miércoles, 13 de abril de 2011

Las manifestaciones en Siria llegaron a Damasco

Las autoridades de Siria, dijeron que bandas armadas eran responsables de imposibilitar que los miembros fuerzas de seguridad pudiesen recibir tratamiento médico durante las protestas en favor de las reformas. Un comunicado del Ministerio del Interior indicó que algunos medios han compilado acusaciones infundadas, diciendo que las autoridades sirias impidieron a los heridos ir a los hospitales para recibir tratamiento, cuando eran hombres armados los que impidieron a las ambulancias llevar a 34 policías heridos al hospital en Daraa el 8 de abril.

La declaración se hizo eco de un comunicado del Ministerio, el domingo anterior en la que dijo que bandas armadas bloquearon la carretera en Banias -en el noroeste- para evitar que las ambulancias lleven a militares heridos al hospital. Además, el grupo armado abrió fuego contra los equipos médicos.

La televisión estatal siria, mostró el miércoles las confesiones de una célula terrorista que obtiene dinero y armas desde el extranjero para elaborar complots y actos de sabotaje en Siria; además se mostraron las armas incautadas de la célula terrorista. El jefe de la célula terrorista, identificado como Anas Kanj, dijo: "Yo nací en Damasco en 1982 y trabajo vallas publicitarias en la ciudad Housh Blas industriales ... Fui arrestado el domingo 10 de abril ... he formado una célula que abarca dos miembros a saber, Mohammad al-Bader Qalam y Mohammad Ahmad al-Sukhneh. Dirijo la célula “La Revolución Siria”, cuyo objetivo es llevar el país de una mala situación a otra mejor."

Kanj, agregó: "Se nos encargó recientemente la misión de lanzar un ataque armado contra Al-Sbeineh, la Estación de Policía en Damasco, aprovechando el bajo nivel de seguridad a su alrededor”. En otro pasaje del video, Kanj señaló que "Se nos dieron instrucciones después de ser armado y para realizar operaciones en apoyo de la gente en Daraa y en las provincias de Siria como Lattakia y Baniyas ... Esto se debía hacer a través de Ahmad Audeh a quien conozco desde hace más de un año y medio y era el mensajero entre mí y Jamal al-Jarrah en Líbano, me dijo que había que disparar a los manifestantes, y reunir a los jóvenes que apoyan al presidente Bashar al-Assad. Tomé algunos rifles de francotirador y de asalto Kalashnikov; él se dirigió hacia la concentración, pero ni mis compañeros ni yo podíamos disparar a los jóvenes porque consideramos que eran nuestros hermanos... así que volví y le dije esto a Audeh, pero él rechazó y dijo que había que disparar y sembrar la sedición entre los jóvenes, y hacer parecer que los partidarios oficiales habían hecho eso”, dijo Kanj.

Las protestas por mayores libertades se extendieron a Alepo, segunda ciudad de Siria, donde cientos de estudiantes universitarios se enfrentaron con la policía y una protesta más pequeños se llevó a cabo en la capital. Mientras tanto, miles de mujeres bloquearon un tramo de una carretera principal de la costa en el norte del país exigiendo a las autoridades que liberaren a cientos de personas detenidas durante la represión en Banyas y Baida.

También se han registrado reducidas manifestaciones en Damasco, donde unos 50 estudiantes protestaron en la Facultad de Derecho exigiendo mayores libertades; Abdel Karim Rihawi de la Liga Siria para la Defensa de los Derechos Humanos dijo que después de dos días las fuerzas de seguridad utilizaron bastones para dispersar a los estudiantes y algunos fueron detenidos. La protesta del lunes en la Facultad de Derecho fue una de las primeras de Damasco, donde los estudiantes parecen haber sido alentados a una ofensiva para el viernes, sábado y domingo próximos.

Hoy, después de semanas durante las cuales el régimen sirio ha confrontado violentamente contra los manifestantes, la Casa Blanca condenó al régimen en un comunicado: "Estamos profundamente preocupados por informes de que los sirios que han sido heridos por su gobierno se les está negando el acceso a la atención médica. La escalada de la represión por el gobierno sirio es indignante, y los Estados Unidos condenan enérgicamente los continuos esfuerzos para reprimir a manifestantes pacíficos. El presidente Assad y el gobierno de Siria debe respetar los derechos universales del pueblo sirio, que con razón, exigen de las libertades básicas que se les ha negado. "

El Ejército sirio no ha tenido mayores sobresaltos para controlar las situaciones en Banyas, Latakia y Daraa, además mantiene un control efectivo de la calle y esto le da cierta previsibilidad para maniobrar políticamente. La mayor preocupación para el régimen sirio proviene desde el exterior y está dada por la condena de EE.UU. frente a las intervenciones del aparato de seguridad sobre los manifestantes.

Esta condena marca un punto de inflexión de la política norteamericana sobre las manifestaciones en Siria y, aunque responden más a demandas internas de sectores políticos estadounidenses, no son un dato menor. Sectores más duros dentro de EEUU. proponen una igualación del status de Siria al de Libia, lo que implicaría la suspensión de la Liga Árabe y dejaría abierta la posibilidad de una intervención militar.

Ciertamente, Siria no es Libia. ¿Estados Unidos intervendría en Siria? En este contexto una intervención militar supondría un alto costo monetario y político; las implicancias estratégicas de Siria dentro de la región aumentarían las posibilidades de generar un caos total y los europeos se opondrían enfáticamente debido a las inversiones que éstos poseen en la economía siria.

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