Los 45 soldados de Fiji que servían en la Fuerza de Observación de la Separación de ONU (FNUOS), que supervisa el alto el fuego de 1974 entre Israel y Siria en los Altos del Golán, fueron liberados por el grupo Jabhat Al-Nusra luego de haber sido retenidos el 28 de agosto pasado. Los cascos azules fueron liberados en Israel. Tal vez, la única noticia alentadora del conflicto.
En 2005, Ayman Al-Zawahiri, jefe adjunto de Al-Qaeda, tenía una idea: la franquicia de Al-Qaeda en Irak (AQI) debía declarar un estado islámico. En una carta a Abu Musab Al-Zarqaui, el jefe de AQI, Zawahiri explicaba cómo iba a funcionar: el Estado Islámico, podría llenar los vacíos de seguridad en todo Irak cuando las fuerzas estadounidenses se fuesen. Una vez que el Estado Islámico se defendiese con éxito de los ataques de los países vecinos, que probablemente se produciría, podría anunciar el restablecimiento del califato. Para el esquema tuviese éxito, Al-Zawahiri le advirtió a Al-Zarqaui que Al-Qaeda tenía que asegurarse el apoyo de las masas sunitas. Con lo cual, el presente problema del ISIS es en realidad, la continuidad del vacío de poder pos caída de Saddam Hussein y retiro de tropas norteamericanas.
El presidente Obama autorizó anoche una importante expansión de la campaña militar contra los yihadistas del ISIS que incluyen ataques aéreos estadounidenses en Siria y el despliegue de 475 asesores militares más en Irak. Además, Obama trató de disipar los temores que EE.UU. se embarque en una nueva guerra regional y señaló que estaba reclutando una coalición mundial para "degradar y destruir en última instancia a los militantes del ISIS”; además advirtió que "la erradicación de un cáncer como el ISIS era un reto a largo plazo que pondría algunas tropas estadounidenses en riesgo”.
A lo largo del año, los medios de comunicación sirios e internacionales señalaban que el presidente Bashar Al-Assad estaba ganando la guerra civil en Siria. Mientras que el gobierno había logrado éxitos notables –la retirada de los rebeldes de Homs y acuerdos de "reconciliación" en los suburbios de Damasco- todavía estaba bajo fuerte presión y era derrotado en otros frentes, por caso Raqqa y Deir Ezzor. La retención del poder por parte del presidente Al-Assad no es sinónimo de una victoria en la guerra civil y mucho menos ahora con el Estado Islámico de Iraq y Al-Sham (ISIS) golpeando a las tropas y amenazando las áreas alawita, situación que muestra crecientes signos de descontento en su contra. Y esta es una clave para comprender la guerra contra el ISIS, anunciada por el presidente Obama.
Irán está jugando un papel importante en Siria, donde miles de combatientes de Hezbollah han aumentado su participación en los combates en los últimos meses debido a expansión del ISIS. El grado de implicación de Irán es tal que el My. Gral. Qassem Suleimani, jefe de la élite de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria, fue visto en la ciudad iraquí de Amerli tras un exitoso esfuerzo por romper el asedio del ISIS a esa ciudad y evitar la masacre de sus habitantes. Aunque era bien sabido que Suleimani había viajado a Bagdad un puñado de veces en los últimos meses, la foto dio a entender que podría estar jugando un papel más práctico y había ayudado a dirigir las operaciones directamente desde el campo de batalla. De esta manera queda en evidencia que Irán, Siria, Hezbollah y los kurdos son los únicos que combaten al ISIS.
Arabia Saudita accedió a una petición estadounidense para proporcionar una base destinada al entrenamiento de los combatientes de la oposición siria moderada. Un alto funcionario del gobierno de Obama señaló que "Ahora tenemos el compromiso por parte del Reino de Arabia Saudita para ser un socio de pleno derecho en este esfuerzo -de capacitación y equipamiento - y acoger ese programa". En una continuidad del “Programa Despertar Sunita” de la guerra de Irak, en la que las tribus hicieron causa común con las fuerzas estadounidenses para combatir al AQI, algunas de las unidades de la Guardia Nacional serían formadas por las tribus sunitas locales. Aquí la estrategia norteamericana se confunde, por un lado, con los temores sauditas de una desestabilización del Reino y en balancear el sectarismo dentro del Ejército iraquí, cuando esos mismos elementos no ofrecieron resistencia al ISIS y les entregaron sus equipos.
Curiosamente, en ningún momento el presidente Obama se detuvo a explicar lo que era el ISIS, que se originó en Irak como respuesta a la ocupación estadounidense, que mantuvo vínculos con Al-Qaeda y que Jabhat Al-Nusra -una franquicia "legal" de Al-Qaeda- era un grupo que recibió apoyo de Occidente y de los Estados del Golfo como opositor a Al-Assad.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, Alexander Lukashevich, señaló que "El presidente de EE.UU. se ha pronunciado directamente sobre la posibilidad de ataques por parte de las FFAA de EE.UU. contra posiciones ISIS en Siria sin el consentimiento del gobierno legítimo." El canciller francés, Laurent Fabius, dijo que el gobierno iraquí había pedido ayuda internacional, pero que en Siria se tendría establecer en primer lugar el fundamento jurídico; funcionarios franceses han dicho que vendría bien a través de una resolución del Consejo de Seguridad o en virtud del artículo 51 de la Carta de la ONU, lo que permite la protección de las poblaciones amenazadas ya "Está en su interés, tanto como en el nuestro, luchar contra el terrorismo (…) Esperamos que podamos encontrar maneras pragmáticas y objetivas para resolver nuestras diferencias y encontrar una manera de llegar a un acuerdo."
El ex Comandante de las Fuerzas de la Coalición en Irak, Gral. David Petraeus, dijo en un discurso de junio que EE.UU. no puede ser "la fuerza aérea a las milicias chiitas o de una lucha árabe chiita-sunita". Y esta afirmación es cierta, como también lo es la flagrante ausencia de una política estratégica como la ensayada por Eisenhower u otros líderes norteamericanos, solo deja estas opciones a los actuales lideres norteamericanos.
El presidente Obama ha evitado la gran estrategia y una perspectiva global. Sus crecientes sanciones de Rusia, y sus ataques aéreos contra el ISIS han castigado transgresiones, pero no muestran un camino a la solución de cualquiera de crisis. Así provocaciones continúan, al igual que un ciclo de escalada. La presente amenaza rusa y los horrores del ISIS son amenazas objetivas, pero en gran parte porque Ucrania, Siria, Irak y otros posibles objetivos contienen dentro de ellos los grupos étnicos y sectas que luchan por el poder y la influencia; así que el gran reto de Obama es ayudar a los Estados débiles a conciliar, transigir y unirse para negarles a sus enemigos la oportunidad de empezar nuevas guerras civiles.
Buscando evitar los errores percibidos de la era Bush y para minimizar los riesgos, Obama presentó un plan que basado en una coalición de Estados para poner en común sus recursos contra el ISIS. A partir de cuatro elemento -ataques aéreos, más apoyo a las fuerzas de tierra (no estadounidenses), esfuerzos para luchar contra el terrorismo y aumentar la asistencia humanitaria- Obama anunció una estrategia que será reforzada por una reunión del Consejo de Seguridad al respecto. Aviones no tripulados, compartir Inteligencia y una participación limitada de operaciones especiales han golpeado quirúrgicamente al ISIS, pero no han jaqueado su capacidad de expandirse. El discurso de Obama no fue la presentación de una estrategia -metas alcanzables y un plan para llevarlas a cabo que responda a los intereses nacionales- sino que fue una mera lista de pasos a seguir.