Francia se unió a Gran Bretaña e instó a sus socios de la Unión Europea para hacer frente al embargo de armas a Siria y levantar la prohibición de enviar apoyo militar a la oposición siria; el presidente de Francia, François Hollande dijo "No podemos permitir que un pueblo sea masacrado por un régimen que por ahora no quiere una transición política." El pacto elaborado por la Unión Europea, sobre el embargo y las sanciones contra Siria, debe ser renovado cada tres meses y Francia se está moviendo para el próximo examen a celebrarse este mes -en lugar de en mayo- produzca un cambiar el equilibrio de fuerzas en Siria a favor de la oposición antes de que los muchos miles más mueran.
Un voto unánime de la UE sería necesario para levantar el embargo antes de la revisión trimestral, pero si eso no sucede un diplomático francés adelantó que su país se inclinaría a votar contra su extensión -posición que Gran Bretaña también ha insinuado- y significaría el fin del embargo; si bien todavía es demasiado pronto para hablar sobre qué tipo de armas podría suministrar Francia, los rebeldes sirios están clamando por armas antiaéreas y antitanques. En sintonía con Francia, la cancillería británica dijo en un comunicado que el esfuerzo internacional para una solución política en Siria "tiene pocas posibilidades de reunir impulso, a menos que el régimen se sienta obligado a sentarse a la mesa de negociaciones. Ellos necesitan sentir que el balance sobre el terreno ha cambiado en su contra."
El semanario alemán Der Spiegel y el inglés The Guardian informaron sobre instructores norteamericanos, británicos y franceses que están entrenando a los combatientes rebeldes en Jordania, con la ayuda de los servicios de inteligencia de Jordania, con el objetivo de construir una docena de unidades por un total de 10.000 combatientes, pero excluyendo a los islamistas radicales; este esfuerzo por apoyar a los rebeldes seculares es un intento por evitar que estos grupos se sientan atraídos hacia los grupos islámicos que cuentan con apoyo extranjero y poseen una capacidad superior además de equipos y formación más profesional.
Algunos sectores de Inteligencia coinciden que permitirle a la oposición siria armamento anti-tanque básico es algo relativamente de bajo riesgo -en particular los sistemas capaces de dañar a los viejos tanques soviéticos de Al-Assad- pero mucho menos eficaz contra los modelos norteamericanos o israelíes. El punto álgido lo representa el armamento anti-aéreo –que es lo más demandado por los rebeldes- necesarios para luchar contra los cazabombarderos y helicópteros de combate del régimen sirio; pero también pueden representar una amenaza para la aviación civil si cae en poder de grupos radicales y por ello Washington ha evitado el suministro de estas armas.
El presidente Hollande, dijo el año pasado que estaba a favor de darle a los rebeldes armas antiaéreas para defender las "zonas liberadas", pero hasta el momento solo han tomado ventaja de las armas incautadas de los arsenales gubernamentales, y hay pocas ganas entre los Estados occidentales de ofrecerles más equipos de este tipo.
Por otra parte, Irán ha aumentado significativamente el apoyo militar al régimen sirio en los últimos meses, consolidando su posición junto a Rusia; las armas iraníes siguen llegando desde Irak, pero también lo hacen por las rutas a través de Turquía y Líbano, en violación al embargo de armas de la ONU contra Irán. Irán estaba usando aviones civiles para transportar personal y grandes cantidades de armas a través del espacio aéreo iraquí y aunque Bagdad negó que informe, más tarde hizo varias inspecciones e los vuelos con destino a Irán; de hecho gran parte del armamento continúa siendo enviados desde Irán a través de Irak, a pesar de las repetidas promesas de Bagdad para ponerle fin al suministro de armas iraníes a Al-Assad.
Suheir Atassi, vice-presidente de la Coalición Nacional Siria, sostuvo que la UE deberá enviarles armas a los rebeldes ya que si van a "darle poder a los grupos correctos en el terreno contra las fuerzas yihadistas que están cambiando la cara de Siria, este es el momento. Dijimos que si los países democráticos no nos daban las armas, eso llevaría al caos y a la radicalización y dónde estamos ahora? Esto es caótico y hay grupos radicales en el terreno. Si Europa y otros hubiesen apoyado al Ejército Libre Sirio (ELS), no estaríamos donde estamos ahora. Pero todavía estamos a tiempo de salvar la situación - que aún no hemos hundido en una guerra sectaria”.
Atassi tiene razón al insistir que la autoridad política y militar son inseparables, si los rebeldes son la creación de un gobierno provisional en territorio liberado, pero su falta de acuerdo en Estambul no ayuda a la causa. Aunque la Liga Árabe ha instado a la oposición siria para formar un gobierno de transición, la Coalición Nacional Siria ha decidido aplazar cualquier medida -por segunda vez- sin dar ninguna razón o una fecha límite; esto denota disputas internas dentro de la oposición o una falta de confianza en su capacidad para administrar las zonas liberadas y hacerse cargo de los asuntos nacionales e internacionales. Algunas fuerzas de la oposición creen que los requisitos previos para la formación de un gabinete provisional no se han completado, y que la formación de un gobierno de transición -en las actuales circunstancias- incluso podría retrasar la búsqueda de una solución a la crisis siria y bloquearía el camino a una solución negociada con el régimen.
Desde los grupos armados –que no son parte de la Coalición- se adoptó la misma posición, en parte porque buscan desempeñar un papel clave dentro de un futuro gobierno interino, y no cuentan con el poder suficiente para doblegar al régimen o afianzarse en el liderazgo dentro de la oposición. Y aquí entra en duda también que proyecto de transición será implementado, ya que los Estados árabes, regionales y mundiales apoyan a diferentes grupos de oposición para asegurarse que sus aliados de hoy serán los próximos gobernantes de un Estado afin a las agendas de esos patrocinadores.
La dualidad de la velocidad es notoria: se pretende armar rápidamente a los rebeldes para que prevalezcan sobre el régimen de Al-Assad, pero no se ha articulado -con la misma velocidad- un programa sobre la transición de gobierno o alguna instancia que evite una segunda guerra civil entre los grupos de la oposición por el control del país.
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