La lucha en Iraq lucha por recuperar las ciudades bajo control del Estado Islámico de Iraq y Al-Shams (ISIS), comienza a generar preocupaciones a nivel regional e internacional. Jordania y Líbano tratan de determinar la mejor manera de ayudar a Bagdad, Irán pide apoyo internacional para Bagdad mientras que EE.UU. analiza su respuesta.
Lo cierto, hasta el momento, es que el conflicto con el ISIS es un fenómeno regional por el flujo de armas, capital y combatientes que cruzan por las fronteras sin control estatal. Esta situación amenaza con extender la guerra civil siria a una guerra chiita-sunita regional, donde ya no estará en el centro de atención el futuro de Iraq o Siria sino el de la región como un todo.
En una intervención poco frecuente en las oraciones del viernes en la ciudad santa de Kerbala, en un mensaje del gran ayatolá Ali Al-Sistani -máxima autoridad religiosa chiitas en Irak- dijo que deben unirse para luchar en contra del ISIS. En medio de la propagación del caos, las fuerzas kurdas iraquíes tomaron el control de Kirkuk -centro petrolero y capital histórica- despues de 3 días que los combatientes del ISIS capturaron Mosul.
La agencia de noticias iraní oficial, IRNA, informó que ex miembros de la Guardia Revolucionaria han anunciado su disposición a luchar en Irak contra el ISIS, mientras que la televisión estatal iraní citó al presidente Hassan Rouhani diciendo que su país hará todo lo posible para luchar contra el terrorismo. El clérigo chiita Muqtada Al-Sadr y la milicia chiita Asaib Ahl Al-Haq se comprometieron a defender los lugares santos chiitas, levantando el fantasma de enfrentamientos callejeros y asesinatos sectarios.
El ritmo de los acontecimientos significa que ahora, un alarmado chiita Irán, que en los ´80 luchó contra Saddam Hussein durante ocho años –momento en que el líder iraquí sunita disfrutó del apoyo de EE.UU.- ahora puede estar dispuesto a cooperar con el "Gran Satán" de Washington para reforzar al aliado mutuo, Nuri Al-Maliki. La idea se está discutiendo internamente entre los dirigentes de Teherán, que estarían dispuestos a trabajar con los estadounidenses para poner fin a la insurgencia en Medio Oriente.
El presidente Barack Obama precisó que Consejo de Seguridad Nacional discutió la situación y que no va a enviar tropas de EE.UU. de nuevo a combatir en Irak, pero que le pidió a su equipo de Seguridad Nacional la preparación de una serie de otras opciones que podrían ayudar a apoyar a las fuerzas de seguridad de Irak y que esas opciones serán revisadas en los próximos días. Obama destacó que los líderes de Iraq tienen que demostrar su voluntad de tomar decisiones difíciles y compromisos en nombre del pueblo iraquí con el fin de unir al país.
Aunque Obama no lo mencionó, CNN informó que el Pentágono estaba moviendo el portaaviones, el USS George H. W. Bush, a la zona. El Secretario de Estado, John Kerry, desde Londres dijo que "dada la gravedad de la situación, me gustaría anticipar las decisiones oportunas por parte del presidente en relación con el desafío." Pero, incluso los ataques aéreos, representarían un giro significativo para un presidente que fue elegido en parte debido a su temprana oposición a la guerra de Iraq y que, una vez que asumió el cargo, retiró a las tropas estadounidenses y puso a la no intervención como una prioridad de su política exterior.
Ahora se cree la preocupación que el conflicto sectario-tribal pueda desmembrar a Irak en entidades chiitas, sunitas y kurdas. El punto es que este tema no es nuevo y las quejas occidentales contra el PM Al-Maliki, sobre lo muy poco que hizo para subsanar las divisiones sectarias, preanunciaban este escenario: la política vengativa agraviante del gobierno chiita contra los sunitas favoreció el ascenso social del ISIS. La velocidad del movimiento solo se puede explicar debido al apoyo de ex figuras de la era de Saddam y de los líderes tribales sunitas descontentos con Al-Maliki.
La estrategia del ISIS es capturar territorio con baja oposición estatal y recursos económicos. Hay razones para ser escépticos sobre que el ISIS pueda realmente volver a re-iniciar los campos petrolíferos del Este de Siria o del Norte de Iraq, y mucho menos que pueda vender el petróleo extraído, aunque desde el grupo se haya manifestado esta ambición. A medida que el caos de la guerra en Siria debilitó la capacidad del Estado y su capacidad para funcionar económicamente, el ISIS está moviendo en reemplazar al Estado y a su capacidad de recaudar impuestos, mismos que luego usa para lanzar su invasión del Norte de Irak; este dinero va para la paga de mejores salarios que los rebeldes sirios moderados o los militares profesionales sirias e iraquíes -los cuales desertaron en masa- y esta capacidad le proporciona al ISIS también una mejor cohesión interna que cualquiera de sus enemigos estatales o no estatales.
Pero en los asaltos del ISIS en Mosul y otras áreas, el grupo yihadista recogió, de las fuerzas de seguridad iraquíes en retirada, armamento y Humvees blindados; informes también indican que ISIS pudo haber conseguido un botín de u$s 400 millones de los bancos de Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak. Paradójicamente, EE.UU. invirtió unos u$s 20.000 millones en la formación y equipamiento de las FFAA iraquíes bajo el control del PM Nuri Al-Maliki, los combatientes del ISIS liberaron a todos los detenidos en las cárceles de Mosul repitiendo el asalto del año pasado en Abu Ghraib. La ineficacia de las fuerzas iraquíes no radicó en su financiación sino el descontrol y politización de su uso desde Bagdad.
Para el ISIS, su ascenso entre los grupos rebeldes sirio-iraquíes, radica en su capacidad económica. Cuando los movimientos armados buscan controlar grandes extensiones de territorio, demandan una alta cantidad de fondos -ya sean de socios externos o mediante la auto sustentabilidad- para funcionar como un sub Estado. El ISIS parece que aprendió esta lección y apuntala su visión estratégica de un territorio o califato a largo plazo, a partir de sus propios ingresos que le servirán para aumentar su capacidad para sobrevivir a sus oponentes.
El dato: hoy el ISIS gobierna sobre un área del tamaño de Bélgica.