jueves, 14 de agosto de 2014

Cuando los malos no son tan malos


El Secretario General de Hezbollah, Sayyed Hassan Nasrallah, subrayó que si su partido no hubiese participado en las batallas sirias de Al-Qusayr y Al-Qalamoun, el Estado Islámico de Iraq y Al-Sham (ISIS) habría llegado a Beirut y a la costa libanesa. Nasrallah señaló -en la segunda parte de una entrevista con el periódico Al-Akhbar- que "Es un terreno fértil para que el ISIS crezca dondequiera que haya seguidores de los Takfiris y esto se aplica a Jordania, Arabia Saudita y los países del Golfo (…) Turquía y Qatar apoyan ISIS, y estoy convencido de que Arabia Saudita tiene miedo de ellos (…) La gente cada vez más siente que está en peligro, y son cada vez más receptivos a nuestra lucha contra Takfiris."

Nasrallah dijo que "Los partidos libaneses siguen patrocinando a los militantes sirios armados militar y financieramente, proporcionan orientación y fomentan la intervención (…) Turquía y Qatar están apoyando ISIS, y estoy convencido que Arabia Saudita también.” El líder de Hezbollah dijo que hubo intentos de confinar Hezbollah simplemente al papel de "un partido árabe chiita, mientras que somos un grupo de resistencia."

Operando desde su capital en Raqqa –Siria- el líder del ISIS, Abu Bakr Al-Baghdadi está trabajando duro para ganarse los corazones y las mentes de los sunitas en la región, manteniendo la electricidad e intentando demostrar que sus gobernantes no son corruptos. Sus acciones militares y políticas hasta ahora muestran que no sólo piensa estratégicamente acerca de la guerra, sino que tiene la intención de administrar correctamente; el Estado Islámico gana adeptos a través de su campaña de mensajes y administración capaz de los territorios que se apodera. Y este es el problema.

EE.UU. y sus aliados deben empezar por abordar el origen del problema: el conflicto en Siria. Se debe negociar una tregua con el presidente sirio, Bashar Al-Assad, para detener los combates y una fuerza de estabilización internacional de ONU debería crear zonas seguras para la ayuda humanitaria. Esto le mostraría a la gente de la región que este nuevo Estado Islámico de Al-Baghdadi no es invencible y que no habla por la mayoría de los otros musulmanes en la región o fuera de ella; por otra parte, Al-Assad podría aceptar un acuerdo de este tipo, ya que le permitiría retener el poder sobre Siria. Que EE.UU. y sus aliados suministren apoyo militar directo a los libaneses, jordanos, Estados árabes del Golfo y eventualmente a Siria, garantizaría que cualquier intento de expansión del Estado islámico chocaría con una fuerte resistencia regional, tal como lo han demostrado los kurdos y Hezbollah.

El ejército libanés y las fuerzas armadas de seguridad están en el proceso de contratación de más personal. "Ellos también esperan recibir equipos tecnológicamente más avanzado", informó, así como las armas y municiones de Francia y los Estados Unidos. Pero la nueva etapa de contribuciones para el Ejército libanés no implica que supla de manera eficaz al mismo para su tarea de protección de las fronteras; Hezbollah no es el único actor capaz de hacerlo, pero es quien mejor lo está haciendo en Líbano, ya que por ejemplo fue el partido chiita quien diseñó la estrategia de empuje contra el ISIS en Arsal y forzó la retira de los yihadistas. 

El Ejército libanés tuvo la obligación de intervenir para mantener la estabilidad, aunque su conquista de Arsal beneficiase a Hezbollah, en su intento de controlar los suministros del ISIS desde Líbano a Siria, vía Qalamoun. El gobierno libanés sigue tratando de hacer cumplir su política de disociación de Siria y proporciona apoyo a sus FFAA y de seguridad, mediante la obtención de equipo avanzado y la contratación de personal, pero está demostrado que sus FFAA tienen capacidad para conflictos internos pero no para agresiones externas.

Las fuerzas gubernamentales sirias recuperaron una ciudad clave de Mliha, en las afueras de Damasco, después de una batalla de meses de duración contra los rebeldes. Medios oficiales destacaron que "El Ejército, con la cooperación de las Fuerzas de la Defensa Nacional, ha cumplido su misión de restaurar la estabilidad y la seguridad a Mliha (…) Las tropas llevaron a cabo una serie de operaciones cruciales, matando un gran número de Takfiris mercenarios que se habían atrincherado en la ciudad." Mliha se encuentra al Sureste de la capital siria y ha sido un punto clave en la lucha en torno a Damasco, donde las tropas del gobierno -apoyadas a veces por Hezbollah- habían estado luchando allí desde abril. Por otra parte, Mliha es la puerta de entrada a Ghouta Oriental, que sirve de alojamiento de varias bases de retaguardia de la ciudad, desde donde los rebeldes lanzan regularmente cohetes.

Las operaciones en Arsal muestran un camino interesante. La solución militar del Ejército libanés no contemplaba una entrada en Arsal, ya que las zonas habitadas presentan grandes dificultades para una operación militar y esto era parte de la estrategia del ISIS para confundirse con la población civil; además el Ejército no iba a ser capaz de luchar en sus calles o usar armas pesadas, ya que esta acción podría matar a muchos civiles, causando la presión pública, política y sectaria. Por otro lado, retrasar una resolución militar decisiva prolongaría la batalla, agotando al Ejército y consolidaría al ISIS en Arsal. 

El Ejército libanés luchó para tomar posiciones en torno a la ciudad y extendió su control sobre las colinas que dominan el teatro de operaciones, para estrechar el cerco en torno a los yihadistas; de esta manera el flanco, el Este de Arsal estaría resguardado por el Ejército sirio - y por lo tanto manejado por ellos- mientras que las aldeas chiitas, en el Suroeste, estaban bajo la protección de Hezbollah. El Ejército libanés trabajo en conjunto, centrando sus operaciones militares en separar a Arsal de su entorno y cortar las líneas de suministro entre las dos partes, para evitar que la ciudad sea un bastión libanés del ISIS.

El ejército ha luchado para volver a tomar sus posiciones en torno a la ciudad. También ha extendido su control sobre las colinas que dominan el teatro de operaciones para estrechar el cerco en torno a los pistoleros.

Hay dos puntos que no se pueden objetar: uno, que Hezbollah es militarmente superior las FFAA libanesas –al punto de ayudar el Ejército sirio- y aunque Arabia Saudita envió una donación sustancial a principios de este año, con la esperanza de cambiar este predominio, Hezbollah hoy es una pieza clave para la seguridad de Líbano. Y segundo, Hezbollah hoy es el principal apoyo del Ejército libanés, para la seguridad de las fronteras, por lo que plantearse una política de disociación desde el Estado libanés es más un deseo que una realidad.

En su intento de crear un Estado islámico, los diferentes grupos yihadistas –ISIS, Jabhat Al-Nusra, etc.- ven en el gobierno sirio y en Hezbollah a sus enemigos más importantes, ya que han demostrado que pueden derrotarlos tácticamente. Estos actores pueden trabajar juntos contra el ISIS, si el verdadero objetivo de los Estados occidentales y árabes es detener a los yihadistas.




2 comentarios:

sergio elizondo dijo...

Si los saudíes,siguen pactando con el diablo ISIS lo mismo que las monarquías corruptas del golfo se pondrán una soga ebel cuello y serán barridos. El ISIS no es menos corrupto que Al Qaeda o los miembros del ESL. que ahora den la imagen de buenos administradores es una simple pantomima para agarrar incautos.

johnnypk dijo...

He escuchado de algunas voces que dice que uno de los países que financiaría a ISIS es Qatar. Me podría explicar qué es lo que buscaría Qatar? Muy interesantes sus artículos. Gracias