viernes, 13 de mayo de 2011

Siria: ¿Más garrote que zanahoria?




El senador de la Florida, Marco Rubio, pidió hoy a la administración Obama que aumente la presión sobre el presidente sirio, debido a que se mantienen los ataques contra los manifestantes por parte del gobierno sirio. Esta posición es compartida por los senadores Joe Lieberman, John McCain, y Ben Cardin; en una conferencia de prensa en el Capitolio, se dio a conocer una resolución donde se insta al presidente Obama para ampliar las sanciones contra el gobierno sirio y hablan sobre la situación como "directa y personal."

Aunque la conferencia de prensa marca la primera gran aparición del senador republicano de Miami -en el escenario de la política exterior- y lo posiciona en las apariciones de las cadenas CBS y CNN, la resolución impulsada por Rubio señala que el gobierno de Al-Assad "a través de su campaña de violencia y abusos graves contra los derechos humanos, ha perdido su legitimidad", una afirmación que la Casa Blanca no ha hecho, como si lo hizo con el líder libio Muammar Gaddafi.

Por parte de la Unión Europea, Gran Bretaña y Francia, mostraron su malestar la semana pasada después que las divisiones dentro la UE impidió que el presidente sirio sea añadido a una lista de 13 funcionarios con sanciones específicas. Funcionarios de la Unión señalaron que sólo será cuestión de días hasta que sea incluido.

William Hague, Secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido, consideró que los contactos con algunos activistas podrían haber persuadido al régimen sirio para cambiar de rumbo; sin embargo, un funcionario británico dijo que la paciencia con el presidente sirio ya se había agotado y no quedaban más dudas del camino adoptado.

En un esfuerzo nuevo para mostrar su determinación de impulsar las reformas, el gobierno de Siria ha introducido un nuevo paquete de reformas. El Primer Ministro sirio, Adel Safar, estableció un nuevo programa de empleo a 10.000 graduados universitarios de las instituciones gubernamentales. Mohammad Habash, parlamentario sirio, considera que la creación de 10.000 oportunidades de trabajo anual es algo bueno, pero que no resuelve el problema del desempleo, porque hay casi 200.000 personas que buscan empleo cada año en el mercado de trabajo.

Safar también ha decidido formar un comité para preparar una nueva ley para las elecciones generales. La comisión concluirá sus trabajos dentro de dos semanas después de revisar las leyes de elecciones árabes y extranjeros. Este comité se encargó de preparar una nueva ley de elecciones generales dentro de los 15 días.

Aunque oficialmente las tropas se retiraron de Homs, los tanques bombardearon nuevamente la zona durante la mañana de hoy, la ciudad permanece cerrad y la electricidad, agua y telecomunicaciones se han reducido. Los edificios fueron destruidos en el bombardeo y una cantidad imprecisa de víctimas será el motivo para el llamando a la protestas de mañana viernes.

Por otro lado, el pueblo de Hara –en las afueras de Daraa- fue bombardeado y las fuerzas de seguridad dispersaron a unas 2.000 personas que se habían reunido en una manifestación en el complejo residencial de una universidad en Alepo.

En un avance importante, los tanques se dirigían hacia la ciudad de Hama, cerca de Homs. Hama tiene una especial significación para la sociedad siria, ya que fue el sitio de un levantamiento islámico -en 1982- que fue aplastado duramente por Hafez Al-Assad -padre del presidente actual- y dejó decenas de miles de víctimas. En el operativo participan cerca de 100 tanques que se colocaron a lo largo de los 45 kilómetros de la ruta entre Homs y Hama.

El presidente Bashar Assad está utilizando la táctica de enviar a los tanques y disparar a los manifestantes, mientras que los asesores permanecen en silencio y el régimen pone su confianza en los sectores más cercanos y el círculo familiar; además está apostando a los opositores históricos sirios en una estrategia para dividir a los manifestantes, entre los viejos y los jóvenes, en un intento por salvar al régimen de las manifestaciones y aunque se habló de una serie de leyes electorales, el régimen se ha focalizado en uso de la fuerza para resolver la situación.

Al cabo de dos meses de protestas, el foco de Daraa se ha extendido a una veintena de ciudades, con por lo menos 800 víctimas, varias ciudades siguen aisladas – Daraa, Baniyas, Moadimiyeh, Homs, entre otras- y casi un tercio del país está incomunicado por el bloqueo a las comunicaciones telefónicas e internet y la amenaza ahora de intervenir en Hama –con su legado simbólico- son una manifiesta prueba que el régimen sirio ha optado por el garrote en vez de la zanahoria.


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