martes, 10 de diciembre de 2013

Siria 1001 días después


Los líderes del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) discutirán durante la cumbre anual de dos días una serie de cuestiones, incluida la situación en Siria, los lazos con Irán e impulsar la cooperación económica entre sus Estados miembros. En su discurso de apertura, el Emir Jeque Sabah Al-Ahmad Al-Sabahel de Kuwait, dijo que los Estados del Golfo habían "expresado su satisfacción por el acuerdo provisional de Ginebra (...) Y la esperanza que tendría éxito y dará lugar a un acuerdo perdurable que mantendrá la tensión lejos de la región.” El mandatario kuwaití le dedicó un párrafo especial a Ahmad Jarba, líder de la Coalición Nacional Siria, quien asistió a la inauguración de la cumbre y pronunció un discurso en el que pidió ayuda urgente por parte de los ricos estados del Golfo; el jeque Sabah dijo que "La catástrofe humana está aún en curso en Siria, nos llama a duplicar esfuerzos y trabajar con la comunidad internacional, especialmente el Consejo de Seguridad de la ONU que se ha mantenido incapaz de ponerle fin a esta tragedia humana."

El Ejército sirio marcha a Yabroud, el último bastión de los rebeldes en la región estratégica Qalamoun cerca de la frontera de Líbano, mientras se movía para abrir la ruta clave entre Damasco-Homs. Se cree que un grupo de monjas del convento de Mar Tecla en Maalula fueron transferidas a Yabroud, que está en manos de los rebeldes yihadistas de Jabhat Al-Nusra, y ahora las fuerzas estatales junto a Hezbollah se aprestan a tomar Yabroud.

Las mujeres aparecieron el viernes en un video transmitido por el canal de noticias Al-Jazeera, aparentemente en buen estado de salud y negando que habían sido secuestradas. No estaba claro quien estaba filmando el video, y si las monjas hablaban bajo coacción; estaban vestidas con sus túnicas negras tradicionales y la cabeza cubierta, pero ninguna llevaba sus crucifijos habituales.

Las unidades del Ejército irrumpieron en las posiciones del Ejército Libre Sirio y del grupo Al-Jonbesh Mosana Al-Eslamieh en la ciudad de Daraa, en un ataque preventivo para evitar que ataquen la importante ruta Noy; se informó que el comandante rebelde Milad Shabat y varios de sus hombres fueron asesinados durante el ataque del ejército de la posición de los rebeldes y los avances en Daraa -la parte sudoeste de Siria cerca de la frontera con Jordania- se suman a los otros avances del ejército sirio en las regiones fronterizas de Aleppo, en el norte, y muestran la disposición del gobierno sirio por mantenerse a la ofensiva antes de Ginebra 2.

Las ganancias de Al-Assad serían las últimas por un tiempo, ya que el Ejército sirio con el apoyo crítico de Hezbollah, lanzó una ofensiva sostenida el pasado verano luego de varios meses de avances de la oposición. Pero varias figuras de Hezbollah, incluyendo al comandante Ali Bazzi, han muerto en los últimos días de lucha en Siria. Mientras tanto, los medios de comunicación libaneses difundieron este fin de semana los comentarios del Ministro interino del Interior, Marwan Charbel, sobre la presencia de elementos de Al-Qaeda -Brigadas Abdullah Azzam- tratando de consolidar su presencia en Líbano -después de varios ataques contra Hezbollah e intereses iraníes- por lo que Hezbollah deberá preocuparse por su propia integridad, más que por la salud del régimen sirio.

Recientemente ha surgido evidencia que sugiere que EE.UU. ha abierto una línea de comunicación directa con Hezbollah. Los detalles de los contactos han surgido a partir de una variedad de fuentes, lo más notable es un artículo del periodista Hussein Abdul Hussein en el periódico Al-Rai quien sostuvo que los contactos directos son manejados por los diplomáticos británicos, que transfieren los mensajes de ida y vuelta entre Hezbollah y los norteamericanos. Es de destacar que el único enemigo real y puro en el Medio Oriente, cuya existencia reconoce el gobierno de Obama, es la red islamista de Al-Qaeda que es enemiga también de los iraníes.

El tibio apoyo de EE.UU. a la oposición contra el régimen del presidente Al-Assad, hizo que grupos salafistas yihadistas pro Al-Qaeda –como ISIS o Jabhat Al-Nusra- se infiltraran en el conflicto sirio, provocando el apoyo militar de Hezbollah para el gobierno sirio. El uso de Siria como base de Al-Qaeda para lanzar ataques contra Turquía -miembro de la OTAN- e Irak, puede reposicionar a Hezbollah dentro de la región como lo ha hecho Arabia Saudita, que de la mano del Príncipe Bandar, jefe de la Inteligencia saudita y jefe del Consejo de Seguridad Nacional, lleva adelante una guerra fría contra Irán al punto de ser un aliado de Israel en la cruzada contra Teherán.

Los árabes del Golfo tienen mucho dinero y son capaces de obtener armas -legítimas y en el mercado negro- para los rebeldes sirios, pero a pesar de una historia militar gloriosa y en ocasiones espectacular, los árabes no han podido reunir una fuerza militar eficaz para ayudar a los rebeldes sirios. El gobierno de Al-Assad ha sido durante mucho tiempo un cliente leal y útil de Irán, como la milicia de Hezbollah en Líbano. Y es humillante para los saudíes y otros Estados árabes ver a Siria como un peón de Irán y a Líbano neutralizado por un ejército pro iraní; pero parece que los árabes no pueden conseguir juntos lo que militarmente esta haciendo el gobierno de Siria, algo dolorosamente claro para todos los interesados en la región.

La esperanza más realista para el  futuro de Siria será la aplicación de una “libanización” similar a la aplicada al final de la guerra civil, no el modelo propuesto por Hafiz Al-Assad, sino un sistema de gobierno basado en el sectarismo que tienda a la participación democrática de toda la sociedad. Se puede señalar que la experiencia en  Líbano no ha sido exitosa, e incluso que no puede formarse el nuevo gobierno, pero el sistema de divisiones del poder ha sido clave para frenar la guerra civil libanesa.

A diferencia de Líbano, Siria tiene el problema de no contar con una tradición de instituciones democráticas o partidos políticos –más allá del Baa’th- en medio de una sociedad polarizada entre pro y anti Al-Assad; la manera que las partes pudieran superar las diferencias sin utilizar la violencia será un desafío enorme y las conversaciones de Ginebra 2 no parecen promisorias por el momento. En 1976, Hafiz Al-Assad justificó las razones de la intervención siria en la guerra civil libanesa: no podía permitir que Líbano se desintegre por completo debido a las luchas sectarias. ¿Qué decidirá Bashar, su hijo, para Siria y evitar así la desintegración nacional?


1 comentario:

sergio elizondo dijo...

Bashard no renunciara a toda Siria sino que hará lo imposible para derrotar a los yihadistas. Tomamos Nabek, sigue Yabrud y luego Alepo. Que le duela a Fernando Bazán conocido antisirio