El Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, precisó que Israel "Estaba haciendo todo lo que sea necesario para defender la seguridad de Israel", un día después de los aviones de combate israelíes atacaron un objetivo sospechoso Hezbollah en la frontera sirio-libanesa. Los aviones de combate lanzaron cuatro cohetes en la zona fronteriza de Janta -en el Este de Líbano- contra un cargamento de armas "cualitativos"; en ambas incursiones se atacó un objetivo de Hezbollah en la frontera entre el Líbano y Siria, cerca del pueblo de Nabi Sheet, cerca de un sitio de entrenamiento de Hezbollah.
El PM israelí se negó a confirmar si su país llevó a cabo un ataque aéreo a lo largo de la frontera con Siria y Líbano, luego de difundida la noticia por la agencia estatal de noticias de Líbano. Aunque Israel se ha abstenido de tomar partido en la guerra civil siria, Netanyahu ha prometido en repetidas ocasiones que tomaría medidas para evitar que Hezbollah obtenga "armas que cambien el juego" de Siria; los ataques aéreos israelíes del pasado se creen que fueron dirigidos contra los misiles antiaéreos de fabricación rusa y misiles guiados de Irán. Israel nunca ha confirmado los ataques aéreos.
El periódico libanés Al-Akhbar, cercano a Hezbollah, dijo que las redadas se llevaron a cabo dentro de Siria y que " la naturaleza del objetivo no estaba clara". El Ejército de Líbano no confirmó que se hayan producidos ataques, pero informó violaciones del espacio aéreo libanés por parte de Israel; sin embargo los residentes de Nabi Sheet dijeron que vieron bengalas que iluminan el cielo antes de las incursiones y que sacudieron sus casas, además gente en las áreas vecinas dijeron que escucharon aviones volando a baja altura y que el objetivo parecía ser una posición de Hezbollah en las montañas cercanas a la ciudad.
El My. Gral. Eyal Ben Reuven (R), Subjefe del Comando Norte del Ejército israelí durante la guerra del Líbano de 2006, restó importancia a las preocupaciones que los ataques aéreos preventivos contra Hezbollah podrían desatar una nueva guerra ya que "Hezbollah ahora está muy ocupado con sus combates en Siria y las amenaza en Líbano (…) Pero tengo que decir que en Oriente Medio todo puede suceder, así tenemos por supuesto, que prepararnos para todo tipo de escenarios". El hecho de que Hezbollah haya construido campos de entrenamiento al aire libre, en el valle de Bekaa, apunta a una mayor necesidad de este tipo de instalaciones para entrenar a los nuevos reclutas y un grado de confianza sobre que Israel no los atacaría; pero un objetivo diferente son los depósitos de armas de Hezbollah –que están bien ocultos en bunkers subterráneos- y Israel obtuvo información de Inteligencia sobre la ubicación de uno o más depósitos de armas, sería un falla de seguridad grave.
Las tensiones sectarias se suman otro factor para un potencial de conflicto dentro de Líbano. La división sectaria está creciendo cada vez más explosiva, con los sunitas apoyando en gran parte a sus hermanos en Siria mientras que los chiitas y Hezbollah apoyan al gobierno del presidente Al-Assad. Esa violencia ha rebotado en Líbano, con los sunitas radicales atacando con coches bombas las zonas chiitas desde julio pasado, matando a docenas y aterrorizando al país.
Ahora los sunitas acusan a los militares de ponerse del lado de Hezbollah. Esta percepción se basa en el resentimiento derivado del status de dominio y de intocable que Hezbollah detentó dentro la política del Líbano –un Estado dentro del Estado- y que se extendió al Ejército cuando superó su capacidad militar. Los sunitas denuncian que el Ejército persigue a las armas y rebeldes sirios mientras se ignoran las acciones fronterizas de Hezbollah. En junio de 2013, se produjeron enfrentamientos entre soldados libaneses y los seguidores del clérigo sunita Ahmad Al-Asir, destacado opositor de Hezbollah, y partidarios del grupo chiita se unieron brevemente la lucha junto al Ejército afirmando la teoría de los sunitas.
La 36º División Blindada, que había estado destinado en los Altos del Golán durante 40 años, fue removida de la frontera con Siria -en un cambio histórico militar- en medio de una transición que deja a la 210º División a cargo de la frontera; desde julio de 2013, la 210º ha estado entrenando intensamente para familiarizarse con la zona, se ha mejorado la Inteligencia y las capacidades de la potencia de fuego de las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) que puedan ser necesarias para hacer frente a futuras amenazas desde Siria. Fuentes militares señalaron que la nueva División hará que la frontera más estable, debido a su capacidad para prevenir o responder rápidamente y contener los incidentes de seguridad: Infantería, unidades blindadas y unidades del cuerpo de artillería podrían moverse a través de la frontera para defender el frente interno contra amenazas tales como cohetes, células terroristas y unidades del ejército sirio, dejando al territorio enemigo como una tercera capa de seguridad.
Abu Mohammed Al-Golani, líder de Jabhat Al-Nusra, la rama de Al-Qaeda en Siria dio a los mlitantes islamistas rivales cinco días para aceptar una mediación y ponerle fin a las luchas internas o enfrentarán una guerra que "terminará ellos". Al-Golani presionó al grupo Estado Islámico en Irak y Siria (ISIS) a que acepten el arbitraje de los eruditos religiosos para cesen las disputas internas que han socavado una campaña militar más amplia contra las fuerzas del presidente Al-Assad.
Hezbollah es un enemigo declarado de Israel y ha enviado a miles de combatientes por la frontera para ayudar al régimen del presidente sirio, Bashar Al-Assad, en su lucha contra las milicias rebeldes sunitas. Adicionalmente, Siria ha proporcionado durante mucho tiempo armas y otros tipos de ayuda a Hezbollah, además de y sirvió como un conducto clave de la ayuda militar iraní al movimiento, que luchó contra Israel a un sangriento punto muerto en 2006. La preparación de defensas más duras en la frontera con Siria no responde a un interés de Tel Aviv por atacar Damasco, sino de la falta de soberanía estatal siria en las zonas fronterizas del sur de los Altos del Golán y al potencial crecimiento de las fuerzas yihadistas globales para hacerse con el control de esas zonas.
Las fuentes militares israelíes abiertamente dicen que no esperan que Siria se recupere de la guerra civil y volva a ser un Estado soberano en el mediano a largo plazo y describieron al conflicto como un cambio estratégico, que se estudiará en los próximos libros de texto, sobre la historia de Oriente Medio. Según los militares israelíes, el mapa que ellos poseen del territorio controlado por el régimen sirio y los rebeldes cambia continuamente, a pesar de las fuerzas leales al presidente Al-Assad están tratando de recuperar el terreno.
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