lunes, 10 de octubre de 2011

Rusia y la Unión Europea: más cautela sobre Siria




Mikhail Margelov, jefe de la Comisión de Asuntos Exteriores en la Cámara Alta del Parlamento ruso, señaló que el veto de Rusia a la resolución del Consejo de Seguridad es la última advertencia a las autoridades sirias y la oposición para sentarse a la mesa de negociaciones. Margelov consideró que el veto de Rusia a la resolución no era carta blanca para el régimen sirio sino que la última convocatoria a las autoridades y la oposición ya que para el legislador Rusia ha agotado "el conjunto de herramientas" que ofrece el Derecho Internacional.

La oposición siria elogió el veto ruso a la resolución impulsada por Occidente, para evitar la intervención extranjera en su país y para la creación de espacios de diálogo; algunos activistas de la oposición, como Qadri Jamal, hablaron acerca de esto en Moscú después de sostener conversaciones con Margelov.

La posición de Occidente luego del veto ruso, es de mayor cautela y ello se traduce en las recientes decisiones europeas. La Unión Europea dio la bienvenida a la creación del opositor Consejo Nacional de Siria (CNS), pero no hizo ningún llamado para reconocer oficialmente al cuerpo que está buscando apoyo internacional para consolidar el levantamiento que ya lleva seis meses contra el presidente Bashar Al-Assad. En una declaración aprobada por la reunión de cancilleres de la UE en Luxemburgo, dio la bienvenida al movimiento de la oposición en Siria para establecer una organización y llamó a la comunidad internacional a darle la bienvenida a estos esfuerzos.

Aunque la formación del CNS ha sido bien recibida por algunos de los críticos occidentales de Al-Assad -entre ellos EE.UU. y Francia- pero no lo han reconocido diplomáticamente como lo hicieron con los rebeldes libios que derrocaron a Gaddafi.

Catherine Ashton, jefa de política exterior de la UE, señaló que todavía se tiene que averiguar un poco más todavía para decidir lo que se va a hacer; Ashton considera que la UE ha sido coherente con su deseo de ver un cambio significativo en Siria y por ello se estado trabajando estrechamente con el Consejo de Seguridad y Turquía. William Hague, Ministro de Relaciones Exteriores británico, no respondió directamente cuando se le preguntó si la UE debe reconocer el CNS, pero dijo que había conocido a algunos activistas de la oposición y apuntó que la prioridad es ponerle fin a la violencia; su homologo francés, Alain Juppé, dijo que Francia quería tener contactos con la oposición, y se mostró muy contento que la oposición se haya organizado.

El Ministro de Exteriores sueco, Carl Bildt, dijo que se estaban discutiendo con una serie de personas influyentes -en los acontecimientos en Siria- el curso a seguir. El canciller holandés, Uri Rosenthal, dijo que la UE debe hacer todo lo que en términos de sanciones para obligar a Al-Assad a que renuncie además sostuvo que la sanciones por parte de la Unión Europea están trabajando y si ese es el caso se deben buscar más sanciones y una aplicación rigurosa de las sanciones.

El Ministro de Relaciones Exteriores sirio, Walid Al-Moualem, dijo que el CNS no era legítimo aunque no dio detalles mayores detalles; Moualem dijo que las acciones del SNC no le preocupaban, pero agregó que tomará medidas severas contra cualquier Estado que reconozca a este Consejo

Los funcionarios y diplomáticos dijeron que se esperaba hoy la aprobación para respaldar un acuerdo para añadir, en principio, al Banco Comercial de Siria dentro de una lista de sanciones que prohibiría que los europeos de hacer negocios con Siria y congela de sus activos en Europa, una vez que la medida sea adoptada. Funcionarios de la UE coinciden en que el objetivo -junto a las sanciones ya adoptadas contra el petróleo- es bloquear el acceso del gobierno a los fondos, pero el efecto ha sido mitigado por la decisión de Rusia y China de bloquear una resolución del Consejo de Seguridad que podría han llevado a una sanción mayor.

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