lunes, 18 de febrero de 2013

¿Quién quiere dialogar en Siria?

Ali Haidar, Ministro de Reconciliación, dijo que Siria está dispuesta a hablar con los grupos armados de la oposición, en lo que sería el primer intento del gobierno por sostener negociaciones directas con las fuerzas rebeldes, consideradas por el régimen como terroristas; pero no está del todo claro si los comentarios de Haidar –que no forma parte del círculo íntimo de Al-Assad- son un verdadero cambio de enfoque o si en realidad son un intento por ganar tiempo frente al avance de los rebeldes y las presiones internacionales.

Bashar Al-Assad había dicho en enero que no habría diálogo con gente a la que calificó de “traidores o marionetas de Occidente" y a los rebeldes que luchan para derrocar a su régimen los describió como "terroristas y criminales que albergan ideología extremista de Al-Qaeda”.

Investigadores de ONU dijeron hoy que los líderes sirios habían identificado como presuntos criminales de guerra y deben enfrentarse a la Corte Penal Internacional (CPI) e instaron al Consejo de Seguridad a "actuar con urgencia para garantizar la rendición de cuentas por violaciones, incluyendo el asesinato y la tortura, cometidos por ambos bandos” que ha dejado unos 70.000 muertos, desde marzo de 2011. Debido a que Siria no es parte en el Estatuto de Roma -que estableció la Corte Penal Internacional- la única manera que el Tribunal pueda investigar la situación es si recibe una remisión del Consejo de Seguridad., pero Rusia es aliado de Al-Assad y tiene derecho a veto como miembro permanente del Consejo.

De acuerdo a los investigadores en su último informe -que abarca los seis meses desde mediados de enero- basados en 445 entrevistas realizadas con las víctimas y los testigos, ya que el gobierno sirio no permitió la entrada al país de la comisión de ONU; en ese periodo el informe señala que se identificaron siete masacres durante el período -cinco del gobierno y dos de los rebeldes- donde tanto las fuerzas gubernamentales como las milicias han cometido ejecuciones extrajudiciales, en violación de los DDHH. Las fuerzas gubernamentales han llevado a cabo bombardeos y ataques aéreos a través de Siria, incluyendo Aleppo, Damasco, Deraa, Homs e Idlib, que fueron corroboradas por imágenes de satélite mientras que los crímenes rebeldes van del asesinato, la tortura, toma de rehenes a la utilización de niños menores de 15 años en hostilidades.

La violencia sexual contra mujeres y en algunos casos, contra niños pequeños, está siendo documentada y agregada en los informes de Human Rights Watch, el Comité Internacional de Rescate y el Initiative Media Cente; aunque las organizaciones humanitarias que siguen el aumento de las violaciones en Siria en gran parte acusan al ejército sirio y a la milicia pro-régimen Shabbiha de perpetrar estos actos junto a ciertos elementos los rebeldes, predominantemente aquellos islámicos. Las ONG humanitarias son reacias a dar cifras, sin embargo, los mapas y diagramas elaborados a partir de cuentas de Twitter, Facebook y YouTube muestran un aumento en la frecuencia de las violaciones denunciadas en lugares específicos de Siria.

Los peores combates en la frontera con el Líbano, desde que estalló la guerra civil en Siria, produjeron una creciente participación de Hezbollah en los enfrentamientos y en los últimos dos días 12 rebeldes sirios murieron y 30 resultaron heridos, mientras que 3 miembros de Hezbollah murieron y otros 14 resultaron heridos en los combates. Los enfrentamientos entre Hezbollah y los rebeldes sirios en la región de Qusayr, se ha intensificado desde el viernes, donde se estima que hay unos 30.000 chiitas libaneses que viven en un grupo de 20 aldeas cerca de la frontera; durante el fin de semana, los combatientes de Hezbollah lograron imponer su control sobre un territorio y las casas abandonadas por los residentes de las aldeas chiitas.

Una fuente cercana a Hezbollah confirmó los enfrentamientos con los rebeldes sirios en las aldeas chiitas y según el líder de Hezbollah, Sayyed Hassan Nasrallah, los residentes chiitas libaneses se defendían de los ataques de los rebeldes sirios; la misma fuente dijo que los pueblos, cuyos miembros de Hezbollah están defendiendo, no se encuentran en el centro de Siria sino que están cerca de la frontera y son residentes libaneses bajo fuego rebelde sirio.

Los rebeldes sirios capturaron un puesto de control del gobierno sobre la carretera principal que une Aleppo con Damasco, la principal estación de combustible de la base Nairab mientras que ambas partes luchan por el control del Aeropuerto Internacional de Aleppo; esta instalación es una de los más importantes del país y el régimen no ha podido enviar suministros al aeropuerto de Aleppo debido a los combates. La importancia de controlar esa instalación radica en la ventaja estratégica que proporcionaría para la provisión de materiales y refuerzos de manera rápida; de hecho durante las últimas dos semanas grandes refuerzos del ejército fueron capaces de llegar a la ciudad de Safira -cerca de la ciudad de Aleppo- después de asegurar un camino por el desierto que une Hama con el norte del país, pero se encuentran bloqueados entre la ciudad de Tal Aran y Safira -sede de las instalaciones para la producción militar- debido a los intensos combates con los rebeldes.

La UE adoptó medidas destinadas a para proporcionarle ayuda directa a los rebeldes, incluyendo consejos sobre seguridad, pero no llegó a levantar el embargo de armas en el país. La decisión, tomada en la reunión de cancilleres de la UE, fue parte de un compromiso después de semanas de enfrentamientos entre Gran Bretaña, que presionó para aliviar el embargo y ayudar a los rebeldes, contra los países de la UE que consideran que el envío de armas a Siria podría alimentar más la violencia; muchos gobiernos de la UE están preocupados además, porque cualquier tipo flexibilización del embargo de armas haría difícil controlar que el equipo llegue a las manos adecuadas.

El régimen sirio ha estado luchando contra los insurgentes por dos años y hasta ahora ninguna de las partes parece lo suficientemente fuerte como para derrotar a la otra, por lo que la presente iniciativa del gobierno y la oposición para negociar podría significar que ambas partes comienzan a comprender que se encuentran en un callejón sin salida. Los riesgos de una desintegración en feudos basados en las líneas étnicas y religiosas, provocan el temor en el gobierno y en la oposición de una desintegración de Siria, donde los sunitas tomen el control del país.

Pero una salida a través de la negociación no compartida por los sectores yihadistas y salafistas sunitas, que ven además de la posibilidad de controlar un país clave del Medio Oriente, la posibilidad de luchar contra los chiitas libaneses de Hezbollah para extender su influencia en toda la región.

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