miércoles, 20 de julio de 2011

El gobierno de Siria analiza la ley de partidos


Walid al-Moallem, Ministro de Relaciones Exteriores, señaló que la nueva vida política en Siria exige nuevos partidos que conformen un programa político, económico y social para que cada ciudadano pueda participar y cualquiera elija a quien desee. En un simposio de diálogo bajo el título "Proceso de Reforma: Visión política, religiosa y legal" en la Universidad de Damasco, al-Moallem se refirió a una serie de leyes que se encuentran en estudio por parte del gobierno sirio; concretamente se refiere a la ley de información -ofrecerá un espacio de prensa para los partidos- y la ley electoral para que los nuevos partidos compitan en las próximas elecciones parlamentarias.

En la reunión de gabinete del martes, el Primer Ministro Adel Safar, habló sobre el nuevo proyecto de ley general de elecciones. El proyecto de ley tiene por objeto mejorar el proceso electoral, garantizando el derecho de los candidatos a supervisar el proceso y mantener una supervisión judicial; también se prevé la formación de un comité judicial superior para las elecciones, para supervisar las elecciones y asegurará su integridad, además de la formación de sub-comités en cada provincia siria.

Los representantes de la oposición, que celebraron una reunión en Estambul la semana pasada, solicitaron una nueva constitución y elecciones presidenciales y parlamentarias, argumentando que el actual régimen había perdido su legitimidad. Figuras de la oposición como Emadeddin al-Rashid indicaron que la necesidad de allanar el camino para una sociedad civilizada y democrática; Fedaa Majouz dijo que la oposición quería una Constitución con un régimen multipartidista donde todos tuviesen los mismos derechos, independientemente de sus raíces religiosas y étnicas.

Se espera que el presidente sirio Bashar al-Assad pronuncie un nuevo discurso -cuarto discurso desde comenzaron las protestas- y de acuerdo a fuentes cercanas al gobierno, se anunciarían varias "sorpresas". Entre estas Al-Assad ofrecerá la cancelación inmediata del artículo 8 de la Constitución -ese artículo limita la presidencia solo al Partido Árabe Socialista Ba´ath, a fin de incluir todas las partes asociadas en el Frente Nacional Progresista. Por otra parte, se espera una convocatoria a elecciones presidenciales; aparentemente la estrategia del régimen sirio sería aprovechar la supuesta popularidad en las principales ciudades sirias como Damasco y Alepo -que no han tenido las manifestaciones significativas- frente a las divisiones internas de la oposición.

El Secretario General de ONU, Ban Ki-moon, ha insistido nuevamente a las autoridades sirias para que permitan el acceso humanitario a las zonas afectadas por la violencia y faciliten la visita de una misión de investigación en la Oficina de las Naciones Unidas del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACNUDH). Ban criticó la situación política, en especial a los arrestos masivos de manifestantes, que no son consistentes con una reforma seria y además instó al presidente Bashar Assad para que proporcione respuestas concretas a las demandas inmediatas y a largo plazo de los sirios.

El anuncio del régimen sirio, relativo a la reforma de la ley electoral, se produce en un contexto particular de los acontecimientos.

Por un lado, desafiando una orden del gobierno sirio, el gobierno de Obama insistió el miércoles sobre los derechos del embajador de EE.UU. y otros diplomáticos de viajar por todo el país para documentar la represión, frente a la supresión de observadores extranjeros por parte del gobierno sirio. El presidente Al-Assad ordenó a los diplomáticos extranjeros no salir de Damasco sin permiso oficial, dos semanas después que los embajadores de los EE.UU. y Francia visitaron la conflictiva ciudad de Hama; Heide Bronke Fulton del Departamento de Estado de EE.UU. advirtió que esos no son los actos de un gobierno que no tiene nada que ocultar.

Por otro lado, en Homs -la tercera ciudad de Siria- se han registrado enfrentamientos de carácter sectario, donde grupos de jóvenes alawita han atacado a manifestantes sunitas durante, las protestas regulares de los viernes. Una página en Facebook que apareció la semana pasada, titulada “Revolución Homs” con la imagen de un hombre enmascarado, ofrece una visión en profundidad de los odios sectarios que están surgiendo. Las publicaciones se refieren a los alawitas como "cerdos", describe un complot de "nusariya" -un término despectivo para referirse a las minorías religiosas- para purgar a Siria de los sunitas y los sunitas instan a tomar las armas contra el gobierno.

En este escenario donde el gobierno controla los medios de comunicación, agita la alternativa de un enfrentamiento civil-religioso y utiliza la fuerza de manera indiscriminada, las posibilidades de una reforma política consensuada son una ilusión. Un antecedente de ello fue la derogación de la ley de emergencia y el posterior derecho a manifestarse, pero con autorización del gobierno; la derogación del artículo 8 de la Constitución no asegurará una reforma política-democrática mientras no exista tal espíritu desde el régimen sirio.

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