martes, 31 de mayo de 2011

China apoya a Siria en el Consejo de Seguridad


China expreso su apoyo el martes a Siria en la cuestión del uso de la fuerza contra las protestas pro-democracia y dijo que una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en el país era poco probable para aliviar las tensiones existen. El Viceministro de Relaciones Exteriores sirio, Faisal Al-Mekdad se encuentra actualmente en Beijing y tiene programadas conversaciones con el Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Yang Jiechi.

Jiang, portavoz de la cancillería china señaló que el gobierno chino apoya los esfuerzos realizados por Siria para salvaguardar su soberanía nacional y la estabilidad y también espera que el pronto restablecimiento de la estabilidad y la normalidad en Siri, y en las actuales circunstancias, China cree que la adopción de resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU no hará ningún bien a la relajación de las tensiones en Siria.

Mientras, Naciones Unidas condenó el lunes la "escandalosa" la brutalidad del régimen del Presidente Bashar al-Assad. Un proyecto de resolución distribuido a los 15 miembros del Consejo de Seguridad condena la violencia utilizada por el régimen sirio y pide el levantamiento de un asedio semanas en contra de la ciudad de Daraa.

Días después de que los miembros europeos del Consejo de Seguridad de la ONU presentaron formalmente una resolución sobre la violencia en Siria, no sólo que Rusia y China indicaron que no la apoyarán; ahora quieren que los europeos formalmente retiren la resolución ya que una medida –resolución o intervención- sobre Siria sería una apuesta que podría resultar similar a Libia.

El martes por la mañana, un representante de los miembros permanentes occidentales, le dijo a la prensa que definitivamente hay 9 votos para la resolución de Siria, dando lugar a una reunión a nivel de los expertos el miércoles, y aseveró que si el número sube podría hacer más difícil para Rusia y China la posibilidad del derecho de veto; aunque es un escenario poco probable que se puedan alcanzar todos los votos menos los de Rusia y China.

China y Rusia parecen estar mostrando un frente unido. A pesar de la reputación, China y Rusia no suelen vetar las resoluciones en el Consejo de Seguridad juntos; en los debates polémicos como éste, la estrategia Occidental es -a menudo- tratar de apaciguar las preocupaciones de uno de los dos con el fin de aislar al otro. De hecho ni a China ni a Rusia les gusta estar aislados y enérgicamente evitan caer en esa posición por lo que han vetado en solitario; pero en la mayoría de las veces se abstuvieron de votar. Lo particular en esta situación es que ambos actores estén aparentemente tan unidos en su oposición, y esto hace que en la cuestión de Siria, no habrá resolución e incluso ni se llegaría a una votación.

China ha seguido con profunda preocupación, desde sus inicios, los reclamos a favor de una apertura de los distintos regímenes hacia la democracia. La posibilidad de un contagio chino de este fenómeno es una posibilidad que el gobierno chino ha considerado y por ello va a desalentar cualquier forma de intervención occidental o de Naciones Unidas en el terreno que pueda favorecer un desenlace democrático. Por otro lado, China depende de los recursos energéticos del Medio Oriente, y una mayor injerencia de EE.UU. y la UE repercutiría en el acceso a los mismos y el costo afectaría su economía.

lunes, 30 de mayo de 2011

La revolución silenciosa: la caída de la economía siria



Las condiciones en Siria pueden están preparadas para el derrocamiento de Al-Assad, pero tal vez no provengan de las calles con las manifestaciones, sino por una profundización de la crisis económica.

La economía de Siria entró en caída, después de una sequía de cinco años seguidos destruyó sucesivamente las cosechas de trigo; este dato es importante ya que el régimen sirio basó su legitimidad en la garantía de la autosuficiencia alimentaria para los 22 millones de habitantes. La sequía ha dejado a miles de campesinos sin trabajo en las regiones del norte, aumentando el número de desempleados en las grandes ciudades como Alepo y Damasco; no es casual que Daraa –una ciudad agrícola- haya marcado el inicio de las revueltas.

Las tasas sirias de desempleo han alcanzado el 14 % -de la fuerza de trabajo- y la industria del turismo se ha desplomado desde el estallido de las marchas y se han puesto en duda las inversiones de infraestructura previstas para ese ámbito desde los países del Golfo y Líbano; también se afectó al sector inmobiliario que fue durante los últimos años la principal atracción de capitales.

Cuando el presidente Bashat Al-Assad llegó al poder, comenzó a cambiar el modelo socialista de su padre por uno de apertura moderada que se sostiene hasta hoy en día. Este modelo generó una expansión de la economía siria, pero trajo aparejada una ola masiva de despidos que se hizo notar en los grandes centros urbanos.

Sumado a los ciclos de sequias continuas, las privatizaciones fragmentaron a la sociedad y comenzaron a crecer los cinturones de pobreza en las grandes ciudades. Este panorama se trató de revertir con las inversiones extranjeras de los países de la región –Turquía, Irán y Golfo Arábigo-.

Las reformas y la apertura de la economía -controlada por el Estado- le dio al presidente Bashar al-Assad una base de legitimidad importante, aunque los beneficios solo habían llegado los sirios de clase media con contactos en el poder.

En los meses previos a las protestas, Abdullah al-Dardari, Viceprimer Ministro para asuntos económicos, era visto en Occidente como la cara de la reforma económica de Siria. Pero represión del gobierno contra los manifestantes tensó las relaciones con gobiernos extranjeros -incluyendo a su socio Turquía- y a medida que la economía se detenga, el FMI ya rebajó en abril de 2011 la previsión de crecimiento siria al 3% del 5,5%.

El gobierno está luchando una batalla de dos frentes. Su objetivo es apaciguar a los manifestantes con gasto social, creando al principio de las protestas más puestos de trabajo del sector público y aumentando los salarios y pospuso los planes de recortes al sector público en un segundo plano.

La mayor de las presiones al régimen no proviene de las sanciones de EE.UU. o la Unión Europea, sino del retiro de los capitales. En marzo, France Telecom, Etisalat de Emiratos Árabes Unidos y Turkcell se retiró de la licitación para la tercera licencia de Siria de telefonía móvil. Etisalat, dijo en el momento en que los términos del acuerdo no fueron atractivos. El gobierno también ha dicho que revisará los acuerdos de libre comercio, una medida que podría ayudar a retener la lealtad de la clase de los comerciantes grandes sunitas. Los comerciantes de Damasco y Alepo -todavía en gran medida en silencio mientras otras ciudades sirias son sacudidas por las protestas- darán la bienvenida a la revisión ya que la liberalización del comercio en los últimos años ha reducido la industria textil local.

Aunque en los supermercados de las principales ciudades sirias hay abundancia de bienes y los precios siguen siendo los mismos, el gobierno sirio ha presentado un paquete de reformas para mantener la economía siria y para satisfacer las demandas de los sirios de base.

Solo por citar un ejemplo, el gabinete sirio anunció recientemente una reducción en los precios de la gasolina, una demanda solicitada urgentemente por la mayoría de los sirios. El litro de gasolina, que los sirios de categoría media el uso de calefacción, bajó de 20 libras sirias ($ 0,42 dólares) a 15 libras ($ 0.32). Esta medida le costará al Estado sirio unos u$s 520 millones sumados a la subvención del combustible en curso que ya asciende a 150 u$s 3.125 millones.

Estas medidas podrán calmar a la población mientras duren los reclamos e inclusive un tiempo después, también podrán asegurarle al régimen una cierta estabilidad. Pero el costo que el Estado debe afrontar mes a mes, en un contexto de reducción de ingresos sumado al boicot tácito internacional, hace imposible su aplicación indefinidamente y supondrá un escollo de importancia para el presidente Al-Assad en un escenario de mediano plazo.

viernes, 27 de mayo de 2011

El G-8 impulsa resolución contra Siria

El Grupo de los Ocho países industrializados (G8), reunido en Francia, aprobará un plan de asistencia financiera para las naciones en el Oriente Medio y África del Norte, mientras que le pedirá al presidente sirio, Bashar al-Assad que detenga el uso de la fuerza y la intimidación contra el pueblo sirio, según un proyecto de comunicado de la Cumbre. El plan del G-8, que se dará a conocer hoy, si bien no se esperan detalles de las contribuciones específicamente, se centrará en cómo las instituciones van a participar.

Los levantamientos en el norte de África allanaron el camino para el cambio político, pero dejaron a sus nuevos gobiernos economías frágiles y maltratadas; el Banco Mundial esta semana redujo su pronóstico de crecimiento económico para el Oriente Medio y Norte de África en el 3,6% en 2011 -previamente estimado en 5%-. Sin embargo, los movimientos también han aumentado las esperanzas de la democracia y la integración económica, las comparaciones con Europa del Este en la década de 1990.

La semana pasada, Obama prometió u$s 2.000 millones en reducciones de la deuda y u$s 2.000 mil millones en garantías de préstamos para Egipto. De acuerdo con el proyecto de declaración, los líderes del G-8 harán un llamamiento a los países árabes en movimiento hacia la democracia para que combatan la corrupción e introduzcan políticas favorables al crecimiento económico.

La reunión del G-8 tiene vital importancia para Siria ya de los países que lo conforman -Estados Unidos, Rusia, Canadá, Japón, Alemania, Italia, Francia y el Reino Unido- muchos son miembros permanentes del Consejo de Seguridad y tienen un marcado interés en que este órgano de Naciones Unidas vote una resolución en contra de Siria, debido a la situación imperante en el país.

Rusia y China expresaron su preocupación el jueves acerca de una oferta europea para que el Consejo de Seguridad de la ONU condene la represión de Siria contra los manifestantes. A pesar de las primeras reacciones negativas de Moscú y Beijing, diplomáticos occidentales dijeron que esperaban que los rusos y los chinos no bloquearan nuevamente el proyecto de resolución que Gran Bretaña, Francia, Alemania y Portugal buscan sancionar.

Fuentes diplomáticas occidentales aseguran contar con nueve votos actualmente –sobre 15-. Rusia y China fueron los más negativos sobre la posibilidad –hasta el momento han expresado sus dudas y reservas, pero no han amenazado con el veto- mientras que la India, Brasil y Sudáfrica plantearon algunas dudas sobre el texto durante la reunión del jueves; Líbano es el único país árabe en el Consejo de Seguridad y se especula con que se abstendrá o votará en contra de la resolución debido a los problemas internos por los que atraviesa Beirut y la notable influencia de Damasco.

Rusia y China se abstuvieron de votar la resolución que autorizó el uso de la fuerza en Libia, pero se han quejado que las actuaciones de la OTAN sobrepasaron ese mandato en un intento de derrocar a líder Muammar Gaddafi. En el caso sirio, a diferencia de las resoluciones contra Libia, no se prevén sanciones que lleguen a la intervención militar, sino que se insta a los Estados para poner fin a la venta de armas a Siria como ya lo hicieron la Unión Europea y los EE.UU.

El proyecto, apoyado por Washington, condena la violación sistemática de los derechos humanos, incluidos los asesinatos, detenciones arbitrarias, las desapariciones y la tortura de los manifestantes pacíficos, defensores de los derechos humanos y periodistas. El texto también dice que las acciones sirias pueden constituir crímenes de lesa humanidad y exige que Damasco cumpla con una investigación del Consejo de Derechos Humanos de ONU y lance su propia investigación creíble e imparcial sobre la violencia contra los manifestantes.

Este proyecto de EE.UU., si bien no contempla las intervenciones militares, resulta de difícil aplicación en el terreno cuando se conocen de antemano los posibles resultados y se ha visto la conducta del régimen sirio sobre el uso de la fuerza contra los manifestantes. Además, la creciente presión internacional que busca aislar al gobierno de Al-Assad está supedita al modelo libio de intervención y por ello deja prácticamente a la oposición siria a la librada a la suerte de los avances aliados dentro de aquel país.

La reunión del G-8 y el proyecto de resolución coincide también con un informe dado a conocer por Amnistía Internacional donde, por medio de un video, se muestra a las fuerzas sirias mientras participan de lo que parece ser una política de “tirar a matar" contra los manifestantes anti-gubernamentales. Amnistía Internacional, dijo en Londres, que el video -sacado de contrabando de Siria por los manifestantes- muestra a las fuerzas de seguridad disparando contra manifestantes desarmados en la cabeza, allanamiento de una mezquita que se utilizó como un hospital de campaña para los manifestantes heridos, y soldados y hombres armados en la mezquita de filmando los cuerpos en el suelo.

Por otro lado, se supo hoy que las fuerzas de seguridad sirias mataron al menos a ocho personas el viernes debido a las protestas contra el régimen, a través de Siria, incluida la capital Damasco. Rami Abdel Rahman, jefe del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos con sede en Londres, señaló que hubo muertos en Deal, Qatana - suburbio de Damasco-, en Zabadani y en Jableh -cerca de Latakia.

Se conocieron de incidentes -sin víctimas fatales- en Alepo, donde las fuerzas de seguridad utilizaron porras para dispersar a cientos de manifestantes; en Derbassiyeh, unas 400 personas protestaron contra el régimen pero allí no hubo intervención de la policía. También se registraron protestas en la región de Homs, en Qamlishi y en Amuda, de mayoría kurda.

La semana pasada, el presidente Dimitry Medvedev dijo que Rusia no apoyaría una resolución del Consejo sobre Siria -aliado de Moscú- si la misma fuese similar a la resolución del 17 de marzo que autorizó la intervención militar en Libia. Pero ahora que se removió la posibilidad de una intervención militar del texto del proyecto de resolución, Rusia no tendría mayores argumentos para vetar la resolución -o al menos debería abstenerse de apoyarla en la votación- por lo que Damasco estaría muy próximo a enfrentarse con una sanción por parte del Consejo de Seguridad de ONU.

Estados Unidos también está subiendo la presión sobre el Líbano para reducir sus vínculos con la vecina Siria, en un esfuerzo para aislar aún más el presidente Bashar Assad, de acuerdo a los dichos de diplomáticos y funcionarios en Beirut. En la visita de la semana pasado, Jeffrey Feltman -enviado del Departamento de Estado para Oriente Medio- advirtió claramente a los funcionarios libaneses que la marea se volvió contra el autocrático régimen de Damasco y los instó a tomar distancia de una nación que ha sido durante mucho tiempo jugador importante en la vida política libanesa, señalaron varios funcionarios libaneses. Cabe destacar que líbano es el único miembro árabe -no permante- dentro del Consejo de Seguridad de ONU.

jueves, 26 de mayo de 2011

Siria cambió su embajador en Turquía



Damasco ha anunciado sus planes para reemplazar a su embajador en Ankara, en momentos que Turquía se prepara para celebrar una tercera reunión con elementos de la oposición siria próxima semana. Abdullah Dardari, el ex viceprimer ministro para asuntos económicos, se convertirá en el nuevo embajador en la capital turca, sin embargo, el actual embajador, Nidal Kabalan, dijo a los periodistas el jueves que no había recibido ninguna notificación formal para el cambio.

La controversia con Kabalan se suscitó cuando, en recientes comentarios al diario turco Hürriyet y Economic Review, había criticado las reuniones de la oposición siria en Turquía debido a la presencia de los miembros de la Hermandad Musulmana; en esa nota Kabalan señaló que Ankara había tratando de jugar un papel -y tal vez en principio con buenas intenciones- pero la Hermandad Musulmana de Siria tiene sangre en sus manos, en referencia los hechos de 1982.

Estas declaraciones se produjeron en el marco del próximo encuentro de los activistas exiliados de la oposición siria, previsto del 31 de mayo al 2 de junio en la ciudad turca de Antalya; con el objetivo de apoyar la insurrección en su país y ayudar a coordinar la campaña para deponer al régimen ba´ahtista. El dato más importante es que en el encuentro se seleccionarán a los representantes para ayudar a aumentar la presión internacional sobre Siria, pero no se formará un consejo de transición similar al creado por los rebeldes en Libia, que luchan contra Muammar Gaddafi

Se estima que tomaran parte unos 300 participantes, entre los que estarán los activistas de DDHH Ammar Qurabi, Radwan Ziadeh, jefe del Centro de Damasco para los Derechos Humanos y Abdel Razzaq Eid -del grupo de la Declaración de Damasco- la oposición, los profesores universitarios de Siria en Europa y los Estados Unidos. Los representantes de la Hermandad Musulmana también podrían participar en la reunión y esto no fue bien recibido por Damasco.

Siria ya estaba ofendida por algunos comentarios de algunos líderes turcos, a los se consideraron como maniobras políticas antes de las elecciones generales del 12 de junio. El embajador Nidal Kabalan dijo que Siria ya había transmitido su descontento a las autoridades turcas -en Damasco- por los comentarios del Primer Ministro Recep Tayyip Erdoğan al comparar la masacre de Halabja -llevada a cabo por Saddam Hussein de Irak- con la ofensiva del gobierno sirio contra los manifestantes ocurrida a mediados de mayo.

Kabalan, la semana pasada, sugirió que las próximas elecciones en Turquía podrían haber afectado la actitud de Turquía sobre los levantamientos en Siria, que pasó del apoyo para el presidente sirio, Bashar al-Assad -en un primer momento- a la crítica de la represión del régimen contra los manifestantes. Kabalan dijo que Damasco entendía que Erdogan y los "amigos turcos se han preocupado” por lo que está sucediendo en Siria, debido a preocupaciones por la seguridad y la estabilidad regionales.

Kabalan también señaló que en Halabja, Saddam Hussein utilizó armas químicas para aniquilar a toda la población, mientras que lo que está sucediendo en Siria es que algunas unidades del ejército enfrentan a reducidas pandillas que están matando a la policía y añadió que Siria había expresado su malestar a Ankara en el marco de la amistad y que pueden diferenciar entre aquellos que quieren interferir en los asuntos internos y los que critican a Siria es porque aman a Siria.

En el fondo, la cuestión del cambio de embajadores responde más al malestar sirio por la participación de la Hermandad Musulmana dentro de la reunión, y en especial, que sea Turquía –país aliado de Siria- la que reciba a los miembros de la oposición y permita que la Hermandad tome parte del encuentro que a una intromisión de los turcos en asuntos internos sirios, si bien las intromisiones turcas no fueron bien recibidas. Además el reemplazo de Dardari también es una señal del interés de Siria en Turquía, ya que Dardari fue quien llevó adelante las negociaciones de la integración bilateral y conoce el pensamiento de Turquía.

Por otro lado, Turquía también tiene sus prioridades de política exterior y éstas trascienden a Siria, aunque podría verse afectada por decisiones erróneas desde Damasco. En un informe publicado el 9 de mayo por la Organización Internacional de Investigación Estratégica titulado "El nombre de caminar en un campo de minas: forzando el cambio en Siria", se establece que Turquía necesita desarrollar políticas orientadas a un cambio democrático y que se debe priorizar la no intervención extranjera ya que la misma supondría un desastre para Siria, para Turquía y la región en general.

El informe estima necesaria una solución antes de que llegue ese momento y aconseja que Turquía debería centrarse en Siria con todo su poder; si los asuntos en Siria no se resuelven tan pronto como sea posible, las iniciativas de Turquía en la región se caerán y la afirmación de que Turquía es un estado modelo en la región también se debilitará. El informe agrega que si Turquía no pueden influir en la solución de los asuntos de Siria, perderá su imagen positiva ante los ojos de la opinión pública árabe; la situación en Siria podría ser vista como un problema de política exterior en otros países, pero es un asunto de familia para Turquía.

lunes, 23 de mayo de 2011

La Unión Europea sancionó al Presidente de Siria



La Unión Europa aumentó las presiones sobre el presidente Bashar al-Assad, con la imposición de sanciones al propio líder sirio -por primera vez- en concordancia con las sanciones impuestas por EE.UU. la semana pasada. Aunque reacios a incluir a Al-Assad en el listado de personas afectadas por las sanciones, la decisión de la Unión Europea incluye una congelación de activos y la prohibición de viajar a Al-Assad, aunque los efectos concretamente no están claros.

Los ministros de Relaciones Exteriores de la UE acordaron, en una reunión en Bruselas, añadir Al-Assad y alrededor de una docena de otras personalidades gubernamentales de alto nivel a una lista de aquellos que tienen prohibido viajar a la UE y están sujetos a la congelación de activos.

La Unión Europea elaboró una lista de 13 funcionarios sirios, el 17 de mayo, entre ellos se encuentra Maher al-Assad –hermano de Bashar- que comanda la Guardia Republicana de Siria y es el segundo hombre más poderoso en Siria. En la nueva lista se agregaron, además del propio presidente Bashar, a Rami Makhlouf -un primo del presidente- y que posee la mayor de Siria empresa de telefonía móvil, Syriatel, y varias empresas de los sectores de la construcción y del petróleo; a Mamlouk Ali, Jefe del Servicio General de Inteligencia; y Adulfattah Qudsiyeh, Jefe de la Inteligencia militar.

Suiza dijo que impondría la prohibición de viajar el 13 de funcionarios sirios y congelará cualquiera sus activos en bancos suizos. Roland Vock, jefe de la oficina de sanciones de la Secretaría de Economía de Suiza (SECO), dijo que los bancos suizos comprobarán si se mantienen activos de cualquiera de los 13 funcionarios y notificará al gobierno. Las medidas también incluyen un embargo de armas, aunque según Suiza no se han exportado armas a Siria -por lo menos- durante los últimos 10 años.

Desde la UE se mantenía la esperanza que el líder sirio mantuviese una línea de dialogo y se le permitiese un cierto margen de maniobra, pero esa estrategia parece haber fracasado a medida que el régimen intensificó el uso de la fuerza y es por ello que las sanciones también han afectado al propio presidente, en una clara señal que la paciencia europea se ha acabado. Además de las sanciones, los ministros de Relaciones Exteriores de la UE emitieron un comunicado señalando que el bloque "condena en los términos más enérgicos la continua represión en Siria y la inaceptable violencia utilizada por las fuerzas militares y de seguridad contra los manifestantes pacíficos."

Cancelaron la primera manifestación autorizada

Los organizadores de la manifestación masiva autorizada, por primera vez en Siria desde el levantamiento del estado de emergencia -el mes pasado-, cancelaron el evento el lunes debido a una amenaza externa

Un grupo de jóvenes sirios esperaba conmemorar con una vigilia con velas y en silencio, en el centro de Damasco, en memoria de las 900 personas que han sido víctimas desde el levantamiento contra el régimen del presidente Bashar Assad. Los organizadores dijeron que fueron informados por el Ministerio del Interior que ciertas fuerzas externas había estado planeando utilizar la manifestación para desestabilizar la situación en el país.

Aunque esta es la primera vez que se autorizó una manifestación desde que rige la nueva legislación, otras marchas han estado sucediendo en diferentes partes del país durante el fin de semana. Mustafa Osso, activista de Derechos Humanos, señaló que hubo manifestaciones en el centro de las ciudades de Homs y Hama, la provincia de Idlib y Duma, un suburbio de Damasco.

A diferencia de días anteriores, los agentes de seguridad rociaron con agua a los manifestantes –en vez de munición real- y los golpearon con porras. También el lunes, Anwar Al-Bunni, un destacado abogado sirio y activista de derechos humanos, fue puesto en libertad luego de una pena de cárcel de cinco años, bajo el cargo de difundir noticias falsas que podrían debilitar la moral de la nación, en 2007.

sábado, 21 de mayo de 2011

Siria es de gran preocupación para EE.UU.



En su discurso sobre política en Oriente Medio EE.UU., Obama dijo que el presidente sirio debe llevar una transición política o mantenerse al margen; además desde Washington se pidió al gobierno de Siria que deje de dispararle a los manifestantes y permita las protestas pacíficas.

Un día después, el presidente Obama reconoció que Siria era de "gran preocupación" para Estados Unidos e Israel, y esbozó fuertes medidas de su país contra Damasco, en declaraciones conjuntas tras una reunión con el Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Obama dijo que los dos habían discutido la situación en Siria, que es obviamente de gran preocupación en Israel, habida cuenta de su frontera común.

Obama dio detalles al primer ministro israelí sobre "medidas más significativas" que su gobierno está tomando para tratar de presionar a Siria hacia la reforma, como las sanciones que se le impusieron directamente al presidente Assad".

El diario sirio Al Watan, señaló que por el momento no prevé que los Estados Unidos y sus aliados tengan tiempo para ejercer presión sobre Siria para que cambie sus políticas, en respuesta al anuncio hecho por Obama. Por otro lado el periódico criticó una vez más la doble moral con la que se juzgan los hechos: cuando se trata de Israel y las violaciones de los Derechos Humanos se hace caso omiso de sus balas reales contra civiles desarmados, como sucedió en el Día de la Nakba.

Al Watan refleja la percepción que se tiene desde la gente de la calle en Damasco sobre que la situación en Siria es parte de un plan de EE.UU. para debilitar a Siria y desmantelar su relación con la resistencia; lo cual fue evidente desde el comienzo de los acontecimientos con las declaraciones de los funcionarios de EE.UU., en especial de la Secretaria de Estado Hillary Clinton, así como un portavoz del Pentágono, que afirmó que Siria puede restaurar la estabilidad, si desecha sus vínculos a Hezbollah, Hamas e Irán.

El cambio de la política exterior norteamericana para Medio Oriente puede tener varias lecturas o interpretaciones. Una de ellas es que la administración Obama puede presentarse como alguien que actúa con firmeza contra los dictadores árabes, no sostuvo en el poder a su aliado clave Mubarak, mató a Bin Laden y sancionó al presidente Bashar al-Assad, Obama toma una acción decisiva y se re-encuentra con la calle árabe y la democracia.

La segunda explicación es que esto le servirá bien en su campaña presidencial y acallará las críticas de la derecha en Washington que han manifestado su oposición a las políticas de Obama para siria desde la designación de Ford en Damasco y quieren debilitar a Siria y cortar las relaciones diplomáticas con el régimen, pero principalmente termina con las críticas sobre que la administración Obama no había más enérgico con Siria en relación al trato hacia Libia.

Las sanciones impuestas a Siria se sumarán a las problemas económicos existentes y dificultarán los intentos del régimen en su intento de recuperar la legitimidad en el futuro. La oposición podrá utilizar estas dificultades en el futuro para intentar sofocar al régimen frente a la caída de la economía y las condiciones de vida; estas sanciones ayudarán mínimamente en ese camino hacia ese fin ya que el gobierno sirio mantiene relaciones de bajo perfil con los EE.UU. y no ha ningún intercambio comercial importante con él, además los funcionarios sirios sancionados no tienen ninguna propiedad privada dentro de los Estados Unidos.

Las sanciones en contra del gobierno de Siria llegan en un momento en que el régimen está ganando control sobre el movimiento de protesta y por ello llegan tarde para darle un nuevo impulso al movimiento de protesta, podrán prolongar el movimiento, pero no derribar al régimen.

De allí que subsiste la duda si el presidente Obama está interesado en las reformas en Siria cuando llamó a su homologo Al-Assad, demandándole que haga reformas o dimita; esta duda surge de las constantes de la política exterior siria ya que es sabido que Al-Assad no cederá ante las exigencias de EE.UU. y menos aún cuando el propio líder sirio ya dijo que las reformas habían comenzado en el país y que las mismas se estaban moviendo de manera compatible con las necesidades del pueblo sirio y no con la voluntad de Obama.

Mientras se continúa analizando las repercusiones del discurso del presidente Obama y los alcances de las sanciones, las fuerzas de seguridad siria -luego de ataques a las manifestaciones pro-democracia que había estallado a través de Siria el viernes- dejaron un saldo de 44 víctimas fatales. Ammar Qurabi, prominente activista de los Derechos Humanos, dijo que más de la mitad murieron en la provincia noroeste de Idlib, donde los tanques habían sido desplegados el viernes para aplastar a las manifestaciones.

jueves, 19 de mayo de 2011

El presidente Obama instó al gobierno de Siria a conducir una transición a la democracia



En su discurso sobre la política norteamericana para Oriente Medio, el presidente Barack Obama dijo que el presidente sirio, Bashar al-Assad, se enfrenta a la posibilidad de elegir entre llevar una transición democrática en su país o salir del camino. El comentario se produjo un día después de que el gobierno de EE.UU. impuso sanciones por primera vez sanciones personales al líder sirio y a sus principales colaboradores.

Los comentarios del presidente Obama llegan también en momentos donde se hacen más notorios los llamados a un cese en la violencia o enfrentarse con la posibilidad de una declaración de ilegitimidad de su gobierno; el paso previo a una posible intervención como sucedió en Libia. Los comentarios son también una señal de la reducción de la paciencia de EE.UU. para con el presidente Al-Assad, cuyas promesas de reformas se han visto demoradas y sustituidas por el uso de la fuerza.

“Mientras que Libia se ha enfrentado a la violencia en mayor medida, no es el único lugar donde los líderes han recurrido a la represión para mantenerse en el poder. Más recientemente, el régimen sirio ha elegido el camino del asesinato y las detenciones masivas de sus ciudadanos. Los Estados Unidos han condenado estas acciones, y el trabajo con la comunidad internacional se ha intensificado, incluidas nuestras sanciones al régimen sirio - anunciadas ayer contra el Presidente [Bashar] Al-Assad y los que le rodean.”

El pueblo sirio han demostrado su valentía en la demanda de una transición a la democracia. El presidente Al-Assad tiene ahora una opción: él puede conducir esa transición, o salir del camino. El gobierno de Siria debe dejar de disparar a los manifestantes y permitir las protestas pacíficas, liberar a los presos políticos y cesar con las detenciones injustas; permitir que los órganos de Derechos Humanos a tengan acceso a ciudades como Daraa; e iniciar un diálogo serio para avanzar en una transición democrática. De lo contrario, el presidente Al-Assad y su régimen seguirá siendo cuestionado desde dentro y será aislado en el extranjero.”

“Hasta ahora, Siria ha seguido a su aliado iraní, buscando la ayuda de Teherán en las tácticas de represión. Esto habla de la hipocresía del régimen iraní, que dice representar los derechos de los manifestantes en el exterior, pero suprime a su gente en casa. Recordemos que las primeras protestas pacíficas surgieron en las calles de Teherán, donde el gobierno trata brutalmente a las mujeres y los hombres, y arrojó a gente inocente en la cárcel.”

Este discurso fue precedido por una serie de nuevas sanciones que congelan los activos de los funcionarios sirios –desde el presidente a sus ministros implicados en la represión- que conllevan más una carga simbólica que efectiva. El presidente Al-Assad ha sobrevivido a más de diez años de sanciones de todo tipo, por lo que está acostumbrado y no deberían afectar su gobierno de manera directa; pero sí señalan la posibilidad de retornar al aislacionismo internacional que había sido superado en años recientes por Siria.

De la misma manera que el régimen sirio marcó un punto de inflexión el viernes 22 de abril -cuando desplegó una ola de violencia generalizada que dejo más de 120 víctimas en un solo día- la Casa Blanca le ha marcado a Damasco el límite de su tolerancia: se realizan las reformas políticas en orden o el régimen será aislado si se recurre a la violencia para sostener el status qou actual.

Aunque la agencia estatal siria de noticias–SANA- dijo que las sanciones son "parte de una serie de sanciones impuestas por la administración de EE.UU. contra el pueblo sirio como parte de las políticas regionales de EE.UU. que sirve de Israel”, esta afirmación no es consistente con el discurso de Obama donde EE.UU. criticó la política de Israel sobre el proceso de paz, le pidió un mayor compromiso en las negociaciones y manifestó su apoyo a los límites anteriores a 1967. Este tipo de acusaciones, junto a las teorías de los complots desde el exterior, pueden resultar funcionales dentro de Siria pero difícilmente puedan transformarse en argumentos para convencer a la comunidad internacional a la hora de justificar el uso de la fuerza contra civiles.

¿Qué se espera de Siria?

El discurso del presidente Barack Obama sobre el Oriente Medio señala un cambio estratégico en el pensamiento de Washington sobre Siria. El mensaje para el presidente Bashar al-Assad es que debe conducir una transición a la democracia o "salir del camino."

El gobierno sirio deberá acordar algún tipo de concesiones si desea permanecer en el poder, en este contexto la opción de la fuerza no resulta viable en el mediano y largo plazo. Es cierto que el régimen no va a negociar en pleno estado de conmoción y es por ello que se ha acordado tácitamente una tregua entre los manifestantes para darle tiempo al régimen a que implemente un plan de reformas; esta tregua no será para siempre y el gobierno no debería considerarla como un medio para dilatar los anuncios y la aplicación concreta de las medidas.

Los Estados Unidos y la Unión Europea han llevado adelante las principales sanciones condenando la represión en Siria, pero también Al-Assad ha enfrentado crecientes críticas regionales como las de su socio Turquía, que ha rechazado las explicaciones de Damasco sobre la violencia. Las sanciones llegan en un momento que el presidente Al-Assad está en pleno control de las manifestaciones y la oposición necesita de un impulso; dentro de este contexto difícilmente caiga el régimen sirio, pero el costo político que deberá pagar lo conducirá a considerar el mal menor: las reformas políticas o el aislacionismo internacional.

miércoles, 18 de mayo de 2011

EE.UU. impuso sanciones al Presidente de Siria


Finalmente los Estados Unidos impusieron sanciones al presidente sirio, Bashar Al-Assad, y otros seis colaboradores por violaciones de los derechos humanos en una dramática escalada de la presión sobre Siria para poner fin a la represión contra los manifestantes. La medida, anunciada por el Departamento del Tesoro, congela los bienes de los funcionarios sirios que se encuentran en los Estados Unidos -o de otro tipo- dentro de la jurisdicción de EE.UU. y prohíbe a los nacionales y empresas norteamericanas tratar con ellos.

Aunque no resulta del todo claro si se verá algún efecto inmediato sobre la dinámica del conflicto, resulta significativa la decisión de la Casa Blanca y proyecta un profundo gesto simbólico sobre la tolerancia de que EE.UU. tiene sobre las acciones del régimen sirio frente a las demandas sociales. Estas medidas también marcan la política norteamericana para la región, luego del veto de Rusia y China a la resolución del Consejo de Seguridad, impulsada junto a Inglaterra y Francia.

El Departamento del Tesoro indicó que las sanciones también incluyen al vicepresidente, Farouq Al-Shara; el Primer Ministro Adel Safar; el ministro del Interior, Mohammad Ibrahim Al-Shaar; el ministro de Defensa Ali Habib; el Jefe de la Inteligencia Militar siria, Abdul Fatah Qudsiya y al director de la Dirección de Seguridad Política, Mohammed Dib Zaitoun.

Mientras tanto, el gobierno suizo ha manifestado su imposición de sanciones a Siria debido a la violenta represión de los manifestantes. Concretamente se restringió la venta de armas, la congelación de activos en los bancos nacionales y la prohibición de viajar a 13 funcionarios de alto nivel nombrados por la Unión Europea el 9 de Mayo.

El presidente Al-Assad señaló, en el marco de una reunión en Damasco, que algunas de las prácticas incorrectas por parte de las fuerzas de seguridad que se produjeron como resultado de la falta de conciencia de éstas sobre cómo manejar una situación como la actual; pero destacó que el trabajo policial se basa en la formación de cuatro mil policías, que harán lo correcto con el fin de prevenir tales excesos.

En una parte de su alocución, Al-Assad señaló que Siria debía ahora "superar la crisis" y que ella estaba llegando a su fin. El presidente también reconoció la rampante la corrupción y el soborno, especialmente en la judicatura, las aduanas, los Departamentos y Ministerios; además de la interferencia que una mayor seguridad provoca en la vida cotidiana y en los ámbitos de gobierno.

Activistas en Siria llamaron a una huelga general nacional para hoy, con la esperanza de poner más presión sobre el gobierno Al-Assad. Pero las escuelas, tiendas y otros negocios permanecieron abiertos en Damasco y otras ciudades; en la mayor parte del país el llamado a la huelga fue ignorado, en gran medida por temores a las represalias del gobierno.

El temor se debe a las operaciones que el aparato de seguridad sirio está desarrollando a lo largo del país. El más reciente operativo fue en Tel Kelakh –en la frontera con Líbano-, un día después de una manifestación que exigió el derrocamiento del régimen. Un testigo del lado libanés de la frontera, dijo que se oyó un intenso tiroteo en Tel Kelakh.

La adopción de este nuevo paquete de sanciones por parte de EE.UU., mientras se aguardan similares medidas desde la Unión Europea, señalan el bajo nivel de confianza que las potencias occidentales tienen sobre las posibles reformas que el presidente sirio ha prometido pero que no se han aplicado en la realidad. La falta de apoyo por parte de China, dentro del Consejo de Seguridad, es también una señal de la preocupación con la que Beijín observa las manifestaciones sociales y refleja el temor que las autoridades chinas tienen de un posible contagio en su país.

Rusia es otra incógnita para EE.UU. En declaraciones a los medios de comunicación, el presidente Dimitri Medvedev dijo que Rusia no apoyaría una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Siria si ésta fuese similar a la resolución que autorizaba la intervención militar en Libia. Medvedev no aclaró si Rusia utilizaría su poder de veto o si se abstendría de hacerlo.

Medvedev ha mantenido una postura crítica y recientemente ha reiterado sus denuncias de que la coalición -dirigida por la OTAN- ha ido más allá de su mandato en Libia y que Moscú se opone a una intervención extranjera similar en Siria.

Aunque el régimen de Al-Assad haya consolidado su poder, controle a los manifestantes y promueva nueva legislación que reglamenta las marchas, el precio político que debe pagar ahora es elevado. Los medios empleados por Al-Assad para sostener al régimen lo han colocado en la mira de las principales potencias occidentales, más aun después que se conocieron los informes sobre las operaciones militares en las diferentes ciudades sirias.

La ventaja que todavía tiene el presidente sirio a su favor es el modelo de intervención libio. La OTAN con mandato de Naciones Unidas sostiene una campaña aérea que no se refleja en tierra, los avances de los rebeldes son lentos y no son lo suficientemente contundentes como para provocar la caída de Gadafi; por otro lado la oposición no ha logrado establecer un frente viable, sino que cada tribu lucha por destituir al líder libio para alzarse con el poder y esto genera preocupación en los decisores occidentales. Difícilmente desde Occidente busque otra intervención así, cuyo resultado sea altamente incierto.

martes, 17 de mayo de 2011

EE.UU. y la Unión Europea anuncian nuevas sanciones para Siria



Los EE.UU. y la Unión Europea han intensificado sus advertencias de que Siria se enfrenta a una inminente ronda de sanciones aún más, en medio de más informes de una brutal represión en el país.

Hillary Clinton, Secretaria de Estado de EE.UU., y Lady Ashton, jefa de política exterior de la UE, discutieron hoy los pasos adicionales que se pueden tomar para aumentar la presión y aislar aún más al régimen de Al-Assad. Lady Ashton calificó a la situación de muy grave, al punto de que se deben considerar todas las opciones, y adelantó que habrá movimientos en las próximas horas y días.

Clinton indicó que el mensaje de EE.UU. ha sido claro y consistente desde el principio; la Secretaria de Estado solicitó un alto a la violencia y a las detenciones -de presos y detenidos políticos- y empezar a responder a las demandas de la gente con un proceso creíble e inclusivo de cambios democráticos.

Al respecto, funcionarios de EE.UU. señalaron que más sanciones se darán a conocer en las próximas 48 horas; aunque funcionarios del Departamento del Tesoro de EE.UU. se negó a comentar que tipo de sanciones se estudian aplicar al régimen sirio.

Se espera que presidente Barack Obama dirija un discurso sobre el Oriente Medio el próximo jueves para reafirmar los principios básicos de EE.UU. y las políticas con respecto a la región, a la vez que endurecer la postura de su administración contra la ofensiva de Siria sobre los manifestantes pro-democracia. Se espera que pronuncie una fuerte de respuesta en contra de la violenta Al-Assad; mientras que las nuevas sanciones de EE.UU. a Siria que se anunciarán antes del discurso y trascendió que las nuevas medidas podrían apuntar al propio presidente Al-Assad.

El canciller francés, Alain Juppé, dijo hoy que Francia y Gran Bretaña estaban cerca de conseguir los nueve votos del Consejo de Seguridad para aprobar una resolución sobre Siria, pero Rusia y China seguían amenazando con utilizar su veto junto a Líbano como sucedió la última vez que se planteó la posibilidad. La duda sobre los votos de los Miembros Permanentes con derecho a veto del Consejo -Rusia y China- se ha acrecentado debido al amento de las críticas sobre intervención para proteger a los civiles en Libia, que consideran que tiene como objetivo derrocar al líder Muammar Gaddafi.

Dos hechos, conocidos en el día de ayer, actuaron como disparadores de esta nueva ronda de sanciones.

El primero de ellos habla de la existencia de, al menos, una fosa común en la ciudad de Daraa –donde comenzaron las manifestaciones- donde habría no menos de 13 cuerpos según testigos locales; esta acusación fue desmentida por el gobierno que la calificó como totalmente falsa y una incitación a la violencia. Esta noticia no ha podido ser comprobada por los medios de prensa ya que la zona está vedada a los periodistas locales y extranjeros.

El segundo hecho fue el enfrentamiento en la ciudad de Tel Kelakh –en la frontera con Líbano- entre el Ejército sirio y las fuerzas de seguridad contra manifestantes que dejó un saldo de 27 civiles muertos; el ataque que duró tres días y estuvo apoyado por tanque. Además otras 10 personas resultaron heridas en medio de bombardeos por las fuerzas de seguridad sirias cerca de Líbano, las personas fueron atendidas en los hospitales del Líbano.

Mientras el presidente Bashar Al-Assad consolida la estabilidad de su régimen en base al uso de la fuerza en todo el país, también aumenta el aislacionismo internacional debido al alto costo en vidas humanas que conlleva este proceso. El informe del Alto Comisionado de DDHH de Naciones Unidas que estima en unas 850 a las víctimas fatales fue un elemento definitorio para aumentar la presión mediante las sanciones.

Otro hecho significativo es el cambio de posición de los aliados regionales respecto de los acontecimientos en Siria. Turquía ha hecho insistentes pedidos al régimen sirio para que produzca una transformación de su sistema político, pero en la última visita turca a Damasco ésta fue considerada como una intromisión.

El Rey de Jordania y su homologo saudita también han restado su apoyo a Siria; Israel al principio de las manifestaciones apoyaba al régimen sirio porque le daba garantías de estabilidad en la frontera, pero esta visión ya no es compartida desde Tel Aviv.

Francia mantuvo un profuso intercambio diplomático en la última década, pero luego de las acciones violentas sobre los manifestantes París se alineó con EE.UU. y Gran Bretaña. EE.UU. mantiene la esperanza sobre una última ronda de negociaciones que le hagan ver al liderazgo sirio que la única posibilidad es una apertura democrática sin limitaciones y de manera veloz.

El verdadero problema es posible una copia del caso libio. Las potencias occidentales saben que no pueden repetir otro escenario similar al libio, donde la situación no encuentra una resolución, las acciones parecen empantanarse y las intervenciones aliadas están tomando más tiempo del previsto. Siria presenta, adicionalmente, el riesgo de una confrontación étnico-religiosa entre la mayoría sunita y la minoría gobernante alawita; como señaló Rami Makhlouf en una reciente entrevista, el régimen luchará hasta el final por su existencia y es por lo que se debe buscar una alternativa diplomática.

lunes, 16 de mayo de 2011

El Ministerio del Interior elevó el proyecto para reglamentar las manifestaciones en Siria



Un gran número de activistas sirios han sido puestos en libertad a lo largo de la última semana, después de haber sido detenidos por su participación en las manifestaciones que tuvieron lugar en muchas ciudades, y fueron liberados en libertad bajo fianza a fin de estar delante de los tribunales en el futuro; en todos los casos a los activistas se les pidió que firmen un compromiso de que no iban a tomar parte en las manifestaciones.

Fuentes militares emitieron un comunicado donde se informaba que elementos criminales armados que emplean el contrabando y el asesinato a civiles inocentes habían asaltado puestos de guardia de fronteras, destrozaron propiedades públicas, levantaron bloqueos en el área de Al-Arida -en Telkalakh- y los habitantes locales pidieron la intervención del ejército.

Desde la oposición al régimen sirio esta noticia no es compartida y se pidieron medidas puntuales. Sarah Leah Whitson, directora de Human Rights Watch para Oriente Medio, señaló que la ley de emergencia puede haber sido levantada en el papel, pero que la represión sigue siendo la regla en las calles de Siria: de hecho Human Rights Watch instó a las autoridades sirias a que revelen de inmediato el paradero de determinados activistas, garanticen que no se haga daño a los que se encuentran detenidos y que se liberen a todos los detenidos por el ejercicio de libertad de expresión y asociación.

Como se había anunciado al momento de la derogación de la Ley de Emergencia, el Ministerio del Interior dio a conocer las instrucciones ejecutivas relacionadas con el Decreto Legislativo No.54 que regula el derecho para solicitar una manifestación pacífica, que está básicamente garantizado por la Constitución siria. Las instrucciones constan de 15 artículos, que incluyen definiciones de manifestaciones e información pertinente.

Las instrucciones especifican que los "organizadores del Grupo” son los que llaman a una manifestación pacífica, mientras que los "organizadores del Comité” son el Presidente y varios miembros que organizan y controlan la manifestación. La manifestación no estará permitida hasta que la licencia se obtenga y la legislación específica que las entidades que tienen el derecho a la convocatoria de una manifestación son los ciudadanos, los partidos políticos, organizaciones populares, sindicatos profesionales y organizaciones de la sociedad civil.

En caso de que la manifestación fuese convocada por los ciudadanos, los organizadores del Comité deben ser residentes permanentes en el lugar en el que la manifestación se llevará a cabo; en el caso de los partidos, las organizaciones populares, sindicatos profesionales y organizaciones de la sociedad civil deben ser representados por el órgano central de estos grupos.

El Ministerio del Interior formará un comité específico para estudiar las solicitudes y tomar decisiones con respecto a ellas -por escrito-, la misma será enviada a la gobernación en la que tenga lugar; en el caso de que la solicitud fuese rechazada, la carta de rechazo deberá adjuntar una explicación de las razones del rechazo. La solicitud se presentará a la gobernación local al menos cinco días antes de la fecha de la manifestación y en caso de no haber respuesta a la solicitud en cinco días, se considerará aprobada la manifestación.

Las instrucciones identificadas "Razones para no permitir u organizar una manifestación" como en el caso de que haya posibilidad de disturbios o actos de vandalismo, también cuando la manifestación tiene como objetivo aterrorizar a los ciudadanos y para evitar que la realización de actos jurídicos o para obligarlos a cometer actos ilegales. Una aplicación de manifestación también podría ser rechazada si las fuerzas de seguridad en la zona de demostración no son suficientes para manejar cualquier deterioro incidente. Otras causas de rechazo es que la manifestación tenga como objetivo provocar la violencia sectaria o el racismo, o en caso de que dos solicitudes de dos manifestaciones sean en el mismo lugar.

Cuando se concede licencia, la policía de la gobernación local se encargará de la coordinación junto al comité de los organizadores de la manifestación. El representante del Ministerio del Interior está facultado para advertir al comité de una manifestación para dispersar disturbios; en caso de que los manifestantes no respondan el representante tiene derecho a dispersar a los participantes -advirtiéndole en dos ocasiones- y si los manifestantes no responden el representante tiene derecho a advertir sobre el uso de fuerza dos veces y luego de ello los manifestantes serán dispersados por la fuerza gradualmente para mantener la paz y el orden.

Las instrucciones también estipulan que los manifestantes deben tener al menos 18 años de edad, las manifestaciones solo se organizan de día, los manifestantes no deben llevar ningún tipo de armas -incluso con portación legal- y las armas se definen como cualquiera que sea peligrosa para la seguridad pública; así mismo se prohíben las manifestaciones en fiestas nacionales y religiosas. Cualquier manifestación organizada fuera de las normas del Decreto Legislativo No.54 o cualquier manifestación con licencia, durante la cual se produzcan actos o la incitación a actos que atenten contra la seguridad pública y el orden, será considerada como disturbio y estará sujeta a la ley penal.

La continuidad de las reformas políticas tal como fueron anunciadas por el presidente Al-Assad, al momento de la derogación de la Ley de Emergencia, puede considerarse una señal de la creciente confianza del gobierno sobre que lo peor de las manifestaciones ha pasado y ahora resta configurar el escenario político resultante. Tampoco es casual que el Decreto Legislativo Nº 54 sea elevado al mismo momento que Bouthania Shaaban mantiene conversaciones con los sectores más antiguos de la oposición, en un intento de fragmentar al movimiento entre los jóvenes y los tradicionales, cuando se sabe que son los jóvenes los que han llevado adelante las marchas y los reclamos.

La elevación del Decreto Legislativo Nº 54 marca también el límite de la tolerancia del régimen sirio al disenso y deja abierta la posibilidad de elegir qué forma tendrá la oposición; por otro lado el gobierno ya dejó en claro que no dudará en utilizar la fuerza cuando sea necesario y de la manera que lo considere oportuna.

sábado, 14 de mayo de 2011

Negociaciones entre el gobierno y la oposición en Siria



En lo que ya se ha transformado en una costumbre después de la oración del viernes, los manifestantes irrumpieron en las calles de muchas ciudades y pueblos a lo largo del país. Bajo la consigna “Viernes de la Libertad del 13 de Mayo de 2011" grandes grupos de manifestantes rechazaron las propuestas de reformas políticas impulsadas por el régimen el miércoles de esta semana.

Las consignas de las marchas se centraron en la aplicación de una reforma real y un cese al fuego, también se registraron algunas consignas pedían un cambio de régimen. El orden se mantuvo en parte debido a contactos que Louay al-Husein y otros líderes de la oposición habían mantenido con Buthaina Shabaan –asesora presidencial- para negociar un fin a la crisis; una de las promesas de Shabann habría sido que las fuerzas del gobierno no se disparasen a las protestas del viernes.

Es por ello que, a diferencia de otros viernes, no fueron reportados incidentes con las fuerzas de seguridad y no hay informes sobre las acciones de las tropas en el país a excepción de Daraa y Latakia; la televisión estatal aprovechó para mostrar las plazas y calles en relativa calma.

Otro hecho trascendente fue que el Ministerio del Interior había emitido en la semana un comunicado llamando a los que fueron engañados para participar o cometer actos ilícitos punibles por la ley a entregarse a las autoridades competentes antes del 15 de mayo e informar acerca de saboteadores el paradero de las armas. Una fuente oficial del Ministerio dijo que unas 3.713 personas de diferentes provincias de Siria se entregaron, y agregó que fueron puestos en libertad inmediatamente después de comprometerse a no repetir cualquier acto que atente contra la seguridad de la patria y los ciudadanos.

Si bien la jornada de protestas del día de hoy transcurrió en calma y no se registraron hechos de violencia, los días previos han estado marcados por serios enfrentamientos -en gran parte del país- entre los manifestantes y el aparato de seguridad del régimen sirio. Esto motivo que el Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas haya elaborado un informe donde se estima que la cantidad de víctimas –desde el inicio de los incidentes- asciende a 850 y son miles los arrestados.

Rupert Colville, portavoz del Alto Comisionado, precisó que se estaba preparando una misión para investigar en el terreno las acusaciones de los manifestantes sobre el uso de francotiradores y munición viva contra civiles desarmados y las denuncias, por parte del gobierno, relativas a policías y soldados asesinados por los activistas.

Aunque desde las potencias occidentales se ha criticado el accionar del régimen sirio y se han implementado una serie de sanciones, concretamente se está haciendo muy poco para detener la violencia y acercar a las partes a la mesa de negociaciones. El presidente Al-Assad cuenta con el apoyo de China y Rusia que bloquearon una resolución del Consejo de Seguridad que iba a condenar las acciones en Siria y podía dejar la puerta abierta para una intervención internacional similar a la campaña en Libia.

Parte de la confianza de Al-Assad proviene de las dubitativas políticas hacia el régimen desde antes de los incidentes por parte de EE.UU. y los europeos sobre el rol sirio en la región. Por otra parte, el desempeño y eficiencia de las FFAA sirias ha desalentado a los funcionarios de EE.UU. sobre la posibilidad de una intervención militar armada –siguiendo el modelo de la operación libia- ya que el precio en vidas aliadas seria alto.

Siria cuenta con la posibilidad de utilizar a Hezbollah, que si bien no responde totalmente al control sirio, Irán no tendría mayores inconvenientes en desplegar a la milicia islámica para combatir contra EE.UU. y aumentar así su popularidad regional. El ejército sirio ha demostrado que, aunque no posea equipos de última generación, dispone de un comando centralizado y subordinado que le ha proporcionado el apoyo necesario al régimen cuando parecía que los manifestantes desbordaban a las fuerzas policiales. Ciertamente Siria no es Libia.

Siria tiene el apoyo de Irán, no es casual que el modelo de resolución de las manifestaciones sirias tenga marcadas coincidencias con los métodos empleados por Teherán para contener a las protestas; Irán también mantiene una alianza con Siria –a pesar de sus altibajos- y ésta actúa como un elemento de disuasión para los decisores militares occidentales que no desean confrontar con Irán en este contexto.

Aunque el régimen sirio no tiene total impunidad para utilizar la fuerza a su libre albedrío, sin lugar a dudas cuenta con una serie de factores a su favor que le permiten disponer de ella para sostenerse en el poder.

viernes, 13 de mayo de 2011

Siria: ¿Más garrote que zanahoria?




El senador de la Florida, Marco Rubio, pidió hoy a la administración Obama que aumente la presión sobre el presidente sirio, debido a que se mantienen los ataques contra los manifestantes por parte del gobierno sirio. Esta posición es compartida por los senadores Joe Lieberman, John McCain, y Ben Cardin; en una conferencia de prensa en el Capitolio, se dio a conocer una resolución donde se insta al presidente Obama para ampliar las sanciones contra el gobierno sirio y hablan sobre la situación como "directa y personal."

Aunque la conferencia de prensa marca la primera gran aparición del senador republicano de Miami -en el escenario de la política exterior- y lo posiciona en las apariciones de las cadenas CBS y CNN, la resolución impulsada por Rubio señala que el gobierno de Al-Assad "a través de su campaña de violencia y abusos graves contra los derechos humanos, ha perdido su legitimidad", una afirmación que la Casa Blanca no ha hecho, como si lo hizo con el líder libio Muammar Gaddafi.

Por parte de la Unión Europea, Gran Bretaña y Francia, mostraron su malestar la semana pasada después que las divisiones dentro la UE impidió que el presidente sirio sea añadido a una lista de 13 funcionarios con sanciones específicas. Funcionarios de la Unión señalaron que sólo será cuestión de días hasta que sea incluido.

William Hague, Secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido, consideró que los contactos con algunos activistas podrían haber persuadido al régimen sirio para cambiar de rumbo; sin embargo, un funcionario británico dijo que la paciencia con el presidente sirio ya se había agotado y no quedaban más dudas del camino adoptado.

En un esfuerzo nuevo para mostrar su determinación de impulsar las reformas, el gobierno de Siria ha introducido un nuevo paquete de reformas. El Primer Ministro sirio, Adel Safar, estableció un nuevo programa de empleo a 10.000 graduados universitarios de las instituciones gubernamentales. Mohammad Habash, parlamentario sirio, considera que la creación de 10.000 oportunidades de trabajo anual es algo bueno, pero que no resuelve el problema del desempleo, porque hay casi 200.000 personas que buscan empleo cada año en el mercado de trabajo.

Safar también ha decidido formar un comité para preparar una nueva ley para las elecciones generales. La comisión concluirá sus trabajos dentro de dos semanas después de revisar las leyes de elecciones árabes y extranjeros. Este comité se encargó de preparar una nueva ley de elecciones generales dentro de los 15 días.

Aunque oficialmente las tropas se retiraron de Homs, los tanques bombardearon nuevamente la zona durante la mañana de hoy, la ciudad permanece cerrad y la electricidad, agua y telecomunicaciones se han reducido. Los edificios fueron destruidos en el bombardeo y una cantidad imprecisa de víctimas será el motivo para el llamando a la protestas de mañana viernes.

Por otro lado, el pueblo de Hara –en las afueras de Daraa- fue bombardeado y las fuerzas de seguridad dispersaron a unas 2.000 personas que se habían reunido en una manifestación en el complejo residencial de una universidad en Alepo.

En un avance importante, los tanques se dirigían hacia la ciudad de Hama, cerca de Homs. Hama tiene una especial significación para la sociedad siria, ya que fue el sitio de un levantamiento islámico -en 1982- que fue aplastado duramente por Hafez Al-Assad -padre del presidente actual- y dejó decenas de miles de víctimas. En el operativo participan cerca de 100 tanques que se colocaron a lo largo de los 45 kilómetros de la ruta entre Homs y Hama.

El presidente Bashar Assad está utilizando la táctica de enviar a los tanques y disparar a los manifestantes, mientras que los asesores permanecen en silencio y el régimen pone su confianza en los sectores más cercanos y el círculo familiar; además está apostando a los opositores históricos sirios en una estrategia para dividir a los manifestantes, entre los viejos y los jóvenes, en un intento por salvar al régimen de las manifestaciones y aunque se habló de una serie de leyes electorales, el régimen se ha focalizado en uso de la fuerza para resolver la situación.

Al cabo de dos meses de protestas, el foco de Daraa se ha extendido a una veintena de ciudades, con por lo menos 800 víctimas, varias ciudades siguen aisladas – Daraa, Baniyas, Moadimiyeh, Homs, entre otras- y casi un tercio del país está incomunicado por el bloqueo a las comunicaciones telefónicas e internet y la amenaza ahora de intervenir en Hama –con su legado simbólico- son una manifiesta prueba que el régimen sirio ha optado por el garrote en vez de la zanahoria.


martes, 10 de mayo de 2011

El gobierno de Siria seguirá hasta el final


Las autoridades rodearon el distrito de Al-Muadamiya –en Damasco- y detuvieron a un gran número de manifestantes a favor de la democracia en los suburbios, incluyendo Barzeh y Douma. El Ministerio del Interior dijo que 1.083 personas implicadas en los disturbios se han entregado a las autoridades, hasta la fecha, en respuesta a un anuncio del gobierno que afirma que los que entreguen entre 2 de mayo y 15 estarán exentos del enjuiciamiento y el castigo. Se dijo que los sirios que se entregaron fueron puestos en libertad después de que prometieron no repetir cualquier acto que atente contra la seguridad del Estado o sus ciudadanos.

Aunque desde el gobierno se asegura que desde el 05 de mayo el ejército había comenzado una retirada gradual de la ciudad de Daraa, donde las protestas contra el régimen comenzaron a mediados de marzo después de haber completado su misión mediante la detención de elementos terroristas y restablecer la seguridad y la calma, la periferia de Daraa está rodeada, en un claro indicio que la crisis está lejos de haber terminado.

Otro indicio de que la situación en Siria está en punto delicado está dado por la noticia de la partida de la primera dama de Siria, Asma Al-Assad, de 35 años, hacia Inglaterra. Asma nació en Gran Bretaña y no ha sido vista en público desde el inicio de la primavera árabe y se especula que -a medida que la violencia aumenta en Siria- la Sra. Al-Assad fue advertida para salir tan pronto como sea posible del país.

Una fuente diplomática agregó que su evacuación se llevó a cabo en condiciones de profundo secreto, y que ahora está segura con sus tres niños rodeada de guardias de seguridad, desde hace tres semanas. Su padre, el cardiólogo Fawaz Akhras, y su madre Sahar Otri, diplomática retirada, viven en el norte de Acton, al oeste de Londres; sin embargo no ha habido rastro de la familia desde hace día en Acton.

La posición de la esposa del presidente Al-Assad no es igual al pensamiento de la elite gobernante, un círculo muy unido y que es el nexo del poder absoluto, dominado por la lealtad a la familia y un instinto visceral por la supervivencia del clan alawita que hace pensar que luchará hasta el final en una lucha por el poder. Los recientes comentarios de Rami Makhlouf, el magnate primo del presidente sirio y hermano del jefe de Inteligencia, ofrecen una inusual visión del pensamiento del gobierno y la forma en que se toman las decisiones.

El nombre de Makhlouf fue cantado en las protestas y las oficinas de su empresa - Syriatel, la más grande de telefonía móvil- fueron quemadas en Daraa, donde la rebelión se inició a mediados de marzo. Makhlouf representa a los grandes cambios en marcha en el país: su riqueza se deriva de las conexiones con el poder, la antigua alianza de los empresarios sunitas y los alawitas junto a los funcionarios que se beneficiaron con las reformas que han desmantelado el sector público.

"Si no hay estabilidad aquí, no hay manera de que habrá estabilidad en Israel. De ninguna manera, y nadie puede garantizar lo que sucederá después, Dios no lo quiera, algo le pasa a este régimen. La decisión del gobierno ahora es que se decidió a luchar", señaló Makhlouf en una entrevista.

"No vamos a salir, abandonar nuestro barco. Nos sentaremos aquí. Lo llamamos una lucha hasta el final. Ellos deben saber cuándo sufrimos, no vamos a sufrir solos” añadió Makhlouf; sin embargo, reconoció que el cambio había llegado tarde y limitado, pero que si había algún retraso no era el fin del mundo. En la misma nota, advirtió que la alternativa dirigida -por lo que él describió como salafistas- significaría la guerra en el país y el extranjero.

Estas declaraciones de primera de mano formuladas por un miembro del círculo intimo del presidente Al-Assad no hace más que confirmar la hipótesis que el régimen sirio va a intentar todas las acciones que le permitan asegurar su supervivencia. Para ello cuenta con dos factores: la lealtad del ejército y la débil respuesta internacional a la represión de las protestas.

El ejército, es la columna vertebral del régimen, se ha hecho cargo de la situación y no ahorrará esfuerzos para aplastar las protestas; el hermano de Bashar, Maher Al-Assad, controla la Guardia Republicana y la Cuarta División del Ejército que representa un tercio del ejército, son las tropas mejor equipadas y han tenido escasas deserciones hasta el momento.

La comunidad internacional se muestra cauta en su respuesta a las acciones del régimen sirio. Aunque Maher al-Assad encabeza la lista de 13 funcionarios sirios sometidos a sanciones por la Unión Europea -que incluye la prohibición de visado y la congelación de activos- junto a un embargo de armas y la prohibición de equipos que puedan utilizarse para la represión interna y Estados Unidos haya advirtió que tomaría "medidas adicionales" contra Siria si continúa la represión brutal contra los manifestantes -una semana después de imponer duras sanciones contra Siria- todas estas medidas no afectan de manera sustancial al régimen o a su capacidad de uso de la fuerza.

De hecho, las sanciones solo han servido para que el régimen cierre filas y haya superado las divisiones que había entre dos bandos de asesores del presidente: un sector quería una solución política, y el equipo de seguridad -encabezado por su hermano Maher y el jefe de Inteligencia Alí Makhlouf- que favorecía un enfoque más duro.

Por otro lado, Israel está satisfecho con el statu quo que impuso el régimen sirio y los Estados Unidos necesitan a Siria, ya que tiene una influencia en la resistencia sunita en Irak y debido a que es un enlace clave entre Washington y Teherán, en los asuntos relacionados con Irak. Además EE.UU no ha logrado que la oposición siria se transforme en una opción viable de poder dentro del país, por lo que derrocado el régimen el caos regional sería aun mayor y sería aprovechado por Irán.

lunes, 9 de mayo de 2011

La Unión Europea impuso un embargo de armas y de visados a Siria




Mientras que los medios occidentales se ha centrado en Libia y en las repercusiones de la muerte de Osama bin Laden, los acontecimientos en Siria cada día toman un cariz más complejo y violento, las soluciones por medio de las reformas ya no están en la mesa de negociaciones y la oposición está sufriendo los embates de un régimen que sabe que su supervivencia depende de su imposición a sangre y fuego.

Con un estimado de 500 a 600 muertos en las más de 8 semanas de levantamientos, desde los estados occidentales solo se ha propuesto un esquema de sanciones diplomáticas que afectan a funcionarios del régimen y a sus organismos, pero con un escaso impacto en la dinámica del conflicto y en las bajas civiles.

La oposición está compuesta por un gran número de activistas a favor de la democracia, son liberales y pro-americanos; han sido apoyados por el dinero de EE.UU. desde hace cinco años pero se ignora que tan importante es el tamaño del grupo, como para estimar que la magnitud del cambio que podrían llegar a operar en la sociedad siria.

La ventaja de la oposición es su falta de liderazgo centralizado, por lo que no podría ser fácilmente desactivada desde el régimen. Una de las mayores debilidades de la oposición es la juventud de sus miembros -entre 20 y 30 años- y la heterogeneidad de sus consignas. Mientras que la falta de un liderazgo ayuda a su falta de identificación desde el régimen, conspira para que la que la gente puede identificarse con caras y personalidades que le indiquen cuales son las posibles salidas al laberinto de las manifestaciones.

Abdul Halim Khaddam, vicepresidente durante casi 20 y que huyó a París en 2005, señaló que espera que el ejército sirio deje de apoyar a Al-Assad y a la lucha sectaria que el presidente y su familia están instigando. Consultado sobre la oposición, no ocultó su desconfianza debido a la baja cantidad de miembros y a las décadas de trabajo del Partido Ba´ath.

Mientras continúan los debates sobre las sanciones o las violaciones a los DDHH, las fuerzas del gobierno continúan asegurando las principales ciudades del país con el apoyo de los blindados y los grupos de choque leales al régimen.

Hoy las tropas sirias cerraron el control sobre la tercera ciudad de Siria –Homs- después que el presidente Bashar al-Assad envió tanques en una ofensiva total. Homs, la ciudad natal de Asma Al-Assad, se encuentra en el centro de una región agrícola, en la carretera entre de Damasco y Alepo -la segunda ciudad más importante- y es lugar de una de las refinerías de petróleo de Siria.

En el sur, los tanques fueron desplegados en torno a las ciudades de Inkhil, Deal y Nawa, llevando adelante una barrida en la estratégica región que limita con Jordania y los Altos del Golán, ocupados por Israel.

Se conoció hoy que las fuerzas de seguridad sirias dispersaron una manifestación a favor de la democracia en el centro de Damasco, arrestando al escritor Ammar Mashour Dayoub, que había llamado a una reforma política en Siria, junto a otras 150 personas que se reunieron en la Plaza Arnous en un mitin exigiendo el levantamiento del asedio militar en las ciudades sirias.

La Unión Europea impuso hoy una serie de sanciones, que incluyen un embargo de armas y la prohibición a 13 funcionarios y colaboradores del régimen sirio para de viajar a cualquier parte de la Unión –con el congelamiento de sus activos-. Los 13 funcionarios han sido identificados como responsables de la violenta represión contra la población; si bien todavía no se conoce el listado de los funcionarios implicados, desde la UE se afirmó que el presidente Al-Assad no estaba entre ellos.

Todo parece indicar que desde EE.UU. y la UE se van a profundizar las sanciones económicas y políticas, pero sin ahogar al régimen, en un intento de dejarle algún margen para negociar. Sin embargo, las acciones del régimen hacen pensar que su precepción es de todo o nada, y que cualquier medida proveniente desde el exterior está destinada a socavar su poder y buscar su destitución por lo que busca consolidarse en las principales ciudades para reducir la periodicidad y asistentes a las manifestaciones restándole a la oposición la masa critica necesaria.

EE.UU. pide a Siria que no ayude a Hezbollah



Robert Ford, embajador de EE.UU. en Siria, señaló que su país tiene información de que el gobierno sirio está transportando armas y equipo militar a Hezbollah e instó a los dirigentes de Siria a dejar de prestar ayuda a la resistencia libanesa. Ford expresó la preocupación de los Estados Unidos sobre la relación entre Damasco y Hezbollah, y le pidió a Siria que deje de ayudar militarmente a Hezbollah y reconozca la soberanía de Líbano, sobre su territorio de acuerdo con las relaciones de amistad y el respeto.

A principios de este mes, los Estados Unidos le impuso sanciones a tres altos funcionarios de Siria, la agencia de Inteligencia de Siria, y la Guardia Revolucionaria de Irán después de los repetidos llamados -por parte de EE.UU.- a los dirigentes sirios para poner fin a la violenta represión.

En un cable de WikiLeaks, fechado el 2 de enero de 2008, Ministro del Exterior sirio, Walid al-Muallem discutió con el senador norteamericano Arlen Specter y Patrick Kennedy, sobre la cooperación de Siria con Francia para buscar una solución política en el Líbano. En esa ronda de negociaciones, Al-Muallem instó a EE.UU. a no utilizar Siria como rehén de la situación del Líbano o el conflicto palestino-israelí y señaló que la administración Obama se había equivocado en vincular la reanudación de las conversaciones de paz entre Siria e Israel, con la situación en el Líbano y con las acciones de Hamas y Hezbollah.

El pasado fin de semana, Nabih Berri y los diputado Alí Hassan Khalil y Khalil Hussein- asesores políticos Secretario General de Hezbollah, Sayyed Hassan Nasrallah- fueron a Damasco para discutir con las autoridades sirias los acontecimientos en Siria y las repercusiones de la demora en el proceso de formación del gabinete en Líbano.

La visita refleja el deseo de poner a prueba las intenciones de Siria con respecto a la formación del gabinete y para confirmar que Damasco apoya la aceleración del proceso de formación; al contrario de los rumores en Beirut que aseguran que el retraso se debe a los acontecimientos regionales y a que las partes libanesas no se han dado luz verde para superar los obstáculos debido a los hechos en Siria.

Hassan Mneimneh, Ministro de Educación saliente, dijo que la ruptura entre los miembros de la Coalición 8 de Marzo es realmente los que más dificulta la formación del gabinete. Mneimneh señaló que algunas partes en el Líbano no son capaces de aprender de los levantamientos en la región, en relación a la falta de consenso para el gabinete, y aseveró que cuando la situación está bajo control del régimen sirio, el proceso de formación se acelera y cuando el desarrollo sale de su control, la formación del gabinete se retrasa.

En este contexto no debería causar mayor sorpresa las declaraciones del Ministro del Interior francés, Claude Gueant, sobre el asunto del gabinete libanés. Gueant ha dicho que París debería ser felicitado por ayudar a Líbano y Siria a establecer sus relaciones diplomáticas; en particular se refirió a que los lazos históricos franceses en la región -y con Damasco- ayudaron a la formación de un gobierno libanés y la elección de un presidente.

Las presiones diplomáticas de EE.UU. y Francia -primero con las sanciones comerciales y financieras- y ahora con una injerencia directa sobre las relaciones sirio-libanesas, marcan el deseo de separar a Líbano de la influencia siria desde el inicio de la administración Obama y que a partir del momento de conmoción por el que atraviesa el régimen de Bashar Al-Assad, se ha acentuado.

Los fracasados intentos norteamericanos en el pasado por alejar a Siria de Irán, ahora se aplican sobre Líbano y sus partidos pro-sirios o pro-iraníes; por ello en el corto plazo se comenzará a ver una mayor participación de estados occidentales con intereses en Beirut debido a la debilidad coyuntural de Siria. Francia ha mantenido un constante interés en la región y ahora aprovechará este momento para reafirmarlo, fuera de la obstrucción siria o de sus aliados, en Beirut.

viernes, 6 de mayo de 2011

Siria: ¿Entre Bashar y caos?

En lo que los activistas declararon un "Viernes de Desafío", miles de manifestantes se reunieron después de las oraciones del mediodía en decenas de pueblos y ciudades a través de Siria, a pesar de la implementación de fuertes medidas de seguridad por parte del gobierno y los acantonamientos de las fuerzas militares en las zonas más conflictiva, en un intento por contener los levantamientos que ya cumplieron las siete semanas.

Ambas partes en el levantamiento -el mayor desafío a cuatro décadas de gobierno de la familia Assad- parecen estar decididos a imponer su posición a un público incierto. El régimen, aparentemente recuperado, ha llevado a cabo ofensivas decisivas durante las dos últimas semanas, con el despliegue de las fuerzas armadas –se estima que cerca de un millón de efectivos del ejército, las milicias armadas alawitas, las milicia armadas baathistas, la policía y los servicios de seguridad- en un intento de retomar la iniciativa y poner a la oposición a la defensiva.

Dentro del esquema de recuperación de la iniciativa por parte del régimen sirio, además del uso de la fuerza, se ha implementado una fuerte campaña de propaganda con operaciones de Inteligencia, que se basan en el slogan “Bashar o el caos”; en lo que parece ser el nuevo mantra de los nuevos medios de comunicación en Siria, las autoridades sirias buscan desacreditar al movimiento de protesta.

Carteles y avisos publicitarios con leyendas tales como: "Nosotros Siria", "Los colaboradores buscan la discordia", "Sí a la estabilidad en lugar de caos", y "La libertad no es sabotaje", son transmitidos por las cadenas de televisión en Damasco y empapelan las paredes de las ciudades.

Si bien hay indicios que llaman a la unidad nacional y a la convivencia entre las comunidades, es evidente que en este país multi-confesional, las autoridades quieren transmitir el mensaje de que los manifestantes contra el gobierno son los extremistas que quieren romper la armonía prevaleciente y así provocar en la sociedad el temor de una guerra civil étnico-religiosa similar a la padecida por Iraq y temida por la población siria.

Desde los primeros días del levantamiento, hay gran división en Siria entre los sectores leales al régimen –principalmente fuerzas de seguridad, empresarios y políticos- y los sectores revolucionarios que apoyado las manifestaciones con gran entusiasmo, en particular por pura desesperación debido al estado de su vida cotidiana. La mayoría se trata de de los sirios -pobres y oprimidos- que antes apoyaban al régimen por los privilegios que desde él se desprendían hacia estos sectores y que necesitaban para sobrevivir.

Ahora está surgiendo un tercer grupo que está apoyado al régimen por temor a un futuro desconocido. Este grupo es la clase media, formado por personas que poseen empresas y comercios, que se ven afectados por las intervenciones militares dentro de las ciudades y que les hace temer que su futuro inmediato sea similar al libio con una guerra civil en ciernes.

Pero la evaluación errónea del régimen sobre los métodos elegidos para mantenerse en el poder, ha llevado a que este grupo fluctúe entre su apoyo al presidente Al-Assad y a los manifestantes; sin lugar a duda estas fluctuaciones son influenciadas por el uso indiscriminado de la fuerza por el régimen sirio.

El hecho de que el presidente Bashar Al-Assad se apoye cada vez más en su base de poder alawita para aplastar las protestas, en lugar de hacerlo en los grupos sociales multi-confesionales, es una señal que los márgenes para las negociaciones son cada vez más reducidos. Al-Assad, envió en esta semana a las unidades del ejército y la policía secreta dominados por funcionarios alawitas para aplastar las manifestaciones urbanas.

Las repetidas insinuaciones del presidente Al-Assad, a modo de advertencia, sobre que los manifestantes estaban cumpliendo una conspiración extranjera para difundir las luchas sectarias –en coincidencia con su llamado a los líderes alawitas a aplastar las manifestaciones- sonaron como una reminiscencia de la retórica de su padre Hafez Al-Assad, cuando se enfrentó a los levantamientos islamistas y seculares en la década de 1980; situación que terminó con una feroz represión a los insurgentes y un elevado número de víctimas.