Luego de una semana de duración terminó hoy primera ronda de conversaciones de paz de Ginebra 2. Sin ningún resultado concreto para mostrar, la falta de progreso se evidenció luego que la delegación del gobierno fue incapaz de decir si va a regresar para la siguiente ronda prevista para el 10 de febrero.
Brahimi enumeró 10 puntos, que él considera que las dos partes acordaron en las negociaciones, y dijo que pensaba que había más puntos en común que las partes reconocieron. Pero ninguna de las partes se ha movido de sus principales posiciones: la oposición quiere que las conversaciones se centren en una administración de transición que remueva al presidente Al-Assad del poder mientras que el gobierno quiere que se trate la lucha contra el terrorismo –térmico aplicado a los rebeldes-; los avances de las fuerzas oficiales que han recuperado territorio gravitaron de manera directa, reduciendo la presión sobre el gobierno, mientras que los rebeldes cada vez están más divididos y los militantes islámicos han ganado poder, pero al no participar de las conversaciones debilitaron a la coalición de oposición.
La oposición siria en el exilio tiene previsto viajar a Moscú el lunes en un intento por descongelar las relaciones con uno de los aliados más poderosos del presidente Al-Assad. Una delegación encabezada por el presidente de la Coalición de la Oposición Siria (COS), Ahmad Al-Jarba, se reunirá con el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov; Al-Jarba prometió que trataría de continuar la alianza militar de Siria con Moscú si un gobierno de transición reemplaza a Al-Assad. La oposición dice que la persistencia del gobierno en la discusión de terrorismo en las conversaciones de Ginebra 2 fue una táctica de distracción para eludir las exigencias de dimisión sobre el presidente y es por ello que van a Moscú.
Las partes han fracasaron en lograr objetivos más modestos, como un acuerdo para permitir que los convoyes de ayuda entren a Homs, donde miles de civiles están atrapados sin acceso a alimentos o medicinas desde hace meses. Con pocos logros para mostrar, los diplomáticos dicen que ahora la prioridad es sólo mantener el proceso de las conversaciones, con la esperanza de que las posiciones de línea dura puedan modificarse con el tiempo; que ambas partes tuvieron un primer paso tentativo el miércoles al acordar utilizar la Comunicación de Ginebra de 2012 como documento de base para las discusiones.
Se trata de un comunicado emitido después de una reunión de junio de 2012, de las potencias mundiales en la misma ciudad suiza que aloja las conversaciones en curso. Se pidió un "cese sostenido de la violencia armada" y una transición política dirigida por un "órgano de gobierno de transición" que debe estar formado por consentimiento mutuo.
Pero las dos partes leen a Ginebra 1 de manera muy diferente. La oposición dice que la convocatoria de transición significa que las conversaciones deben dar lugar a la salida de Al- Assad -una afirmación de las disputas del gobierno- mientras que desde el oficialismo señalan que la oposición desde Ginebra I selecciona los términos a su antojo, centrándose exclusivamente en la cuestión de la transición y haciendo caso omiso de la estipulación de un alto el fuego; pero también es cierto que en documento de Ginebra 1 no se menciona al “terrorismo” y el gobierno estuvo enfrascad en una disputa por incluirlo en la minuta de negociaciones, sin distinguir entre los insurgentes armados de los como terroristas.
Mientras Rusia o Irán no presionen de manera directa al gobierno sirio, las negociaciones se mantendrán en el plano diplomático. Adicionalmente a la cuestión de la presión internacional se debe sumar la baja representatividad de la coalición opositora: los miembros de presente delegación de la oposición representan a una base minoritaria de los opositores del presidente y no tienen autoridad sobre la base de los grupos rebeldes islámicos; de hecho no tienen miembros de la oposición con sede en Damasco, a los que ve como demasiado tolerante con Al-Assad.
Ginebra 2 sirvió para acercar a las partes pero también para poner en evidencia lo que Bouthaina Shaaban, asesora del presidente Al-Assad, se preguntó al inicio de las conversaciones: “¿Quiénes son? ¿A quién representan?".
1 comentario:
La asesora de Al Assad tiene sobrada razón en decirlo. La oposición siria no es NADA, entienden, NADA no representan a nadie, nadie les hace caso y no son nadie. Si van a Moscu unicamente les oiran por cortesía pero se iran con las manos vacias. La reunion de Ginebra II fue, es y ha sido un fracaso ya largamente anunciado.
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