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martes, 19 de agosto de 2014

¿El ISIS es una amenaza no amenzante?


El informe de Small Arms Survey sostiene que varios cientos de sistemas de misiles antiaéreos en los arsenales rebeldes son en su mayoría de Rusia y China y que se incautaron tanto de las fuerzas gubernamentales o del contrabando desde países que simpatizan con los rebeldes. El grupo Estado Islámico de Iraq y Al-Sham (ISIS), han disparado contra drones estadounidenses y aviones de combate, según un video de propaganda en línea donde se muestra a un combatiente que aparece a disparar un modelo antiguo del sistema ruso SA-7. 

La Administración de Aviación Federal de EE.UU. (FAA) ha prohibido a todas las compañías aéreas estadounidenses que vuelen sobre Siria, ya que el conflicto en curso representa una "amenaza potencial grave". La FAA dijo también que "elementos de la oposición" habían advertido a las aerolíneas civiles para que no den servicio a Siria y esos grupos se sabe que “están equipados con armas antiaéreas que podrían amenazar a las aeronaves civiles”, según la agencia norteamericana.

Altos funcionarios estadounidenses describen a la amenaza planteada por el Estado Islámico en términos de fríos, pero han montado una campaña militar decididamente modesta para comprobar su avance por el Norte de Irak. La campaña del Ejército de EE.UU. contra el Estado Islámico se ha centrado en la protección de los ciudadanos estadounidenses en Bagdad y Erbil y en la entrega de ayuda a los refugiados yazidi atrapados en el Monte Sinjar -en el norte de Irak- e intentan crear un corredor para su seguridad. Pero los ataques aéreos estadounidenses en curso son notables, por lo que no han tratado de hacer. Funcionarios militares estadounidenses han hecho hincapié en que los ataques no están diseñados para revertir los logros combatientes extremistas han hecho. El carácter limitado de estos ataques aéreos ha provocado las críticas de los republicanos, demócratas y algunos ex funcionarios militares, y señalan que Obama está malgastando la oportunidad de asestarle un golpe devastador al ISIS.

Antes del receso del Congreso, el presidente Obama invitó a más de una docena de líderes del Senado y la Cámara a la Casa Blanca para hablar de su política exterior. De acuerdo con dos legisladores en el interior de la reunión, Obama se puso visiblemente agitado cuando se enfrentó a la crítica de su política exterior ante la lentitud de la Casa Blanca para armar a los rebeldes sirios moderados. De acuerdo con uno de los legisladores, el senador Bob Corker le preguntó al presidente con larga pregunta en la que incluyó fuertes críticas a su gestión -la política exterior para Siria, el ISIS, Rusia y Ucrania- a lo que Obama respondió defendiendo las acciones de su gobierno en Siria, diciendo que la idea de armar a los rebeldes habría conducido a mejores resultados era "una mierda". No todos los legisladores apoyan armar a los rebeldes: el senador Rand Paul se opone a la utilización de los recursos militares de EE.UU. para combatir al ISIS en Irak o Siria; además, Clinton y muchos legisladores reconocen que armar a los rebeldes era arriesgado y podría no haber funcionado ya que las armas podrían haber caído en manos de los extremistas. 

El final de los elementos armados de la oposición moderada se ha exagerado mucho. Estos grupos no están tratando de imponer un Estado islámico, sino que dejan eso a una decisión popular para después que termine la guerra; lo interesante es que han ganado terreno en la provincia de Idlib -Noroeste de Siria- y casi han rodeado la capital provincial. Sus avances en el último mes también se extienden hasta Morek, en la provincia de Hama, y hasta la base aérea de Hamidiyah donde dañaron aviones y algunos informes afirman que utilizaron misiles tierra-aire. Por otra parte, lanzaron incursiones cerca de Jobar –suburbio de Damasco- el 25 y 26 de julio; el gobierno tuvo que modificar el trazado de autobuses de la ciudad de Damasco por estas incursiones. 

Estas incursiones fueron seguidas por operaciones exitosas del Ejército del Islam, liderado por Zahran Alloush, quién le declaró la guerra al Estado islámico y los expulsó por completo de los suburbios al Este de Damasco después de duros combates a principios de mes. Los rebeldes en Aleppo también han comenzado una operación para cortar el suministro del gobierno desde el Sur, por lo que su situación en la ciudad norteña no es tan desesperada como se vaticinaba. Curiosamente, si los rebeldes pueden demostrar su capacidad militar, debería ser en Idlib, donde las líneas de suministro desde Turquía son de fácil acceso; pero a pesar de los avances recientes de los moderados, sus debilidades siguen siendo evidentes: tienen escasez de suministros importantes y tienen un acceso limitado a las municiones y otros recursos militares.

EE.UU. dijo hoy que había completado la destrucción de las armas químicas del arsenal de Siria, un raro logro de la política exterior del presidente Obama. La destrucción de 1.300 toneladas de existencias de agentes químicos declarados por el presidente Al-Assad fue un proceso complicado, pero el Departamento de Defensa informó el mes pasado que Siria había entregado el último de sus arsenales y que un equipo de expertos había neutralizado el gas sarín y mostaza para su destrucción final. Los productos químicos tóxicos se volvieron inertes luego de un proceso de 60 días en un reactor de titanio a bordo del barco Cape Ray.

Obama todavía ve a Siria como un lugar donde la acción norteamericana no va a mejorar las cosas. A pesar de un repunte en la acción estadounidense, en la frontera con Irak y pese al anuncio de dólares por medio de millones en ayuda militar para los rebeldes, es poco probable que Obama cambie drásticamente su política exterior para Siria. El argumento de que EE.UU. debería haber hecho más en Siria, sostenido por los líderes de la política exterior de ambos partidos y varios miembros del equipo de seguridad nacional de Obama, en realidad fue traído de vuelta a la palestra por Hillary Clinton. En el fondo, la política exterior de Obama con su matriz neorrealista le dio la posibilidad de destruir el arsenal químico de Siria sin un solo disparo o soldado en el terreno.

Con diferentes modelos de misiles antiaéreos aparecidos en Siria, los chinos FN-6 y los rusos SA-24 Grinch, son los modelos más nuevos y sofisticados con más rango -hasta 20.000 pies de altitud- y son más difíciles de repeler por los sistemas de interferencia electrónica de los aviones. El informe de Small Armas nombra Sudan, Qatar y Arabia Saudita como fuentes probables de los sistemas contrabandeados, pero todavía no hay certeza acerca de sus orígenes y los grupos rebeldes se jactado de apoderarse de los lanzadores y misiles antiaéreos de las fuerzas sirias.

Por todo esto, resulta cada vez más notoria la desconexión entre las evaluaciones preocupantes sobre el Estado Islámico y la aparente falta de urgencia para su enfrentamiento, producto de una posible combinación de limitaciones políticas y militares. La falta de estrategia militar clara para revertir los recientes avances territoriales del grupo, el cansancio nacional de una guerra contra el terrorismo de casi una década que dejó a EE.UU. al borde de la quiebra se combina con una notable incertidumbre sobre la capacidad del Estado Islámico y si está realmente preparado para transformarse de una fuerza regional en una amenaza terrorista global que podría apuntar a Europa y EE.UU. 



miércoles, 13 de agosto de 2014

ISIS y Ejército sirio: Aleppo



Yihadistas del Estado Islámico de Iraq y Al-Sham (ISIS) ha tomado varias ciudades y pueblos que estaban en poder de los grupos islamistas rivales en la provincia siria de Aleppo, abriendo el camino para seguir avanzando hacia el Oeste. Ya con el control de grandes zonas del Norte y el ste de Siria, los últimos avances del Estado Islámico incluyen las ciudades de Turkmenistán EBareh y Akhtarin -a 50 km al Noreste de Aleppo- como resultado del ataque y toma que el ISIS hizo de la ciudad iraquí de Mosul, en junio de 2014. El Estado Islámico está endureciendo su control sobre zonas sirias, incluyendo la ciudad de Raqqa, en el río Eufrates, que ahora se ha convertido en la base del poder sirio del Estado Islámico.

Meses después de comenzar un nuevo asedio en Aleppo, las fuerzas gubernamentales sirias han "casi cercad" la segunda ciudad más grande de Siria. La caída de Aleppo podría reforzar las filas del Estado Islámico si los rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS) son forzados a huir; cuando el ELS perdió Homs -después de 2 años de asedio- sus combatientes se retiraron hacia el Norte, debilitados y sin municiones, el Estado Islámico se aprovechó de ellos y les dio una opción: unirse a su grupo o morir. Y muchos se unieron.  
El Estado Islámico ha creado un ejército que puede librar una guerra convencional contra Ejércitos débiles -como el iraquí- mientras que emplea tácticas de guerrilla contra formaciones más sólidas, como el Ejército sirio. Aunque los funcionarios norteamericanos creen que el líder del Estado Islámico, Abu Bakr Al-Baghdadi, está en Siria curiosamente los ataques aéreos de EE.UU. se limitan al Norte de Irak, lo que subraya lo limitado que es la campaña militar contra el grupo yihadista. El punto es que EE.UU., golpeando a los yihadistas a medida que avanzan en Erbil, supone una decisión política de proteger a las minorías de cristianos y yazidis de masacre mientras que ayuda a sus aliados en Bagdad. 

Pero en Siria, esos mismos ataques contra el mismo enemigo inadvertidamente ayudarían al presidente Bashar Al-Assad, militar y políticamente legitimándolo a expensas de la oposición. Entonces todo se reduce a una cuestión de voluntad política: no se ataca Al-Assad en Siria, pero si se golpea al ISIS en Iraq. Cuando el ISIS atacó las bases iraquíes en junio, rápidamente EE.UU. envió armamentos y materiales, para reemplazar los que habían sido tomados por los yihadistas de los arsenales iraquíes; pero los rebeldes sirios recién recibieron algún material anti-blindado este año. ¿Por qué esa disparidad?

El Ejército Libre de Siria (ELS) fue siempre más ficción que una realidad, con una estructura que contenía a grupos de combate altamente localizados y fragmentados sobre el terreno, muchos de los cuales tenían una verdadera ideología revolucionaria pero otros tenían una agenda yihadista como meta. Es por ello que la guerra civil siria ha sido durante mucho tiempo una variedad de batallas locales, con alianzas temporales y que rápidamente cambiaban impulsadas ​​más por el interés y los deseos de sus patrocinantes externos que por una ideología propia de base. Incluso en el apogeo del conflicto entre el ISIS y sus rivales seculares, muchos grupos locales lucharon codo con codo con éstos en otros teatros de la guerra. Nadie debería sorprenderse que, algunos grupos apoyados -y examinados- por EE.UU. se hallan alineado con el ISIS.

En general, el apoyo externo a los rebeldes casi siempre hacen las guerras más largas, más sangrientas y más difícil de resolver. Peor aún, Siria ha demostrado que tenía la mayoría de las características del tipo de la guerra civil en la que el apoyo externo a los rebeldes es menos eficaz. 

Por ello, el apoyo externo a un grupo rebelde podría ayudar cuando todos los poderes externos que respaldan un grupo rebelde que está en sintonía y que efectivamente puede cooperar en la dirección de recursos para un fin común; desafortunadamente, Siria nunca fue ese tipo de guerra civil; por otro lado, EE.UU. no habría ganado el control sobre los rebeldes con su ayuda ya que otros patrocinadores extranjeros de los rebeldes –como Arabia Saudita, Qatar, Kuwait- les daban fondos y la rivalidad interna entre los saudíes y qataríes significaba que no había manera de coordinar esos esfuerzos. Los rebeldes siempre estarán irremediablemente divididos.

Una de las críticas más comunes de la política exterior de Obama es que él no pudo armar rebeldes sirios moderados a tiempo para vencer a líder sirio Bashar al-Assad y poner freno a la amenaza Estado Islámico (ISIS). El argumento es que armar a los rebeldes sirios moderados habrían impedido ISIS se eleve en Siria, la invasión de Irak, y provocando ataques aéreos de Obama en el norte de Irak esta semana.

Hillary Clinton, ex Secretaria de Estado de Obama, fue quien propuso un plan para armar a los rebeldes e impulsó una postura más agresiva, de lo que Obama estaba dispuesto a aceptar. Sus declaraciones de esta semana no son meramente una táctica de campaña, ya que siempre ha sido más proclive al intervencionismo de la política exterior de Obama y ella se mostraba contraria de aquellos que se oponían a darle apoyo militar a gran escala a la oposición siria, en el inicio de la guerra civil. La idea de armar a los rebeldes sirios fue reinstalada en 2012, con un escenario en pleno conflicto, y con avances por parte de los rebeldes. Pero lo único que hubiese variado con seguridad, es que EE.UU. hoy estaría mucho más profundamente involucrado.

En el caso de la guerra civil en Siria, es muy complejo establecer un cálculo de riesgo-recompensa en favor de una participación masiva de EE.UU. al menos con armas para contener al ISIS. A pesar de los crímenes de guerra denunciados por ONU, sus vínculos con Irán y Hezbollah o una visión sui generis de la democracia, el presidente Bashar Al-Assad nunca ha sido una amenaza para los intereses estadounidenses como si lo es un grupo yihadista salafista en el centro del Medio Oriente con posibilidades de expandirse. Una mayor participación externa, por caso armando a los rebeldes sirios, solo provocaría un vació de poder que rápidamente sería ocupado por el ISIS; sostener la hipótesis que luego del derrocamiento de Al-Assad, los rebeldes impulsarían un gobierno moderado es un error, de la misma forma que lo fue apoyar a cualquier grupo anti Al-Assad, como el ISIS en sus primeros momentos.



martes, 17 de junio de 2014

Bashar Al-Assad ¿Garante de la lucha antiterrorista?



Las agencias de Inteligencia de EE.UU. informaron esta semana sobre fotos publicadas en línea por el Estado Islámico de Irak y Al-Shams (ISIS), donde se ven las transferencias de equipo iraquí hacia Siria. El portavoz del Pentágono, Comandante Bill Speaks, señaló que "Estamos al tanto de los informes de algunos equipos, es decir Humvees, y de las imágenes que han sido publicadas en línea (…) Ciertamente estamos preocupados por estos informes y estamos consultando con el gobierno iraquí para obtener la confirmación sólida sobre qué activos pueden haber caído en manos de ISIS." Los números exactos de armas y equipos capturados se desconocen, pero los yihadistas tomaron todos los depósitos de armas y vehículos de la II División del Ejército iraquí -con sede en Mosul- que incluía una Brigada Motorizada y varias Brigadas de Infantería.

En muchas áreas kurdas de Siria, los combatientes kurdos luchan duramente contra los grupos islámicos, como el ISIS, que intentan asediar sus ciudades. Los bombarderos suicidas ahora golpean las ciudades kurdas como Qamishli, donde además el ISIS ha secuestrado estudiantes kurdos. Muchos kurdos en el terreno se han asombrado sobre por qué le fue tan fácil al ISIS tomar Mosul; aunque las teorías varían, una que ha dominado es que el ISIS estaría trabajando tanto con el régimen sirio como con los restos del partido Baa’th de Saddam Hussein. Por ahora, los combatientes kurdos iraquíes -conocidas como Peshmerga- sostienen que los kurdos sirios se sienten más seguros en el Kurdistán iraquí.

Las FFAA iraquíes son la gran incógnita, puntualmente en lo relativo a su cohesión interna y capacidad operativa para enfrentar a los yihadistas. 

El ejército iraquí opera sólo helicópteros, mientras que los aviones de ala fija son operados por la Fuerza Aérea, que probable dispone de los AC-208B equipados con misiles Hellfire -utilizados en Anbar para ataques de precisión-. Los helicópteros de ataque Mi-24 del Ejército también se han utilizado en las operaciones a principios de este año; un informe de 2013 publicado por el fabricante de helicópteros ruso Rostvertol reveló que Irak tiene más de 40 aeronaves -incluyendo Mi-35 helicópteros de combate y los Mi-28s- y estuvo en tratativas para comprar 24 helicópteros AH-64E Apache, aunque en enero de 2014, el Comité de EE.UU. Casa de Asuntos Exteriores y de la Comisión del Senado sobre Relaciones Exteriores EE.UU. desaprobó la venta.

La retirada de las fuerzas estadounidenses en 2011, no les ha dado a los militares iraquíes el tiempo suficiente para convertirse en una fuerza efectiva, como su homóloga siria. Por caso, los iraquíes cuentan con una sola Brigada de Infantería Ligera, una División Blindada y graves problemas logísticos; este escenario se ve agravado por las capacidades de los insurgentes para interrumpir las líneas de suministro del Ejército y la falta de entrenamiento para el uso coordinado de infantería con tanques, artillería, ingenieros y helicópteros.

En Irak, como en Siria, las opciones no son buenas y el potencial de la influencia estadounidense es limitado. Tanto Siria como Iraq parecen dirigirse hacia modelo somalí, donde quien controla las armas tendrá el dominio del terreno; un tercer grupo, los kurdos, están aprovechando el caos en ambos Estados para consolidarse en Kirkuk y otras zonas en disputa. La cuenca de los ríos Éufrates y Tigris lentamente se está convirtiendo en una zona yihadista, ya sea con elementos del ISIS o de Jabhat Al-Nusra, donde el Estado no ejerce su control pero los rebeldes tampoco buscan independizarse. 

Ayad Jamal al-Din, un clérigo iraquí liberal y político, señaló que "La guerra en Siria y la guerra de Irak son una y lo mismo (…) Tanto en Siria como en Irak, es una guerra contra el ISIS. EE.UU. se esfuerza por debilitar el régimen sirio y esto beneficia al ISIS, pero en Bagdad apoya al régimen contra el ISIS. Esto es sospechoso y desconcertante (...) La presión sobre el régimen sirio, que lucha contra el ISIS, tiene que ser levantada. EE.UU. no debe tratar de fortalecer al débil Ejército Libre de Siria (ELS) No hay ELS, hay ISIS en Siria e Irak. No se puede luchar ISIS en Irak y apoyarlo en Siria. Hay una guerra y un enemigo".

La duda que persiste, para Occidente y los países árabes, es como seguirá el escenario sirio luego de los avances del ISIS. La posibilidad que el tema de la seguridad internacional y lucha contra el terrorismo sea lo suficientemente gravitante como para darle mayor legitimidad a Bashar Al-Assad es alternativa que gana más preeminencia; con la percepción que los yihadistas son más peligrosos que el régimen sirio y el bajo interés de EE.UU. de involucrarse en la región, tal vez la comunidad internacional esperará que Al-Assad retome el control del país, con un uso más limitado de la violencia -torturas, asedios, bombardeos masivos y violaciones a los DDHH- y presionándolo para que acepte los alto al fuego propuesto por los rebeldes moderados (Ejército Libre Sirio). Todo esto sería en nombre del combate contra el yihadismo. Bashar Al-Assad seguirá siendo una figura clave en la región por más tiempo.

Un dato político de la realidad es inquietante: la estrategia del ex embajador Robert Ford era armar a los rebeldes moderados, ahora ¿Cómo Washington llegó a la conclusión que la oposición "moderada" podría haber combatido exitosamente contra las FFAA sirias, Hezbollah, las milicias chiitas iraquíes y los grupos yihadistas numéricamente e ideológicamente más comprometidos que el ELS? 



lunes, 2 de junio de 2014

Siria: Mañana elecciones, pasado mañana ¿Reconciliación nacional?



Finalmente, de los 24 pre candidatos que se presentaron ante el Tribunal Constitucional de Siria, solo 3 fueron aprobados –entre ellos Bashar Al-Assad, por supuesto-. Hassan Abdullah Al-Nuri, de 54 años y ex jefe de la Cámara de Industria; y el ex comunista Maher Abdul Hafez Hajjar, diputado del partido del ex Vice PM, Jamil Qadri . Ambos no se han diferenciado de la retórica oficial, por caso, Haijar recientemente denunció a la oposición siria como el resultado del "proyecto norteamericano-sionista y sus peones en el Golfo Árabe que no quieren el bien de los sirios.”

Los medios informaron sobre las elecciones anticipadas en el exterior, y la mayoría coinciden en señalar la gran afluencia de votantes que llevaban imágenes del presidente Bashar Al-Assad e iban en columnas de vehículos a votar. Datos interesantes de las votaciones anticipadas: las salas de votación en las embajadas se asemejaban más a un local proselitista de Al-Assad –con imágenes suyas por doquier- más que a un lugar imparcial de votación; los votos eran boletas con el rostro del candidato que se colocaban en urnas de plástico transparentes y muchos votantes señalaron que participaron por temor a que la no asistencia significase un futuro impedimento para volver a Siria a visitar a la familia.

La campaña electoral giró más en torno a la sátira desde la oposición que a un debate de propuestas de gobierno. Por ejemplo, un afiche muestra a Al-Assad como el mítico jefe de la mafia Don Corleone, y los dos candidatos que correr a besarle la mano; otra pide a los votantes a escoger para el presidente al Comandante iraní, Qassem Sleimani, una referencia directa sobre la incidencia iraní en Al-Assad. La preparación para esta victoria aplastante se inició ya en 2012, cuando a petición de los iraníes, Al-Assad modificó la Constitución como parte de un paquete de reformas cosmética para ayudar a sofocar la sublevación popular: en el fondo, los cambios en el proceso electoral, solo daban más la impresión de una votación justa que el tradicional referéndum de candidato único. 

En el marco de la guerra civil, Teherán y Moscú han tenido éxito en mantener a Al-Assad en el poder. Ambos Estados han armado y reforzado las filas del Ejército sirio además de decisiones estratégicas que le permitieron a Damasco para recuperar el control de territorio clave en el centro y Oeste del país. Pero una victoria militar completa no se vislumbra en el corto y mediano plazo: las fuerzas combinadas del régimen continúan enfrentando una fuerte presión en Idlib y Aleppo, por lo que es probable que continúe esta situación por algún tiempo, con más ganancias secundarias que una batalla decisiva.

Sin embargo, el verdadero desafío para los aliados y el propio gobierno siro comenzará cuando finalicen los combates, y será difícil ver lo que han ganado. Para el presidente Al-Assad, la recuperación progresiva de su autoridad sobre un país fracturado, será más necesaria que las armas con las que pueda contar; se requerirá de un plan nacional de reconciliación y una renovación no cosmética de su gobierno. Y es casi imposible imaginar que el presidente Al-Assad formule modificaciones de este tenor.

La apertura política deberá incluirse en la agenda siria de pos guerra. Estas elecciones se iniciaron con más de 20 pre candidatos, pero solo 3 fueron aprobados por la Corte Suprema de Siria. Uno de los candidatos, Hassan Al-Nuri, declaró que "No hay perdedores en estas elecciones porque todos somos ganadores (…) A partir de ahora me considero un ganador y el sillón presidencial no es el objetivo”. También es cierto que los candidatos opositores a Bashar Al-Assad no lo son en el sentido estricto del término.

Las elecciones multipartidarias, en el sentido que tendrán varios candidatos, son un cambio significativo que deja la guerra civil siria. Esta nueva instancia es el comienzo y no un fin en sí mismo, ya que con el final de los enfrentamientos armados se deberá ensayar un proceso de apertura que incluya a gran parte de los sirios.

Aunque la situación presente le es favorable a Al-Assad, éste volvió del borde del abismo porque contó con el apoyo de poderosos aliados extranjeros en el campo de batalla -Irán, Hezbollah, las milicias iraquíes, etc.- y Rusia-China en el Consejo de Seguridad que han bloqueado de manera decisiva los proyectos intervencionistas norteamericanos, europeos y árabes; adicionalmente estos actores han reflejado la indecisión y la confusión de la oposición y los rebelde sirios, sobre la forma del Estado pos Bashar.

Bashar Al-Assad mañana ganará las elecciones y obtendrá una “victoria pírrica” de esta primera parte de la guerra civil siria, pero esto no es el final, solo la conclusión de una etapa. Hay aspectos que no se deberán perder de vista: la oposición, aún fragmentada, ahora existe; los rebeldes fueron derrotados por los yihadistas extranjeros que secuestraron la revolución siria; muchos votarán guiados por el temor a los radicales islámicos, lo que significa convicción por el actual gobierno; y finalmente, la pacificación del país no será una tarea menor y supondrá una segunda parte de la guerra civil, con el juzgamiento de los abusos perpetrados por ambos bandos.




martes, 29 de abril de 2014

Atentados y ataques aéreos en medio de la campaña electoral


Dos coches bomba mataron al menos a 37 personas, entre ellas mujeres y niños cerca de una bulliciosa rotonda en Homs, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, levantando una estimación anterior de la cifra de muertos. Una fuente de seguridad local, dijo que hasta 42 personas podrían haber muerto en las explosiones.

Más temprano, al menos 14 personas murieron y más de 80 resultaron heridas en un ataque con morteros en un instituto técnico en el centro de Damasco. Hay detalles contradictorios sobre el número de muertes en el distrito predominantemente alawita del gobierno de Zahra, al Este de la Ciudad Vieja en Homs: un funcionario del gobierno dijo que al menos 37 personas murieron y 85 fueron heridos; el Observatorio Sirio para los DDHH dio a las mismas cifras de muertos pero 80 heridos y la agencia de noticias AFP citó al gobernador provincial con 45 muertos -incluyendo 36 muertos por los coches bomba y otros 9 por un cohete-.

Ahmet Uzumcu, presidente de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), anunció en una reunión de su consejo ejecutivo, que iba a enviar una misión a Siria para "establecer los hechos " sobre las acusaciones que rodean la reciente utilización de bombas de gas cloro. De acuerdo con un comunicado emitido desde su sede en La Haya, la OPAQ dijo que la misión había recibido todo el apoyo de la organización y del Secretario General de ONU, Ban Ki –moon; pero no estaba claro, a partir de la declaración, cuando se iniciará la investigación pero está confirmado que Siria había "acordado aceptar esta misión" y proporcionaría seguridad en las zonas controladas por el gobierno.

EE.UU. y Francia han dicho que están tomando en serio las acusaciones sobre que las fuerzas gubernamentales lanzaron bombas llenas de cloro en un ataque a principios de este mes en la localidad de Kafr Zita, provincia de Hama, mientras que el gobierno sirio ha negado su responsabilidad y ha acusado al grupo Jabhat Al-Nusra de llevar a cabo el ataque.

Aunque los ataques no se han verificado de forma independiente, videos publicados en YouTube mostraron a decenas de civiles sin aliento en los hospitales después de la inhalación de los gases arrojados en bombas desde los aviones. El número de muertes ha sido relativamente bajo en comparación con los cientos que murieron en los ataques con gas sarín de agosto en Damasco. Siria está en proceso de desmantelamiento de su arsenal de armas químicas –según los términos del acuerdo ruso-estadounidense- y está programado que finalice el 30 de junio; la OPAQ dijo el domingo que el 92,5% del arsenal había sido destruido o enviado fuera del país.

Human Rights Watch dijo que había documentado 85 ataques aéreos por parte del régimen contra zonas de la oposición en Aleppo -solo desde febrero 22- e instó a ONU a bloquear el flujo de armas al gobierno y a cualquier grupo para evitar que sigan cometiendo abusos contra los civiles. HRW dijo que desde entonces ha documentado dos ataques con bombas de barril sobre centros claramente marcados hospitales oficiales y que “Este tipo de ataques continúan a pesar de la Resolución del Consejo de Seguridad aprobado por unanimidad el 22 de febrero de 2014, exigiendo que todas las partes en Siria cesen el uso indiscriminado de las bombas de cañón y otras armas en áreas pobladas". También el informe acusó a los rebeldes ya que “por lo menos algunas de las armas improvisadas utilizadas por rebeldes que luchan contra una ofensiva en las áreas de gobierno en Aleppo, son propensas a los efectos indiscriminados cuando se utiliza para atacar zonas residenciales pobladas."

Los ataques rebeldes se produjeron el día después que el presidente Bashar Al-Assad registró su candidatura para la reelección, desafiando las llamadas de los opositores para dimitir como una manera de poner fin a la guerra civil en Siria. Los rebeldes sirios utilizan con frecuencia morteros, pero en el último tiempo la presión del gobierno se ha hecho sentir al punto que militarmente no están en condiciones de montar un asalto terrestre seria y deben recurrir a los morteros o coches bombas. 

En el caso de las bombas de cloro, el cloro no está cubierto por la Convención sobre Armas Químicas -que Siria adhirió- por lo que el gobierno no está obligado a revelar sus existencias de esa sustancia. Siria ha negado el uso de cloro en las bombas.

El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá mañana para revisar si las partes en guerra de Siria están cumpliendo con la Resolución exigiendo el cese del uso de la bomba de barril y otras armas en las zonas pobladas. Pero en caso que resulte positiva la violación de la Resolución por alguna o ambas partes, resultará poco probable que el Consejo de Seguridad apruebe algún tipo de medida, inclusive más allá de una simple condena.

Mientras tanto, la campaña electoral avanza con 6 candidatos –entre ellos 1 mujer- en medio de los atentados y ataques aéreos. La falta de sondeos creíbles el interior del país hace imposible calcular el apoyo que tiene Al-Assad, aunque muchos sirios ven en él a un símbolo de la nación o se aferran a Bashar por temor a que una victoria de la oposición podría dar lugar a un gobierno islamista. Ninguno de los candidatos –excepto Al-Assad- ha hecho declaraciones sobre qué políticas aplicarían o como llevarían al país.

La elección se perfila como más como una proyección de voluntad dominante oficial por sobre los opositores y rebeldes- somos tan poderosos que podemos ganar una elección en medio de la guerra civil- que con la determinación de la voluntad del pueblo sirio. Es básicamente una cuestión de mentalidad ganadora y conquista de la percepción de la calle siria.



lunes, 17 de marzo de 2014

Siria: La guerra sin fin



Para conmemorar el 3º aniversario del levantamiento sirio, el sábado fueron leídos en voz alta los 100.000 nombres de las personas que murieron en el conflicto frente a la Casa Blanca. El proyecto, que duró continuamente durante 3 días, se trata de más de 140 personas que leyeron en voz alta durante períodos de media hora; algunos desde Siria participarán vía Skype y otros leerán los nombres de sus seres queridos . Mientras que ONU pudo haber dejado de contar los muertos en enero –argumentó que no podía mantener una cuenta exacta debido al caos en el terreno- los muertos en Siria sigue aumentando en alrededor de 100 a 200 cada día y el Centro de Violaciones y Documentaciones junto al Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, estiman que la cifra de muertos supera los 140.000.

Además de las pérdidas en vidas, la guerra civil en Siria ha creado la peor crisis de los refugiados en 20 años y sin un final al conflicto a la vista. Desde el inicio de las protestas en marzo 2011, se estima que más de 2,5 millones de sirios han huido al extranjero y que unos 6,5 millones han sido desplazados internamente, esto significa que un tercio de la población siria se ha visto obligado a abandonar sus hogares. En 2013, Siria pasó a ser el segundo país con población refugiada, luego de Afganistán, con un promedio de 6.000 personas que huyeron cada día en 2013, Antonio Guterres -Jefe de Refugiados de ONU- dijo que el número de refugiados no se habían incrementado "a un ritmo tan alarmante desde el genocidio de 1994 en Ruanda”.

La crisis de los refugiados ha exacerbado muchos de los problemas preexistentes en los países vecinos. Por caso, en Jordania el sistema de bienestar social del país estaba en mal estado desde antes de la llegada de los sirios, pero la frustración de la sociedad jordana explotó en una serie de protestas y disturbios en todo el país culpando a los refugiados sirios por los deficitarios servicios públicos de salud, educación, saneamiento y por la economía en general - en 2012 el gobierno redujo los subsidios al combustible-. La situación se repite en muchos de los lugares de acogida de refugiados: tensiones internas, desestabilización y una percepción de falta de apoyo económico de la comunidad internacional para afrontar los gastos de su alojamiento.

Hace unos meses en Kuwait a instancias del Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, se juntaron cerca de u$s 2.000 millones de los u$s 6000 millones que comprometieron los países donantes para los refugiados sirios; las necesidades de financiación para 2013 fueron de u$s 4.400 millones y sólo el 70% se cumplió a finales de año. Un problema adicional lo representan los niños, solo en Líbano 435.000 niños -los niños refugiados ya representan el 20 % de la población en edad escolar- en los campamentos a través de la operación de un sistema de doble turno, asisten a 1.500 escuelas libanesas. Es poco difundido que el niño refugiado típico pasa más de 10 años fuera de casa y corre el riesgo de perder su infancia y convertirse en parte de una generación perdida que nunca supo lo que es ir a la escuela; 5.5 millones de niños sirios están afectados por la guerra y 1.1 millones viven bajo sitio rebelde o gubernamental, sin comida o medicamentos.

Las fuerzas gubernamentales, apoyadas por Hezbollah, tomaron el control de Yabroud y expulsaron a los rebeldes a las aldeas en la zona rural. El control de Yabroud ayudará al gobierno de Al-Assad a mantener la seguridad en la ruta desde Damasco a los puertos mediterráneos -y corazón alawita- además asegura el control sobre la frontera libanesa; los suministros para los rebeldes, desde Líbano, se verán reducidos en los próximos días y es una derrota desmoralizadora sobre la oposición y los grupos rebeldes.

El Parlamento de Siria aprobó por unanimidad una nueva ley electoral, permitiendo múltiples candidatos a la presidencia, abriendo la puerta -al menos en teoría- a otros contendientes potenciales además del presidente Bashar Al-Assad. La aprobación se produce casi 4 meses antes del término de los 7 años del cargo de Al-Assad como presidente; los funcionarios sirios dicen que las elecciones presidenciales se celebrarán a tiempo y Al-Assad ha sugerido que se presentaría de nuevo, aunque aún no ha confirmado si va a buscar su reelección. Es interesante destacar que el proyecto de ley aprobado el jueves dice que sólo los candidatos que hayan vivido en Siria durante 10 años consecutivos antes de su nominación pueden postularse a la presidencia, además deben haber nacido de padres sirios y no debe tener ninguna otra nacionalidad.

Esta situación crea un dilema. Es poco probable que se desarrolle una elección justa en Siria. La familia Al-Assad no ha dejado el cargo después de casi cuatro décadas de gobierno y se planteó una “sucesión familiar” que no está contemplada en la Constitución cuando el ex presidente Hafez Al-Assad murió. Todo indica que Bashar no dejará su oficina por uno voto menos y los referentes políticos opositores más creíbles han huido del país. Un proceso electoral, en medio de una guerra civil, solo servirá para legalizar una situación administrativa, pero lejos estará de convertirse en un camino para resolver las disputas y detener los enfrentamientos. El mediador Lakhdar Brahimi, vaticinó que "Si hay una elección, entonces mi sospecha es que la oposición, todas las oposiciones, probablemente no estén interesados ​​en hablar con el gobierno (…) El país continúa siendo sistemáticamente destruido."

La declaración adoptada por Rusia y EE.UU., en la conferencia internacional de Ginebra en junio de 2012, insta a la creación de un órgano de gobierno de transición con el poder ejecutivo completo. Al-Assad no ha reconocido el documento y en su lugar insiste, en lo que él llama el terrorismo contra Siria, debe ser el tema principal de las negociaciones; desde el inicio de las protestas, Al-Assad ha dicho que los grupos rebeldes son terroristas y extremistas respaldados desde el extranjero que buscan derrocar su gobierno. El gobierno sirio apuesta a derrotar a los rebeldes-opositores-yihadistas en el mediano y largo plazo, la conjunción de fuerzas chiitas y alawitas son su principal sostén junto al apoyo internacional de Rusia e Irán, principalmente.

Por otro lado, el Consejo de Seguridad ha demostrado su incapacidad para acordar una resolución que detenga las masacres y las violaciones a los DDHH. La frecuente incapacidad de ONU para actuar con decisión en cuestiones humanitarias, ha empujado a algunos Estados a actuar de manera unilateral, dañando aún más la idea de un interés común en la defensa de los derechos humanos y el derecho internacional; Rusia apoya al gobierno sirio casi sin cuestionarlo, mientras que EE.UU. y la UE se alejan de cualquier tipo de intervención militar en Siria. La intervención rusa en Crimea (o Ucrania) puso más antagonismo a su relación con EE.UU., alejando más la posibilidad de un dialogo bilateral sobre Siria.

Y en el medio, a nadie le importa lo que ocurre con la población civil, en el flamante cuarto año de guerra civil.



jueves, 6 de marzo de 2014

Las Alturas del Golán: la nueva frontera del conflicto


Las tensiones se dispararon hoy en la frontera sur de Líbano luego del anuncio de que el ejército israelí atacó a dos combatientes de Hezbollah que estaban plantando una bomba cerca de la frontera de Israel con Siria. Aviones israelíes comenzaron a realizar maniobras aéreas sobre el sur de Líbano y en la región oriental en la madrugada, mientras las Fuerzas de ONU en Líbano enviaron patrullas a lo largo de la frontera; Israel elevó su nivel de alerta, puso un tanque detrás de una barrera de sacos de arena a través de la aldea fronteriza de Maroun Ras y -según fuentes militares- confirmaron que los presuntos combatientes de Hezbollah fueron heridos, sin dar más detalles sobre la gravedad de las lesiones.

Fuentes militares israelíes adelantaron que esperaban una mayor confrontación después que Hezbollah amenazó con tomar represalias por el ataque israelí del 24 de febrero -el primero dentro del Líbano desde la guerra de 2006- y Hezbollah amenazó con tomar represalias ya que "Este nuevo ataque equivale a una agresión flagrante contra Líbano, su soberanía y su territorio (…) No se quedará sin respuesta por parte de la resistencia, que elegir el momento adecuado, el lugar y los medios", informó el grupo chiita mediante un comunicado dado a conocer en ese momento.

Adicionalmente, Israel disparó ocho cohetes en dos descargas independientes -contra territorio sirio- seguido por fuego de ametralladora, en violación de la tregua de 1974. La agencia de noticias estatal de Siria, SANA, informó que el bombardeo impactó en una escuela y una mezquita dejando un saldo de 11 heridos, entre ellas siete policías. 

Una fuente militar declaró que Israel lanzó a las 6 am cuatro misiles en las colinas de Al-Sateh y Al-Khwein –impactando en una escuela- en la zona de Al-Hamidiyeh –impactaron la mezquita- y a las 6:30 cuatro disparos de tanques impactaron en la zona de Al-Hurriyeh. Fuentes militares sirias señalón que "Esta agresión subraya una vez más la realidad de la participación directa de la entidad sionista en el respaldo y el apoyo a los grupos terroristas y demuestra sin lugar a dudas, en la medida de la coordinación existente entre el enemigo sionista y estos grupos, sobre todo en este momento en que los grupos terroristas están recibiendo huelgas graves a manos de los héroes del Ejército Árabe Siria, en un intento desesperado para mitigar la presión sobre ellos".

La frontera, que estuvo en calma durante los últimos 40 años, ahora es menos tranquila e Israel ha gastado más de u$s 57,3 millones para crear una nueva barrera de alta tecnología en las Alturas del Golán. Desde el inicio de la guerra civil en Siria, los combates dentro del país han dejado a la frontera dividida bajo el control de las fuerzas leales al presidente Al-Assad y de varias facciones rebeldes; ahora, la parte norte de la frontera está ahora bajo el control de grupos rebeldes más seculares, el centro está controlado por una mezcla de grupos salafistas y seculares, mientras que la sección sur está en manos de los grupos más religiosos como Jabhat Al-Nusra. Las fuerzas del régimen sirio controlan las zonas con población civil.

Helicópteros de combate sirios lanzaron múltiples incursiones en áreas dentro de Líbano, cerca de la ciudad fronteriza de Arsal, en lo que describió un funcionario local como "el ataque más violento que el área ha sufrido" con un saldo de 5 heridos. Mientras tanto, cohetes disparados desde Siria alcanzaron una zona deshabitada cerca de Nabi Sheet -Este de Líbano- una zona dominada por Hezbollah y que fue atacada por la aviación israelí el 24 de febrero. Un grupo presuntamente vinculado con Al-Qaeda se atribuyó la responsabilidad por el ataque: "Los héroes de Jabhat Al-Nusra en Líbano atacaron los bastiones del partido de Irán (Hezbollah) con varios cohetes, en represalia por sus masacres en Siria", dijo el grupo en Twitter.

Ambos incidentes se producen en un momento de aumento de las tensiones entre Israel y Hezbollah. El grupo libanés había prometido represalias después del presunto ataque israelí contra una de sus bastiones a fines de febrero, en lo que marcó el primer ataque israelí contra Hezbollah en territorio libanés desde la guerra de 2006. Una pregunta clave -sin respuesta- sobre el incidente en el Golán es cómo los soldados israelíes fueron capaces de identificar a los dos hombres como los combatientes de Hezbollah; una fuente diplomática dijo que la información indica que los dos hombres eran en realidad soldados sirios y no combatientes de Hezbollah. La situación de seguridad en el Golán, derivada de la guerra civil siria, ofrece más oportunidades potenciales a Hezbollah para organizar emboscadas con bombas o ataques con misiles antitanque, morteros o francotiradores similares a las operaciones que lleva a cabo a lo largo de la Línea Azul antes de 2006, pero le permite a Hezbollah la negación manteniendo a Israel en tensión permanente.

Las hipótesis que expliquen los ataques israelíes pueden ser dos: la primera es que Hezbollah está sobrecargado debido a su participación en Siria, que además le ha generado atentados en sus propios bastiones libaneses por parte de grupos salafistas pro sirios, e Israel sabe que es un buen momento para provocar a la milicia chiita y medir su capacidad para operar en dos frentes; la segunda es que, Hezbollah al enviar a miles de sus combatientes a Siria para apoyar a las tropas del presidente Bashar Al-Assad, ha perdido parte de su apoyo doméstico como regional y frente a la creciente presión por su apoyo al régimen sirio trata de revitalizar las banderas de la resistencia con incidentes fronterizos.

Las fuerzas del gobierno combinadas con Hezbollah, han capturado el último bastión de los rebeldes en las montañas Qaddoum que dan a la ruta principal de Damasco. Si las fuerzas estatales pueden sostener el control de la ruta Damasco-Latakia, habrá fracturado la revolución en el Oeste de Siria y romperá las líneas de suministros rebeldes de Jordania y Líbano.

Estos avances permitieron que el presidente Bashar Al-Assad se esté preparando, en silencio, para ser reelegido. El presidente no ha anunciado todavía si se presentará a un tercer mandato, pero en algunas zonas controladas por el gobierno los preparativos de Damasco para su candidatura son inconfundibles: las reuniones públicas se han convertido en plataformas para instar al presidente, las autoridades están organizando una vez más manifestaciones de apoyo a Al-Assad y acusan a los opositores de las masacres de civiles, los comerciantes se animan a mostrar su apoyo mediante los colores nacionales en sus escaparates mientras que otros expresan su lealtad en las pantallas. Las elecciones presidenciales, que están previstas para julio, solo tienen a Moaz Al-Khatib -figura popular de la oposición radicado en Qatar- que inició una campaña online y cuenta con una decena de miles de seguidores.



jueves, 20 de febrero de 2014

Ucrania y Siria: Guerra Fría II


El presidente de EE.UU., Barack Obama, dijo que no ve a los violentos enfrentamientos en Ucrania y Siria entre los gobiernos y sus pueblos como parte de un "tablero de ajedrez de la Guerra Fría donde los Estados Unidos compite con Rusia”. Obama sostuvo que, aunque Rusia tiene influencia sobre los gobiernos, las turbulencias en los dos países se ha incrementado entre la gente que insisten en los derechos fundamentales; Obama dice que quiere Rusia eventualmente respaldar esos valores y precisó que "En este momento hay momentos en los que tenemos fuertes desacuerdos”. 

¿En verdad existe un escenario de neo-Guerra Fría entre Este y Oeste? No es debido al triunfo en la Guerra Fría que EE.UU. sigue teniendo un liderazgo económico, militar y diplomático a nivel global, pero la creciente rivalidad con Rusia se debe a que ahora tiene un perfil más desafiante con Putin y supone un fuerte cuestionamiento de las relaciones Este-Oeste y Norte-Sur que emergieron con el final de la Guerra Fría. Los gestos diplomáticos de los cuestionamientos son por demás elocuentes: el presidente Vladimir Putin no ha visitado Washington desde que Barack Obama asumió el cargo y el Presidente de los EE.UU. canceló su visita a Moscú el año pasado y más recientemente se envío una delegación de bajo nivel a los juegos de Sochi.

El restablecimiento de una corta convivencia entre Moscú y Washington, en el primer mandato de Obama, sirvió para el abordaje de cuestiones fundamentales que partían de un interés mutuo compartido –por caso el desarme nuclear y la entrada de Rusia a la OMC- pero que avanzó en materias donde los intereses eran contradictorios: la política para Siria, la defensa antimisiles, el intercambio de Inteligencia y la cooperación en Europa del Este. En las últimas semanas, los acontecimientos en Ucrania, la renuncia del embajador de EE.UU. en Rusia Michael McFaul, la visita de las activistas rusas Pussy Riot a EE.UU., la reunión en Egipto entre el Gral. Sisi-Putin y el caso Snowden contribuyeron al establecimiento de una atmósfera de enfrentamiento entre Washington y Moscú.

El presidente Obama no impulsó ninguna condena contra Rusia por haber provocado los disturbios de 2013 en Kiev, cuando Putin intimidó a Ucrania para que diese marcha atrás en las conversaciones con la UE, o ahora cuando Putin apoyó la postura de mano dura del presidente de Ucrania, Viktor Yanukovich, quien reprimió a los manifestantes con un saldo de más de dos docenas de muertos y varios cientos de heridos. Presumiblemente el aumento en la retórica de la administración Obama tuvo cierto impacto, ya que se declaró una tregua el miércoles, pero la violencia continuó hasta el jueves lo que deja en evidencia que la falta de "consecuencias" a la violencia, suena más fuerte que la retórica de Obama con sus “líneas rojas”. Putin claramente no lo toma en serio en este punto.

Garry Kasparov, Maestro de ajedrez y activista por la democracia, desde su página de Twitter dijo que "La represión asesina en Ucrania fue predicho por la confusión y la cobardía moral de la UE/EE.UU. en Siria y en otros lugares frente a la presión de Putin (…) Truman salvó millones de la Cortina de Hierro en Europa y del comunismo en Asia ¿Cuántos serán perdidos para el asesinato y la autocracia en el reloj de Obama? (...) Algunos felicitaron a Putin como "hombre de paz" por "detener la guerra civil de Siria." Es como una broma. Assad sigue matando, envalentonando a otros regímenes (…) Sí, Obama podría vender sus líneas rojas en eBay como nuevas. Todos ellos están en perfecto estado, nunca utilizadas!”

Después que Washington se aferró al plan de Moscú para destruir el arsenal de armas químicas sirias de septiembre 2013, el régimen sirio se ha comportado como si no tuvieran que hacer caso de las presiones diplomáticas de EE.UU. y sus aliados. Es cierto que la Casa Blanca está revisando sus opciones políticas Siria, claramente consciente que la actual política no va bien, pero todavía se sigue hablando de la necesidad de evitar consecuencias no deseadas pero que ya han comenzado a suceder. No es que Occidente se retiró de Siria, pero las vacilaciones y dudas dejaron a los rebeldes armados con solo con promesas y en lugar de debieron ir a las armas suministradas por los Estados del Golfo -como Arabia Saudita- con un discurso wahabita, inclinando inevitablemente a los rebeldes hacia el extremismo islamista.

Esa sensación de falta de presión diplomática sobre el gobierno sirio es notable y, de hecho, hasta genera un frente común. En un telegrama, cuyo contenido fue difundido por la agencia de noticias oficial siria Sana, Bashar Al-Assad respaldó la gestión del presidente Nicolás Maduro al frente de Venezuela y denunció que tanto este país como Siria hacen frente a "un intento de crear el caos, de extender la influencia de la dominación extranjera y de explotar sus riquezas." Al-Assad le deseó a Maduro éxito en su cometido "en esta etapa crítica" por la que pasa el mundo entero y expresó su confianza de que la voluntad del pueblo sirio y venezolano triunfará para decidir su destino y el futuro de sus países. 

Al-Assad también está tratando de asegurarse que sea visto por las potencias occidentales como algo esencial para el futuro de su país. Los diplomáticos sospechan que está retrasando el envío de armas químicas fuera del país como una forma de garantizar que el productor tenga un papel. Él también quiere convencer a Occidente de que su régimen es el único socio capaz de hacer frente a los militantes de Al-Qaeda en Siria. ¿Está Obama realmente a punto de cambiar su aversión a intervenir de una manera que pueda alterar el equilibrio militar y convencer a Al-Assad y sus partidarios que están bajo amenaza? 

Que el presidente Obama declare que no hay una competencia entre EE.UU. y Rusia, ya que los sucesos en Siria y Ucrania son una expresión de las esperanzas y aspiraciones populares, debería preocupar a los rebeldes y opositores. Especialmente en el caso de Siria, que Obama no acepte la abierta participación de Rusia para la protección de sus objetivos geopolíticos en Medio Oriente, deja al descubierto que EE.UU. no va a ir más allá de lo que ya fue. 

Ciertamente, Obama aprendió de sus predecesores que no se debe iniciar una guerra que no se puede ganar, pero olvidó que no se puede perder una guerra en curso. La guerra contra el terrorismo fue heredada y ahora tiene una nueva etapa en Siria con los grupos yihadistas-salafistas; la administración Obama hizo bien al no tomar partido en la guerra civil siria pero fracasó en contener a los esos elementos radicales para que no se adueñasen de la revolución siria. Ahora con argumentos humanitarios y frente al fracaso de las conversaciones de paz, la administración de Obama está obligada a reconsiderar políticas alternativas: ayuda humanitaria, acusar a líderes de ambos lados de criminales de guerra o armar y entrenar a los rebeldes son mejor -en el mejor de los casos- un paliativo pero lejos están de ser la cura.

Plantearse la opción de una intervención militar conlleva dos preguntas ¿Existe la voluntad de coalición internacional para ejecutar las operaciones necesarias? y luego de la intervención ¿Qué plan asegurará la estabilidad y evitará la violencia sectaria? 





martes, 18 de febrero de 2014

EE.UU. revisa sus opciones en Siria



Con las conversaciones de paz en punto muerto, el gobierno sirio avanzando contra los rebeldes, los grupos pro Al-Qaeda entrenando a sus militantes en Siria y una crisis humanitaria que se agrava con el tiempo, al administración Obama está buscando nuevas ideas para ponerle fin a la guerra civil que va a entrar en su cuarto año. Los funcionarios norteamericanos temen que la situación siria comience a afectar directamente a EE.UU. con la exportación de elementos capacitados que lleven adelante ataques terroristas a nivel mundial; pero las opciones examinadas, aun las opciones de mayor alcance –como ataques aéreos sobre los yihadistas- son vistas como poco probable por el momento. Los obstáculos que limitan las decisiones norteamericanas siguen presentes y amenazan, directa o indirectamente, la participación de EE.UU. en Siria.

Un alto funcionario del gobierno en Washington reconoció, en el fin de semana, que una parte importante del enfoque de EE.UU. sobre Siria se mantuvo tratando de convencer a Moscú para retire parte de su apoyo al régimen, "Siempre y cuando se mantengan aferrados al status quo, esto va a ser un problema muy difícil de resolver. Así que una gran parte de lo que hemos estado haciendo es tratar de trabajar presionando a los rusos para qué entiendan que el status quo no está sirviendo a sus intereses tampoco."

Oubai Shahbandar, un alto asesor de la oposición siria, señaló que solicitaron a Washington un programa amplio de entrenamiento que incluya instructores de las Fuerzas Especiales y una mejora cualitativa de la ayuda material de todo tipo -incluso letal- con el objetivo final de equiparar la lucha contra las fuerzas de Al-Assad y los grupos rebeldes pro Al-Qaeda. Un funcionario de la administración Obama de alto nivel que viaja con el Secretario de Estado, John Kerry, dijo en Túnez que EE.UU. se opone a la oferta saudita de suplir con misiles portátiles capaces de derribar aviones de combate a las fuerzas rebeldes en Siria. 

Una reunión secreta en Washington, la semana pasada, entre los jefes de Inteligencia de casi todos los países que intentan de derrocar al gobierno sirio abordó una amplia discusión acerca de cómo proporcionar una mejor ayuda con armas a los grupos rebeldes; los funcionarios de Arabia Saudita, Qatar, Turquía, Gran Bretaña, Francia, Emiratos Árabes Unidos y varios otros del grupo de 11 naciones conocido como los “Amigos de Siria” concluyeron que la vía diplomática se ha agotado a no ser que Al-Assad tenga reveses militares significativos. Un funcionario, que participó en las conversaciones en Washington, dijo que "El punto de vista de Rusia es que su hombre está ganando y puede que tengan razón. Así que volvemos a la pregunta que enfrentamos hace un año: ¿Cómo se cambia el equilibrio y se fuerza a los sirios a negociar?". 

La Casa Blanca está considerando opciones militares renovadas para Siria, según informes de medios de comunicación, así como otros enfoques diplomáticos o de Inteligencia para cambiar el estancamiento de las negociaciones. En octubre de 2013, la CIA fue aumentando gradualmente su programa de capacitación para los rebeldes que operan en la órbita de los grupos pro-occidentales, pero el programa desde entonces permaneció reducido y no ha tenido mayor incidencia en la oposición. 

Para EE.UU., la única manera de salir de una situación como la guerra civil siria, era ejecutando cabo una operación militar en la escala de la invasión de Irak en 2003 o una operación aérea de cobertura a las fuerzas aliadas en el terreno. Ambas opciones representarían, no sólo un problema operativo, sino que sería un desastre regional para EE.UU., Siria y sus vecinos, además de carecer de toda justificación legal; adicionalmente el uso de la fuerza implicaría una mayor tasa de bajas civiles, obligaría a Rusia e Irán a intensificar su ayuda militar a Damasco en respuesta y simplemente -subiendo la apuesta- dándole a los rebeldes más armas pesadas, para que intenten asegurar su poder sobre el terreno, sólo se prolongará indefinidamente la guerra civil.

Con una administración profundamente dividida sobre la estrategia de Siria, desde el inicio de las primeras protesta en los mercados de Damasco hace exactamente tres años, entre aquellos que aconsejaban más presión sobre Al-Assad y los funcionarios que apostaban a un derrocamiento rápido, resulta evidente que no hay un plan para Siria. La administración Obama ahora está siendo influenciada por los crecientes temores de que Siria se esté convirtiendo en un campo de entrenamiento para una nueva generación de terroristas y que puede llegar a ser un nuevo Afganistán.

El Secretario de Estado, John Kerry, ha sido uno de los "principales defensores" para que se reconsideren las opciones que van desde el uso de misiles para impedir que el gobierno sirio opere sus aviones hasta la formación y el equipamiento de los rebeldes que luchan para derrocar al gobierno. El Senador (R) John McCain, una de las voces principales en el Congreso de EE.UU. en el debate sobre Siria, ha pedido recientemente a la administración de Obama que intervenga militarmente contra el gobierno sirio; pero el presidente Obama quiere evitar una intervención militar de final dudoso y apuesta por la salida diplomática aunque tome tiempo.





miércoles, 12 de febrero de 2014

El ISIS y los intereses de Al-Assad


Cuando Michel Kilo, miembro de la delegación de la Coalición Nacional de Siria en las negociaciones de Ginebra, dijo que la oposición estaba preparando su propio caso que implica al gobierno de Siria en colaboración con los grupos terroristas -incluyendo el Estado Islámico de Irak y Al-Sham (ISIS)- sonó extraño, más proveniente de un disidente que fue arrestado por primera vez en los ´80 durante la represión del gobierno contra la Hermandad Musulmana, siendo Kilo un miembro del Partido Comunista de Siria en ese momento. 

Kilo sostiene que "Hay fotos en las que se han encontrado varios emires de ISIS con el presidente sirio, Bashar Al-Assad (…) Las fotos fueron tomadas antes de convertirse en emires de ISIS, cuando eran todos funcionarios del Servicio Especial de Siria. Hay documentos enviados por el Servicio Especial al ISIS, diciéndoles a quienes capturar o secuestrar en Raqqa y Jarabalus, y serán publicados estos documentos. Y se verá cómo el régimen fabricó estos grupos extremistas que no existían en nuestro país a principios de la revolución”. Kilo sostuvo que desde la oposición le dijeron a Rusia y EE.UU. que una guerra prolongada en el tiempo beneficiaría a los islamistas y que los extremistas serían los dueños del país; para el disidente la negativa a suministrarle armamento al Ejército Libre de Siria (ELS) fue un error y ahora son los extremistas quienes más y mejores armas.

Miembros de la oposición siria están empezando a identificar un patrón: cada vez que el régimen está en problemas, los grupo pro Al-Qaeda comienzan una pelea, ya sea con el ELS o los kurdos, aliviando así la presión sobre las fuerzas de Al-Assad; recientemente los militantes del ISIS irrumpieron en Azaz -cerca de Aleppo- y expulsaron a ​​los combatientes del ELS que ocupaban el pueblo, hecho que se repitió en las zonas de Al-Raqqa, Idlib y Deir Al-Zur. Para explicar este patrón, desde la oposición siria dicen que esos grupos aliados de Al-Qaeda o bien han sido infiltradas por el régimen o han forjado estrechos lazos con sus servicios de Inteligencia. Con sus operaciones, estos grupos debilitan a los verdaderos adversarios del régimen, alienar a la población civil y a Occidente contra la revolución dándole al régimen de la oportunidad de afirmar que es una lucha contra los terroristas.

Una investigación llevada adelante por el periódico The Telegraph, que cita las agencias de Inteligencia occidentales, rebeldes y desertores Al-Qaeda, corrobora las afirmaciones sobre que Al-Assad creó una “profecía autocumplida” sobre la lucha contra el terrorismo para justificar sus acciones y garantizar su supervivencia. Según el informe, "El régimen está pagando al grupo afiliado con Al-Qaeda, Jabhat Al-Nusra, para que proteja los oleoductos y gasoductos bajo el control de Al-Nusra en el Norte y Este del país, y también está permitiendo el transporte de petróleo a las zonas en poder del régimen (…) También estamos empezando a ver la evidencia de las instalaciones de petróleo y gas bajo control del ISIS”.

Jabhat Al-Nusra y otros grupos extremistas islámicos, comenzaron a luchar por el control de la mayoría de los pozos de petróleo en la provincia de Deir Ezzor, desplazando a las tribus sunitas locales, a veces por la fuerza, y también tomaron el control de otras áreas en poder de los grupos kurdos más al Norte-Este, en Al-Hasakah. Este interés por los pozos coincide con la decisión de la UE -en abril de 2013- de levantar las sanciones sobre el petróleo sirio para ayudar a la oposición se ha acelerado una lucha por el control de los pozos y oleoductos en las áreas controladas por los rebeldes y ayudó a consolidar el dominio de los grupos yihadistas de los recursos clave del país. Varios ex presos yihadistas, detenidos al principio de la revolución y liberados recientemente, y que ahora lideran los grupos rebeldes son quienes están a cargo de los pozos y oleoductos sirios.

La relación entre Al-Assad y Al-Qaeda no es nueva. En los Registros de Sinjar (un registro de Al-Qaeda del personal capturado en Irak y desclasificado en 2007), surge que el régimen sirio facilitó el movimiento de combatientes extranjeros de Al-Qaeda a Irak, bajo la ocupación norteamericana; curiosamente, Al-Assad liberó a varios yihadistas presos como Abu Musab Al-Suri (Mustafa Setmarian Nasar), un ideólogo clave, detenido a principios de 2012. Pero, si bien la idea de una alianza ISIS-Al-Assad es plausible, no es prueba de que realmente exista una relación explícita: la ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia, la falta de una prueba contundente que Al-Assad está colaborando directamente con ISIS se sostiene ya que el argumento de una connivencia tiene asidero por los obvios que los beneficios que el régimen sirio tiene por la presencia los yihadistas en Siria.

No hay duda de la existencia de militantes yihadista en Siria –por caso el ISIS, Jabhat Al-Nusra, batallones Muyahidines- y que son útiles para la retórica del gobierno sirio, de una rebelión respaldada desde el extranjero contra Siria. No solo se trata de grupos con vinculaciones regionales o internacionales, sino que también hay redes de grupos –por caso el Frente Islámico- que tienen una difusa conformación nacional-regional, donde la retórica sectaria anti alawita y chiita es muy fuerte y va en concordancia con las ideas de sus principales patrocinadores, como Qatar o Arabia Saudita.

La instalación de los grupos yihadistas en el terreno influyó en la oposición, que se ve forzada a aceptar la necesidad de la continuidad del presidente Al-Assad en el poder, como garantía de contención de los radicales islámicos, y obligada a trabajar para derrotar al ISIS y a todos los grupos afines. La conformación de una retórica sectaria, desde el principio de las revueltas, y las acciones posteriores de algunos grupos enrolados en el Frente Islámico fueron suficientes para dar credibilidad a la hipótesis de Al-Assad; además alejó la posibilidad de una intervención militar internacional para su derrocamiento, ya que en teoría eso ayudaría a los grupos pro Al-Qaeda enemigos de Occidente. Este contexto le da la oportunidad a Al-Assad de ganar tiempo mientras reafirma su control sobre todo el país, su objetivo desde el primer día. 

A nivel internacional hay culpas para repartir. Mientras que el ministro de Relaciones Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, es libre de afirmar que el ISIS y el régimen de Al-Assad están en connivencia, ignora el papel de Turquía en la facilitación de la entrada de combatientes extranjeros a Siria, la mayoría de los cuales ya se congregaban en las filas del ISIS. Se hizo la vista gorda durante tanto tiempo porque no había duda que los yihadistas serían útiles contra los kurdos del YPG, pero Turquía ahora debe enfrentar las consecuencias de las luchas internas de los rebeldes.

También existe una responsabilidad interna, dentro de la oposición, que cometió el error estratégico de tolerar y aceptar a los yihadistas en sus filas por la capacidad y financiamiento que éstos aportaban a su llegada. Las internas rebeldes terminaron en enfrentamientos que debilitaron a los rebeldes nacionalistas y aseguraron un status para los yihadistas que no tenían al principio de la revolución; tanto los rebeldes como el gobierno deberán enfrentarlos en algún momento, ya que son estos elementos la principal amenaza para la estabilidad interna y regional.

Las conversaciones de paz, Ginebra III, están en un punto muerto ya que las partes no se ponen de acuerdo sobre el orden del día: el gobierno quiere se aborde la cuestión de combatir el terrorismo –como denomina el gobierno a los rebeldes- mientras que la oposición se niega a que entre en la agenda el terrorismo y en cambio desea que se discuta sobre el gobierno de transición y sin Al-Assad dentro del mismo. Son innegables los avances de las fuerzas oficiales en el terreno, pero no son tan contundentes para determinar el fin de la revolución siria; mientras el final siga abierto, hay muchas oposiciones que jugar en Siria, dentro y fuera del campo de batalla. Lo inquietante es que, mientras las conversaciones no van a ningún lado, la cifra de víctimas sigue marcando cifras records mes a mes.




jueves, 6 de febrero de 2014

El problema no son las bombas barril




Por casi dos meses, el gobierno del presidente Al-Assad ha llevado a cabo una campaña aérea intensiva contra partes de la ciudad norteña de Aleppo. Solo en los últimos seis días, los ataques aéreos han matado al menos a 250 personas, al mismo tiempo, el ejército ha intensificado sus ataques aéreos en el suburbio de Daraya, cercano a Damasco. El gobierno sirio no ha respondido públicamente a su dependencia de las bombas de barril, y aunque se ha sugerido que su uso cada vez más frecuente indica que la Fuerza Aérea se está quedando sin municiones, es sabido que los suministros constantes de municiones de Rusia e Irán siguen fluyendo.

Las bombas barril han evolucionado desde que el gobierno sirio comenzó a emplearlas en 2012. En sus primeras utilizaciones, tenían una mecha simple que un tripulante encendía antes de que el barril fuese empujado; pero los militares sirios mejoraron el diseño y ahora construyen con mecanismos de activación de impacto para mejorar su fiabilidad, en las últimos 6-8 semanas, parece que se llegó a un diseño más uniforme: un cilindro de metal de 2 metros por 3 metros, con unos 2.000 kg de explosivos y metralla para maximizar el daño.

Los rebeldes islámicos anunciaron una nueva campaña militar, “La promesa de la verdad se acerca", en referencia a un verso del Corán sobre el Día del Juicio, en la provincia de Aleppo en coincidencia con la intensificación de los ataques aéreos. El Frente Islámico, la coalición rebelde más grande y que unió fuerzas con Jabhat Al-Nusra, advirtió a los residentes cercanos a los puestos de control y las bases de las fuerzas del gobierno sirio para que abandonen la zona en las próximas 24 hs ya que serían los principales objetivos de los rebeldes. 

El gobierno sirio se consolidó en Damasco y la señal más evidente es que la mayoría de los informes sobre combate son de Aleppo, que estado bajo control de la oposición. Esto significa que el gobierno y sus aliados están llevando la lucha al terreno de los que luchan contra el gobierno y este cambio de situación ha motivado que comiencen a cuestionarse los métodos empleados por Al-Assad, por caso las bombas barril, cuando se han estado utilizando desde 2012. 

La denuncia del uso indiscriminado de estas armas también evidencia el retroceso de las fuerzas rebeldes en su conjunto, ya que no pueden derriban a un helicóptero que se debe detener para arrojar los barriles; los grupos rebeldes tienen un estimado de 1 millón misiles tierra-aire para su compra en el mercado negro de armas gris, pero carecen de fondos para hacerlo y por ello quedan a merced de los helicópteros. 

Siguiendo la ronda de “sincericidios” iniciada por el Secretario de Estado John Kerry, ahora James Clapper, Director de Inteligencia Nacional de EE.UU., declaró en su "Evaluación de la amenaza mundial de la Comunidad de Inteligencia de EE.UU.", ante el Senado Comité Selecto de Inteligencia, que "Las perspectivas ahora mismo [del gobierno sirio] es que se encuentra en una posición de mayor fortaleza que cuando hablamos de este último año, en virtud de su acuerdo de retirar las armas químicas, lo más lento que el proceso pueda ser (…) En ausencia de algún tipo de un acuerdo diplomático que siguió desde Ginebra, preveo más de lo mismo, un estado perpetuo de punto muerto en que ni el régimen ni la oposición pueden prevalecer.”

Sus declaraciones dejan varios puntos para el análisis: primero, las fuerzas sirias estaban avanzando sobre los rebeldes cuando se firmó el acuerdo de destrucción de las armas químicas y, de hecho los grupos islámicos combatían entre sí; segundo, la ausencia de un acuerdo se debe que no existe una oposición unificada y los rebeldes islámicos no están interesados en negociar, sino que desean la prolongación de la guerra para sumir a la región en el caos; tercero, las condiciones de violencia e inestabilidad propias de una guerra civil hacían prever que el calendario de la OPAC era muy voluntarista y de difícil aplicación en la realidad; y cuarto, en realidad el acuerdo de las armas químicas solo sirvió a los intereses de seguridad nacional de Israel, ya que si las armas o precursores caían en las manos equivocadas serían utilizados contra los israelíes.

Las fallas constantes de la Inteligencia norteamericana, sobre los hechos en el terreno, solo favorecen al gobierno sirio que tiene sus pilares en: la ayuda de Rusia, la asistencia de Irán, las tropas de Hezbollah y la oposición fragmentada (rebeldes y políticos). La cuestión de las armas químicas no le es inherente al gobierno sirio para su supervivencia como lo son los factores antes mencionados. 

Mención aparte merecen los grupos islámicos. El Estado islámico de Irak y el Levante (ISIS) trata de recomponer su situación con los otros grupos islámicos que operan en Siria, luego de ser rechazados por Ayman Al-Zawahiri –líder de Al-Qaeda-, mediante un acuerdo de cese al fuego con Suqour Al-Sham, una de las seis brigadas islamistas del Frente Islámico. Alguien puede pensar que el acuerdo se alcanzó luego de la exclusión del ISIS del patronato de Al-Qaeda y la consiguiente pérdida de fondos y personal; pero el ISIS es una red de sub-grupos que operan desde Iraq, por lo que sería más lógico pensar que los líderes del ISIS comprendieron que la ofensiva del gobierno sirio podría acabar con toda pretensión de oposición si los rebeldes no se unen en un mismo frente.

Tal vez sea el momento de involucrar a Irán en Siria. Ambos países comparten un enemigo, Al-Qaeda, que avanzó en Irak, Siria, Líbano y Afganistán. La posición de EE.UU., sobre que Irán debe respaldar el comunicado de Ginebra de 2012, sólo sirve para obstaculizar las perspectivas de una solución política ya que no habrá ninguna solución sin Irán; y la renuncia de Al-Assad debe convertirse en preferencia de EE.UU. y no una demanda, ya que con una lucha de poder entre sunitas y chiitas se deben establecer alianzas para contener y derrotar a los grupos terroristas en vez de sumarle más caos a la región con un vacío de poder, tal como sucedió en Iraq.