La televisión estatal siria mostró el domingo al presidente sirio, Bashar Al-Assad, en la mezquita de Al-Hamad de Damasco rodeado de varios altos dirigentes del gobierno junto a funcionarios del partido Baa’th -incluido el Primer Ministro, Wael Al-Halaqi- a modo de sequito; el imán, jeque Mohammed Kheir Ghantus, dijo que "Siria triunfará contra el complot occidental-americano apoyado por los wahabíes y takfiris". Al-Assad pasó 11 minutos en la mezquita y no se quedó a hablar a los fieles, como era su costumbre antes de la sublevación contra su régimen.
El presidente Barack Obama advirtió a Siria hoy que se enfrentaría a una intervención militar estadounidense si se observan signos que su arsenal de armas no convencionales se está moviendo o si son preparados para su uso; esta es la primera amenaza directa de la administración Obama de un posible uso de la fuerza contra Siria y subraya la creciente preocupación entre los funcionarios estadounidenses que, si Siria se hunde aún más en la guerra civil, sus armas no convencionales podrían ser aprovechadas por fuerzas radicales vinculados a grupos terroristas como Hezbollah o Al-Qaeda. Obama señaló que "No podemos tener una situación en la que las armas químicas o biológicas caigan en manos de la gente equivocada. Hemos sido muy claros con el régimen de Al-Assad y con otros jugadores sobre el terreno, que es una línea roja para nosotros que las armas no convencionales se desplazasen o sea utilizadas; eso cambiaría mi cálculo. Eso cambiaría mi ecuación".
El mes pasado, funcionarios norteamericanos dijeron que tenían pruebas que fuerzas no especificadas del régimen sirio habían trasladado algunas partes de las reservas de almacenamiento, aunque la transferencia nunca fue confirmada; algunos funcionarios norteamericanos especularon en ese momento la medida reflejaba la preocupación del gobierno norteamericano por la seguridad de las armas pero descartaban la intención de usarlos. El Ministerio de Exteriores sirio anunció en julio que el despliegue de las armas químicas era sólo en contra de la intervención extranjera, nunca en contra de sus propios ciudadanos; sin embargo un alto funcionario del gobierno de Obama hizo hincapié en que la advertencia estaba destinada a grandes transferencias de armas a las fuerzas radicales regionales
El canciller ruso, Sergei Lavrov, advirtió a Occidente respecto de cualquier acción unilateral sobre en Siria, después que el presidente Obama dijo que las fuerzas estadounidenses podrían actuar si Al-Assad despliega armas químicas contra los rebeldes. Lavrov se reunió con su par chino y una delegación del gobierno siria, en lo que parecía ser un esfuerzo para mantener la diplomacia en momentos en que los Estados occidentales y árabes dieron por fracasado el plan de paz respaldado por la ONU puede poner fin a la violencia; Lavrov dijo que Rusia y China basan su cooperación diplomática sobre "la necesidad de adherirse estrictamente a las normas del derecho internacional y los principios contenidos en la Carta de ONU y no permitirán su violación".
Lavrov sostiene que hay una probabilidad para la reconciliación nacional en el conflicto sirio, a pesar del gran número de opositores al proceso incluyendo aquellos fuera del país; sin embargo Lavrov reconoció que “las posibilidades están un cien por ciento lejos, pero existen". El canciller ruso dijo que, con el fin de obtener resultados concretos era vital que aquellos comprometidos con el destino del pueblo sirio debieran enfrentar sus responsabilidades.
El Cnel. Vladimir Mandych, Director Adjunto de la Agencia Federal para el Almacenamiento Seguro y la Destrucción de Armas Químicas, señaló que Siria no tiene ningún arma química de fabricación rusa en su arsenal. Los arsenales de armas químicas sirio se creen que consisten -en su mayoría- de grandes cantidades de Sarín, Tabun, gas mostaza y se informó que el país está en condiciones para la producción y preparación de armas VX.
En declaraciones durante una visita a Moscú, Qadri Jamil dijo que Occidente "está buscando un pretexto para intervenir militarmente" y señaló que el gobierno sirio ha dicho que está dispuesto a discutir la salida de Bashar Al-Assad, pero que la renuncia del presidente no puede ser una condición previa para las conversaciones; sin embargo no precisó qué tipo de cambios estaría dispuesto a realizar el régimen sirio. En una conferencia de prensa, realizar al finalizar la reunión con los cancilleres de China y Rusia, Jamil advirtió que "cualquier intervención militar directa en Siria es imposible. Aquellos que contemplan esa opción están apresurando a una confrontación mucho más amplia, que va más allá de las fronteras de Siria".
Mientras tanto los combates entre los rebeldes y las fuerzas estatales continúan con la violencia de los últimos días. SANA dijo que las autoridades se enfrentaron con un grupo armado en el distrito Este de Jbaili en la provincia Deir Al-Zour, además la agencia de noticias dijo que el ejército mantiene sus operaciones contra las líneas de logística de los rebeldes desde los territorios cercanos a Turquía para Aleppo, y agregó que los soldados han destruido varios retenes erigidos por los insurgentes armados a lo largo de la carretera que une la ciudad de Alepo con sus suburbios. Las tropas estatales también se enfrentaron con los rebeldes en Al-Hatab, cerca de Aleppo, SANA también dijo que las tropas están llevando a cabo con una purga en Said Al-Dawla –un distrito insurgente de Aleppo- y que ha causado una pesada carga sobre ellos; en el centro de Al-Salamieh, un minibús con trampas explosivas fue detonado cerca de un centro comercial, causando daños a edificios cercanos y heridas a varios civiles.
Hace menos de una semana que el enviado para Siria, Lakhdar Brahimi, comenzó oficialmente su misión y dijo que aún no estaba seguro si el presidente sirio se deba ir ya que es difícil que las fuerzas sirias de la oposición lleguen a un acuerdo sobre el final de las hostilidades mientras Al-Assad se mantenga en el poder. Además Brahimi tiene que lidiar con la ayuda humanitaria a los miles de desplazados por los combates que sufren la falta de servicios, alimentos, salud; la falta de corredores humanitarios que surjan de una suspensión temporal la violencia para permitir el ingreso de personal de Cruz Roja o alguna otra organización humanitaria es un objetivo tan urgente como hallarle una solución al conflicto en sí.
Los bombardeos del ejército han hecho estragos en al menos tres puntos calientes de la insurgencia a través del país, incluyendo lo que los opositores describieron como un bombardeo mortal contra los funerales de las 40 víctimas de una masacre descubierta el pasado fin de semana en las proximidades de Damasco. El bombardeo de un cementerio en el suburbio de Modamiyah, cerca de Damasco, donde grandes multitudes se habían reunido para enterrar al menos algunos de los 40 cuerpos encontrados en el sótano de una mezquita después de una incursión de la milicia shabiha.
El tema de las armas químicas no es nuevo y durante semanas, los asesores de Obama y los funcionarios de otros países con intereses en la región, especialmente Israel, han dicho que si los arsenales sirios son liberados sólo EE.UU. y un pequeño grupo de aliados europeos tienen la capacidad tecnológica para neutralizarlos; ello requeriría la inserción de equipos especializados que a su vez demandarán de una considerable protección militar para que puedan operar dentro de Siria. Los planes de contingencia del Pentágono –frente a una caída abrupta del régimen sirio- contemplan la necesidad de decenas de miles de soldados norteamericanos para crear un entorno seguro, pero funcionarios del Pentágono negaron que despliegues estadounidenses fueran inminentes.
Uno de los principales problemas es que las armas química está muy dispersas y la Inteligencia disponible sobre las reservas sirias es incompleta, son muy diversas las estimaciones de la cantidad de material acumulado y donde se almacenan –EE.UU. sostiene que podría haber hasta 24 sitios- pero no hay una seguridad al respecto.
Aunque el régimen sirio se encuentra jaqueado por los rebeldes y la gran parte de la comunidad internacional, pero todavía mantiene una capacidad de fuego que le permite resistir los embates insurgentes. Pero la capacidad militar y económica del régimen sirio está en retroceso, en el mediano plazo comenzarán las dificultades para rechazar los embates rebeldes; las diferentes potencias árabes-occidentales ya han comenzado a trabajar en el escenario posterior a la caída del régimen y la cuestión de la seguridad es uno de los principales temas de la agenda regional.
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