lunes, 29 de abril de 2013

Los talibanes de Siria


Sin importar el grado, para los distintos segmentos de la población siria, la desilusión ha llevado, incluso a algunos que han participado en la vanguardia de la lucha contra el régimen, a abandonar la revolución; Alke Yussef, líder de las Brigadas Farouq en Deir Ezzor, no solo dimitió de las Brigadas sino que declaró que la revolución es una corrupta farsa. En una reciente declaración expuso las 5 razones de su salida:

1- La trayectoria de la revolución en Deir Ezzor se ha desviado del camino correcto y se ha transformado en una campaña de adquisición de riqueza

2- Que algunos líderes de la Brigada Farouq, en colaboración con otras brigadas, vendieron las herramientas y equipos de los almacenes de los ingenios sin nuestro conocimiento o acuerdo

3- El hecho que el Consejo Revolucionario Militar o cualquier organización similar no apoyó a la Brigada, incluso con una sola bala, a sabiendas que el todo lo que viene en la forma de apoyo de los otros grupos va a determinadas personas con una lealtad ciega a los líderes extranjeros

4- La aparición del fenómeno histórico de formación de bloques, partidismo y lealtades a los partidos extranjeros -donde las personas se ven obligadas a seguirlos o enfrentar la eliminación- ya que son evidentes

5- La falta de seriedad de cualquiera de las partes responsables, tanto del Ejército Libre de Siria o de sus partidarios, en la lucha contra el régimen en Deir Ezzor ya que la preocupación principal era, y sigue siendo, los acuerdos financieros con el régimen.

La Unión Europea levantó hoy el embargo de petróleo a Siria, para proporcionarle así más apoyo económico a las fuerzas rebeldes que luchan para derrocar el régimen del presidente sirio, Bashar Al-Assad. La decisión de la UE permitirá las exportaciones de crudo desde el territorio bajo control rebelde, así mismo se importará tecnología para la producción de gas y petróleo y las inversiones en la industria petrolera siria.

Pero la apertura de las exportaciones de petróleo, para ayudar a los rebeldes, parece un tanto ilógica ya que gran parte del territorio que produce petróleo está bajo el control del grupo islámico Jabhat Al-Nusra; estas áreas ya están experimentando conflictos ya que varios grupos compiten por el control del petróleo. Las tribus locales empezaron primero a controlar los campos petroleros de Deir Ezzor hace aproximadamente un año, pero cuando estas tribus pobres descubrieron los pozos de petróleo, la revolución en Deir Ezzor había terminado y pasaron de la revolución a la industria petrolera.

A finales de 2012, los rebeldes tomaron campos petroleros en Deir Ezzor y este año avanzaron en Hasaka y Raqqa –aéreas ricas en recursos- disponiendo de gran parte del petróleo del país y una parte sustancial de la agricultura nacional; el Gral. Salim Idriss, líder del pro occidental Consejo Militar Supremo, dijo que quería disponer unos 30.000 efectivos para asegurar los campos petrolíferos, los silos de grano y las reservas de algodón, así como puntos de cruce en la turca y las fronteras iraquíes.

Al hablar en una reunión de ministros de Relaciones Exteriores occidentales y árabes en Estambul, el Gral. Idriss dijo que necesitaba u$s 35 millones para pagar los salarios de u$s 100 dólares mensuales a los combatientes enrolados en su grupos, fondos que no tiene. Tanto Idriss como los activistas local señalan a esta competencia por el control de los recursos, como una de las razones de los recientes enfrentamientos entre Al-Nusra y las Brigadas Farouq; tanto un grupo como el otro, saben que los combatientes seguirán a quien tenga el dinero y es cuestión de meses hasta que alguno tenga el control total de los recursos y de los combatientes.

Los miembros de la Coalición de Oposición Siria expresaron -en un comunicado- su rechazo a la decisión de EE.UU. de etiquetar a Jabhat Al-Nusra como una "organización terrorista", ya que el régimen de Al-Assad es quien ha obligado a la revolución pacífica en Siria a girar hacia la lucha armada, y Jabhat Al-Nusra se ha convertido en una parte de estas fuerzas armadas que luchan contra la opresión. Pero la Coalición Siria rechaza enérgicamente cualquier posición que no refleje el espíritu de la revolución de Siria por la libertad y la dignidad; la Coalición está profundamente preocupada por las recientes declaraciones sobre las afiliaciones y las ideologías de determinadas facciones de las fuerzas rebeldes y por ello instó a Jabhat Al-Nusra para que permanezca dentro de las filas de los nacionalistas sirios.

Moaz Al-Khatib, director de la Coalición, ha dicho que rechaza las ideas de Al-Qaeda e hizo hincapié en que Siria es un país donde predomina el Islam moderado y le pidió a Jabhat Al-Nusra que ignore la influencia que llega desde el exterior del país, especialmente luego que el grupo confirmó su lealtad a la rama iraquí de al-Qaeda y se anunció que esa nueva alianza se llamaría "El Estado Islámico en Irak y el Levante”.

Los dichos de Al-Khatib llegaron después de la declaración de un Estado islámico de por parte de Jabhat Al-Nusra, en respuesta al proyecto de Al-Khatib para introducir "una forma moderada de la ley islámica en todas las zonas controladas por los rebeldes del país." Esto claramente parece ser un intento reaccionario de mantener el control del proceso de formación de un sistema jurídico basado en la "ley islámica" que ha demostrando ser la forma más exitosa de gobierno en las zonas bajo control de los rebeldes; mientras que Jabhat Al-Nusra y otros grupos extremistas son los que actualmente definen la ley islámica para estas áreas, la oposición política probablemente se siente obligada a actuar ahora para iniciar la promoción de una "sharia alternativa" menos extrema pero con cierto atractivo para captar a los grupos islamistas que operan en Siria.

En la aldea de Al-Musareb, un pueblo cerca de Deir Ezzor, hombres de la tribu Al-Saf, y hombres de Jabhat Al-Nusra se enfrentaron supuestamente luego que un camión con petróleo fue robado -por primera vez- por ladrones que luego lo vendiweon a un hombre de la aldea de Al-Musareb (que puede o no haber sabido que era robado). Al parecer, cuando el propietario original se enteró apeló a Al-Nusra para que lo ayuden a recuperar el camión robado; pero cuando los combatientes de Al-Nusra llegaron, eran superados en número por los miembros de la tribu Al-Saf.

Después de esto, el "Hay Al-Sharia para el campo de Deir Ezzor” emitió una declaración advirtiendo a la gente de la zona en contra de "atar su suerte a la de los asesinos cuyas manos se han contaminado por el derramamiento de la sangre de los mártires". La declaración también instaba a los hombres, mujeres, niños y ancianos a abandonar Al-Musareb de inmediato, porque los muyahidines estaban llegando que le están declarando la guerra a la tribu Al-Saf.

Esta situación en Deir Ezzor refleja el dilema al que se enfrenta el pueblo sirio: por un lado el régimen de Al-Assad o un futuro Estado fallido salafista; este dilema tomó forma luego que la revolución se volvió en contra de la propia sociedad siria debido a los intereses de los grupos rebeldes por apropiarse de los recursos y propiciar su agenda de intereses particulares. Esta incompatibilidad entre el inicio de la revolución y su actual curso comienza a alejar a los sirios de la lucha armada rebelde y muchos comienzan a reconsiderar nuevamente su apoyo al régimen de Al-Assad.

Es cierto que las FFAA bombardean los pueblos y aldeas, produciendo masacres constantemente, pero también es verdad que muchas aldeas y pueblos que cayeron bajo el control rebelde fueron saqueados y destruidos; a este contexto se le debe sumar que muchos rebeldes sirios reciben órdenes de sus líderes árabes de otras nacionalidades que les ordenan atacar a sus compatriotas sirios. No es surrealista que los acontecimientos tomen un giro inesperado, causado por los sentimientos cruzados de una Siria salafista, y que en medio del desconcierto la sociedad siria apoye una contra-revolución para evitar el surgimiento de los “talibanes sirios”.


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