viernes, 29 de abril de 2011

EE.UU. sancionó a Siria y la Unión Europea analiza sus próximos pasos




La administración de Obama realizó un llamado de atención sobre los hechos de violencia a Siria mediante la aplicación de sanciones que congelan cualquier activo de los funcionarios implicados en las represiones que puedan tener en jurisdicciones de los EE.UU. y los norteamericanos que puedan hacer negocios con ellos. El presidente Barack Obama autorizó las sanciones en un intento de frenar la represión y violaciones de los Derechos Humanos cometidos por las autoridades sirias, que ya llegó a las seis semanas de protestas.

Las sanciones personales afectan a:



• Maher al-Asad - hermano de Al-Assad, Comandante de la 4 ª División de Blindados del ejército sirio, está acusado de jugar un papel de liderazgo en las acciones del régimen en Daraa, donde al menos 42 manifestantes murieron.

• Atif Najib -primo de Al-Assad- era el jefe de la Dirección de Seguridad Política de Dar'a Provincia de marzo, cuando las fuerzas de seguridad mataron a un grupo de manifestantes.

• Ali Mamluk, Director de la Dirección General de Inteligencia de Siria.

Dos agencias gubernamentales también fueron afectadas con las sanciones:



• Dirección General Siria de Inteligencia (GID): es el Servicio General de Inteligencia civil en Siria. El GID reprime la disidencia interna y los monitorea a los ciudadanos, y ha participado en las acciones del régimen sirio en Daraa donde los manifestantes fueron asesinados por los servicios de seguridad sirios.

• Guardia Revolucionaria Islámica de Irán - Fuerza Qods (IRGC-QF): Irán está proporcionando apoyo material al gobierno sirio, en relación a las enérgicas medidas sobre los disturbios en Siria. El conducto de este material de apoyo iraní a la Dirección General de Inteligencia de Siria es mediante los Guardianes de la Revolución (QF). A pesar de la retórica pública que el Gobierno Irán, afirmando su solidaridad revolucionaria con la gente en toda la región, las acciones de Irán han apoyado al régimen sirio en marcado contraste con la voluntad del pueblo sirio. Los Guardianes de la Revolución, es una rama de la Guardia Revolucionaria Islámica, que se considera la vanguardia militar de Irán. Los Guardianes de la Revolución fue designado por el Departamento del Tesoro -en octubre de 2007- por proporcionar apoyo material a grupos terroristas en todo el mundo, incluidos los talibanes, Hezbollah, Hamas, la Jihad Islámica Palestina y el Frente Popular para la Liberación de Palestina-Comando General.

La presente Orden provee a los Estados Unidos con nuevas herramientas para determinar específicamente a personas y entidades que hayan participado en abusos contra los Derechos Humanos en Siria, incluyendo los relacionados con la represión, por ser un alto funcionario, por proporcionar apoyo material o propiedades controlados por las personas bloqueadas en virtud de la Orden.

En otro pasaje de la Orden, Obama señala que se ha determinado que el gobierno ha realizado abusos de Derechos Humanos en Siria, incluyendo los relacionados con la represión del pueblo en Siria, que se manifiesta en último lugar por el uso de la violencia y la tortura en contra, y los arrestos arbitrarios y detenciones de manifestantes pacíficos por la policía, las fuerzas de seguridad y otras entidades que han participado en abusos contra los derechos humanos, constituyen una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional, política exterior y la economía de los Estados Unidos, y garantiza la imposición de sanciones adicionales.

La orden ejecutiva amplía a las primeras sanciones dirigidas contra Siria en 1994, aunque estas últimas sanciones pueden tener impacto directo limitado ya que ninguno de los objetivos se cree que tengan importantes activos en bancos de EE.UU., los funcionarios dijeron que la medida tenía como objetivo enviar un mensaje claro al pueblo sirio que los responsables de la represión van a enfrentar las consecuencias y nadie en el liderazgo sirio será inmune.

Aunque Bashar Al-Assad mismo no se encuentra entre los afectados con las sanciones, los funcionarios dijeron que podría ser sumado a la lista en el futuro si la represión continúa. Las autoridades dijeron que el Departamento de Comercio también se iba a tomar medidas para sancionar a Siria.

Irán y su Guardia Revolucionaria también quedó bajo las sanciones de EE.UU. Los funcionarios dijeron que la nueva designación de la Guardia Revolucionaria viene a añadir otra sanciones más a las existentes y se pretende dejar en claro que Washington cree que Irán está proporcionando apoyo material a ayudar a las autoridades sirias para llevar adelante la represión.

Este anuncio no es casual, ya que este viernes se volvió a producir un duro cruce entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad a lo largo del país con un saldo no confirmado de víctimas, pero que superaban las 15, solo en Daraa.

También el anuncio de la administración Obama debe considerarse como una respuesta a la falta de consenso dentro del Consejo de Seguridad, luego que la reunión que iba a analizar la imposición de sanciones a Siria fue bloqueada por China y Rusia. Si bien el Consejo de Derechos Humanos de la ONU acordó el viernes lanzar una investigación -dirigida por la ONU- sobre la represión, exigiendo que Siria ponga fin inmediatamente a la violencia, libere a los presos políticos y levante las restricciones a los medios de comunicación y acceso a Internet, el alcance de las medidas adoptadas por este órgano no generan un impacto importante dentro de la escena interna siria como lo haría una resolución del Consejo de Seguridad.

La Unión Europea (UE) emitió, tras una maratónica reunión, una nueva advertencia al régimen sirio para detener una sangrienta represión, mientras que se dieron fuertes indicios de que se aproximan severas sanciones para el régimen de Damasco.

Catherine Ashton, Jefa del Bloque de Política Exterior de la UE, expresó su profunda preocupación por la situación que se desarrolla en Siria y el despliegue de fuerzas militares y de seguridad en varias ciudades de Siria y advirtió al presidente Bashar Al-Assad que la UE había puesto en marcha sus procedimientos internos de embargo de armas y equipos utilizados para la represión interna y de manera urgente pidió que se estudien nuevas medidas específicas.

Si bien las sanciones de EE.UU. no tendrán un impacto directo sobre el régimen sirio, constituyen un primer paso dentro de una estrategia diplomática más amplia y hacen presumir que es el presidente Obama quien está a cargo de las políticas hacia la región y no los parlamentarios, funcionarios y la opinión pública norteamericana. Además esta medida es una visión más realista de la situación y genera un nuevo espacio para negociar con el régimen sobre el alcance de las reformas y del uso de la fuerza frente a las manifestaciones.


Luego del anuncio de EE.UU., congelando los activos de la familia Al-Assad y señalando la intervención extranjera, el enfoque de la UE sobre las sanciones no debería superponerse con las norteamericanas y sería ideal una aproximación gradual dentro del esquema sancionatorio. Si se toma como ejemplo las lecciones de Libia, la meta no debería ser aislar al régimen de tal manera que no se le deje más opción que luchar, sino hacerle comprender el alto precio que supondría mantener una campaña agresiva contra los manifestantes.

Naciones Unidas no llegó a un acuerdo sobre Siria



Profundamente dividido Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no pudo llegar a un acuerdo sobre una declaración -respaldada por Europa y Estados Unidos- condenando la violencia contra manifestantes pacíficos en Siria. A comienzos de semana Francia, Gran Bretaña, Alemania y Portugal hicieron circular un proyecto de declaración -por los medios de comunicación- pidiendo al Consejo de Seguridad que condene la violencia. Sin embargo, durante las consultas, varios miembros se opusieron a la petición de los europeos y norteamericanos.

China y Rusia han bloqueado la iniciativa europeo-norteamericana en el Consejo de Seguridad para condenar los ataques del gobierno sirio a los manifestantes. Esta situación se repitió la semana pasada, cuando tampoco se pudo adoptar una posición sobre la violencia en el Yemen, debido a que no pudieron ponerse de acuerdo.

El embajador ruso ante ONU, Alexander Pankin, argumentó que las fuerzas de seguridad también perdieron la vida y que las acciones no ponen en peligro la paz internacional ya que una verdadera amenaza para la seguridad regional podría surgir de la interferencia externa, en la situación interna de Siria, incluidos los intentos para impulsar soluciones o toma de partido. Por parte, China y la India pidieron un por el diálogo político y la solución pacífica de la crisis, sin mencionar la condena.

El wmbajador del Líbano de la ONU, Nawaf Salam, destacó la especial relación del país con Siria, señalando que los corazones y las mentes del pueblo libanés están con el pueblo sirio y el apoyo al presidente Bashar Assad, luego del levantamiento del estado de excepción y reformas. Esta decisión ha causado una fuerte controversia puertas adentro de Libano ya que no fue consultada con el Primer Ministro interino Saad Hariri.

El embajador de Siria en Naciones Unidas, Bashar Ja'afari dio la bienvenida a la inacción del Consejo y cuestionó el entusiasmo sin precedentes por parte de algunos miembros de la declaración y la falta de entusiasmo para intentar poner fin al conflicto palestino-israelí.

Sin embargo el régimen sirio no puede relajarse, debido a la creciente presión de grupos de DDHH sobre las operaciones para contener las manifestaciones en Siria, en este marco se destacan las acciones de Human Rights Watch y algunos Estados de la Unión Europea.

Human Rights Watch le pidió al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas que investigue la represión contra los manifestantes en Siria y condene enérgicamente la represión de protestas pacíficas. Julie de Rivero, directora en Ginebra de Human Rights Watch dijo que el presidente Bashar al-Assad necesita escuchar un mensaje inequívoco del Consejo de Derechos Humanos de que la violenta represión de protestas pacíficas es inaceptable y que tendrá consecuencias.

Un proyecto de resolución presentado por Estados Unidos pide al Consejo de Derechos Humanos el envío urgente de una comisión internacional independiente de investigación para investigar todas las presuntas violaciones de los Derechos Humanos en Siria. La propuesta también condena enérgicamente el asesinato, la detención y tortura de cientos de manifestantes pacíficos por parte del gobierno sirio y subraya la necesidad de investigar y enjuiciar a los responsables de los ataques.

Por su parte la Unión Europa se preparaba para sancionar los hechos de violencia en Siria con un gran acuerdo entre los Estados miembros. Los embajadores de la UE se reunieron para discutir los acontecimientos en Siria, y Pierre Vimont, Secretario General del Servicio Exterior de la UE, dijo que había un acuerdo amplio de que algo se debe hacer para enviar el mensaje correcto.

Siria ha estado tras la concreción de un acuerdo bilateral que le abra el camino para obtener accesos preferenciales a los mercados de la UE; estas negociaciones podrían verse afectadas y dejadas temporalmente de lado. La UE es el principal socio comercial de Siria, con un comercio bilateral de alrededor del 23 % -del comercio total de Siria- y que representaron 5,4 millones de euros en 2009.

Además los embajadores de la UE reunidos en Bruselas analizaron una amplia gama de sanciones, inclusive la posible suspensión de los 210 millones de euros en subvenciones y préstamos que cada año recibe el régimen sirio. Si bien la iniciativa de hoy sería en principio una decisión, que debería seguirse de una aprobación a nivel ministerial, luego incluir una lista con los sirios a ser objetivo de las medidas restrictivas -conteniendo la congelación de activos- y finalmente la prohibición de visado. Vimont se mostró confiado en que el procedimiento sea rápido.

También la medida es para presionar a los países asiáticos en contra de la propuesta de que Siria obtenga un asiento en el Consejo de Derechos Humanos. Siria, frente a la condena la muerte de cientos de manifestantes, ha sido nominada con la India, Indonesia y Filipinas -el grupo de Asia en las Naciones Unidas- para ocupar uno de los cuatro asientos en el Consejo de Derechos Humanos.

Mientras los diferentes foros internacionales tratan de llegar a un acuerdo sobre las acciones diplomáticas para frenar el círculo de manifestaciones y uso de la fuerza en Siria, las victimas siguen aumentando la cifra de fatalidades. Hoy se estima que unas 15 personas murieron –incluidos 4 soldados cuando fue atacado un puesto de guardia- en la zona de Daraa donde el ejército ha impuesto un estricto cerco con personal y tanques.

Las protestas contra el presidente sirio también se extendieron en la mayoría de los grandes centros urbanos, después de la oración, se estima que unos 15.000 manifestantes protestaron en Damasco, muchos de ellos pidieron el derrocamiento del régimen. Un dato significativo de esta jornada es el respaldo de la Hermandad Musulmana a las protestas, esta es la primera vez que la Hermandad ha llamado directamente a las protestas desde el inicio de las manifestaciones hace casi seis semanas; hasta ahora, la Hermandad ha mantenido un perfil bajo, ya que el gobierno ha estado tratando de vincularlos a las protestas.

jueves, 28 de abril de 2011

Las demandas en Siria y el fin del regimen


Las manifestaciones en Siria comenzaron, a mediados de Marzo, con una serie de peticiones basadas en la derogación de la Ley de Emergencia, la ampliación de los derechos civiles, la reducción de la corrupción y demandas puntuales sobre las necesidades regionales, en el caso de Daraa sobre la sequía que azota a Siria desde hace cinco años.

En ningún caso se observaban demandas que pidieran un cambio del régimen o la dimisión del Presidente Al-Assad, pero esta situación cambió luego del recrudecimiento del uso de la fuerza por parte del régimen junto al aumento de las manifestaciones y de la cantidad de gente en las calles que ahora si piden el fin del gobierno del Partido Ba´ath. La pregunta que surge es si el régimen está en capacidad de sostenerse en el poder y, en el caso de responder afirmativamente, que factores son los que le permite hacerlo.

El primero de ellos está constituido por los servicios de seguridad. Creados por Hafez Assad, poco después de su golpe de estado en 1970, con sus quince ramas y sus cuatro niveles de Inteligencia -escasamente vinculados a cualquier institución civil- están por encima de la ley y sus cabezas reportan directamente al presidente. Son leales en su gran mayoría, lo que asegura un respaldo al régimen; si bien hay situaciones como la designación en 2009 del Ministro de Defensa Mahmoud Ali Habib, primer alawita en años que ocupó ese cargo reservado a los sunitas, la subordinación es muy alta.

La desconfianza entre la Guardia Presidencial y la Cuarta división del ejército fue resuelta con la designación de Maher Assad -hermano más joven del presidente- al frente de esa fuerza; de hecho a la Cuarta división se la considera una milicia privada y muchos de sus funcionarios son los hijos de los veteranos leales a Rifaat Al-Assad - hermano menor de Hafez Assad- que comandó las fuerzas de la feroz represión de Hama en 1982.

Otro factor es la fidelidad de diversos grupos. Desde los empresarios –sunitas de Damasco y Alepo- a los funcionarios drusos y cristianos que ocupan altos cargos, todos gozan del status qou dado por el régimen. El poder de Al-Assad es en su base alawita, pero ahora se ha ampliado la misma a partir del clientelismo y la compra de voluntades de otros grupos sociales; esta situación podría generarle una debilidad interna al régimen si estos actores internos mediante la compra con el apoyo de una gran parte del resto de la población. Si deciden que no tienen nada que perder, esta maniobra ahora podría llegar a ser una debilidad para el régimen

La mayor fisura, y una de las causas principales de los disturbios, están dadas por la brecha entre ricos y pobres, en lugar de grupos religiosos o étnicos. Un canto popular entre los manifestantes es "¡Uno! Uno! Uno! Sirios somos uno! "La mayoría de los sirios son musulmanes practicantes, pero los jóvenes –grupo predominante en las marchas- están vinculados más por pertenencia a redes sociales que ha grupos religiosos.

Dentro de este escenario político sirio, Bashar Al-Assad cuenta con el apoyo de las Fuerzas Armadas y el sustento de un fuerte aparato de seguridad e Inteligencia, sumado a las voluntades de diversos sectores económicos y sociales, la estabilidad del régimen puede ser cuestionada por los manifestantes pero no estaría próximo correría mayor peligro el gobierno de Al-Assad. Teniendo en cuenta los factores previamente analizados, el líder sirio dispone de una serie de opciones para resolver la actual situación.

La primera opción, es quedarse en el poder a sangre y fuego y aseguraría al Presidente sirio la supervivencia del régimen, ya que dispone de los medios para imponerse sobre los manifestantes. Pero también implicaría que su gobierno sea comparado al régimen iraquí de Hussein con todo lo que ello conlleva y aseguraría el aislamiento –aunque ya Al-Assad pasó por ello luego del asesinato de Hariri en 2005- por parte de la mayoría de la comunidad internacional.

Esta opción no respondería, en principio, al perfil político del líder sirio que ha tratado por todos los medios de salir del bloqueo norteamericano mediante reformas a la economía siria con un modelo de apertura. El aspecto más inquietante, dentro de esta opción, es que los dirigentes consideren que el tiempo de las reformas ha pasado y que ahora está en juego la supervivencia misma del régimen, por lo que la única opción es resistir ya que de no hacerlo se derrumbaría el sistema.

Una segunda opción es la actual, que combina reformas y uso de la fuerza, orientada para salir de la coyuntura pero sin resolver las cuestiones de fondo. La noción del uso de la fuerza –para el régimen- sería un elemento de disuasión para restarle participantes a las manifestaciones y reducirle la masa crítica a la oposición.

Esta opción también asegura una imagen fuerte del régimen, inclusive si estuviese proyectando más reformas en el futuro; la imagen de Egipto -donde ante cada demanda satisfecha los manifestantes reclamaban otras- hasta que se reclamó la dimisión del Presidente Mubarak, explicaría porque el régimen sirio actúa de esta manera. Sin embargo, esta opción podría conducir a un espiral de protestas y represión, donde las partes medirían constantemente sus fuerzas y llevaría a un lento pero seguro desgaste de la imagen de Al-Assad, aumentado su deslegitimación, inestabilidad económica y finalmente abriría las puertas a una intervención internacional que terminaría con la familia Al-Assad y la elite siria juzgada por un tribunal internacional, en manos de los rebeldes o exiliados.

La tercera es aceptar que las reformas han llegado para quedarse y no puede ir en contra de la corriente popular. De esta manera, Al-Assad podría manejar los cambios –con tiempos diferentes a los actuales- y realizar reformas concretas y profundas sobre el sistema de partidos; asegurar el cumplimiento de la Constitución en lo referido a la periodicidad de los mandatos; derogar el artículo 8 de la CN -lo que terminaría con la hegemonía del Partido Ba´ath- y derribar los pilares de la corrupción estatal.

Ante la duda sobre si el tiempo está del lado del Presidente Al-Assad, difícilmente pueda ser contestada sin las reformas del otro lado -es decir- mientras la postura sea la misma o las señales no generen en la sociedad la sensación de cambios tangibles, el tiempo se reducirá.

A diferencia de otros líderes árabes, Bashar Al-Assad ha tratado de mejorar su imagen a partir de un perfil más popular y ha buscado cambiar la noción de un régimen distante de la gente –y si bien la represión es dura- un cambio de enfoque al problema podría darle una remozada popularidad.

Si bien es pronto para conjetura r cual será el destino de las manifestaciones sociales en Siria, en este contexto los opositores irán creciendo y, si bien no les resultará facil derrocar al presidente, el hecho de establecer un frente interno de partidos y grupos que sean considerados como una alternativa viable de gobierno constutuye un avance positivo -y hasta novedoso- para la sociedad siria.

miércoles, 27 de abril de 2011

Siria y las nuevas opciones


Los Jefes de Defensa de Gran Bretaña y EE.UU. le restaron importancia a la posibilidad de una intervención al estilo de Libia en Siria; Liam Fox -de Gran Bretaña- dijo que había limitaciones prácticas para el poder militar de Occidente. Ambos funcionarios coincidieron en la condena a los ataques a civiles, sin embargo, Fox dejó en claro que se no podía hacer mucho debido a que las campañas militares en Afganistán y Libia, ya había forzado demasiado las capacidades de ambos Estados.

Si bien la respuesta conjunta anglo-americana es real, también lo son las profundas diferencias que existen en el seno de la administración Obama sobre las respuestas que EE.UU. debería tener frente a los levantamientos en el mundo árabe. Gates ha dicho que Estados Unidos aplica sus valores a todos los países de la región y apoya el derecho a la protesta pacífica; pero recalcó que las acciones de EE.UU. no serían las mismas ya que en cada país se tendrá que adaptarse a las circunstancias propias de esa realidad.

El senador Jon Kyl, número dos de los republicanos y duro crítico de la Casa Blanca- señaló que EE.UU. debería estar orgulloso de aliarse con los sirios que se están levantando en contra de su tirano y apuntó que la administración Obama ha hecho poco para ayudar al pueblo sirio que están siendo brutalmente por el régimen de Assad. Kyl pidió que EE.UU. debe imponer de manera inmediata una serie de sanciones al régimen sirio tales como llamar al embajador Ford, imponer la congelación de activos y la prohibición de viajar en cooperación con nuestros aliados europeos, y sancionar a cualquier entidad involucrada en la cooperación entre los dirigentes de Irán y el régimen de Assad.

Jake Sullivan, director de Planificación de Políticas del Departamento de Estado de los EE.UU., comentó que en la actualidad las opciones sobre las que se está trabajando son las sanciones diplomáticas y financieras.

Estos comentarios se producen, en los Estados Unidos y Gran Bretaña, luego de que el régimen sirio respondió a las manifestaciones de Daraa -donde comenzaron los levantamiento- con el envío de tanques y un asalto masivo de por parte de las FFAA.

Más allá de las dudas de los aliados occidentales, existe la seguridad que Al-Assad está decidido a sofocar la revuelta si o si. El envío de los tanques es un señal de las inteciones del régimen –más allá que un tanque no es efectivo en una represión urbana- si posee un efecto psicológico a partir de su capacidad de fuego.

La estrategia de Al-Assad es convencional y está basada en la idea de generar "conmoción y pavor" de manera rápida y efectiva, a partir de una abrumadora superioridad de fuego que produzca un desenlace veloz y contundente; una estrategia similar a la intentada por los EEUU en Iraq- de golpear duro y rápido. El régimen sirio ha tenido la oportunidad de aprender del ejemplo de Libia, donde las fuerzas de Gaddafi evitaron de manera rápida que los rebeldes se reagruparan mediante un ataque decisivo que finalmente le permitió recuperar el control de gran parte del territorio.

Hoy el régimen sirio no está en posición de anular a la oposición, en particular después del avance de sus reclamos que pasaron de un pedido de reformas a exigir la dimisión del presidente Al-Assad y el fin del el Partido Ba´ath. Además la oposición se está animando a reclamar cosas que eran impensables hace solo 30 días, tales como el fin de las fuerzas de seguridad secretas –mukhabarat-, eliminación del predominio político alawita, el fin del manejo discrecional de la economía por una elite político-financiera relacionada con las familias en el poder y la eliminación de la corrupción en todos los estamentos gubernamentales.

La oposición hasta el momento se ha mantenido dentro de las demostraciones pacíficas, pero la tentación de recurrir a las armas es una opción –no la mejor- que no se debe subestimar. En Baniyas, nueve soldados fueron asesinados; en Jable, los manifestantes se habían armado con palos, palas y otras armas demostrado el estado de ánimo y la voluntad de oponerse a la violencia del Estado con la violencia de los suyos.

Sin lugar a dudas el régimen sirio mantiene el monopolio de la fuerza y posee una notoria superioridad. Pero tampoco se puede adjudicarle a la oposición una visión naif de la situación y se sabe que el liderazgo de la oposición ha sido capaz de pasar de contrabandear teléfonos satelitales y equipos electrónicos para operar hacia el interior de Siria –el régimen ha cortado las líneas de comunicación-. Por otro lado, en la región no es difícil suplirse de armamento, de hecho el Ministerio del Interior ha denunciado que ha interceptado cargas de armas de contrabando desde Irak y Jordania.

Ha comenzado una carrera, dentro de Siria, que tiene de un lado al régimen que busca desbaratar las redes armadas secretas de la oposición, con arrestos y una fuerte tarea de Inteligencia. Del otro lado, está la oposición que necesita tiempo para consolidarse y desarrollar su infraestructura y aumentar las redes de miembros para enfrentarse con el régimen.

Mientras esta carrera sucede, la falta de respuestas concretas por parte de Estados Unidos y Europa responden a esta realidad: si la oposición siria decide ir a un enfrentamiento y falla, se pedirá la intervención occidental de la misma manera que en Libia, solo que ahora es poco probable que los aliados intervengan. Por otro lado si la oposición armada tiene un cierto grado de éxito y llega a combatir en igualdad de condiciones con el régimen no se aseguraría la democracia sino una guerra civil, situación que derivaría en un alto número de refugiados y desestabilizaría a la región.

martes, 26 de abril de 2011

Crece la presión internacional sobre Siria

Gran Bretaña, Francia, Alemania y Portugal circularon un proyecto de declaración que pide moderación a todas las partes en el conflicto, el respeto de los Derechos Humanos y le pide apoyo al Secretario General Ban Ki-moon, para una investigación sobre la violencia. También toma nota de la decisión de Assad la semana pasada para levantar la ley de emergencia de 48 años de edad, y la abolición de la Corte Suprema de Seguridad del Estado; el embajador de Portugal señaló que se le está pidiendo al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que condene los ataques del gobierno sirio a los manifestantes.

Bashar Ja'afari, embajador de Siria ante la ONU, dijo que la movida de los miembros de la Unión Europea sobre el Consejo de Seguridad sería una violación de la Carta de las Naciones Unidas, ya que iba a pasar sin consultar a Siria. Ja'afari considera a la declaración una intervención en los asuntos internos de un miembro soberano de las Naciones Unidas.

Hablando en una conferencia de prensa conjunta con el presidente francés, Nicolás Sarkozy, el Primer Ministro italiano, Silvio Berlusconi, dijo que Francia e Italia hicieron un enérgico llamado a las autoridades de Damasco para poner fin a la represión violenta. Sin embargo, Sarkozy dijo que Francia no intervendrá en Siria sin una resolución del Consejo de Seguridad.

La posición del Reino Unido fue reiterada por su canciller, William Hague, que señaló el intenso trabajo con nuestros socios internacionales para persuadir a las autoridades sirias para detener la violencia y respetar los derechos humanos fundamentales y universales a las libertades de expresión y reunión.

Por su lado, la administración de Obama está considerando sus propias opciones, incluyendo posibles sanciones, para hacer rendir cuentas al régimen sirio sobre la violenta represión. Una de las opciones bajo consideración es una orden ejecutiva del presidente Obama que impondría sanciones a funcionarios sirios; las sanciones deberían centrarse en los principales funcionarios de la represión y podría incluir la congelación de activos y la prohibición de contratos comerciales con los EE.UU.

El Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Navi Pillay, denunció una escalada de violencia en el país y pidió que los activistas detenidos y presos políticos sean liberados. Pillay señaló que el primer paso ahora es detener inmediatamente el uso de la violencia y a continuación llevar a cabo una investigación completa e independiente sobre los homicidios, entre ellos el presunto asesinato de oficiales militares y de seguridad para llevar a los perpetradores a la justicia.

La opción de la represión, adoptada por el régimen luego de la diseminación masiva de las manifestaciones por todo el país, indudablemente tendrá un costo político internacional además del interno. La situación del Medio Oriente no hace viable por el momento una intervención directa o militar por parte de las potencias internacionales, más allá de las presiones diplomáticas.

lunes, 25 de abril de 2011

El régimen de Siria busca el control total de la situación













Testigos señalaron que soldados del ejército sirio, flanqueados por las Fuerzas Especiales y tanques, comenzaron una serie de operaciones que incluyeron disparos en Daraa, causando numerosas bajas. El asalto y los bombardeos a la ciudad se sucedieron desde los cuatro puntos cardinales, y en la ciudad se observaban largas columnas de humo e incendios; se confirmaron además informes que hablan de fuerzas sirias irrumpiendo en viviendas particulares para realizar detenciones.

En la mañana, el portavoz del gobierno jordano, Taher Al Adwan, confirmó el cierre de las fronteras de su país con Siria y dijo que el cierre se llevó a cabo desde el lado sirio; esta noticia sin embargo, ha negada por la Agencia de Noticias Siria (SANA). El gobierno sirio, en cambio, ha acusado a los jordanos de contrabandear armas a los residentes de Daraa desde el inicio de las protestas a mediados de marzo.

La Comisión Internacional de Juristas (CIJ), un grupo de 52 juristas eminentes con sede en Ginebra, señaló en un comunicado que El Consejo de Seguridad tiene que investigar "asesinatos en masa" por parte de las fuerzas de seguridad en Siria que podrían justificar el enjuiciamiento por el Tribunal Penal Internacional

Wilder Tayler, Secretario General de la CIJ, dijo que las fuerzas de seguridad sirias, incluidos los miembros de la guardia presidencial, y las milicias pro-régimen, se creen que están llevando a cabo estos ataques y el Consejo de Seguridad debe proteger a los manifestantes pacíficos de homicidios ilegítimos y debe examinar la situación con el fin de establecer la responsabilidad de los autores y dar justicia para las víctimas.

La CIJ pidió a las autoridades sirias que cesen en el uso desproporcionado de la fuerza contra los manifestantes y consideró además, que llevar a cabo esos ataques -incluidos disparar munición real contra multitudes- el régimen sirio debe ser considerado penalmente responsable.

Se estiman que más de 330 personas han muerto en las cinco semanas de protestas que se desataron en Siria, donde las fuerzas de seguridad dispararon contra la multitud para disuadir las protestas y un gran número de manifestantes continúan detenidos. Por otro lado, en el informe se señala también el accionar de la policía secreta, que allanó casas de defensores de los DDHH -durante la noche- en cercanía de Damasco.

Los hechos de los últimos días en Siria, tienen el potencial para convertir la situación en algo similar a los acontecimientos de Libia; especialmente si se tiene en cuenta que Hafiz Al-Assad ordenó a su ejército -en 1982- la represión del levantamiento de la Hermandad Musulmana que dejó unas 20.000 víctimas solo en la cuidad de Hama. Plantearse hoy la hipótesis de una intervención militar –al estilo de las operaciones en Libia- enviaría en este momento, una señal mucho más fuerte sobre la gravedad de las posibles consecuencias -económicas, diplomáticas y judiciales- que Bashar Al-Assad afrontaría de persistir con el modelo de su padre, independientemente de si las Naciones Unidas o una coalición de Estados estén en capacidad de llevarla a la práctica.

El régimen sirio ha trazado una línea sobre cuánto está dispuesto a negociar y ceder, en particular luego de la derogación de la Ley de Emergencia. Junto a esta línea, el régimen sirio ha comenzado la recuperación del espacio y buscará contener las manifestaciones, en principio porque debe hacerlo –si desea continuar en el poder- y tal vez lo más importante, porque puede hacerlo en base a una serie de factores.

Uno de ellos se deriva de las inconsistentes reacciones a los hechos en la región por parte de las potencias internacionales. Si se analizan las respuestas dadas desde Occidente a los sucesos de Yemen, Bahrein, Libia y Siria se observa que no existe una práctica uniforme y conforme a la protección de los DDHH de esos nacionales, sino que influyen más las razones estratégicas, políticas y económicas. Y es allí donde el régimen sabe que tiene el tiempo para operar sobre los manifestantes y tratar de disuadirlos por los medios que sea.

Por otro lado, al momento de la intervención de Naciones Unidas, Gadafi ya había perdido el control de más de un tercio de su país y sus fuerzas armadas eran frágiles y mal equipadas debido a los casi cincuenta años de embargo militar. Por el contrario, Siria tiene un ejército cohesionado, dispone de equipos rusos –si bien no son de última generación- y se sospecha que ha llevado adelante un programa de armas químicas. Además Siria es aliada de Irán y las potencias occidentales consideran que una acción diplomática podría empujar más a Siria hacia Irán con el consiguiente riesgo de represalias –vía Hezbollah- contra de Israel en Líbano.

Es por todo esto que cualquier intervención militar desde Occidente no resulte viable por el momento.

Un detalle que no es menor está dado por la consideración estratégica. Tanto EE.UU como Europa están dispuestos a asegurar a los levantamientos árabes -y a los gobernantes aliados- con respuestas para que no se desestabilice todo el Medio Oriente, pero siempre y cuando no esté en riesgo el suministro de petróleo hacia los países centrales.

viernes, 22 de abril de 2011

Siria y un nuevo punto de inflexion en las protestas


Fuerzas de seguridad y hombres armados leales al régimen sirio desataron una feroz represión sobre los manifestantes, siendo la primera vez que las protestas se produjeron de manera simultánea en varias ciudades. Se estima que debido a las municiones y al gas lacrimógeno la cifra de muertos asciende a 70; un funcionario de Sawasiah - una ONG fundada por Mohannad al-Hassani, abogado de DDHH- señaló que las bajas de civiles se produjeron el distrito de Damasco, de Barzeh, los suburbios Zamalka, Harasta, Douma, Muadamiya, Qaboun y Hayar al Asswad, como así como en las ciudades de Hama, Homs, Latakia y en la ciudad sureña de Izra'a.

Miles de manifestantes, se reunieron a lo largo del país en lo que se dio a llamar el “Gran Viernes”, un día después del levantamiento del Estado de Emergencia que estuvo vigente por casi cincuenta años. Primera vez desde que las protestas comenzaron, los activistas organizaddores de las marchas, realizaron una declaración conjunta donde se exige el establecimiento de un sistema político democrático.

Aunque el gobierno ha realizado una serie de concesiones a los manifestantes y el presidente Assad estaba propiciando un programa de reformas, el alcance de las mismas así como su efectividad fue puesto en duda por los manifestantes. Concesiones como la abolición del Supremo Tribunal de Seguridad del Estado, permitir las protestas pacíficas –con autorización del Ministerio del Interior- conviven con otras leyes que le otorgan al gobierno la potestad de detener a activistas y reprimir la disidencia; de allí que el presidente Assad dijo la semana pasada que no habría más "excusas" para las manifestaciones una vez que el estado de excepción hubiera sido levantado.

Sin lugar a dudas, esas declaraciones del líder sirio han marcado una línea sobre la tolerancia y cuanto estaría dispuesto el régimen a ceder, al menos en esta etapa. Junto a las reformas legales, el gobierno sirio ha tenido gestos políticos como haber destituido a los gobernadores de Baniyas y Daraa, nombrar un nuevo parlamento, designar un remozado gabinete y prometió una ley de partidos políticos.

Dentro del sistema de toma de decisiones del Partido Ba´ath, todo parece indicar que no hay más ninguna razón para negociar o ceder frente a las demandas de los manifestantes, en especial luego de la derogación del Estado de Emergencia; el cambio de enfoque retórico de esta semana es un signo de ello, cuando se llamó a la insurrección en curso una rebelión armada.

Históricamente el gobierno en Siria no ha tenido mucha tolerancia con las rebeliones y los levantamientos armados, es por ello que esta nueva calificación de los hechos de esta semana es una suerte de preparación sobre la dirección que el régimen sirio podría tomar, en el corto plazo, y es una advertencia para la sociedad siria sobre la posibilidad de una guerra civil.

Desde la otra vereda, la oposición no ha logrado convertirse en una opción que sea percibida por la sociedad como una alternativa válida frente a régimen o al caos. Entre los factores que conspiran, se encuentra la falta de una dirección unificada con un liderazgo que tenga una visión sobre como las manifestaciones van a lograr sus objetivos sin pasar por un derrumbe de las instituciones de gobierno o una guerra civil. Otro factor que no ayuda a la oposición como opción es la edad de los organizadores, entre 20 y 30 años.

Hoy se ha marcado un punto de inflexión dentro del escenario político sirio. Los organizadores de las marchas, con su llamado al “Gran Viernes” han demostrado su capacidad de convocatoria, ya no solo en un lugar sino en varios simultáneamente además de haber aumentado el número de seguidores. Por otro lado ahora están decididos a derrocar al régimen y entienden que este es su momento, por lo que también se ha cambiado el eje que los reclamos habían tenido hasta el momento.

El régimen, por su parte, ha demostrado hoy que derogada la ley de emergencia -y con el proceso de reformas en marcha- no va a aceptar más reclamos violentos y tomará la iniciativa para mantener el control de la calle.

La duda que genera que este nuevo escenario radica en si la oposición podrá sostener su impulso, frente al inicio de una campaña más dura por parte del gobierno para mantenerse en el poder, para intentar el derrocamiento del régimen que los supera abrumadoramente con las fuerzas de seguridad.

El pueblo sirio tendrá que decidir si pueden soportar el autoritarismo y depositarán la confianza en que el régimen podrá modernizarse o pondrán toda su fe en la revolución.

miércoles, 20 de abril de 2011

Protestas desafían al gobierno de Siria


Un día después de conocerse el paquete de medidas anunciadas por el régimen sirio, las protestas estallaron en Alepo -la ciudad más grande de Siria-, luego de las advertencias del gobierno contra las reuniones públicas y conocida la noticia que las fuerzas de seguridad habían arrestado a Mahmoud Issa -importante activista político- en su casa de Homs, otro punto de inflamación de descontento popular.

Issa ya había sido encarcelado desde 1992 hasta 2000 por pertenecer al Partido Comunista del Trabajo y luego de 2006 hasta 2009 por haber encabezado la firma de la Declaración de Damasco-Beirut, una petición firmada por casi 300 intelectuales sirios y libaneses en pro de la normalización de las relaciones entre ambos países.

Subsiste una sensación de impunidad sobre como el gobierno está manejando la situación que es percibida desde la sociedad y puede generar un foco mayor de tensión; de allí que el levantamiento de la ley de emergencia podría envalentonar a los manifestantes el viernes. El factor gravitante en este proceso es que la sociedad ha perdido el miedo, es por ello que los movimientos disidentes ya no consideran como posible una solución alternativa -como la planteada desde el régimen- y por ello eleven las demandas; es por ello que los tiempos para una reconciliación se estén reduciendo rápidamente.

El jefe de la policía de seguridad en Baniyas ha sido destituido de su cargo, según declaró el Observatorio Sirio de Derechos Humanos y calificó al hecho como un paso positivo que podrá ser seguido a través de los miembros responsables del aparato de seguridad, que se han quedado corto en su deber de guardián de la seguridad y protección de los ciudadanos.

Algunos sectores sostienen Assad podría haber esperado demasiado tiempo para apaciguar al pueblo. Si este proceso de derogación se hubiese realizado solo un mes atrás, el régimen habría comprado más tiempo y el apoyo de sectores que hoy están en duda; sin lugar a dudas que la reforma en cuenta gotas y el uso de la fuerza –excesivo en algunos casos- no han contribuido a esa intención de paz social.

Por el lado de EE.UU., con este escenario en frente, la administración Obama debería asumir dos puntos básicos. Uno, Assad no está demostrando ser un reformador sino más bien está ganando tiempo y las modificaciones no son de fondo, sino un intento de mantener la estabilidad del régimen. Assad ha hecho algunas concesiones, como resultado de las protestas, pero el hecho de que la violencia continúe aun después de los anuncios, sugiere que las ofertas del régimen van por un lado y las demandas de reformas por otro lado.

Dos, EE.UU. hoy tiene poco interés en retener Assad su control del poder en Siria; la idea del presidente Obama de distanciar distancia a Siria de sus vínculos con Irán y Hezbollah a partir de un apoyo y el envío de un embajador, han fracasado. Además, si ese es el objetivo final de la política norteamericana -debilitar a Irán y Hezbollah- tal vez este escenario no sea del todo malo para operar ese cambio.

Sin lugar a dudas se ha acelerado el ritmo de la reforma en los últimos días. El hecho de que un Gabinete impopular fuese despedido, gobernadores impopulares fueron despedidos, se haya instalado el tema de los salarios, se considere la situación de los kurdos –considerados apátridas- no resultan un avance menor. Aunque el gobierno podrá argumentar que los levantamientos son dirigidos desde el extranjero en conjunción con militantes islamistas, los manifestantes han cobrado un impulso y fortaleza contundente. La situación de los manifestantes es simple: no pueden seguir adelante pero tampoco pueden ir hacia atrás. La pregunta entonces que subyace es ¿Será esto suficiente para satisfacer a los manifestantes?

martes, 19 de abril de 2011

El gobierno de Siria anuncia medidas para levantar la Ley de Emergencia



Durante la sesión presidida por Primer Ministro Adel Safar, el Gabinete aprobó un proyecto de ley para ponerle fin al estado de emergencia en Siria declarado en 1963. El Gabinete también aprobó una ley para abolir el Tribunal Superior de Seguridad del Estado establecido en base al Decreto 48 de 1968 y sus modificaciones, refiriendo los casos ante las autoridades judiciales pertinentes; además pasó un proyecto de regulación sobre el derecho para manifestarse en paz, como uno de los derechos humanos básicos garantizados por la Constitución de Siria -que ahora se requerirá de la aprobación del Ministerio Interior para organizar una manifestación- como uno de sus puntos sobresalientes.

Este paquete de medidas estratégicas, de acuerdo a los medios oficiales sirios, es parte del programa de reforma política que tiene por objeto afianzar la democracia, ampliar la participación ciudadana, fortalecer la unidad nacional, garantizando la seguridad del Estado y ciudadanos, y hacer frente a los diversos desafíos. En el mismo marco, el Consejo de Ministros solicitó a los ministerios competentes acelerar la ley de partidos, los medios de comunicación y la ley de administración local y presentarlos al Consejo de Ministros para su discusión a la brevedad posible.

Sobre el tema de la corrupción estatal, y a fin de proporcionar nuevas oportunidades de empleo para los ciudadanos, el Consejo de Ministros examinó un proyecto de ley sobre el establecimiento de un programa para el empleo de jóvenes en los establecimientos estatales que proporcionarán hasta 10.000 oportunidades de trabajo cada año a quienes tengan títulos universitarios y terciarios; los ministros también acordaron cancelar la condición nominación de tener un promedio 60% de graduados empleados por órganos en general.

El líder opositor Haitham Maleh –reconocido activista sirio por los DDHH- señaló que el anuncio es solo habladuría y que las protestas no se detendrán hasta que todas las demandas sean satisfechas o el régimen se haya ido.

El Ministro de Relaciones Exteriores británico William Hague, describió la decisión del gabinete como "un paso en la dirección correcta... pero sólo una parte de un paquete más amplio de las reformas necesarias."

Estados Unidos no está seguro de que el proyecto de ley sirio para levantar el Estado de Emergencia sea menos restrictivo. Mark Toner, portavoz del Departamento de Estado, indicó que no estaba claro si había aprobado una legislación para levantar la ley de emergencia, pero que una nueva ley que exija que los manifestantes deban solicitarle permiso al Ministerio del Interior para marchar, puede ser más restrictiva que la ley que se busca derogar.

Como era de esperarse los manifestantes salieron a las calles en Baniyas, tras el anuncio del fin al Estado de Emergencia y se repitieron las demandas, que incluyen la liberación de los presos políticos, la libertad de expresión y un sistema multipartidario. Sin embargo el dato significativo fueron los incidentes en Homs donde las fuerzas de seguridad dispararon contra una multitud de miles de manifestantes en la plaza central de Homs, a pocas horas después el que Ministro sirio del Interior calificara a las protestas de las últimas semanas como una insurrección armada.

Homs es la tercera ciudad más grande de Siria, está cerrada y rodeada por el Ejército en tres anillos de puestos de control; en los últimos días, Homs ha sido el escenario de algunas de las mayores protestas en el país y se han renovado tras el anuncio de las concesiones esbozadas por el presidente Bashar al-Assad en un discurso televisado sábado pasado.

Las protestas de 2011 son las más graves desde la revuelta de la Hermandad Musulmana en 1982, solo que ahora incluye a un espectro más amplio de la sociedad siria: laicos, izquierdistas, figuras tribales, religiosos y a los estudiantes.

Bashar Assad, ha respondido con una combinación de concesiones limitadas y uso de fuerza; pero dista mucho de grado de represión desatada por su padre Hafez en 1982 que se estima llegó a los 20.000 muertos. Ciertamente tampoco tiene Bashar el espacio para semejante represión y el hecho que los sucesos de Homs y Baniyas sean calificados de insurrección armada pueden ser un indicador de la creciente preocupación que la situación se le vaya de las manos al régimen.

Es cierto lo que señalan desde la oposición cuando dicen que las nuevas leyes limitan las libertades políticas y que la supresión del Tribunal Superior de Seguridad del Estado tiene un valor simbólico, pero el cambio sigue siendo enorme y eran impensadas hace 60 días, aún por el más entusiasta opositor. Medidas como ésta pueden ganar tiempo, para evitar que el régimen sirio termine como el egipcio o el tunecino.

Pero el espacio para el cambio no es ilimitado y en algún momento Al-Assad se verá obligado a ceder más poder, el estado deberá adoptar un papel activo sobre su responsabilidad y deberá finalizar con el accionar de la policía secreta –mukhabarat- en contra de los opositores.

Declaraciones como las emitidas desde el Ministerio del Interior, donde se advertía sobre el accionar de grupos salafistas y que sus actividades terroristas no serán toleradas por las autoridades -que actuarán con determinación para imponer la seguridad y la estabilidad en el país- no hacen otra cosa que sonar como una provocación más para los manifestantes que sienten que sus pedidos no son tenidos en cuenta.

lunes, 18 de abril de 2011

Siria conmemoró su Independencia en medio de anuncios



El nuevo discurso del Presidente Bashar al-Assad, fue sustancialmente diferente al pronunciado rendido ante el Parlamento el 30 de marzo, dos semanas después del estallido de la inmensa mayoría de los graves problemas internos que su régimen ha enfrentado. Ahora, con un nuevo gabinete en funciones, Al-Assad dijo a los ministros que su misión era entregar una serie de reformas, cambios estructurales y establecer una nueva asociación con el público que haría de Siria un ejemplo para la democracia en la región.

Además de levantar las leyes de emergencia, Al-Assad también dijo que habrá plazos para una ley que podría diluir el monopolio de su partido Ba’ath; una prensa nueva y moderna junto a una ley de medios; una ley que regule las manifestaciones, por lo que los manifestantes estarían protegidos por la policía, entre otras tantas medidas. También prometió medidas para satisfacer las necesidades económicas de la gente, estimular la inversión y la creación de empleo. El presidente sirio destacó que la transparencia, el diálogo y la comunicación entre el gobierno y el público, de modo que, incluso si no fuese posible satisfacer todas sus necesidades, se entendiera por qué.

Un tema que fue largamente abordado fue el efecto corrosivo de la corrupción en todos los niveles. El mandatario sirio dijo que debe ser combatida no sólo con declaraciones vagas, sino con mecanismos estructurales tales como un registro de los bienes declarados por los altos funcionarios, contratos de licitaciones transparentes, una autoridad para investigar las acusaciones y las situaciones sospechosas, y la eliminación de los trámites de rutina donde los sobornos son comunes.

Si bien reconoció el derecho a manifestarse, Al-Assad destacó que la aceptación de protesta y las demandas de reforma no confiere el derecho de sabotear y advirtió que no se tolerará la destrucción de propiedad pública y privada.

En contraste con su discurso de marzo, ahora expresó su tristeza por la sangre que había derramado, diciendo que todos aquellos que perdieron la vida sean considerados mártires. Desde el gobierno, las investigaciones sobre la violencia están en curso y los responsables serán obligados a rendir cuentas, sostuvo Al-Assad.

Esta semana el diario norteamericano The Washington Post, divulgó una serie de cables diplomáticos en los que se muestra como el Departamento de Estado ha financiado en secreto a grupos sirio de la oposición y los proyectos relacionados, incluyendo un canal de televisión satelital que transmite programación en contra del gobierno sirio, han recibido unos u$s 6 millones desde 2006. El canal por satélite con sede en Londres, Barada televisión –por el río que cruza Damasco-, comenzó a emitir en abril de 2009 pero ha incrementado sus operaciones para cubrir las protestas de masas en Siria como parte de una campaña de larga data para derrocar a Bashar Al-Assad.

No está claro si el Departamento de Estado sigue financiando a grupos de la oposición siria, pero los cables indican que el dinero se giró -al menos- hasta septiembre de 2010. Tamara Wittes, Secretaria Adjunta de Estado que supervisa la cartera de la Democracia y Derechos Humanos en la Oficina de Asuntos de Oriente Próximo, dijo el Departamento de Estado no respalda a partidos o movimientos políticos sino que se apoya a un conjunto de principios y que hay una gran cantidad de organizaciones en Siria y otros países que buscan cambios de su gobierno y esa es una agenda que se va a apoyar.

Este discurso marca un cambio en la perspectiva del régimen sobre la forma de abordar las manifestaciones, pero principalmente sobre la percepción que se tenía de los manifestantes al comienzo de los reclamos y ahora.

La gente difícilmente dejará de protestar hasta que los presos políticos estén en libertad; las fuerzas de seguridad secretas sean desmanteladas; Makhlouf sea echado de Syriatel; Atef Najeeb, jefe de Seguridad Política en Daraa, sea castigado por la represión; permitir el regreso a todos los sirios exiliados y no más Ba’ath como partido hegemónico.

Tal vez las autoridades sirias deberán pagar un alto precio por hechos del pasado –incluso que pueden ser ajenos a su administración- pero que deben ser resueltos hoy; hasta el momento las medidas no afectan a la elite política-económica y esta incomprensión podría aumentar el costo político a pagar en el futuro.

jueves, 14 de abril de 2011

Siria busca el equilibrio: liberación de detenidos y nuevo gabinete



El presidente sirio, Bashar al-Assad, anunció una serie de medidas destinadas a apaciguar a los manifestantes que han pedido reformas políticas de manera inmediata. Informes publicados en los medios estatales señalan que el Presidente Al-Assad ha ordenado la liberación de los presos que fueron detenidos en la reciente ola de protestas, salvo los declarados culpables de actos criminales; horas antes, el presidente sirio se reunió con representantes de las protestas de Daraa.

Los informes provenientes de Siria señalan que el presidente Bashar al-Assad, se ha reunió con representantes de la ciudad sureña de Daraa, en una reunión que tuvo lugar el jueves pero o hubo información inmediata sobre el resultado de las conversaciones, que fueron un aparente esfuerzo por calmar la situación en Daraa.

Por otra parte, se ha formado un nuevo gabinete, dos semanas después de despedir al gobierno del país en medio de protestas sin precedentes contra su gobierno. Adel Safar, ex ministro de Agricultura, dirigirá el nuevo gobierno, mientras que el veterano diplomático, Walid al-Moualem se mantiene como ministro de Relaciones Exteriores.

Un acuerdo le permitirá al ejército de Siria entrar en ciudad costera de Baniyas –donde francotiradores atacaron una patrulla militar matando a un soldado-. Rami Abdel Rahman, presidente del Observatorio de Derechos Humanos de Siria (SOHR), señaló que hubo un acuerdo entre funcionarios sirios y residentes para que el ejército entrase en Baniyas para restablecer el orden; el acuerdo estipula que los agentes de seguridad se abstendrán de patrullar los vecindarios para hacer detenciones, y los detenidos en Banyias serán liberados.

Al momento del ingreso de las tropas en Baniyas se registraron escenas de celebración, la gente estaba cantando “el pueblo y el ejército son uno”, y les arrogaban arroz; la entrada fue en medio de una tensa calma que frenó la escalada de violencia en la cuidad.

La formación del nuevo gabinete de gobierno se produjo luego del rechazo de un proyecto previo y viene a confirmar las intenciones del Presidente Al-Assad de permanecer en el poder y a cargo del Estado sirio. Por otro lado, la reunión con una delegación de los residentes de Daraa, además de ser una situación totalmente impensable hace unos meses atrás es un mensaje sobre las intenciones del gobierno sirio.

Aparentemente, la idea del gobierno es ponerle fin a las protestas –aún si se reconoce el derecho a las manifestaciones- y que las mismas transcurran en total tranquilidad; los actos de vandalismo y los daños a la propiedad pública suponen un cuestionamiento de la autoridad que el gobierno no está dispuesto a afrontar.

La recepción de la delegación de Daraa tampoco es casual, si bien se han registrado manifestaciones e incidentes en otras ciudades, fue allí donde empezaron y donde la violencia fue mayor; la pregunta es si el régimen sirio soluciona las demandas puntuales de Daraa dejaría de ocupar ese lugar simbólico-heroico dentro de la mística de las manifestaciones en Siria.

miércoles, 13 de abril de 2011

Las manifestaciones en Siria llegaron a Damasco

Las autoridades de Siria, dijeron que bandas armadas eran responsables de imposibilitar que los miembros fuerzas de seguridad pudiesen recibir tratamiento médico durante las protestas en favor de las reformas. Un comunicado del Ministerio del Interior indicó que algunos medios han compilado acusaciones infundadas, diciendo que las autoridades sirias impidieron a los heridos ir a los hospitales para recibir tratamiento, cuando eran hombres armados los que impidieron a las ambulancias llevar a 34 policías heridos al hospital en Daraa el 8 de abril.

La declaración se hizo eco de un comunicado del Ministerio, el domingo anterior en la que dijo que bandas armadas bloquearon la carretera en Banias -en el noroeste- para evitar que las ambulancias lleven a militares heridos al hospital. Además, el grupo armado abrió fuego contra los equipos médicos.

La televisión estatal siria, mostró el miércoles las confesiones de una célula terrorista que obtiene dinero y armas desde el extranjero para elaborar complots y actos de sabotaje en Siria; además se mostraron las armas incautadas de la célula terrorista. El jefe de la célula terrorista, identificado como Anas Kanj, dijo: "Yo nací en Damasco en 1982 y trabajo vallas publicitarias en la ciudad Housh Blas industriales ... Fui arrestado el domingo 10 de abril ... he formado una célula que abarca dos miembros a saber, Mohammad al-Bader Qalam y Mohammad Ahmad al-Sukhneh. Dirijo la célula “La Revolución Siria”, cuyo objetivo es llevar el país de una mala situación a otra mejor."

Kanj, agregó: "Se nos encargó recientemente la misión de lanzar un ataque armado contra Al-Sbeineh, la Estación de Policía en Damasco, aprovechando el bajo nivel de seguridad a su alrededor”. En otro pasaje del video, Kanj señaló que "Se nos dieron instrucciones después de ser armado y para realizar operaciones en apoyo de la gente en Daraa y en las provincias de Siria como Lattakia y Baniyas ... Esto se debía hacer a través de Ahmad Audeh a quien conozco desde hace más de un año y medio y era el mensajero entre mí y Jamal al-Jarrah en Líbano, me dijo que había que disparar a los manifestantes, y reunir a los jóvenes que apoyan al presidente Bashar al-Assad. Tomé algunos rifles de francotirador y de asalto Kalashnikov; él se dirigió hacia la concentración, pero ni mis compañeros ni yo podíamos disparar a los jóvenes porque consideramos que eran nuestros hermanos... así que volví y le dije esto a Audeh, pero él rechazó y dijo que había que disparar y sembrar la sedición entre los jóvenes, y hacer parecer que los partidarios oficiales habían hecho eso”, dijo Kanj.

Las protestas por mayores libertades se extendieron a Alepo, segunda ciudad de Siria, donde cientos de estudiantes universitarios se enfrentaron con la policía y una protesta más pequeños se llevó a cabo en la capital. Mientras tanto, miles de mujeres bloquearon un tramo de una carretera principal de la costa en el norte del país exigiendo a las autoridades que liberaren a cientos de personas detenidas durante la represión en Banyas y Baida.

También se han registrado reducidas manifestaciones en Damasco, donde unos 50 estudiantes protestaron en la Facultad de Derecho exigiendo mayores libertades; Abdel Karim Rihawi de la Liga Siria para la Defensa de los Derechos Humanos dijo que después de dos días las fuerzas de seguridad utilizaron bastones para dispersar a los estudiantes y algunos fueron detenidos. La protesta del lunes en la Facultad de Derecho fue una de las primeras de Damasco, donde los estudiantes parecen haber sido alentados a una ofensiva para el viernes, sábado y domingo próximos.

Hoy, después de semanas durante las cuales el régimen sirio ha confrontado violentamente contra los manifestantes, la Casa Blanca condenó al régimen en un comunicado: "Estamos profundamente preocupados por informes de que los sirios que han sido heridos por su gobierno se les está negando el acceso a la atención médica. La escalada de la represión por el gobierno sirio es indignante, y los Estados Unidos condenan enérgicamente los continuos esfuerzos para reprimir a manifestantes pacíficos. El presidente Assad y el gobierno de Siria debe respetar los derechos universales del pueblo sirio, que con razón, exigen de las libertades básicas que se les ha negado. "

El Ejército sirio no ha tenido mayores sobresaltos para controlar las situaciones en Banyas, Latakia y Daraa, además mantiene un control efectivo de la calle y esto le da cierta previsibilidad para maniobrar políticamente. La mayor preocupación para el régimen sirio proviene desde el exterior y está dada por la condena de EE.UU. frente a las intervenciones del aparato de seguridad sobre los manifestantes.

Esta condena marca un punto de inflexión de la política norteamericana sobre las manifestaciones en Siria y, aunque responden más a demandas internas de sectores políticos estadounidenses, no son un dato menor. Sectores más duros dentro de EEUU. proponen una igualación del status de Siria al de Libia, lo que implicaría la suspensión de la Liga Árabe y dejaría abierta la posibilidad de una intervención militar.

Ciertamente, Siria no es Libia. ¿Estados Unidos intervendría en Siria? En este contexto una intervención militar supondría un alto costo monetario y político; las implicancias estratégicas de Siria dentro de la región aumentarían las posibilidades de generar un caos total y los europeos se opondrían enfáticamente debido a las inversiones que éstos poseen en la economía siria.

lunes, 11 de abril de 2011

Las manifestaciones en Siria llegaron a Baniyas


El Ejército sirio ha sido desplegado dentro de la ciudad costera de Baniyas, después de que varias personas fueron asesinadas. La televisión estatal confirmó por primera vez la muerte de un funcionario de seguridad.

Los miembros del grupo, que fue objeto de los ataques, fueron armados con palos y custodiaban la mezquita de Abu Bakr al-Siddiq, cuando se enfrentaron con partidarios de Assad –los shabbihas- que les dispararon con rifles automáticos desde vehículos a alta velocidad, aunque los informes son contradictorios.

Las protestas en Baniyas, según la televisión, fueron descriptas como una manifestación para exigir reformas más rápidas, hasta que un oficial del ejército sirio murió y varios soldados resultaron heridos cuando hombres armados emboscaron su vehículo en el centro petrolero costero de la ciudad.

El Ministro de Relaciones Exteriores, Walid al-Muallem, acusó a saboteadores de infiltrarse en las manifestaciones y disparan contra los manifestantes y las fuerzas de seguridad para instigar la violencia. Las líneas telefónicas, el acceso a Internet y la electricidad están cortadas, en la zona del puerto a 300 kilómetros al norte-oeste de la capital Damasco, por lo que se hace difícil obtener una imagen adecuada de la situación.

Reacción internacional

Londres y Roma condenaron la violencia en Siria, a la que calificaron de "inaceptable” después que las fuerzas de seguridad dispararon contra los manifestantes. El Secretario de Relaciones Exteriores inglés, William Hague después de conversaciones con homólogo italiano, Franco Frattini, señaló su acuerdo en que la situación en Siria es muy preocupante, y que la violencia contra los manifestantes es inaceptable; Hague le pidió al gobierno del presidente Bashar al-Assad, respete el derecho a la libertad de expresión y de manifestación pacífica.

El presidente Bashar al-Assad, recibió una carta del Rey Abdullah II de Jordania de manos del jefe del Senado jordano, Taher Al-Masri, sobre los últimos acontecimientos y las relaciones bilaterales entre Siria y Jordania. Al-Masri, subrayó la importancia de ser conscientes de las amenazas y los planes que tienen como objetivo minar la estabilidad y el desarrollo del mundo árabe; además Al-Masri afirmó el apoyo de Jordania a las medidas de reformas emprendidas por Siria para preservar la seguridad y la estabilidad interna.

El presidente Bashar al-Assad, recibió el domingo a su homólogo de Bulgaria, Nikolay Mladenov, y discutieron la situación actual de la región, especialmente en Siria; dentro de esa reunión Al-Assad destacó que Siria está en camino de una reforma integral y está abierta a beneficiarse de las experiencias de los países europeos.

viernes, 8 de abril de 2011

Ola de manifestaciones en Siria



Las protestas estallaron hoy, a lo largo de Siria, contra el gobierno del presidente Bashar al-Assad; testigos y activistas señalaron que al menos 19 personas murieron en la sureña ciudad de Daraa, lugar donde comenzaron los disturbios hace semanas. Las protestas barrieron el país, desde el puerto mediterráneo de Latakia hasta Albu Kamal en la frontera iraquí, las manifestaciones entraron en la cuarta semana en desafío a las medidas de seguridad de Al-Assad y a la creciente lista de las promesas de reforma.

Las autoridades han culpado a los grupos armados de la violencia y tomas de televisión estatal mostraban a hombres de civil disparado contra las fuerzas de seguridad y civiles por igual. Las peores protestas se registraron en Daraa después que los manifestantes marcharon desde tres mezquitas, después de las oraciones del viernes, y las fuerzas de seguridad dispararon gases lacrimógenos luego balas de goma y, finalmente, munición a jóvenes que lanzaban piedras.

Las protestas contra el gobierno de Bashar Al-Assad también estallaron en las regiones kurdas del este de Siria este viernes. Ciudades como Amouda, Qamishli y en Derabasiyeh -en la frontera con Turquía- registraron revueltas, dijeron los activistas kurdos un día después que el presidente Bashar al-Assad ofreció la nacionalidad siria a algunos kurdos. La concesión de la ciudadanía, a un número no especificado de los kurdos, fue vista como parte de un intento del gobierno para enfriar el resentimiento que por casi cinco décadas el régimen sirio ha provocado en ese grupo y para desviar las protestas en este frente.

Activistas y testigos dijeron que miles de kurdos -en su mayoría jóvenes- marcharon en la ciudad de Qamishli cantando: "No kurdo, ningún árabe, el pueblo sirio somos uno." Los manifestantes también exigieron la libertad de miles de presos políticos, muchos de ellos kurdos. Activistas kurdos señalaron que la calle kurda no se calmará hasta que Siria tenga libertad total de expresión y reunión y el monopolio del Partido Ba´th haya terminado.

Al-Assad ha respondido a las manifestaciones con un mix que incluye el uso de la fuerza contra los manifestantes –principalmente en Daraa- y los gestos de reforma, la más reciente dirigida a los kurdos pero que también incluye a la creación de la comisión especial para el proyecto de legislación para reemplazar la ley de emergencia; los críticos dicen que probablemente el Estado deba hacer una concesión de la mayor parte de los poderes.

La duda que subsiste es si el régimen tiene los tiempos necesarios para implementar las reformas necesarias antes de que el conflicto pase de ser un reclamo social por mayores libertades civiles y reducción de la corrupción a una escalada de demandas étnico-religiosas que arrastren al país hacia un conflicto civil con implicancias regionales como sucedería con los kurdos que viven en Siria pero que también lo hacen en Turquía e Iraq.

jueves, 7 de abril de 2011

El rol de las Fuerzas Armadas de Siria en las revueltas


Las protestas en Siria estallaron inicialmente en la sureña ciudad de Daraa hace tres semanas ahora se han trasladado a Douma -un centro urbano cercano a Damasco- donde miles de personas se reúnen cada noche para manifestarse por los abatidos a manos de las fuerzas de seguridad. El barrio sunita de Douma ha surgido como un nuevo foco de rebelde; a diferencia de Daraa –donde los reclamos eran sobre la corrupción local- en Douma la demanda clave de los manifestantes ha sido el fin de la ley de emergencia.

Las autoridades han culpado a "grupos armados" de abrir fuego y matar a un número indeterminado de ciudadanos y miembros de las fuerzas de seguridad en Douma, el pasado viernes; también señalaron que dos policías murieron en un pueblo cercano durante una patrulla de rutina. Testigos dijeron que las fuerzas de seguridad mantienen un perfil bajo y la policía secreta se ha retirado a sus cuarteles sólo para reducir la rabia en las calles.

Frente a este escenario, cabe preguntarse qué tipo de apoyo tendría el régimen si debiese enfrentarse con los manifestantes, ya no en un contexto rural y focalizado, sino en un medio urbano con cientos de miles en las calles.

Oficiales de alto rango del ejército sirio se encuentran entre los miembros leales al presidente Bashar al-Assad y esta realidad reduce la presión militar sobre él, aun si las protestas aumentan en número y manifestantes. A diferencia de los ejércitos en Túnez y Egipto, cuya negativa a hacer frente a manifestaciones no violentas significó el final de sus gobernantes autocráticos, el destino de muchos de estos oficiales de alto rango del ejército sirio está estrechamente ligado al del presidente Al-Assad.

Maher Assad, hermano del presidente, controla las unidades militares claves conformadas en mayor parte por soldados alawitas; aunque algunos oficiales de la mayoría sunita han sido promovidos a rangos superiores, la influencia sunita se ha debilitado y el mando sobre las tropas es mínimo. El régimen se ha cuidado de colocar a los oficiales leales alawitas en todas las posiciones clave dentro de las FFAA, de allí que el régimen pueda fácilmente desactivar cualquier esfuerzo para derrocarlo.

A pesar de esta situación favorable, el régimen no puede utilizar las FFAA de manera indiscriminada contra la sociedad sunita, ya que ello aumentaría el recelo que esta minoría provoca en la población; por otro lado el Ejército tiene soldados conscriptos y oficiales de bajo rango que ven de primera mano la corrupción estatal en sus superiores y en muchos casos son víctimas de ella. Sin lugar a dudas, la Guardia Republicana de Maher Al-Assad podría fácilmente por si misma sofocar cualquier revuelta, pero no queda claro si el resto del Ejercito participaría en la represión armada de civiles indefensos.

El Ejército podría no pedirle la dimisión a Bashar Al-Assad, pero tampoco lo ayudaría a apagar las manifestaciones sociales si él se excede en la represión.

martes, 5 de abril de 2011

Israel mira a Siria




Israel está viendo con preocupación el malestar de Siria, su vecino del norte. Siria ha peleado varias guerras con Israel, además mantiene estrechos lazos con Irán, y los grupos militantes de Hezbollah y Hamas. Los Altos del Golán, ocupados por Israel, están viendo ondulaciones de las olas de protestas que sacude al mundo árabe y muchos se preguntan lo que podría significar el levantamiento sirio para Israel.

Recientemente, alrededor de 1.000 sirios drusos, que viven bajo la ocupación israelí, salieron a las calles en el pueblo de Boqata pero no estaban pidiendo por un cambio en Siria, sino que estaban apoyando al presidente sirio. La minoría drusa de la zona tiene estrechos vínculos religiosos y políticos con los dirigentes sirios; pero los drusos no son los únicos en la región que tienen interés en saber si el presidente Al-Assad sobrevive.

Las colinas del Golán albergan una amplia red de bunkers del Ejército israelí. Aunque la frontera ha permanecido desde los ´80 en calma, Israel y Siria siguen técnicamente en guerra. Si bien en febrero la situación parecía encaminarse hacia una ronda de negociaciones, en estos días, las conversaciones de paz parecen muy lejos debido a los cambios internos sirios y regionales en el Medio Oriente; además Israel percibe que los disturbios Siria están incómodamente cerca de casa.

Israel también enfrenta conflictos internos a partir de las percepciones que los políticos israelíes han desarrollado sobre Siria. Como ejemplo podemos señalar a Ehud Barak, que al convertirse en Primer Ministro, comenzó a llenar de halagos a Hafez Assad -refiriéndose a él como "el constructor de la Siria moderna"-; el Primer Ministro Ehud Olmert también fue criticado por haber malinterpretado las intenciones del Primer Ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, al servir como mediador neutral entre el presidente sirio Bashar Al-Assad e Israel.

La intervención militar de Occidente en Libia ha añadido una nueva dimensión al desarrollo de los acontecimientos en el Oriente Medio. Cualquier grupo en el poder deberá ser prudente al considerar medidas drásticas contra la oposición, por temor a que tales acciones podrían desembocar en una intervención exterior.

Amos Yadlin, ex-Jefe de la inteligencia militar, señaló que aunque Israel teme instintivamente el movimiento democrático que sacude al mundo árabe -debido a las posibilidades de inestabilidad e incertidumbre- en última instancia, Israel podría beneficiarse en el largo plazo por lo positivo del proceso, aunque en el corto plazo pueda ser más peligroso debido a las divisiones internas. Israel no ignora el papel preponderante que Siria tiene dentro del escenario regional, aun por encima de Egipto. La participación e influencia siria está presente en todos los intereses vitales israelíes y de allí la preocupación por parte de los políticos judíos.

Aunque cambie continúe el régimen de Bashar Al-Assad, resulta poco probable que en este contexto convulsionado del Medio Oriente se puedan iniciar conversaciones de paz; Siria siempre tuvo como interés primordial la supervivencia del régimen por lo que está abocada a ello e Israel está demasiado preocupado por esta ola de revoluciones y manifestaciones que generan mayor incertidumbre a un escenario altamente volátil.

lunes, 4 de abril de 2011

Siria anunciaría levantamiento de la Ley de Emergencia el viernes



Fuentes de la comisión encargada de estudiar el levantamiento de la Ley de Emergencia, anunciaron que se está finalizando la legislación necesaria como paso previo al levantamiento de la ley de emergencia y se estima que el Comité concluya su labor el próximo viernes. La fuente señaló que la Comisión había adoptado en la nueva legislación sobre la experiencia y la legislación de los Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia en lo referido a las leyes para mantener la seguridad de los ciudadanos y del Estado; para ello se basó en una ecuación simple para garantizar la dignidad de todos los ciudadanos sirios y mantener la seguridad al mismo tiempo.

Las fuentes agregaron que las conclusiones del Comité serán anunciadas oficialmente antes de su aprobación que estará sujeta a debate público y la Comisión escuchará todas las opiniones antes de elevar los proyectos de ley al Gobierno para su aprobación.

Dentro de los cambios acontecidos en los últimos días, el presidente Al-Assad nombró a Mohammad Khalid Al-Hanous para el cargo de gobernador en Daraa; Al-Hanous sustituyó a Faysal Kalthum quien fue despedido el mes pasado después de las protestas que desataron la violencia en varias ciudades sirias. Los residentes de Daraa había acusado al ex gobernador de socavar sus derechos de propiedad y de prohibirles a los agricultores la perforación de pozos de agua para riego.

Un legislador de la región emitió una acusación mordaz sobre la administración de Kalthum en el Parlamento de Siria, acusando a las fuerzas de seguridad de abrir fuego "sin piedad" y al presidente por no ofrecer sus condolencias a las víctimas. El presidente también despidió al Primer Ministro, Naji Al-Otri, y designó al ex ministro de Agricultura, Adel Safar, para formar un nuevo gabinete.

La posición de EE.UU. sigue mostrando una ambigüedad preocupante. En el programa televisivo "Face the Nation" el conductor Bob Schieffer le señaló a la Secretaria de Estado –Hillary Clinton- que el padre de Assad había matado a 25.000 personas durante un levantamiento contra su régimen, a lo que Clinton respondió señalando que el hijo está ahora en el poder y él era un "líder diferente". Ante la lluvia de críticas, dos días más tarde, Clinton trató de desviar las mismas diciendo a los reporteros que se hace referencia solamente "las opiniones" de los legisladores que se habían reunido con Assad y que no hablaba en nombre de la administración. Pero luego añadió: "También vamos a seguir instando a que la promesa de la reforma, que se ha hecho una y otra vez, se cumpla”.

Oficialmente, el Departamento de Estado tiene una mala opinión de las promesas de Assad, a quien describió como "autoritario" en el más reciente informe sobre derechos humanos: "El gobierno reprime sistemáticamente las capacidades de los ciudadanos a cambiar su gobierno", dijo el informe; "En un clima de impunidad, hubo casos de privación arbitraria o ilegal de la vida."

Luego del anuncio, por parte del diario oficial sirio “Al Watan”, sobre la finalización de los estudios sobre la legislación para levantar la Ley de Emergencia previstos para el día viernes todas las expectativas se centrarán en el paquete de medidas destinadas a propiciar cambios dentro de la sociedad siria llevando más libertades civiles y democracia. El viernes pasado, la sociedad siria -e internacional- esperaba el anuncio del levantamiento de la ley de emergencia, y luego del discurso del presidente Al-Assad, la misma permaneció vigente.

Queda la incógnita si el presidente A-Assad realmente la suspenderá y no la reemplazará por otras medidas similares; por otro lado si deroga la ley será una señal de su intención de reformas dentro de sus tiempos personales. Las miradas nuevamente se posarán este viernes en el presidente sirio y será una prueba de la paciencia de los sirios que hasta el momento solo han reclamado medidas realistas y concretas, sin llegar al cambio de régimen.