jueves, 1 de noviembre de 2012

¿Quién quiere secuestrarle la revolución a quién?


Familiares y abogados del argentino Haisam Mohanna, quien se desempeñaba desde hace 14 años en la embajada argentina en Damasco, denunciaron ayer que fue detenido y desaparecido en Siria; el embajador Ahuad aseguró que el caso se encuentra siendo investigado por la Justicia siria, pero Jorge Bernabé Lobo Aragón, el representante legal de Mohanna, sostiene que no hay sumario ni una causa formal contra su cliente.

Mohanna trabajó en la embajada hasta una semana antes de ser apresado, cuando fue despedido por presunta falsificación de documentos, viajó a la Argentina y cuando retornó a Siria, fue detenido en la ciudad de Daraa -en la frontera con Jordania- por las fuerzas de seguridad del régimen sirio y de allí trasladado a Damasco. Ahuad señaló que "Se detectó una emisión fraudulenta de 24 visas con la firma consular falsificada. Eran ciudadanos chinos y la visa era para ingresar en Argentina. Los pasaportes tenían el sello original, y lo advertimos porque uno de estos chinos fue retenido en Doha, Qatar, y las autoridades migratorias nos enviaron la copia del sello”, en este caso estaría involucrado Mohanna.

Aragón indicó que "En la reunión en Damasco, donde estaba el embajador Ahuad, le exigieron a Mohanna que firmara un documento donde se hacía responsable de las falsificaciones. Le dijeron que, si no firmaba, no salía de la oficina". Aunque no hubo respuesta del Canciller argentino Timerman, el embajador argentino en Siria, Roberto Ahuad -actualmente radicado en Amman- justificó el despido del tucumano y se desligó de su detención. El abogado relató además que Mohanna le había dicho luego de ser acusado de falsificación de visas y ser despedido, que esa denuncia respondía a que él tenía "conocimiento de serias irregularidades e ilícitos cometidos por el embajador argentino en Siria, hechos sumamente graves".

Hong Lei, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, dijo que el canciller Yang Jiechi dio "sugerencias constructivas nuevas" al enviado Lakhdar Brahimi, y destacó que "La nueva propuesta es una extensión de los esfuerzos de China para impulsar una solución política de la cuestión siria". Xinhua, la agencia oficial de noticias china, dijo que “bajo la propuesta todas las partes deben detener la violencia a través de un proceso fase a fase y región por región y designar representantes para negociar un camino hacia una transición política; además la propuesta también pide el apoyo internacional a los esfuerzos de Brahimi y al grupo de potencias influyentes convocado Kofi Annan, para mediar en la transición y hacerle frente a la crisis humanitaria en Siria.

La última propuesta no anuncia un cambio en la posición de Beijín, solo lo hace más concreta, ya que siempre ha mantenido el principio de la solución pacífica del problema de Siria mediante el diálogo entre las fuerzas, sin que fuera una intervención armada externa. Cada vez más, los diferentes países se están dando cuenta que la opción militar no ofrece ninguna salida y una solución política se ha convertido en una aspiración cada vez más compartida; por ello la nueva propuesta china está destinada a crear un consenso internacional y apoyar los esfuerzos de mediación de Brahimi e impulsar a las figuras políticas relevantes en Siria a un alto el fuego pronto para finalizar con la violencia y poner en marcha un proceso de transición política dirigido por el pueblo sirio en una fase temprana fecha".

China ha sido fuertemente criticada dentro del mundo árabe por no tomar una postura más firme sobre la violencia en Siria aunque posteriormente ha tenido más interés en mostrar que está tratando de tomar un papel más activo en la resolución de la crisis; los vetos de China y Rusia –como miembros permanentes del Consejo de Seguridad- a tres proyectos de resolución apoyados por Occidente condenando el gobierno de Assad la violencia se contraponen con el esfuerzo de China por demostrar que no está tomando partido y es por ello, que ahora, ha instado al régimen sirio para que hable con la oposición y adopte medidas para satisfacer las demandas de un cambio político.

Los rebeldes mataron hoy a 28 soldados del ejército sirio en un ataque contra tres puestos de control alrededor de la ciudad de Saraqeb, sobre la principal ruta norte-sur del país; la táctica de los rebeldes es destruir o tomar los vehículos y no permanecer en los puestos de control para evitar que los aviones de combate los bombardeen luego de las incursiones. El ejército sirio ha perdido grandes extensiones de tierra en Idlib y en la provincia de Alepo, pero está luchando para controlar las ciudades a lo largo de las rutas de abastecimiento a la ciudad de Aleppo, en la que sus fuerzas están luchando en muchos distritos; ahora se está volviendo critico retomar el control de la carretera que une Aleppo con Latakia, bastión alawita y una importante ciudad portuaria.

El Primer Ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, señaló que es el Consejo de Seguridad quien debe decidir si una zona de exclusión aérea o zonas de seguridad creadas por civiles debe imponerse en Siria; Erdogan dijo a los periodistas, durante una visita a Alemania, que la experiencia pasada de imponer zonas de exclusión aérea sobre el Irak de Saddam Hussein había demostrado estar lleno de problemas.

Una delegación militar de EE.UU., por su parte, visitó una base aérea en la ciudad suroriental turca de Diyarbakir para preparar las posibles operaciones relacionadas con Siria, informó el diario turco Hurriyet; la embajada de EE.UU., en Ankara, no respondió ni emitió comentarios al respecto.

En una reunión de la oposición siria en la localidad de Silivri -cerca de Estambul- se llamó a la creación de un gobierno en el exilio o un gobierno de transición que pueda "llevar la acción política y lograr victorias políticas", según un comunicado difundido por el Centro Sirio de Estudios Políticos y Estratégico, un think-tank que organizó el evento de tres días.

El respaldo de EE.UU. para crear un consejo de gobierno fue un duro golpe a la oposición siria ya que está poniendo de relieve los obstáculos para unir a la sublevación contra Bashar Al-Assad; el plan de EE.UU. fue atacado por dos opositores al régimen ya que podría perder su relativa base de poder bajo esta nueva iniciativa. La idea para la reunión de Qatar es abordar la propuesta presentada por primera vez hace unas semanas por el respetado disidente Riad Seif, y consiste en crear un consejo de 50 personas que representen a los diferentes grupos de la oposición que más tarde se produciría un gobierno de transición de tecnócratas.

El ex PM Riad Hijab, quien desertó del régimen en agosto, suena como uno de los nombres propuestos para el Consejo que se supone también incluirá a representantes de los Consejos Locales de la Revolución en Siria y del propio Consejo Nacional Sirio (CNS), aunque su participación aún no se ha determinado. Molham al Droubi, miembro de la Hermandad Musulmana del CNS, dijo que el CNS no había llegado a una posición colectiva al respecto y destacó que era cierto que el CNS debería haber sido más incluyente y agradeció “la contribución más eficaz de la comunidad internacional y EE.UU. para la causa siria."

La iniciativa de EE.UU. tiene una serie de complicaciones ya que, incluso si Clinton la respalde, su funcionamiento queda supeditado al apoyo que pueda recibir de la sociedad siria; la iniciativa norteamericana no es de abajo hacia arriba, sino que surge de la elección de Washington generando una percepción de exclusión en los sirios. El otro punto acuciante es que los defensores del Consejo no quieren la presencia de los grupos rebeldes armados, pero son estos quienes hoy lideran la oposición local; por otra parte la baja de influencia de la oposición sobre los insurgentes sería un escollo al momento de negociar treguas y ceses de fuego.

El verdadero temor de Occidente es que la revolución siria caiga en manos de los extremistas islámicos, algunos combatientes rebeldes y otros activistas políticos, que están dispuestos a tolerar los combatientes yihadistas a falta de una mejor opción política. La apresurada movida de Hillary Clinton está destinada a evitar que los “radicales islamistas secuestren la revolución siria"; pero sobre el terreno, los combatientes rebeldes y los comandantes sostienen que no tienen problema y combaten junto a grupos como el Frente Al-Nusra, una fuerza yihadista que ha tomado parte en batallas clave y emprendieron una campaña de bombardeos. Además, los comandantes rebeldes no dudan en aprovechar el fervor y la disciplina de los islamistas, incluyendo a los combatientes extranjeros; por lo que la pregunta es ¿Quién quiere secuestrarle la revolución a quién?


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