencia del gobierno en la discusión de terrorismo en las conversaciones de Ginebra 2 fue una táctica de distracción para eludir las exigencias de dimisión sobre el presidente y es por ello que van a Moscú.

Las partes han fracasaron en lograr objetivos más modestos, como un acuerdo para permitir que los convoyes de ayuda entren a Homs, donde miles de civiles están atrapados sin acceso a alimentos o medicinas desde hace meses. Con pocos logros para mostrar, los diplomáticos dicen que ahora la prioridad es sólo mantener el proceso de las conversaciones, con la esperanza de que las posiciones de línea dura puedan modificarse con el tiempo; que ambas partes tuvieron un primer paso tentativo el miércoles al acordar utilizar la Comunicación de Ginebra de 2012 como documento de base para las discusiones

Se trata de un comunicado emitido después de una reunión de junio de 2012, de las potencias mundiales en la misma ciudad suiza que aloja las conversaciones en curso. Se pidió un "cese sostenido de la violencia armada" y una transición política dirigida por un "órgano de gobierno de transición" que debe estar formado por consentimiento mutuo. 

Pero las dos partes leen a Ginebra 1 de manera muy diferente. La oposición dice que la convocatoria de transición significa que las conversaciones deben dar lugar a la salida de Al- Assad -una afirmación de las disputas del gobierno- mientras que desde el oficialismo señalan que la oposición desde Ginebra I selecciona los términos a su antojo, centrándose exclusivamente en la cuestión de la transición y haciendo caso omiso de la estipulación de un alto el fuego; pero también es cierto que en documento de Ginebra 1 no se menciona al “terrorismo” y el gobierno estuvo enfrascad en una disputa por incluirlo en la minuta de negociaciones, sin distinguir entre los insurgentes armados de los como terroristas. 

Mientras Rusia o Irán no presionen de manera directa al gobierno sirio, las negociaciones se mantendrán en el plano diplomático. Adicionalmente a la cuestión de la presión internacional se debe sumar la baja representatividad de la coalición opositora: los miembros de presente delegación de la oposición representan a una base minoritaria de los opositores del presidente y no tienen autoridad sobre la base de los grupos rebeldes islámicos; de hecho no tienen miembros de la oposición con sede en Damasco, a los que ve como demasiado tolerante con Al-Assad.

Ginebra 2 sirvió para acercar a las partes pero también para poner en evidencia lo que Bouthaina Shaaban, asesora del presidente Al-Assad, se preguntó al inicio de las conversaciones: “¿Quiénes son? ¿A quién representan?".




miércoles, 29 de enero de 2014

Transición politica vs ayuda humanitaria


El mediador de ONU, Lakhdar Brahimi, señaló la primera fase de las conversaciones de paz de Ginebra 2 terminará el viernes, tal como estaba previsto, y que la brecha entre el gobierno y la oposición sigue siendo "bastante grande"; además, Brahimi dijo que no espera ningún logros sustanciales en los próximos dos días. Sin embargo el mediador reconoció que “El hielo se está rompiendo poco a poco" y ambas partes decidirán el viernes cuando se llevará a cabo la segunda fase de las negociaciones. Esta mañana, ambas partes lograron discutir el tema más controversial del encuentro: la demanda de la oposición por un gobierno de transición en Siria. 

Oubai Shahbandar, asesor de la delegación opositora, informó que la oposición presentó un plan detallado para el futuro de Siria pero después, de lo que Shahbandar calificó de "estallido" del principal negociador del gobierno -Bashar Al-Jaafari-, se trató el tema sin mayores discusiones. El Ministro de Información sirio, Omran Al-Zoubi, le restó importancia al enfrentamiento en la reunión de la mañana, diciendo en una entrevista que las dos partes habían pasado "10 minutos de risa" después de Al-Jaafari -embajador de Siria ante ONU- bromeó al decir que el gobierno desprecia a la cadena Al-Jazeera por su postura favorable a la insurgencia que fue " fundada por Gandhi y Nelson Mandela."

Bouthaina Shaaban, asesora del presidente Al-Assad, informó que Brahimi dijo que mañana van a discutir el terrorismo porque “Detener el terrorismo es la primera cuestión que debe ser tratada". El Comunicado de Ginebra se refiere al gobierno y a los grupos armados de oposición, pero no se hace mención de terrorismo o terroristas, términos utilizados por el gobierno sirio para describir a los grupos armados que luchan para derrocarlo; pero la delegación de la oposición quiere que el debate del órgano de gobierno de transición sea primero -incluyendo tamaño y responsabilidades- junto a las disposiciones transitorias que deben incluir la renuncia de Al-Assad, lo que es rechazad por el gobierno. 

A pesar de las interpretaciones contradictorias de Ginebra I por parte de la oposición y el gobierno, los organizadores de las conversaciones han convertido en prioridades que se mantenga en marcha el proceso y disuadir a cualquiera de los lados que abandone la mesa de negociaciones. La ausencia en las conversaciones de los poderosos grupos islámicos rebeldes y de Irán -principal aliado regional de Al-Assad- ha puesto una importante marca de interrogación sobre lo que puede lograrse. EE.UU. y Rusia acordaron aumentar la presión sobre ambas partes para llegar a un compromiso, según informó la agencia de noticias estatal rusa, RIA.

Los combates dentro de Siria no han cesado y ahora los rebeldes islamistas y grupos extremistas manifiestan que han tomado el control de la mayor parte de los recursos de gas y petróleo del país, una fuente de dinero en efectivo en la economía de guerra, y que las ganancias están siendo utilizadas para financiar sus luchas tanto contra el régimen sirio como con los otros rivales. Aunque los campos de petróleo y gas están en serio declive, el control de ellos ha reforzado la suerte del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) y del Jabhat Al-Nusra, ambos ramificaciones locales de Al-Qaeda. Según denuncias de la oposición, el ISIS está aún vendiendo combustible al gobierno sirio, para debilitar así a los otros grupos rebeldes y desalentar el apoyo internacional a su causa.

Una cumbre paralela es llevada adelante por los equipos de los medios oficiales de comunicación y opositores que siguen las instancias de Ginebra 2 desde los pasillos, esperando a los delegados para obtener sus declaraciones. Después de días de ignorarse mutuamente, los periodistas comenzaron intensos debates: "Ustedes no tienes una agenda o un plan para construir el país. Lo único que quieren es al presidente fuera. Esto ya no nos convence", indicó un periodista oficialista a algunos activistas de la oposición; "Pero el punto es que puedo decir que esas personas (la oposición) de arriba no me representan (…) ¿Se puede criticar a Al-Assad o al gobierno? ¿Se puede decir que cometieron crímenes?". Los activistas de la oposición argumentan que la brutal represión de Al-Assad desplomó a Siria en esta espiral mortal y los periodistas oficialistas insisten en se trata de una conspiración extranjera contra el país.

Hasta el momento ambas partes han sido incapaces siquiera de comenzar a discutir el tema de la transición política, prevista en la Comunicación de Ginebra de 2012, y solo se limitaron a dialogar sobre el tema de manera escueta. El gobierno sirio presentó un nuevo documento como una declaración de apertura de la base de las conversaciones que no se refieren a una transición de poder y que la oposición rechazó como era de esperarse. 

Pero el punto más preocupante es que las conversaciones tampoco encuentran un postura unificada en materia humanitaria: ONU tiene camiones cargados con alimentos para un máximo de 2.500 personas en un almacén en las afueras de Homs, pero aún no ha recibido autorización para proceder al reparto y tampoco se ha podido establecer un cese al fuego para que la ayuda humanitaria llegue a la parte occidental de Homs que permanece bloqueada.

El gobierno ha rodeado de cientos de miles de civiles en toda Siria, bloqueando la llegada de alimentos y medicina. Los rebeldes también han asediado a 45.000 personas en dos pueblos chiitas en el norte. La oposición siria está dispuesta a levantar el asedio de tres pueblos pro gobierno, como parte de un acuerdo más amplio. Resta esperar a la voluntad política de ambos sectores para que comiencen los gestos a favor de la ayuda humanitaria.




martes, 28 de enero de 2014

Un diálogo de sordos



El segundo cargamento de armas químicas fue retirado el lunes de Siria por barco para la destrucción final en el mar. La lentitud de la eliminación, que ya superó la fecha límite prevista, está causando preocupación y amenaza con violar el otro plazo en menos de dos semanas; los dos cargamentos exportados hasta el momento desde el puerto de Latakia –el primero fue el 07 de enero - han transportado cada uno aproximadamente de 15 a 20 toneladas y si se confirma la estimación representaría sólo un 5% de las 600 toneladas de los compuestos químicos. La OPAQ ha mostrado su descontento por la lentitud y los funcionarios han insinuado una creciente impaciencia con el presidente Bashar Al-Assad mientras que éste afirmó en una entrevista la semana pasada que la culpa es de la agencia internacional que no suministró el equipo suficiente para transportar los productos químicos de forma segura a Latakia.

Mientras los procedimientos de destrucción de los arsenales químicos continúan con cierto retraso, las negociaciones en Suiza entre el gobierno y la oposición se encuentran en un callejón sin salida. El enfoque en Homs y la liberación de los detenidos son vistos como medidas para fomentar la confianza y se llegó a un acuerdo tentativo durante el fin de semana para la evacuación de mujeres y niños atrapados en Homs antes que los convoyes de ayuda fuesen a Homs.

En un comunicado difundido ayer, el gobernador de Homs, Talal Barrazi, dijo que la policía, los paramédicos y los miembros de la Media Luna Roja Siria están listos para organizar la evacuación y "estamos esperando la respuesta de ONU”; pero ONU y el mediador Lakhdar Brahimi dijeron que problemas de seguridad están retrasando la evacuación. Elisabeth Byrs, portavoz del Programa Mundial de Alimentos, señaló que los camiones están listos para entregar alimentos y ayudar a aquellos que elijan ser evacuados y añadió que "Necesitamos que se cumplan todas las condiciones de seguridad para permitir que este convoy interinstitucional pueda ir (…) Este convoy no puede ser sólo una hoja de parra. Tenemos acceso a todas las partes de Siria, todas las partes de las personas que lo necesitan”.

Edgar Vásquez, portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., dijo en Ginebra que "En todo caso, el régimen está dañando aún más el ambiente de negociación a través de su negación continua de comida, agua y ayuda médica al pueblo sirio (…) Exigir que las fuerzas de la oposición dejen un área o depongan las armas antes de permitir la entrega de alimentos y cualquier otra ayuda humanitaria muy necesaria, no constituye una oferta aceptable de acceso humanitario. Hemos visto al régimen hacer esto ante, como parte de su despreciable campaña de “arrodillarse o morir de hambre".

Se supo que armas ligeras suministradas por EE.UU. están fluyendo hacia las facciones rebeldes sirias "moderados" del sur y que la financiación para varios meses de más entregas ha sido aprobada por el Congreso de EE.UU., según funcionarios de seguridad estadounidenses y europeos. Las entregas de armas fueron aprobadas en votaciones a puerta cerrada y seguirán hasta el final del año fiscal del gobierno de 2014 -el 30 de septiembre-; sin embargo, los funcionarios que apoyan el suministro de por EE.UU. a los rebeldes reconocen que esto no ha aumentado en gran medida las expectativas de la victoria de las fuerzas anti Al-Assad, ya sean moderadas o radicales.

El tercer día reuniones tuvo un momento álgido después que los representantes del gobierno sirio establecieron una "declaración de principios básicos" que no mencionó una transición política según lo exigido por el Comunicado de Ginebra de 2012, la base de la negociaciones. La portavoz del gobierno, Buthaina Shaaban, dijo que los principios incluidos eran la protección de la soberanía de Siria, la preservación de las instituciones del Estado y detener la amenaza de los grupos "terroristas" –designación que los funcionarios sirios de utilizan habitualmente para describir los opositores- junto a una condena de la decisión de EE.UU. de “armar a grupos terroristas en Siria".

La cuestión clave de un gobierno de transición para reemplazar al presidente Bashar Al-Assad bloquea cualquier progreso en las conversaciones de paz de Siria, que fueron descriptas por un delegado como "un diálogo de sordos." Brahimi expresó su frustración por las declaraciones públicas de ambas partes, al mismo tiempo que buscó identificar algunas cuestiones menos contenciosas con la esperanza de lograr algún progreso en la mesa de negociación. A pesar de la retórica rencorosa fuera de la sala de conferencias, ambas partes han dicho que no van a retirarse de las conversaciones.

La sesión de negociaciones de la tarde fue cancelada según lo informó el negociador de la oposición Ahmed Jakal. Citando diferencias sobre el objetivo de las conversaciones, Jakal señaló que Brahimi canceló las conversaciones de la tarde para darle a Ibrahim Jaafari -jefe negociador del gobierno sirio- tiempo para pensar sobre Ginebra 1 y destacó que hay "Hay una resistencia profunda por el régimen para que los debates sobre la cuestión de un gobierno de transición."

Brahimi caracterizó a las primeras sesiones como una discusión civilizada y un "buen comienzo", un mensaje reforzado por los diplomáticos quienes describieron las conversaciones como libre de drama. Los partidarios occidentales y árabes del Golfo de la oposición esperan que las conversaciones sean una oportunidad para que se los opositores se ganen el apoyo de los rebeldes que siguen hostiles a las conversaciones y no han manifestado su lealtad a los políticos exiliados. Pero la oposición es consciente que esa estrategia podría ser contraproducente ya que si las conversaciones se prolongan podrían endurecer la hostilidad de los rebeldes y los civiles sirios, y le han dicho a Occidente que no van a dejarse atrapar por un proceso de estancamiento semejante a las negociaciones palestino-israelíes.

Hoy fue el cuarto día de conversaciones entre la coalición de la oposición siria y la delegación del gobierno sirio en un mismo recinto, y que este hecho sea considerado como un logro en sí mismo es una señal del deterioro de la situación y la polarización de las posiciones entre ambos sectores. Por el momento parece lejana una solución que ponga fin a los casi tres años de conflicto que ya superó los 130.000 muertos y ha desplazado a más de un tercio de la población siria fuera del país; mientras la oposición se focaliza en el alejamiento del presidente Al-Assad del poder, el gobierno sirio confía en sus avances militares en el terreno y busca ganar tiempo para controlar más bastiones rebeldes. En el medio, sigue una guerra civil que no tiene tregua y que es padecida por una población hambreada y temerosa de su futuro.




lunes, 27 de enero de 2014

La (des) ilusión de Ginebra 2



La oposición siria dijo que la propuesta del gobierno en Homs, epicentro del sentimiento anti Al-Assad, no sustituía el permiso para que los convoyes de ayuda internacional entrasen a Homs tal como lo han propuesto los mediadores de ONU; pero funcionarios sirios sostienen que Homs es un tema menor y dijeron que estaban haciendo todo lo posible para ayudar a la gente en todo el país, una afirmación fuertemente disputado por las organizaciones de ayuda de ONU. Las idas y vueltas sobre los convoyes para Homs ponen en riesgo los frágiles logros de que la coalición opositora dice que está logrando en la Conferencia; sus funcionarios dicen que el mero hecho de sentarse con el gobierno ha aumentado su credibilidad entre los sirios que durante mucho tiempo los han criticado por su desconexión con los combatientes y los civiles sobre el terreno.

El gobierno sirio anunció que permitiría a las mujeres y los niños que abandonen parte vieja de Homs, donde alrededor de 2.500 personas se enfrentan a condiciones infrahumanas después de estar rodeados por las tropas del gobierno durante casi dos años. Edgar Vásquez, portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., señaló que a "Los civiles se les debe permitir entrar y salir libremente, la gente de Homs no deben ser forzada a abandonar sus hogares y separarse de sus familias antes de recibir alimentos tan necesaria y otro tipo de ayuda (…) La táctica del gobierno sirio es arrodillarse o morirse de hambre"; estos conceptos son compartidos por los dirigentes de la oposición siria y dejaron en claro que la rendición no es el propósito de su participación en las conversaciones de Ginebra 2.

Retomando el tema que más divide a las dos partes, en el tercer día de las conversaciones cara a cara, los representantes del presidente Al-Assad y la principal coalición de la oposición discutirán la formación de un órgano de gobierno de transición con plenos poderes ejecutivos, según informó el portavoz de la oposición, Monzer Akbik; los opositores y rebeldes han descartado el papel de Al-Assad en el futuro de Siria, mientras que él se ha negado a hacerse a un lado. El mediador de ONU, Lakhdar Brahimi, ha reconocido que las partes tienen diferentes interpretaciones sobre el futuro del presidente Al-Assad en una transición política; el acuerdo de Ginebra 2 -sobre el que se basan las actuales conversaciones- estipula que cualquier cuerpo de gobierno debe ser formado "por consentimiento mutuo" algo que será virtualmente imposible en el actual contexto.

El destino de Homs se ha convertido en una prueba sobre si las primeras conversaciones de paz pueden lograr medidas prácticas sobre el terreno, mientras que un arreglo político amplio parece tan remoto como siempre. Que el propio Brahimi haya reconocido el lento comienzo con el que se inició con la conferencia de paz es una señal de los escollos futuros; por otra parte el mediador señaló que "Esta es una negociación política (...) Nuestra negociación no está principalmente enfocada para discutir las cuestiones humanitarias (…) Pero creo que todos nos sentimos que no se puede iniciar una negociación sobre Siria sin tener alguna discusión sobre la situación humanitaria muy, muy mala que existe”. 

Walid Muallem, Ministro de Relaciones Exteriores y Vice Primer Ministro sirio, dijo que su propuesta para ponerle fin a las operaciones militares en Aleppo era una respuesta directa a una apelación del Secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, quien solicitó un "localizado de alto el fuego" en Aleppo; según el funcionario sirio con su iniciativa "Queremos ver hasta qué punto esta oposición está relacionado con el grupo armado en Aleppo (…)Presenté un plan para poner fin a la operación militar y de seguridad en la ciudad de Aleppo, y todavía espero la respuesta de la parte estadounidense."

Pero la fragmentación y posterior radicalización de las principales fuerzas rebeldes, que además carecen de un liderazgo político definido, son la mayor debilidad de la oposición. Las luchas internas entre las milicias nacionalistas y yihadistas por el control de las zonas liberadas se suma a la perspectiva de caos de los grupos rebeldes proyectan con sus abusos generalizados contra los DDHH. Este contexto hace que la oposición sea superada, no solo por el poder oficial, sino que por los propios rebeldes.

Entender por qué el régimen sirio sobrevive todavía, luego de casi tres años de enfrentamientos, es fundamental para medir el resultado de las conversaciones de Ginebra 2. La resistencia del régimen se basa, ante todo, en el ejército sirio. Sin su lealtad, Al-Assad probablemente habría caído tan rápidamente como lo hicieron el presidente de Túnez, Zine El Abidine Ben Ali o el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, en 2011. Pero mientras que muchos soldados y oficiales se unieron a la rebelión, la mayoría lo hicieron como individuos; pocas unidades enteras desertaron y divisiones enteras hicieron. Estructuralmente, el ejército sirio sigue unido y fue capaz de reponer sus filas a través del reclutamiento intensivo entre la minoría alawita. 

Los mismos factores les permitieron a los militares expandir sus capacidades a través de los Comités Populares –grupos locales paramilitares- a menudo llamados shabiha. También ha sido crítico el apoyo de Hezbollah en las batallas cruciales, ya que el liderazgo de la resistencia chiita depende del mantenimiento de las líneas de reabastecimiento que el régimen de los Al-Assad ha proporcionado durante mucho tiempo desde Irán a Líbano.

Las negociaciones de paz comenzaron en Montreux, Suiza, con intercambios agresivos y una incomprensión fundamental de los términos de las conversaciones: EE.UU. sostuvo que las conversaciones parten de la premisa que el presidente Bashar Al-Assad debe ser abandonar del poder, el gobierno sirio sostiene que los opositores están perdiendo y que por ende no tiene ningún sustento la demanda de una dimisión –de hecho invitó a la oposición a participar en las elecciones nacionales- mientras que los grupos de la oposición tratan de ganarse su lugar en la mesa de negociaciones. El único punto en común hasta el momento es que ambas partes no han llegado a un acuerdo sobre el marco de las conversaciones y solo se tratan temas aislados pero no el fondo de la cuestión; mientras Al-Assad gane en el frente de combate, a la oposición solo le queda participar -con el apoyo de EE.UU.- para buscar una salida frente a los reveces militares y a los grupos yihadistas.

La conferencia de Ginebra 2 hasta el momento no ha producido resultados concretos, como medidas tempranas de creación de confianza para facilitar la asistencia y el intercambio de prisioneros y secuestrados, por lo que resulta poco probable que se llegue a un entendimiento entre las partes antes del 31 de enero. El abismo que separaba al gobierno y oposición se ha incrementado en vez de reducirse.

Días antes de que las conversaciones estaban programadas, el ministro de Reconciliación Nacional de Siria, Ali Haidar, dijo: "No esperen nada de Ginebra I, ni Ginebra II, ni de Ginebra III ni Ginebra X va a resolver la crisis siria. La solución ha comenzado y continuará a través de la triunfo militar del Estado (…) Incluso si se llega a algún tipo de acuerdo político, será prácticamente imposible de implementar en el suelo, ya que las conversaciones son irrelevantes para la mayoría de las fuerzas de combate”.