martes, 28 de enero de 2014

Un diálogo de sordos



El segundo cargamento de armas químicas fue retirado el lunes de Siria por barco para la destrucción final en el mar. La lentitud de la eliminación, que ya superó la fecha límite prevista, está causando preocupación y amenaza con violar el otro plazo en menos de dos semanas; los dos cargamentos exportados hasta el momento desde el puerto de Latakia –el primero fue el 07 de enero - han transportado cada uno aproximadamente de 15 a 20 toneladas y si se confirma la estimación representaría sólo un 5% de las 600 toneladas de los compuestos químicos. La OPAQ ha mostrado su descontento por la lentitud y los funcionarios han insinuado una creciente impaciencia con el presidente Bashar Al-Assad mientras que éste afirmó en una entrevista la semana pasada que la culpa es de la agencia internacional que no suministró el equipo suficiente para transportar los productos químicos de forma segura a Latakia.

Mientras los procedimientos de destrucción de los arsenales químicos continúan con cierto retraso, las negociaciones en Suiza entre el gobierno y la oposición se encuentran en un callejón sin salida. El enfoque en Homs y la liberación de los detenidos son vistos como medidas para fomentar la confianza y se llegó a un acuerdo tentativo durante el fin de semana para la evacuación de mujeres y niños atrapados en Homs antes que los convoyes de ayuda fuesen a Homs.

En un comunicado difundido ayer, el gobernador de Homs, Talal Barrazi, dijo que la policía, los paramédicos y los miembros de la Media Luna Roja Siria están listos para organizar la evacuación y "estamos esperando la respuesta de ONU”; pero ONU y el mediador Lakhdar Brahimi dijeron que problemas de seguridad están retrasando la evacuación. Elisabeth Byrs, portavoz del Programa Mundial de Alimentos, señaló que los camiones están listos para entregar alimentos y ayudar a aquellos que elijan ser evacuados y añadió que "Necesitamos que se cumplan todas las condiciones de seguridad para permitir que este convoy interinstitucional pueda ir (…) Este convoy no puede ser sólo una hoja de parra. Tenemos acceso a todas las partes de Siria, todas las partes de las personas que lo necesitan”.

Edgar Vásquez, portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., dijo en Ginebra que "En todo caso, el régimen está dañando aún más el ambiente de negociación a través de su negación continua de comida, agua y ayuda médica al pueblo sirio (…) Exigir que las fuerzas de la oposición dejen un área o depongan las armas antes de permitir la entrega de alimentos y cualquier otra ayuda humanitaria muy necesaria, no constituye una oferta aceptable de acceso humanitario. Hemos visto al régimen hacer esto ante, como parte de su despreciable campaña de “arrodillarse o morir de hambre".

Se supo que armas ligeras suministradas por EE.UU. están fluyendo hacia las facciones rebeldes sirias "moderados" del sur y que la financiación para varios meses de más entregas ha sido aprobada por el Congreso de EE.UU., según funcionarios de seguridad estadounidenses y europeos. Las entregas de armas fueron aprobadas en votaciones a puerta cerrada y seguirán hasta el final del año fiscal del gobierno de 2014 -el 30 de septiembre-; sin embargo, los funcionarios que apoyan el suministro de por EE.UU. a los rebeldes reconocen que esto no ha aumentado en gran medida las expectativas de la victoria de las fuerzas anti Al-Assad, ya sean moderadas o radicales.

El tercer día reuniones tuvo un momento álgido después que los representantes del gobierno sirio establecieron una "declaración de principios básicos" que no mencionó una transición política según lo exigido por el Comunicado de Ginebra de 2012, la base de la negociaciones. La portavoz del gobierno, Buthaina Shaaban, dijo que los principios incluidos eran la protección de la soberanía de Siria, la preservación de las instituciones del Estado y detener la amenaza de los grupos "terroristas" –designación que los funcionarios sirios de utilizan habitualmente para describir los opositores- junto a una condena de la decisión de EE.UU. de “armar a grupos terroristas en Siria".

La cuestión clave de un gobierno de transición para reemplazar al presidente Bashar Al-Assad bloquea cualquier progreso en las conversaciones de paz de Siria, que fueron descriptas por un delegado como "un diálogo de sordos." Brahimi expresó su frustración por las declaraciones públicas de ambas partes, al mismo tiempo que buscó identificar algunas cuestiones menos contenciosas con la esperanza de lograr algún progreso en la mesa de negociación. A pesar de la retórica rencorosa fuera de la sala de conferencias, ambas partes han dicho que no van a retirarse de las conversaciones.

La sesión de negociaciones de la tarde fue cancelada según lo informó el negociador de la oposición Ahmed Jakal. Citando diferencias sobre el objetivo de las conversaciones, Jakal señaló que Brahimi canceló las conversaciones de la tarde para darle a Ibrahim Jaafari -jefe negociador del gobierno sirio- tiempo para pensar sobre Ginebra 1 y destacó que hay "Hay una resistencia profunda por el régimen para que los debates sobre la cuestión de un gobierno de transición."

Brahimi caracterizó a las primeras sesiones como una discusión civilizada y un "buen comienzo", un mensaje reforzado por los diplomáticos quienes describieron las conversaciones como libre de drama. Los partidarios occidentales y árabes del Golfo de la oposición esperan que las conversaciones sean una oportunidad para que se los opositores se ganen el apoyo de los rebeldes que siguen hostiles a las conversaciones y no han manifestado su lealtad a los políticos exiliados. Pero la oposición es consciente que esa estrategia podría ser contraproducente ya que si las conversaciones se prolongan podrían endurecer la hostilidad de los rebeldes y los civiles sirios, y le han dicho a Occidente que no van a dejarse atrapar por un proceso de estancamiento semejante a las negociaciones palestino-israelíes.

Hoy fue el cuarto día de conversaciones entre la coalición de la oposición siria y la delegación del gobierno sirio en un mismo recinto, y que este hecho sea considerado como un logro en sí mismo es una señal del deterioro de la situación y la polarización de las posiciones entre ambos sectores. Por el momento parece lejana una solución que ponga fin a los casi tres años de conflicto que ya superó los 130.000 muertos y ha desplazado a más de un tercio de la población siria fuera del país; mientras la oposición se focaliza en el alejamiento del presidente Al-Assad del poder, el gobierno sirio confía en sus avances militares en el terreno y busca ganar tiempo para controlar más bastiones rebeldes. En el medio, sigue una guerra civil que no tiene tregua y que es padecida por una población hambreada y temerosa de su futuro.




1 comentario:

sergio elizondo dijo...

Dialogo de sordos es poco y yo la lo preveia. La coalición de "opositores" no quiere la paz y lo unico que hacen es repetir como loros que Bashard debe irse y entregarles el poder. Algo imposible. En relacion con Homs el regimen desea que las mujeres, niños y ancianos salgan para asi darles por debajo de la lengua a los seudo rebeldes pero éstos se niegan por cuanto son escudos humanos de estos los muy valientes. Lo de las armas quimicas es logico que no es culpa del regimen sino de la ONU que no tiene la capacidad para su destruccion. Los opositores en Ginebra no son nada para los takfiries por lo que cualquier arreglo es imposible. El fracaso de la reunion es la unica via.