sábado, 25 de febrero de 2012

Los Amigos de Siria ¿Son todos Amigos mutos?


China, uno de los aliados de Siria en el Consejo de Seguridad, señaló que tanto EE.UU. como Europa tienen ambiciones hegemónicas en Siria, un día después que Beijing fue condenado en la conferencia internacional celebrada en Túnez para encontrar una manera de detener la violencia en el terreno. Hillary Clinton, Secretaria de Estado de EE.UU., calificó a Rusia y China como "despreciable" por vetar los proyectos de resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que respaldan los planes de la Liga Árabe destinado a ponerle fin al conflicto y condenar la represión del gobierno del presidente Bashar Al-Assad.

La posición de China en Siria es percibida por Beijín como equilibrada y mientras que “la mayoría de los países árabes han empezado a darse cuenta de que EE.UU. y Europa están escondiendo una daga tras una sonrisa, en otras palabras, mientras ellos parecen estar actuando fuera de la preocupación humanitaria, en realidad están albergando ambiciones hegemónicas”.

La reunión de Túnez no llegó a mayores decisiones sobre Siria y se limitó a cristalizar muchas ideas que estaban en la mesa de negociaciones pero que no habían sido pautadas; el apoyo directo al Consejo Nacional Sirio (CNS) significa un paso dentro de los intentos de consolidar a la oposición, si bien el CNS no representa a gran parte de la sociedad siria.

Pero el más importante dato que dejó la reunión de Túnez fue la división que existe dentro del Grupo de Amigos. El retiro de Arabia Saudita y el anuncio de armar a los rebeldes desde los países del Golfo no estaba dentro de la línea liderada por EE.UU. y la UE que deseaban una consolidación de la oposición y una hoja de ruta para la transición; es por ello que el régimen sirio atacó a Arabia Saudita acusando a Riad de convertirse en "socio" en los asesinatos que tienen lugar en Siria.

Damasco ahora sabe que la coalición de países que apoyan a los disidentes sirios está tanto o más fragmentado que los grupos políticos sirios, por lo que tendrá más tiempo para ejecutar operaciones contra los bastiones rebeldes –como sucedió hoy en Homs- mientras sigue bajo el paraguas que Rusia y China le ofrece en el Consejo de Seguridad.

Frente a la falta de una resolución del conflicto, la situación humanitaria en las zonas de conflicto -como Homs- se está profundizando y ha motivado diversas iniciativas desde la comunidad internacional.

La Cruz Roja hizo un nuevo intento hoy para llevar a cabo una evacuación de las personas atrapadas en Homs, después de un primer rescate exitoso de los civiles. El esfuerzo humanitario se produjo después que los Estados árabes y occidentales instaron a Damasco a "cesar inmediatamente todo acto de violencia" para permitir el acceso, luego de más de tres semanas de ataques contra los rebeldes en la tercera ciudad más grande de Siria.

Pero las fuerzas de seguridad reanudaron el bombardeo de Baba Amr matando al menos a 16 civiles y por ello el Comité Internacional de la Cruz Roja estaba negociando el sábado para reanudar las evacuaciones.

Por otra parte, las autoridades sirias el viernes impidieron que un equipo médico para entrar en sus tierras de las fronteras jordanas; el equipo de médicos árabes tenía planeado entrar a Siria para ayudar y ofrecer asistencia sanitaria a las víctimas de la violencia en Siria. Uno de los médicos, Mohammad Khwaldeh dijo que las autoridades jordanas le aconsejaron al equipo de 120 médicos y enfermeras que no entren en Siria por su seguridad, ya que las autoridades sirias les habían impedido entrar.

Todavía están en la frontera sirio-jordana los médicos y esperan para entrar los equipos que incluyen ambulancias, suministros médicos y cirujanos; el personal de la misión sanitaria sostuvo que o el régimen sirio trae las víctimas heridas a las fronteras de Jordania o ellos entrarán.

A pesar del derramamiento de sangre, el presidente Al-Assad está organizando un referéndum para el domingo 26 de febrero sobre una nueva constitución que según él va a allanar el camino para una elección parlamentaria multipartidista plazo de tres meses. La oposición ha llamado a un boicot y ha minimizado las promesas de Al-Assad sobre las reformas y exigen que renuncie.

El ministro de Exteriores de Turquía, Ahmet Davutoglu, se preguntó cómo la votación podría tener lugar en medio de tanta violencia. Y esa es la pregunta clave.

Las reformas, de implementarse y ejecutarse sin trabas, llegan tarde debido a la profunda crisis humanitaria y a la fragmentación social que existe entre los diferentes grupos religiosos sirios. Por otra parte, la legitimidad del presidente Al-Assad, luego de las miles de víctimas que está dejando la represión sumados a los crímenes de lesa humanidad, ponen un manto de sospechas también sobre la legitimidad de la constitución que no fue consensuada por las partes sino que nació de una comisión del propio régimen.

El referéndum se producirá en medio de bombardeos y ciudades sitiadas desde hace semanas, con una crisis humanitaria de proporciones mayúsculas y donde la imposición de ley está marcada por las acciones de los francotiradores.


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