jueves, 6 de febrero de 2014

El problema no son las bombas barril




Por casi dos meses, el gobierno del presidente Al-Assad ha llevado a cabo una campaña aérea intensiva contra partes de la ciudad norteña de Aleppo. Solo en los últimos seis días, los ataques aéreos han matado al menos a 250 personas, al mismo tiempo, el ejército ha intensificado sus ataques aéreos en el suburbio de Daraya, cercano a Damasco. El gobierno sirio no ha respondido públicamente a su dependencia de las bombas de barril, y aunque se ha sugerido que su uso cada vez más frecuente indica que la Fuerza Aérea se está quedando sin municiones, es sabido que los suministros constantes de municiones de Rusia e Irán siguen fluyendo.

Las bombas barril han evolucionado desde que el gobierno sirio comenzó a emplearlas en 2012. En sus primeras utilizaciones, tenían una mecha simple que un tripulante encendía antes de que el barril fuese empujado; pero los militares sirios mejoraron el diseño y ahora construyen con mecanismos de activación de impacto para mejorar su fiabilidad, en las últimos 6-8 semanas, parece que se llegó a un diseño más uniforme: un cilindro de metal de 2 metros por 3 metros, con unos 2.000 kg de explosivos y metralla para maximizar el daño.

Los rebeldes islámicos anunciaron una nueva campaña militar, “La promesa de la verdad se acerca", en referencia a un verso del Corán sobre el Día del Juicio, en la provincia de Aleppo en coincidencia con la intensificación de los ataques aéreos. El Frente Islámico, la coalición rebelde más grande y que unió fuerzas con Jabhat Al-Nusra, advirtió a los residentes cercanos a los puestos de control y las bases de las fuerzas del gobierno sirio para que abandonen la zona en las próximas 24 hs ya que serían los principales objetivos de los rebeldes. 

El gobierno sirio se consolidó en Damasco y la señal más evidente es que la mayoría de los informes sobre combate son de Aleppo, que estado bajo control de la oposición. Esto significa que el gobierno y sus aliados están llevando la lucha al terreno de los que luchan contra el gobierno y este cambio de situación ha motivado que comiencen a cuestionarse los métodos empleados por Al-Assad, por caso las bombas barril, cuando se han estado utilizando desde 2012. 

La denuncia del uso indiscriminado de estas armas también evidencia el retroceso de las fuerzas rebeldes en su conjunto, ya que no pueden derriban a un helicóptero que se debe detener para arrojar los barriles; los grupos rebeldes tienen un estimado de 1 millón misiles tierra-aire para su compra en el mercado negro de armas gris, pero carecen de fondos para hacerlo y por ello quedan a merced de los helicópteros. 

Siguiendo la ronda de “sincericidios” iniciada por el Secretario de Estado John Kerry, ahora James Clapper, Director de Inteligencia Nacional de EE.UU., declaró en su "Evaluación de la amenaza mundial de la Comunidad de Inteligencia de EE.UU.", ante el Senado Comité Selecto de Inteligencia, que "Las perspectivas ahora mismo [del gobierno sirio] es que se encuentra en una posición de mayor fortaleza que cuando hablamos de este último año, en virtud de su acuerdo de retirar las armas químicas, lo más lento que el proceso pueda ser (…) En ausencia de algún tipo de un acuerdo diplomático que siguió desde Ginebra, preveo más de lo mismo, un estado perpetuo de punto muerto en que ni el régimen ni la oposición pueden prevalecer.”

Sus declaraciones dejan varios puntos para el análisis: primero, las fuerzas sirias estaban avanzando sobre los rebeldes cuando se firmó el acuerdo de destrucción de las armas químicas y, de hecho los grupos islámicos combatían entre sí; segundo, la ausencia de un acuerdo se debe que no existe una oposición unificada y los rebeldes islámicos no están interesados en negociar, sino que desean la prolongación de la guerra para sumir a la región en el caos; tercero, las condiciones de violencia e inestabilidad propias de una guerra civil hacían prever que el calendario de la OPAC era muy voluntarista y de difícil aplicación en la realidad; y cuarto, en realidad el acuerdo de las armas químicas solo sirvió a los intereses de seguridad nacional de Israel, ya que si las armas o precursores caían en las manos equivocadas serían utilizados contra los israelíes.

Las fallas constantes de la Inteligencia norteamericana, sobre los hechos en el terreno, solo favorecen al gobierno sirio que tiene sus pilares en: la ayuda de Rusia, la asistencia de Irán, las tropas de Hezbollah y la oposición fragmentada (rebeldes y políticos). La cuestión de las armas químicas no le es inherente al gobierno sirio para su supervivencia como lo son los factores antes mencionados. 

Mención aparte merecen los grupos islámicos. El Estado islámico de Irak y el Levante (ISIS) trata de recomponer su situación con los otros grupos islámicos que operan en Siria, luego de ser rechazados por Ayman Al-Zawahiri –líder de Al-Qaeda-, mediante un acuerdo de cese al fuego con Suqour Al-Sham, una de las seis brigadas islamistas del Frente Islámico. Alguien puede pensar que el acuerdo se alcanzó luego de la exclusión del ISIS del patronato de Al-Qaeda y la consiguiente pérdida de fondos y personal; pero el ISIS es una red de sub-grupos que operan desde Iraq, por lo que sería más lógico pensar que los líderes del ISIS comprendieron que la ofensiva del gobierno sirio podría acabar con toda pretensión de oposición si los rebeldes no se unen en un mismo frente.

Tal vez sea el momento de involucrar a Irán en Siria. Ambos países comparten un enemigo, Al-Qaeda, que avanzó en Irak, Siria, Líbano y Afganistán. La posición de EE.UU., sobre que Irán debe respaldar el comunicado de Ginebra de 2012, sólo sirve para obstaculizar las perspectivas de una solución política ya que no habrá ninguna solución sin Irán; y la renuncia de Al-Assad debe convertirse en preferencia de EE.UU. y no una demanda, ya que con una lucha de poder entre sunitas y chiitas se deben establecer alianzas para contener y derrotar a los grupos terroristas en vez de sumarle más caos a la región con un vacío de poder, tal como sucedió en Iraq.




2 comentarios:

sergio elizondo dijo...

La inclusion de Iran en las conferrencias de paz de Ginebra es algo obvio que se deberá hacer. Iran es una potencia regional y tiene peso en la region por lo que excluirla es una estupidez.
En cuanto a los rebeldes hay una realidad: En Alepo están perdiendo terreno y pronto seran barridos por la III Division Mecanizada del Ejercito Sirio y en Homs, cuando salgan los civiles, empezaran a ponerse buenas las cosas. En tres meses se acaban los rebeldes y su trabajo aqui señor Bazan con lo que puede descansar bien.

webmaster1507 dijo...

Señor Elizondo hasta que dice algo coherente, en cuanto a la inclusion de Iran en Ginebra III, pero tres meses me parece demasiado obtimista, aunque es obvio que la union de la facciones militares rebeldes obedece a que cada dia se ven mas cercanas a su final y es solo un intento de ganar tiempo a que se de una intervencion militar occidental, cosa que cada dia se ve mas lejana.