lunes, 6 de febrero de 2012

¿Demolición controlada del gobierno de Siria?


Las fuerzas sirias bombardearon hoy a Homs nuevamente, dejando un saldo de 50 personas según el Consejo Nacional Sirio (CNS), en un asalto sostenido en varios distritos de la ciudad que se ha convertido en el centro de la oposición armada al presidente Bashar Al-Assad. Los opositores señalaron que los ataques de hoy son una continuación de las operaciones que comenzaron el viernes a la madrugada y que dejaron un saldo de varias decenas de muertos.

Ese ataque, calificado de "masacre" por parte de Francia y de "innombrable" por Obama, sentó las bases para apurar los intensos esfuerzos -durante el fin de semana- de presionar a Moscú para que no bloquee el proyecto de Resolución del Consejo de Seguridad; sin embargo, Rusia y China vetaron ese proyecto argumentando que la resolución solo contemplaba a un sector y no mencionaba nada sobre los rebeldes. Por su parte, Damasco niega haber disparado contra las casas y señaló que las imágenes de los cadáveres en Internet son un montaje y que los grupos armados "terroristas" eran los que estaban disparando morteros contra la ciudad para dar la impresión que las fuerzas estatales estaban atacando a los civiles.

EE.UU. cerró hoy su embajada en Siria y se espera que el embajador Robert Ford y otros 17 funcionarios dejen Siria en el transcurso del día y viajen a EE.UU; la medida no llegó a una ruptura formal de relaciones diplomáticas entre Washington y Damasco, sino que se produce debido al fracaso de mejoras en la seguridad y garantías requeridas al Estado sirio por parte de EE.UU. semanas atrás para el personal y la embajada. Sin embargo el presidente de EE.UU., Barack Obama, dijo que la partida del líder sirio es sólo una cuestión de tiempo, aun cuando el régimen de Damasco intensificó sus ataques contra las revueltas.

William Hague, Ministro de Relaciones Exteriores, llamó al embajador británico en Damasco para "consultas" sobre lo que calificó de una "situación absolutamente inaceptable, que exige una respuesta internacional unida". El embajador sirio en Londres fue convocado también hoy a la Oficina de Relaciones Exteriores para expresarle el reproche por la violencia contra los civiles en Siria.

Helene Laverdière, Ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, indicó que era hora que Canadá retire a su embajador en Siria, ya que las medidas enérgicas del gobierno sirio siguen en aumento. Laverdière dijo que Canadá no debe ir tan lejos como romper lazos diplomáticos o cerrar la embajada, pero que se debe enviar un mensaje claro y fuerte al régimen sirio.

El Canciller ruso Lavrov, que tiene previsto viajar mañana a Damasco junto al Jefe de Inteligencia Exterior de Rusia, defendió la decisión de Moscú de vetar el proyecto del Consejo de Seguridad argumentado que Rusia había solicitado que la votación se retrasase hasta después de su visita a Damasco; Lavrov dijo que la negativa de las naciones occidentales para aplazar la votación "significa que era más importante para ellos echarle la culpa a alguien por lo que está pasando que llegar a un consenso en el Consejo de Seguridad".

Se desconocen los objetivos del viaje de Lavrov y Fradkov, pero se especula con la posibilidad que Rusia podría estar buscando una "demolición controlada" del régimen del presidente sirio Bashar Al-Assad, para salvar a su único punto de apoyo en el mundo árabe y contener así el avance occidental dentro del Medio Oriente. Rusia enfrenta una fuerte presión apoyando a Al-Assad, que va desde Occidente a los países árabes más los opositores locales, por lo que la opción de una caída controlada del régimen podría ser una salida viable donde la transición gire en torno a un nuevo régimen –sin Bashar Al-Assad- pero controlado por los miembros de la familia y del partido Ba´ath.

La imagen rusa en estos momentos no es la mejor entre los opositores sirios, por lo que cabe preguntarse si esta salida sería apoyada por los grupos disidentes y que posición tendrían los países árabes y occidentales ante esta propeusta de salida de la crisis. Si Rusia se asegura la dimisión del poder de Al-Assad y son removidos los mandos militares ligados a la represión –por ejemplo Maher Al-Assad, hermano del presidente- y se disuelven las fuerzas paramilitares –muhabarat y shabiha- Moscú podría ganarse el corazón de los sirios.

Pero la duda que subsiste es si Bashar Al-Assad estaría dispuesto a renunciar. La mayoría de los países involucrados en Siria consideran, por diversos factores, que los días de Al-Assad están contados ya que solo los rusos impiden una intervención de ONU; pero Al-Assad todavía tiene capacidad de fuego por lo que se ignora si va a resistir en el poder hasta último momento o si cedería a una sugerencia rusa de renunciar.

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