Ian Black - guardian.co.uk
14-07-2010.
Bashar al-Assad, presidente de Siria, puede permitirse un momento de silenciosa autocomplacencia este fin de semana cuando se cumplan 10 años en el poder. Su padre, Hafez, fue un ejemplo difícil de seguir en un territorio duro, pero el hijo de Assad ha llevado lejos a la modernización del país tras años de aislamiento.
Menos enigmático que su padre - la "esfinge de Damasco" - Assad es también una figura clave en Oriente Medio. Es un nacionalista orgulloso, simpatizante de los palestinos y quiere desesperadamente ver - pero hasta ahora no lo ha conseguido - un acercamiento con los Estados Unidos.
La paz con Israel y el regreso de los Altos del Golán está siendo difícil de alcanzar. Sin embargo, una estrecha relación con Irán y el apoyo a los islamistas de Hamas - como el Hezbollah de Líbano es considerado una organización terrorista en ambos lados del Atlántico, sino un movimiento de resistencia en Damasco - lo marca en sectores árabes conservadores.
Para algunos observadores de Siria, estas son cartas de valor para ser entregadas en el momento oportuno. Sin embargo, cómo y cuándo podría llegar ese momento es tentadoramente difícil de prever.
14-07-2010.
Bashar al-Assad, presidente de Siria, puede permitirse un momento de silenciosa autocomplacencia este fin de semana cuando se cumplan 10 años en el poder. Su padre, Hafez, fue un ejemplo difícil de seguir en un territorio duro, pero el hijo de Assad ha llevado lejos a la modernización del país tras años de aislamiento.
Menos enigmático que su padre - la "esfinge de Damasco" - Assad es también una figura clave en Oriente Medio. Es un nacionalista orgulloso, simpatizante de los palestinos y quiere desesperadamente ver - pero hasta ahora no lo ha conseguido - un acercamiento con los Estados Unidos.
La paz con Israel y el regreso de los Altos del Golán está siendo difícil de alcanzar. Sin embargo, una estrecha relación con Irán y el apoyo a los islamistas de Hamas - como el Hezbollah de Líbano es considerado una organización terrorista en ambos lados del Atlántico, sino un movimiento de resistencia en Damasco - lo marca en sectores árabes conservadores.
Para algunos observadores de Siria, estas son cartas de valor para ser entregadas en el momento oportuno. Sin embargo, cómo y cuándo podría llegar ese momento es tentadoramente difícil de prever.
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