martes, 17 de mayo de 2011

EE.UU. y la Unión Europea anuncian nuevas sanciones para Siria



Los EE.UU. y la Unión Europea han intensificado sus advertencias de que Siria se enfrenta a una inminente ronda de sanciones aún más, en medio de más informes de una brutal represión en el país.

Hillary Clinton, Secretaria de Estado de EE.UU., y Lady Ashton, jefa de política exterior de la UE, discutieron hoy los pasos adicionales que se pueden tomar para aumentar la presión y aislar aún más al régimen de Al-Assad. Lady Ashton calificó a la situación de muy grave, al punto de que se deben considerar todas las opciones, y adelantó que habrá movimientos en las próximas horas y días.

Clinton indicó que el mensaje de EE.UU. ha sido claro y consistente desde el principio; la Secretaria de Estado solicitó un alto a la violencia y a las detenciones -de presos y detenidos políticos- y empezar a responder a las demandas de la gente con un proceso creíble e inclusivo de cambios democráticos.

Al respecto, funcionarios de EE.UU. señalaron que más sanciones se darán a conocer en las próximas 48 horas; aunque funcionarios del Departamento del Tesoro de EE.UU. se negó a comentar que tipo de sanciones se estudian aplicar al régimen sirio.

Se espera que presidente Barack Obama dirija un discurso sobre el Oriente Medio el próximo jueves para reafirmar los principios básicos de EE.UU. y las políticas con respecto a la región, a la vez que endurecer la postura de su administración contra la ofensiva de Siria sobre los manifestantes pro-democracia. Se espera que pronuncie una fuerte de respuesta en contra de la violenta Al-Assad; mientras que las nuevas sanciones de EE.UU. a Siria que se anunciarán antes del discurso y trascendió que las nuevas medidas podrían apuntar al propio presidente Al-Assad.

El canciller francés, Alain Juppé, dijo hoy que Francia y Gran Bretaña estaban cerca de conseguir los nueve votos del Consejo de Seguridad para aprobar una resolución sobre Siria, pero Rusia y China seguían amenazando con utilizar su veto junto a Líbano como sucedió la última vez que se planteó la posibilidad. La duda sobre los votos de los Miembros Permanentes con derecho a veto del Consejo -Rusia y China- se ha acrecentado debido al amento de las críticas sobre intervención para proteger a los civiles en Libia, que consideran que tiene como objetivo derrocar al líder Muammar Gaddafi.

Dos hechos, conocidos en el día de ayer, actuaron como disparadores de esta nueva ronda de sanciones.

El primero de ellos habla de la existencia de, al menos, una fosa común en la ciudad de Daraa –donde comenzaron las manifestaciones- donde habría no menos de 13 cuerpos según testigos locales; esta acusación fue desmentida por el gobierno que la calificó como totalmente falsa y una incitación a la violencia. Esta noticia no ha podido ser comprobada por los medios de prensa ya que la zona está vedada a los periodistas locales y extranjeros.

El segundo hecho fue el enfrentamiento en la ciudad de Tel Kelakh –en la frontera con Líbano- entre el Ejército sirio y las fuerzas de seguridad contra manifestantes que dejó un saldo de 27 civiles muertos; el ataque que duró tres días y estuvo apoyado por tanque. Además otras 10 personas resultaron heridas en medio de bombardeos por las fuerzas de seguridad sirias cerca de Líbano, las personas fueron atendidas en los hospitales del Líbano.

Mientras el presidente Bashar Al-Assad consolida la estabilidad de su régimen en base al uso de la fuerza en todo el país, también aumenta el aislacionismo internacional debido al alto costo en vidas humanas que conlleva este proceso. El informe del Alto Comisionado de DDHH de Naciones Unidas que estima en unas 850 a las víctimas fatales fue un elemento definitorio para aumentar la presión mediante las sanciones.

Otro hecho significativo es el cambio de posición de los aliados regionales respecto de los acontecimientos en Siria. Turquía ha hecho insistentes pedidos al régimen sirio para que produzca una transformación de su sistema político, pero en la última visita turca a Damasco ésta fue considerada como una intromisión.

El Rey de Jordania y su homologo saudita también han restado su apoyo a Siria; Israel al principio de las manifestaciones apoyaba al régimen sirio porque le daba garantías de estabilidad en la frontera, pero esta visión ya no es compartida desde Tel Aviv.

Francia mantuvo un profuso intercambio diplomático en la última década, pero luego de las acciones violentas sobre los manifestantes París se alineó con EE.UU. y Gran Bretaña. EE.UU. mantiene la esperanza sobre una última ronda de negociaciones que le hagan ver al liderazgo sirio que la única posibilidad es una apertura democrática sin limitaciones y de manera veloz.

El verdadero problema es posible una copia del caso libio. Las potencias occidentales saben que no pueden repetir otro escenario similar al libio, donde la situación no encuentra una resolución, las acciones parecen empantanarse y las intervenciones aliadas están tomando más tiempo del previsto. Siria presenta, adicionalmente, el riesgo de una confrontación étnico-religiosa entre la mayoría sunita y la minoría gobernante alawita; como señaló Rami Makhlouf en una reciente entrevista, el régimen luchará hasta el final por su existencia y es por lo que se debe buscar una alternativa diplomática.

No hay comentarios: