Los Estados árabes del Golfo (CCG) exigieron que las milicias extranjeras abandonen Siria y que el presidente Bashar Al-Assad no tenga ningún papel en el futuro miércoles. Al término de la cumbre anual de dos días en Kuwait, los líderes del CCG también acogieron con beneplácito lo que describieron como cambio del nuevo gobierno iraní a una política positiva hacia el bloque de seis naciones, pero llamaron a una "Retirada de todas las fuerzas extranjeras de Siria", en clara referencia a las milicias chiitas apoyados por Irán, Irak y Hezbollah que están combatiendo junto a las tropas de Al-Assad contra los rebeldes sunitas.
EE.UU. y Gran Bretaña suspendieron la ayuda no letal para el Norte de Siria después que rebeldes islámicos se apoderaron de los almacenes de armas de los rebeldes apoyados por Occidente, poniendo de relieve los temores que los suministros occidentales podrían terminar en las manos equivocadas. En Washington, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo que EE.UU. estaba preocupado por informes que hablaban de que las fuerzas del Frente Islámico (FI) habían tomado los edificios pertenecientes al Consejo Militar Sirio, a cargo del Ejército Libre de Siria (ELS); el portavoz del ELS, Louay Meqdad, dijo que “las medidas de los estadounidenses y británicos son apresuraron y equivocadas Esperamos que nuestros amigos repiensen y esperen unos días cuando las cosas van a ser más claras.”
El FI es una coalición recientemente formada por los mayores grupos islamistas pero que excluye a los dos principales grupos rebeldes vinculados con Al-Qaeda –Jabhat Al-Nusra y el Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS); aunque se los considera una facción más moderada dentro los grupos rebeldes islamistas, la toma de los edificios y puesto de control fue la última señal que la insurgencia rebelde está cada vez más dominado por los islamistas mientras que los grupos rebeldes apoyados por Occidente son aislados y pierden poder. Se estima que el FI tiene 45.000 efectivos y el ELS unos 40.000 hombres, pero llegó a contar con unos 70.000 a 150.000 combatientes.
Entre los artículos confiscados al ELS por el FI se encuentran "2000 fusiles AK-47 , 1.000 armas variadas - incluyendo lanzadores M79 Osa, granadas propulsadas por cohetes y ametralladoras pesadas de 14,5 mm, más de 200 toneladas de municiones y al menos 100 vehículos militares”, según un informe publicado en Asharq Al-Awsat. Abu Al-Nur, comandante Ahrar Al-Sham, dijo que los depósitos fueron tomados unos pocos días antes del 24 de noviembre y que varios comandantes del ELS fueron detenidos durante la redada. El robo de las armas y equipos suministrados por Occidente por parte de grupos islamistas ha estado ocurriendo por algún tiempo: a mediados de septiembre, el ISIS allanó un depósito de armas del Consejo Militar Supremo del ELS en el Norte de Siria; a finales de octubre, la prensa turca afirmó que los EE.UU. había suspendido los envíos de armas a los rebeldes sirios en el norte después de ISIS se había apoderado de un paso de frontera y de armas.
El Primer Ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, señaló que "Es inadmisible que organizaciones como Al- Qaeda o Al-Nusra puedan refugiarse en nuestro país (…) Por el contrario, hemos tomado las medidas necesarias en contra de ellos y seguiremos haciéndolo." Una de las razones de por qué los funcionarios turcos son tan insistente es que también temen que esos elementos se vuelvan en su contra; periódicos locales han sugerido que estos grupos están fijando su mirada en Turquía, una democracia de mayoría musulmana que ha estado lidiando con sus propias fisuras sociales y culturales. Informes de las agencias de Inteligencia turcas del mes pasado sugerían que grupos relacionados con Al Qaeda están planeando ataques con coches bomba en Turquía; un informe filtrado por el ala de Inteligencia de la Gendarmería - rama militar responsable de la seguridad en las zonas rurales- afirmó que 300 vehículos robados de Turquía y contrabandeados por la frontera con Siria, podrían utilizarse para este fin.
La ofensiva del Ejército sirio en la zona montañosa de Qalamoun parece haber tenido éxito. La ruta Damasco-Homs se encuentra bajo el control del gobierno, y aunque las amenaza a la seguridad se mantendrán, la tarea de apoyar a Damasco debería resultar más fácil y la OPAQ finalmente debería ser capaz de utilizar esa ruta para transportar los agentes químicos desde el interior de Siria hasta el puerto de Latakia. La mayor parte de los informes señalan que los rebeldes están luchando entre sí con la igual frecuencia que lo hacen contra las fuerzas del gobierno; el desafío militar para Al-Assad está en la frontera con Turquía, donde los rebeldes se han consolidado y solo un cambio de la política de Turquía –que retire su apoyo a los rebeldes- facilitaría un alto el fuego antes de las negociaciones de Ginebra 2.
La suspensión de la ayuda no letal subraya la crisis del liderazgo del ELS, que necesita apoyo internacional para reforzar su credibilidad y ponerle fin a la fuga de sus combatientes hacia las filas de los militantes islamistas apoyados por Al Qaeda, que ahora dominan la guerra con Al-Assad; el éxito del campo de batalla del FI, al apoderarse de los depósitos del ELS, no solo socava la credibilidad de los rebeldes moderados sino que coloca a Occidente en una posición incómoda ya que las brigadas islamistas se han convertido en una incómoda parte en el conflicto sirio.
1 comentario:
El general Salim al Idriss huyo como un perfecto cobarde y usted señor Bazan debería de comentar esa cobardia tipica de un traidor a la patria, un quisling que lo unico que merece es desprecio. ¿Porque usted no comenta sobre lo que hizo esa porquería de militar y de hombre?. ¿Sera que usted tambien esta resignado a la derrota?
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