jueves, 20 de septiembre de 2012

¿Asistencia militar iraní para Siria a través del espacio iraquí?


A principios de este mes, funcionarios estadounidenses dijeron que estaban interrogando a Irak sobre una serie de vuelos en el espacio aéreo iraquí de aviones iraníes, sospechados de transportar armas para el régimen de Al-Assad; la preocupación es tal que el senador John Kerry (D) amenazó con revisar la ayuda de EE.UU. a Iraq si no eran detenidos esos vuelos. Según fuentes de Inteligencia, Irán ha estado utilizando aviones civiles para transportar Guardianes de la Revolución y toneladas de armas a través del espacio aéreo iraquí hacia Siria. El informe de Inteligencia, que los diplomáticos occidentales consideran creíble y coherente, indica que Irán había llegado a un acuerdo con Iraq para utilizar su espacio aéreo.

Dos aviones Boeing 747 se mencionan específicamente en el informe como implicados en las transferencias -un avión de Iran Air número de cola EP-CIE y otro de Mahan Air con el número de cola EP-MNE- entre más de 117 aviones que violaron las sanciones impuestas por el Departamento del Tesoro de EE.UU. El Departamento del Tesoro ha puesto en la lista negra a las aeronaves operadas por Yas Air, junto a Iran Air, por el suministro de Siria con armas mientras que un panel de expertos de ONU -que vigila el cumplimiento de las sanciones contra Irán- repetidamente ha señalado que ambas aerolíneas son proveedores de armas a Siria.

El Gral. My. Adnan Sillu, que desertó del ejército sirio hace tres meses, señaló que se discutió en las altas esferas del poder sirio sobre el uso de armas químicas tanto contra los combatientes rebeldes como los civiles; una discusión se centró sobre el uso de armas químicas, incluyendo la forma en que los utilizaría y en qué áreas además de evaluar las posibilidades de transferirle armas químicas a Hezbollah para que las use contra Israel, ya que el régimen sirio no tendría "nada que perder con el intercambio y si comienza una guerra entre Hezbollah e Israel sería bueno para Siria." Sillu también señaló miembros de la Guardia Revolucionaria de Irán asistió a numerosas reuniones para discutir el uso de armas químicas, y que siempre "Visitaban, aconsejaban, enviaban científicos y participaban en el aspecto político de cómo utilizar las armas químicas”.

Al menos 54 personas murieron hoy luego de un ataque aéreo que golpeó una planta de combustible en la provincia norteña de Al-Raqqa -según informó el Observatorio para los DDHH en Siria- en una zona de intensos combates entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes; el ataque se produjo un día después que los insurgentes tomaron un paso fronterizo con Turquía a unos 30 kilómetros de la periferia norte de Al-Raqqa, consolidando su control en una frontera por donde transportar armas para los combates. Más temprano el jueves, el Ministerio sirio de Información, dijo que un helicóptero militar sirio se estrelló cerca de la capital y cortó la cola de un avión de Syrian Arab Airlines, pero que las 200 personas a bordo resultaron ilesas.

Las operaciones aéreas del régimen sirio dejan al descubierto la improvisación de las actividades rebeldes, la carencia de equipos adecuados y de una planificación militar que les permita evitar el permanente “juego del gato y el ratón” en las calles de las principales ciudades.

La falta de un apoyo definitorio hacia los rebeldes se debe principalmente a que la mayor parte de la ayuda está llegando de los países del Golfo –Arabia Saudita y Qatar- que además exportan el salafismo, forzando a los rebeldes a tomar esa ayuda porque es la única, pero en realidad no comparten esa ideología. El otro punto que conspira contra los rebeldes es la adopción, por parte de EE.UU., de un enfoque erróneo ya que al no apoyar abiertamente a los rebeldes -sino por debajo de la mesa y en cuenta gotas- los desgasta en el terreno ya que no ganan ni pierden y le cede la iniciativa a los grupos salafistas que influirán en el futuro gobierno sirio.

Tampoco las otras potencias mundiales y regionales han logrado detener la violencia. Irán y Rusia respaldan a Al-Assad, mientras que EE.UU. y sus aliados europeos quieren su derrocamiento, las reducidas intenciones de intervenir de lleno en un conflicto plagado de rivalidades étnicas y sectarias solo sirvieron para que la violencia fuese en franco aumento. Las amenazas de posibles implicancias para los vecinos de Siria también actúan como un elemento adicional para disparar una mayor violencia dentro del país.

Si bien Iraq negó el informe de Inteligencia sobre las aeronaves iraníes y camiones que transportan armas y personal militar a través de su espacio soberano hacia Siria, lo cierto es que la guerra civil siria es un dolor de cabeza para los chiitas locales que encabezan el gobierno. El PM iraquí, Malik Al-Nuri, es un cercano aliado de Al-Assad, como también lo es de Irán, y cada vez se le hace más difícil resistirse a las demandas de los sectores sunitas iraquíes que le piden la ruptura con el régimen sirio.

No solo los líderes iraquíes temen que la caída de Al-Assad pueda fracturar a Siria en líneas sectarias que produzcan un régimen hostil sunita de línea dura sino que además prevén que Iraq podría contagiarse y suscitar un enfrentamiento entre los sunitas y chiitas iraquíes.

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