lunes, 4 de agosto de 2014

El ISIS amenaza a Líbano


El Ejército libanés recuperó hoy el control de la estratégica colina de Ras Al-Sarj, que domina la ciudad de Arsal, donde los enfrentamientos de 3 días entre el ejército y los yihadistas de Siria ya han matado a 14 soldados. Los soldados lograron el control de la posición luego de una dura batalla y el dominio de la tierra elevada le permitirá al Ejército controlar los movimientos de militantes en el suelo y golpear sus puntos de encuentro con una mejor precisión; una fuente de seguridad dijo que se establecería una línea de 50 km por 15 km, para proteger la ciudad de ataques y el contrabando de armas desde el lado sirio de la frontera. Por ello el Ejército estaba bombardeando las bases de los militantes en el barrio de Al-Hosn y tenía previsto colocar retenes para asegurar todas las entradas a Arsal.

Los combates Arsal comenzaron el viernes pasado cuando el Ejército libanés detuvo a Imad Ahmad Jomaa, comandante de un grupo rebelde islamista sirio, en Arsal. Sus seguidores, que incluyen a brigadas afiliadas a Al-Qaeda y al Estado Islámico de Irak y Al-Sham (ISIS), respondieron atacando las tropas libanesas y los yihadistas se apoderaron rápidamente el control de la ciudad exigiendo la liberación de Jomaa como condición para cualquier alto el fuego. El gabinete libanés se reunió en una sesión de emergencia hoy, para hacer frente a la crisis Arsal, y el Primer Ministro Salam Tamman parecía haber descartado las negociaciones con los yihadistas , aunque se están llevando a cabo diálogos por los soldados libaneses cautivos.

El Ejército libanés lanzó un video hoy mostrando que había recuperado el control total de una de sus oficinas centrales en la ciudad de Arsal, después de que fue detenido brevemente por militantes islamistas. El video mostraba a vehículos del Ejército colocados en la Escuela Vocacional de Arsal, que se encuentra en las proximidades de uno de sus puestos en la ciudad, después que recuperó el control de la posición de domingo luego de fuertes enfrentamientos con los yihadistas.

El jeque Mohammad Yazbek, un alto funcionario de Hezbollah, se comprometió a apoyar al Ejército libanés en su batalla contra los yihadistas en el Noreste del país y destacó que "No vamos a aceptar ser ocupados y no vamos a aceptar nuestra nación para ser ocupada (…) Pido a los residentes de las aldeas que están cerca de los enfrentamientos que estén listos para hacerle frente a los militantes, todos debemos estar listos (…)No vamos a permitir que nuestras mezquitas o iglesias para sean destruidas y las defenderemos con todas nuestras fuerzas, y no dudaría en volver a hacerlo."

Más de 100.000 refugiados sirios se calculan que viven en y alrededor de Arsal. Los activistas sirios de la zona dicen que los campos de refugiados han sido fuertemente dañados durante los combates y que la situación humanitaria es muy mala. La guerra en Siria ha profundizado divisiones entre libaneses chiíes aliados con el gobierno de Assad y sunitas que han sido principalmente de apoyo de la sublevación contra él. Pero el efecto más importante de la guerra civil siria no es la cuestión de los refugiados, sino las profundas divisiones políticas y sectarias que se han agravado en Líbano desde mayo cuando Michel Sleiman terminó su mandato; por caso, las fuerzas de Hezbollah están desplegadas en la zona de Arsal y han estado involucradas en los combates, aunque el grupo no ha anunciado ningún papel, una participación chiita solo agrava más las tensiones sectarias.

Aunque el gobierno libanés anunció la movilización de todos sus organismos políticos y de seguridad en defensa de Arsal, en la cara de la "agresión flagrante que Líbano enfrenta contra la soberanía y la seguridad a manos de grupos terroristas oscurantistas, que se han atrevido a atacar la dignidad del ejército para ejecutar una trama sospechosa dirigida a paralizar el estado y sembrando el caos en Arsal su entorno”, lo cierto es que el PM Tammam Salam, solo puede hacer declaraciones y depender de las fuerzas del Ejército apoyadas por Hezbollah. Salam estuvo más de 8 meses hasta que logró formar su gobierno en medio de amenazas de renuncias, lo que habla de su debilidad politica.

Mustafa Al-Hujairi, un clérigo sunita en Arsal, culpó a las muertes en Arsal a Hezbollah y dijo que los asuntos estaban ahora en manos de los yihadistas mientras que "Hezbollah quiere convertir a Arsal en escombros, como lo hicieron a Qusair (refiriéndose a la ciudad siria que Hezbollah ayudó a capturar de los rebeldes en 2013). Pero a pesar de todo el apoyo político para el Ejército, la Asociación de Clérigos Musulmanes del Líbano instó a los sunitas a protestar hasta que el Ejército detenga el bombardeo de Arsal.

Difícilmente la responsabilidad de los hechos en Arsal pueda atribuirse al Ejército libanés. La zona ha estado bajo militar desde la toma de Yabroud, Siria, y las fuerzas rebeldes han estado luchando contra las unidades del Ejército sirio -apoyado por Hezbollah- sobre determinadas ciudades de la región de Qalamoun durante meses. Las batallas se han intensificado recientemente con gran cantidad de bajas en ambos bandos, y los rebeldes sirios han estado utilizando esta área -incluyendo las afueras de Arsal- para reagruparse y recuperarse entre batallas. 

¿Qué fue lo se modificó? Las alianzas han cambiado. Hace unas semanas, Jomaa le prometió lealtad al líder del ISIS, Abu Bakr Al-Baghdadi, y desde entonces empezó a hablar de la complicidad del Ejército libanés en las acciones de Hezbollah en Siria al permitirle que pase a través de los puntos fronterizos sin ser controlados por el Ejército. Pero los combatientes cercanos a Jomaa dicen que su decisión de jurar lealtad al ISIS surgió de un interés estratégico, y no un cambio ideológico, ya que la escasez de suministros y municiones han afectado gravemente las capacidades de combate de los batallones del Ejército Libre Sirio (ELS) - incluida la brigada Liwa Fajr al-Islam de Jomaa- por lo que al alinearse con Al-Baghdadi, Jomaa trató de acceder a flujo constante del ISIS de alimentos, armas y municiones. Desde su promesa, su grupo de alrededor de 40 a más de 300.

Ahora comenzamos a ver desplazados libaneses, dentro de Líbano, por causa de la guerra civil siria y los enfrentamientos entre Hezbollah-Ejército libanés contra los yihadistas del ISIS. Dos puntos son particularmente peligrosos: el primero es que ahora el Ejército está en el ojo de la tormenta –no provocada- y comenzó a tener bajas que va a tolerar por mucho más tiempo; esta institución libanesa es tal vez la única que no había sido cuestionada en las tensiones sectarias y se había colocado como árbitro entre sunitas y chiitas. Los cristianos basan su poder en este actor, ahora cuestionado por los sectores sunitas libaneses.

Y segundo, la detención de Imad Ahmad Jomaa, el comandante sirio que juró lealtad al ISIS, es una prueba inequívoca que el ISIS es una amenaza regional favorecida por la inestabilidad de Siria. Adicionalmente se infiere que el Ejército sirio no controla la región de Qalamoun, sino que corrió a los yihadistas y rebeldes hacia Líbano. En otras palabras, el gobierno escondió la basura bajo la alfombra de otro.



1 comentario:

sergio elizondo dijo...

El parrafo final del articulo no lo comparto. Qualamoun esta en manos del Ejercito Arabe Sirio y los rebeldes no entran en Siria por esta razon. Ahora bien en Arsal son otros cien pesos y el ejercito libanes debera hacer lo suyo para respetar la soberania del Libano. Qualamoun esta libre de ratas, el problema esta en Arsal, Libano.