martes, 29 de abril de 2014

Atentados y ataques aéreos en medio de la campaña electoral


Dos coches bomba mataron al menos a 37 personas, entre ellas mujeres y niños cerca de una bulliciosa rotonda en Homs, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, levantando una estimación anterior de la cifra de muertos. Una fuente de seguridad local, dijo que hasta 42 personas podrían haber muerto en las explosiones.

Más temprano, al menos 14 personas murieron y más de 80 resultaron heridas en un ataque con morteros en un instituto técnico en el centro de Damasco. Hay detalles contradictorios sobre el número de muertes en el distrito predominantemente alawita del gobierno de Zahra, al Este de la Ciudad Vieja en Homs: un funcionario del gobierno dijo que al menos 37 personas murieron y 85 fueron heridos; el Observatorio Sirio para los DDHH dio a las mismas cifras de muertos pero 80 heridos y la agencia de noticias AFP citó al gobernador provincial con 45 muertos -incluyendo 36 muertos por los coches bomba y otros 9 por un cohete-.

Ahmet Uzumcu, presidente de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), anunció en una reunión de su consejo ejecutivo, que iba a enviar una misión a Siria para "establecer los hechos " sobre las acusaciones que rodean la reciente utilización de bombas de gas cloro. De acuerdo con un comunicado emitido desde su sede en La Haya, la OPAQ dijo que la misión había recibido todo el apoyo de la organización y del Secretario General de ONU, Ban Ki –moon; pero no estaba claro, a partir de la declaración, cuando se iniciará la investigación pero está confirmado que Siria había "acordado aceptar esta misión" y proporcionaría seguridad en las zonas controladas por el gobierno.

EE.UU. y Francia han dicho que están tomando en serio las acusaciones sobre que las fuerzas gubernamentales lanzaron bombas llenas de cloro en un ataque a principios de este mes en la localidad de Kafr Zita, provincia de Hama, mientras que el gobierno sirio ha negado su responsabilidad y ha acusado al grupo Jabhat Al-Nusra de llevar a cabo el ataque.

Aunque los ataques no se han verificado de forma independiente, videos publicados en YouTube mostraron a decenas de civiles sin aliento en los hospitales después de la inhalación de los gases arrojados en bombas desde los aviones. El número de muertes ha sido relativamente bajo en comparación con los cientos que murieron en los ataques con gas sarín de agosto en Damasco. Siria está en proceso de desmantelamiento de su arsenal de armas químicas –según los términos del acuerdo ruso-estadounidense- y está programado que finalice el 30 de junio; la OPAQ dijo el domingo que el 92,5% del arsenal había sido destruido o enviado fuera del país.

Human Rights Watch dijo que había documentado 85 ataques aéreos por parte del régimen contra zonas de la oposición en Aleppo -solo desde febrero 22- e instó a ONU a bloquear el flujo de armas al gobierno y a cualquier grupo para evitar que sigan cometiendo abusos contra los civiles. HRW dijo que desde entonces ha documentado dos ataques con bombas de barril sobre centros claramente marcados hospitales oficiales y que “Este tipo de ataques continúan a pesar de la Resolución del Consejo de Seguridad aprobado por unanimidad el 22 de febrero de 2014, exigiendo que todas las partes en Siria cesen el uso indiscriminado de las bombas de cañón y otras armas en áreas pobladas". También el informe acusó a los rebeldes ya que “por lo menos algunas de las armas improvisadas utilizadas por rebeldes que luchan contra una ofensiva en las áreas de gobierno en Aleppo, son propensas a los efectos indiscriminados cuando se utiliza para atacar zonas residenciales pobladas."

Los ataques rebeldes se produjeron el día después que el presidente Bashar Al-Assad registró su candidatura para la reelección, desafiando las llamadas de los opositores para dimitir como una manera de poner fin a la guerra civil en Siria. Los rebeldes sirios utilizan con frecuencia morteros, pero en el último tiempo la presión del gobierno se ha hecho sentir al punto que militarmente no están en condiciones de montar un asalto terrestre seria y deben recurrir a los morteros o coches bombas. 

En el caso de las bombas de cloro, el cloro no está cubierto por la Convención sobre Armas Químicas -que Siria adhirió- por lo que el gobierno no está obligado a revelar sus existencias de esa sustancia. Siria ha negado el uso de cloro en las bombas.

El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá mañana para revisar si las partes en guerra de Siria están cumpliendo con la Resolución exigiendo el cese del uso de la bomba de barril y otras armas en las zonas pobladas. Pero en caso que resulte positiva la violación de la Resolución por alguna o ambas partes, resultará poco probable que el Consejo de Seguridad apruebe algún tipo de medida, inclusive más allá de una simple condena.

Mientras tanto, la campaña electoral avanza con 6 candidatos –entre ellos 1 mujer- en medio de los atentados y ataques aéreos. La falta de sondeos creíbles el interior del país hace imposible calcular el apoyo que tiene Al-Assad, aunque muchos sirios ven en él a un símbolo de la nación o se aferran a Bashar por temor a que una victoria de la oposición podría dar lugar a un gobierno islamista. Ninguno de los candidatos –excepto Al-Assad- ha hecho declaraciones sobre qué políticas aplicarían o como llevarían al país.

La elección se perfila como más como una proyección de voluntad dominante oficial por sobre los opositores y rebeldes- somos tan poderosos que podemos ganar una elección en medio de la guerra civil- que con la determinación de la voluntad del pueblo sirio. Es básicamente una cuestión de mentalidad ganadora y conquista de la percepción de la calle siria.



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