viernes, 7 de febrero de 2014

Irán en Ginebra III


Una nueva ronda de la conferencia de paz, Ginebra III, comenzará el lunes, 10 de febrero. La novedad esta vez será que la delegación iraní tendrá un asiento en la mesa de negociaciones proporcionado por Washington. EE.UU. transmitió este giro abrupto a su prohibición la semana pasada a los representantes iraníes que asistieron “la conferencia paralela”, en Berna, mientras se desarrollaban las negociaciones de Ginebra II. En Moscú el martes, el canciller Sergei Lavrov le manifestó a Ahmad Al-Jarba -líder de la Coalición Nacional Siria de Oposición- que Irán debía participar en lo sucesivo de las conversaciones para que haya alguna posibilidad de avanzar hacia una resolución del conflicto.

Los delegados del presidente Al-Assad quieren centrarse en frenar al "terrorismo", el término que comúnmente se utiliza para describir a los rebeldes que luchan para poner fin a las cuatro décadas de gobierno de la familia Al-Assad. Por su parte, la oposición quiere centrarse en la formación de un gobierno de transición e insisten que no debe ncluir a Al-Assad ni a funcionarios relacionados con el régimen; la agencia de noticias oficial de Siria, SANA, citó vicecanciller Faisal diciendo que la delegación oficial asistiría a las conversaciones y exigirá una discusión "artículo por artículo" del Comunicado de Ginebra de 2012, documento acordado por ONU junto a EE.UU. y Rusia como base para las conversaciones.

SANA, informó que al menos 58 personas -la mayoría mujeres, niños y ancianos- habían partido de la sitiada ciudad vieja de Homs a media tarde. La televisión estatal de Siria mostró civiles frágiles que eran escoltados a un autobús por miembros de la Media Luna Roja Árabe Siria y vehículos de la Agencia de Refugiados ONU y el Programa Mundial de Alimentos; más tarde, ONU dijo que al menos 83 personas habían sido evacuadas y "llevadas a los lugares de su elección por funcionarios de ONU y de la Media Luna Roja”.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, dijo que su embajada en Damasco había ayudado a ONU a negociar un alto el fuego de tres días para la evacuación de Homs y que las mujeres, los niños, los hombres mayores de 55 y los heridos serían libres de irse; diplomáticos occidentales han dicho que creen que entre 500 y 700 civiles quieren ser evacuados y que al menos 80 están heridos. Funcionarios de ONU informaron por el jueves que se había llegado a un acuerdo para proporcionar algo de alivio humanitario en Homs, pro incluso con el acuerdo de seguir adelante el viernes, la oposición siria se mantuvo escéptica sobre las intenciones del gobierno hacia los rebeldes dentro de Homs una vez que los civiles se hayan ido.

A pesar de decenas de declaraciones conjuntas, EE.UU., Qatar, Arabia Saudita y Turquía siguen apoyando diferentes grupos rebeldes, una práctica que atomiza aún más una oposición siria ya fracturada; pero el mayor problema es que muchos de esos rebeldes yihadistas son entrenados en los combates sirios y vuelven a EE.UU., Europa y Asia Central con altos niveles de motivación y capacidad. El caso de Abu Suleiman Al-Britani, el primer británico en llevar a cabo un ataque suicida en Siria para Jabhat Al-Nusra durante un ataque a una prisión en Aleppo, es uno de muchos ejemplos que comenzarán a surgir con el paso de la guerra.

Ginebra III puede traer algunos cambios si Irán se involucra en las negociaciones. La República Islámica está preocupada porque levantamiento convertido en guerra civil se acerca rápidamente a su cuarto año, algo que está empezando a ser contraproducente para Teherán que debe preservar la influencia iraní en la región en medio de los desafíos provenientes de los grupos salafistas financiados por los sauditas. 

El permiso para admitir a Irán en Berna marcó otra importante concesión la administración de Obama a Teherán, y fuentes diplomáticas francesas anónimas dijeron la Coalición de Oposición tuvo reuniones secretas y detalladas con Rusia, EE.UU. e Irán mientras que las negociaciones estaban en curso en Ginebra II. El punto es que por primera vez, los delegados iraníes se sentaron alrededor de una mesa de conferencia internacional junto con las grandes potencias -con voz y voto- para tomar decisiones políticas y estratégicas en un conflicto crítico Medio Oriente. Las reuniones de Berna estaban destinadas a prevenir la disolución del ejército y de la policía de Siria, como ocurrió en Irak.

En este escenario, la administración Obama está obligada a actuar con el supuesto de un Bashar Al-Assad fuerte -según lo dicho por Director de Inteligencia, James Clapper- lo que en una visión realista significa asumir que el gobierno sirio está sólido en Damasco y que Teherán es un actor vital y fundamental para cualquier solución del conflicto sirio. Visión que se refuerza con la amenaza de los grupos yihadistas-salafistas de expandir sus operaciones hacia EE.UU., Europa e Israel.




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