lunes, 19 de marzo de 2012

Tiempo de bombas en Siria


Al menos 27 personas murieron y 97 heridos en las dos explosiones que golpearon a Damasco, el día sábado 17 de marzo; las dos explosiones, dirigidas contra edificios de seguridad –uno pertenecía a la Inteligencia de Aeronáutica siria encargada de la represión- son una señal de los insurgentes enviaron a los controles de seguridad, ya que se supone que el aparato estatal es fuerte Damasco. A pesar que todos los edificios de seguridad están rodeados con barricadas, el gobierno insiste en afirmar que se trató de explosiones de coches bomba y la televisión estatal describió a los atentados como "ataques terroristas".

Mientras Damasco se aprestaba a llevar adelante los funerales de las víctimas, cientos de personas reunidas fueron golpeadas por las fuerzas seguridad y arrestaron a más de 200 personas cuando los manifestantes comenzaron a gritar "el pueblo quiere derrocar al régimen"; esa frase se ha hecho eco a través de la ola de levantamientos árabes, que comenzaron el año pasado y que ha derrocado a los regímenes de Túnez, Egipto, Libia y Yemen.

Ayer una tercera explosión sacudió la Dirección de Seguridad Política en Alepo, luego del hecho un operativo de seguridad impidió las manifestaciones de la oposición en conmemoración del primer año del levantamiento. La explosión no dañó seriamente la seguridad del edificio; en ese momento del día en el barrio céntrico de Suleimaniyeh –con una gran población cristiana- se llena de gente, especialmente el domingo, el primer día de la semana laboral de Siria.

El canal de noticias semi-oficial Al-Ikhbariya dijo que las fuerzas de seguridad habían sido alertadas acerca de la bomba en Alepo y que habían evacuado a los residentes fuera de la zona cuando explotó un vehículo que había sido llenado con 200 kilos de explosivos.

Alepo y Damasco, son las dos ciudades más grandes de Siria y han sido golpeadas por una serie de atentados suicidas desde diciembre. También ambos son centros importantes de apoyo al régimen de Al-Assad y se han mantenido relativamente aisladas de los disturbios que han golpeado al país desde marzo de 2011; lo curioso de estos hechos es que nadie se ha atribuido la responsabilidad de ninguno de los ataques del fin de semana como si sucedió en otras oportunidades.

El régimen sirio denunció que las explosiones en Damasco estaban destinadas a sabotear los esfuerzos de paz, ya que expertos técnicos de Naciones Unidas y la Organización de Cooperación Islámica (OCI), iban a llegar al país para tomar parte en una misión para evaluar el impacto humanitario de la represión de las protestas contra el régimen desde marzo de 2011. El diario oficialista sirio, Ath-Thawra, señaló que Qatar y Arabia Saudita han llamado a los rebeldes a luchar contra el régimen de Al-Assad y se ofrecieron para suministrarles armamento.

Luego de los atentados del fin de semana en Alepo y Damasco, los activistas indicaron que hoy se reportaron fuertes combates entre desertores y el ejército sirio en la zona de Mezzeh –un distrito rico y bien protegido dentro de Damasco-, los residentes describieron los enfrentamientos como los más intensos. Los combates comenzaron alrededor de las 2 o 3 am con varias explosiones, seguidas por armas automáticas y helicópteros dando vueltas con reflectores; también se registraron enfrentamientos en Qaboon Y Arbeen.

La sección de Villas del Oeste de Mezzeh, es un barrio de casas independientes a través de la carretera desde un aeropuerto militar y es el hogar de los sirios ricos de varias etnias y tendencias políticas, muchos de los cuales llevan una vida cosmopolita y tienen residencias en el extranjero, negocios o la doble ciudadanía. Al norte de Mezzeh, es una zona de alawitas menos ricos, de miembros de las fuerzas de seguridad y algunos residentes dicen que los shabihas ya han sido vistos en el terreno junto a un gran número de vehículos de seguridad; en los últimos meses, una protesta en una de las principales calles de Mezzeh cerca de la embajada iraní provocó críticas de algunos residentes de la zona.

Mientras la seguridad interna se deterioró en las últimas 72 hs., Rusia busca una mayor cooperación con la Cruz Roja Internacional, para resolver los problemas humanitarios mediante esfuerzos conjuntos; el canciller ruso, Sergei Lavrov, se reunió con Jakob Kellenberge, jefe de la de la Cruz Roja Internacional, para delinear los planes a futuro. La Cruz Roja y la Media Luna Roja Siria han logrado el permiso parcial para evacuar las personas de las zonas de combate; a principios de marzo de 2012, la Cruz Roja y ambulancias de la Media Luna Roja entraron a Homs –concretamente a Baba Amr- y evacuaron a siete sirios heridos.

Kellenberge estima que la situación humanitaria en Siria empeorará, a la luz de los últimos sucesos, por lo que subrayó la necesidad de "medidas urgentes" para aliviar los efectos de un año de derramamiento de sangre.

Las presunciones de Kellenberge son acertadas si se tiene en cuenta que las entregas de armas a Siria que aumentaron casi un 600% -desde 2007 hasta 2011- según un informe del Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI), y casualmente Rusia es el principal proveedor de armas para Siria; el informe subraya cómo Moscú ha continuado con el suministro de armas a Siria, mientras que EE.UU., la UE y otros Estados han impuesto embargos de armas en respuesta a la violenta represión del régimen sirio

Por otra parte, se conoció hoy que dos generales han huido de Siria y se unieron a los rebeldes según lo informó un diplomático turco. Las últimas deserciones significan un total de nueve generales que han dejado las filas del ejército sirio, muchos de los cuales han buscado refugio en Turquía.

El choque en la profundidad del distrito de Mazzeh, en Damasco, muestra la naturaleza cambiante del conflicto sirio y sugiere que los rebeldes podrían estar tratando de compensar las ganancias morales del gobierno en las recientes ofensivas contra los bastiones de Idlib y Homs. Las explosiones dirigidas contra los edificios de seguridad son el otro indicio que golpear en Damasco es más efectivo que luchar en las calles de las ciudades, fuera del foco informativo internacional; el efecto es mayor al detonar dos bombas en el corazón del régimen que enfrentarse al ejercito en los barrios sunitas del interior sirio.

Las explosiones no son nuevas, de hecho formaban parte de un modus operandi, pero el hecho que se produzcan un día antes que Annan pusiese en marcha su misión con el envío de un equipo técnico a Damasco se presta para varias interpretaciones sobre los autores de los atentados.

Annan quiere una solución política a la crisis, pero el presidente Al-Assad dijo que no tendría éxito mientras que los grupos terroristas sigan operando en Siria. Una profecía auto cumplida.

Explosiones similares tuvieron lugar en Damasco días antes de la llegada de la misión de la Liga Árabe, entonces los grupos de oposición culpan al gobierno por este tipo de ataques y señalaban que están dirigidos a desacreditarlos. Las últimas explosiones se produjeron dos días después del primer aniversario de los levantamientos y la oposición ha mostrado su interés en seguir el camino de las armas.

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