ONU presentó el mayor plan de financiación en su historia, por más de u$s 5.000 millones en ayuda humanitaria para Siria este año, destinados a ayudar a millones de personas afectadas por la guerra civil del país y contener las presiones que se acumulan en los países vecinos que están abrumados por los refugiados sirios. António Guterres, el Alto Comisionado de ONU para los Refugiados, calificó al conflicto sirio como "la crisis más peligrosa desde el fin de la Guerra Fría” e instó a los líderes mundiales a responder al pedido de ONU, no sólo por compasión, sino como “una forma para ayudar a estabilizar la región y evitar una explosión en el Medio Oriente”.
ONU considera que un tercio de los 20 millones de habitantes de Siria necesitan asistencia urgente y que el número podría aumentar a 10 millones a finales de año. Al mismo tiempo, las agencias de ayuda están luchando para mantenerse al día con una salida de 200.000 refugiados cada mes; ONU señaló que el número actual de los refugiados en 1.6 millones y si la lucha no se detiene, ese número podría duplicarse a finales de 2013. En respuesta, la ONU solicitó u$s 2.900 millones en 2013 para apoyar a los refugiados y 1.4 millones de dólares para las personas atrapadas en el interior del país, adicionalmente también pidió u$s 830.000.000 dólares para Líbano y Jordania, que tienen cada uno más de medio millón de refugiados registrados y muchos más queridos no registrados. La respuesta coordinada ONU-Estados partes ya ha recibido alrededor de u$S 1.250 millones a principios de este año.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) espera ampliar la distribución de alimentos dentro y fuera de Siria. Actualmente, la agencia distribuye alimentos a más de 800.000 personas fuera de Siria y un adicional de 2,5 millones en el país. Con recursos adicionales, la agencia dijo que espera llegar a un total de 7 millones de sirios a finales de 2013. Además, el PMA señaló que en el marco del plan revisado, que distribuirá la harina de trigo, además de los alimentos básicos para que las familias puedan hacer pan para superar una grave escasez en muchas áreas; también proporcionará suplementos listos para el consumo -tales como Nutributter y Plumpy'doz- para el tratamiento y prevención de la desnutrición, destinado a ayudar a 300.000 niños vulnerables.
La declaración conjunta de las agencias de ONU coincidió con fuertes combates en numerosos frentes, cuando los rebeldes atacaron la base aérea de Minagh -en la frontera turca- y las fuerzas leales al presidente Bashar Al-Assad tratan de sacar provecho de sus recientes victorias en Qusayr y zona de influencia. Además los enfrentamientos continuaron en los Altos del Golán, cerca de la línea de alto el fuego entre Israel y Siria, un día después que los rebeldes tomaron brevemente el único cruce entre los dos Estados enemigos.
Austria, un importante contribuyente a la misión de observación de la ONU en el Golán, anunció ayer que se retiraba debido a la violencia, poniendo en peligro la operación que ha ayudado a mantener el cese al fuego entre Israel y Siria por más de cuatro décadas. El presidente ruso Vladimir Putin, firme aliado de Siria, dijo que Moscú estaba dispuesto a sustituir las fuerzas de paz austríacas; sin embargo, el acuerdo sobre la misión de paz de ONU en el Golán no permite que los miembros permanentes del Consejo de Seguridad –tanto de EE.UU. como Rusia- envíen tropas a la zona.
Rusia, que había bloqueado previamente una declaración de alarma del Consejo de Seguridad sobre la situación en Qusayr, dejó pasar una declaración similar hoy después que las tropas del presidente al-Assad tomaron el control de la ciudad; la medida del Consejo insta al gobierno de Al-Assad "que permita el acceso seguro y sin obstáculos de trabajadores humanitarios, de ONU y otros actores, para que llegar a la población civil en Qusayr, debido a la necesidad urgente de asistencia -en particular- la asistencia médica." El movimiento de Moscú para bloquear la declaración del fin de semana pasado, puso de relieve el profundo abismo entre Rusia y los países occidentales sobre la forma de hacer frente a la guerra civil siria; sumado al fracaso de la conferencia de paz organizada junto a EE.UU., Rusia no podía bloquear dos veces la misma Resolución que además solo contempla el acceso de trabajadores humanitarios.
Los países de la UE se comprometieron a intensificar la cooperación en un esfuerzo por mantener los más de 600 ciudadanos de la UE que luchan en Siria, para que regresen a sus países; los ministros de Interior de la UE dijeron que planean aumentar la vigilancia de los medios de comunicación social e intensificar la cooperación con los países que limitan con Siria como con Turquía, adicionalmente instaron al Parlamento Europeo a aprobar una legislación para rastrear los viajes sospechosos a la región. Los miembros de la UE, temen que muchos nacionales se hayan unido a grupos extremistas -algunos vinculados con Al-Qaeda- y que una vez que hayan completado su aprendizaje, radicalizado o traumatizados en el conflicto de Siria, esos combatientes constituyan un peligro para sus países de origen a su regreso.
Los más de dos años de guerra civil en Siria han devastado al país y ahora amenaza con encender a toda la región en un conflicto sectario entre sunitas y chiitas. En Beirut, donde los suburbios chiitas del sur estallaron de alegría tras la caída de Qusayr, el prominente predicador sunita Da'i al-Islam al-Shahhal instó a los seguidores a resistir los intentos iraníes de control de Iraq, Líbano y Siria como un paso hacia la conquista de la Estados del Golfo: "Hago un llamamiento a todos los entusiastas y los interesados para que nos ayuden. Párese con nosotros, económicamente y moralmente, para frustrar el plan." Esta es la clave para comprender la actual fase del conflicto sirio, su carácter transnacional y multi-religioso ha llegado para quedarse, en medio comienzan a quedar atrapadas las diferentes sociedades que ven la destrucción de su infraestructura nacional y dependen de ONU para asegurarse la subsistencia.
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