martes, 18 de septiembre de 2012

Primera reunión del "Cuarteto para Siria"


El comité o “Cuarteto para Siria” realizó hoy su primera reunión a nivel de Ministros de Relaciones Exteriores en Egipto, a la reunión asistieron Egipto, Turquía e Irán para sostener conversaciones sobre la crisis siria. El portavoz del Ministerio de RREE egipcio, Nazeih Al-Nagary, dijo que "La reunión se lleva a cabo a la luz de los movimientos de Egipto para hacer frente al deterioro de la situación política y humanitaria en Siria"; según un comunicado del Ministerio la reunión se centrará en el fin inmediato de la violencia, el mantenimiento de la unidad de Siria, el rechazo a la intervención militar extranjera y la necesidad de poner en marcha una operación política con la participación de todas las partes para lograr la democracia, la libertad y la dignidad en un sistema multi-democrático.

Arabia Saudita, el cuarto integrante, no participó de la reunión lo que retrasó el foro. El grupo de contacto se había reunido en Nueva York -en el marco de la Asamblea General de ONU- donde el canciller egipcio, Mohamed Kamel Amr, anunció la presente reunión de El Cairo. Las autoridades egipcias dieron razones contradictorias para justificar la ausencia del ministro de Relaciones Exteriores saudí, Saud Al-Faisal. No dijeron por qué nadie más lo reemplazó, se sabe que Al-Faisal fue operado el mes pasado y está alejado de asuntos oficiales, pero él ha estado representado en reuniones internacionales por el vicecanciller, príncipe Abdulaziz bin Abdullah.

El ministro de RREE turco, Ahmet Davutoglu, señaló que “Nadie debería esperar de esta reunión un plan de acción inmediata, que estamos de acuerdo o que podría ser presentado a otros"; Turquía alberga a unos 80.000 refugiados sirios y ha sido acusada por Siria de "terrorismo de Estado" y de permitirle a los rebeldes la utilización de su territorio como base. Por su parte, Arabia Saudita ha tomado un papel de liderazgo en el apoyo a la oposición que busca derrocar al régimen sirio, mientras que el presidente egipcio ha instado a Al-Assad a que aprenda las lecciones de los levantamientos de la primavera árabe que derrocó a otros líderes y renuncie.

Siria ha respondido las declaraciones del presidente Mohammed Mursi considerándolas como de "una injerencia flagrante en los asuntos internos de Siria", y Turquía la acusó de "practicar el terrorismo contra el pueblo sirio por albergar, apoyar y capacitar a grupos terroristas armados". Mientras tanto, El Cairo está tratando de convencer a Irán para que abandone su apoyo a Al-Assad a cambio de ayuda diplomática en el aislamiento regional de Teherán, según lo indicaron funcionarios egipcios, que podría incluir el restablecimiento de relaciones bilaterales.

El canciller iraní, Ali Akbar Salehi, en el marco de la reunión del Cuarteto, una vez más expresó su oposición a la intervención extranjera en Siria y pidió una "solución pacífica a la crisis", además Salehi añadió que Teherán siempre ha dicho que el gobierno sirio debe satisfacer las demandas de sus ciudadanos y poner en práctica las reformas, señalando que "la búsqueda de una solución pacífica es importante." El ministro de Relaciones Exteriores iraní insistió en que debe haber una "solución siria" y no un "impuesta desde el exterior ya que el terreno común entre nosotros es más que nuestras diferencias."

El Cuarteto sobre Siria acordó hoy celebrar próximas consultas en Nueva York a finales de este mes, en el marco de la Asamblea General de ONU, aunque el canciller egipcio, Mohamed Kamel Amr adelantó que era demasiado pronto para decir que “hemos llegado a algo específico".

El enviado internacional para Siria, Lakhdar Brahimi, visitó un campo de refugiados en la provincia fronteriza turca de Hatay y reconoció que aún no tiene planes de cómo detener la violencia. Se espera que a final de su visita a la región informe al Consejo de Seguridad sobre la situación y los posibles pasos a seguir.

Brahimi sostiene que Siria está demasiado lejos de la reforma y que no puede haber ni vencedores en el conflicto; el enviado consideró que la situación empeora cada vez más y ambos lados consideran que están cerca de ganar, pero ninguno lo está y eso empeora las cosas internamente y en la región. Esta posición ha llevado a algunos Estados de la región, junto a los occidentales, a explorar vías alternativas.

Francia está considerando armar a los rebeldes de Siria, pero EE.UU. y otras potencias occidentales todavía tienen que encontrar figuras de la oposición en las que realmente puedan confiar, en especial por la creciente violencia y las fuerzas sectarias; el ataque contra el consulado norteamericano en Benghazi en el que murieron sus manifestaciones embajador y anti-estadounidense en otro lugar esta semana en un video oscuro que ridiculiza al profeta Mahoma podría no tienen vínculos de Siria, pero hará que los gobiernos nervioso aún más cauteloso.

Los Estados occidentales han estado enfrascados en una ofensiva que impulse la oposición hacia una mayor unidad y por ello han facilitado las reuniones en el extranjero, conferencias, chats de internet y pequeños encuentros fronterizos; pero, más allá de la ayuda humanitaria los occidentales temen que es poco lo que pueden hacer para cambiar la situación sobre el terreno ya que el principal problema es la falta de coherencia en la oposición y las implicancias que se derivan de ello.

Turquía, Arabia Saudita y Egipto le han exigido al presidente sirio que renuncie a su cargo, mientras que Irán ha acusado a Arabia Saudita y Turquía de ayudar a los rebeldes que luchan para derrocarlo. En este contexto, Egipto no puede esperar una solución para Siria a partir de un grupo con objetivos tan dispares, excepto que el único y principal objetivo del presidente egipcio sea colocar a El Cairo en el nuevo mapa político regional, como centro de poder sunita.

La iniciativa de Mursi, sobre el posible restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Irán, probablemente reducirá las posibilidades de un ataque israelí pero no garantizará la inmunidad total de Teherán; mientras que Irán pondría en riesgo su relación bilateral con Siria, además si Irán apoya a Siria como aliado en su enfrentamiento con Israel, Siria apoyará a Irán si es atacado por Israel. Por otra parte, Siria también apoya a Hezbollah en Líbano y a varios grupos palestinos aliados de Irán; si Teherán acepta la propuesta de Mursi, renunciaría a Siria como aliado y a una fuerza regional –Hezbollah- con capacidad autónoma para golpear a Israel, todo a cambio de un intercambio diplomático que equivale a las pérdidas iraníes.

La pregunta que subyace es si el presidente egipcio actúa en su nombre o en realidad es un vocero de los países del Golfo, quienes han demostrado su incapacidad para doblegar el poder del régimen alawita.


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