martes, 25 de marzo de 2014

Siria y la Liga Árabe: más que una silla vacía


Con el proceso de paz palestino-israelí estancado y la guerra civil de Siria en su cuarto año, se inauguró la 25º Cumbre de la Liga Árabe en Kuwait. La Cumbre de dos días se celebra en medio de la profundización de las divisiones entre los Estados miembros, pero todos coincidieron en la condena de lo que describieron como la agresión de Israel contra Palestina y el derramamiento de sangre en Siria. El Secretario General de la Liga Árabe, Nabil Al-Arabi aplaudió los esfuerzos de EE.UU. para forjar la paz en la región, pero culpó a la expansión de los asentamientos israelíes y otras políticas por el estancamiento; Al-Arabi señaló que las naciones árabes se verían obligadas a mirar a lo que él llamó "formas no tradicionales de resolver el problema", pero sin embargo, no dio más detalles.

El Emir de Kuwait, jeque Sabah Al-Ahmad Al-Sabah, advirtió sobre los "enormes peligros” que deparan los problemas regionales e instó a los líderes árabes a resolver una larga lista de conflictos que complican la zona como la guerra civil de Siria y la lucha política en Egipto. La Cumbre anual de la Liga Árabe también escuchó un llamado del mediador de paz de la ONU para Siria, Lakhdar Brahimi, quien pidió que se ponga fin al suministro de armas; Brahimi no nombró a los proveedores, pero se cree que Arabia Saudita y Qatar son los principales proveedores de la ayuda militar a los rebeldes sirios mientras que Irán es la principal potencia regional que respalda al presidente Bashar Al-Assad.

El jefe de la Coalición Nacional de Siria (CNS), Ahmad Al-Jarba, criticó la decisión de la Liga Árabe de restringirle a la oposición ocupar el asiento de Siria en la Cumbre. El CNS, que fue aprobado inicialmente para reemplazar al gobierno del presidente Al-Assad como representante sirio dentro del bloque de 22 miembros, se le negó ese derecho después de las reservas de Líbano, Irak y Argelia. Al-Jarba dijo" Déjenme decirles, con toda franqueza, que el mantenimiento de asiento de Siria vacío en medio de la Cumbre envía un mensaje claro a Al-Assad que él puede matar, y que el asiento va a esperar por él mientras resuelve su guerra."

Al-Jarba además pidió que se provea a los rebeldes de la oposición con misiles antiaéreos, afirmando que ningún avance político sería posible si no hay un "progreso militar en el suelo”. El llamado de Al-Jarba se produjo durante una reunión el lunes, con Brahimi en Kuwait, y durante el encuentro Al-Jarba culpó al régimen sirio por el "fracaso" de las conversaciones de Ginebra. En un comunicado posterior se consignó que "El comportamiento grosero de la delegación del régimen en las conversaciones, ha cerrado todas las puertas a cualquier solución política que se necesita para poner fin al sufrimiento del pueblo sirio".

El Ministro de Relaciones Exteriores de Qatar, Khalid bin Mohammed Al-Attiyah, sostuvo que su país va a "seguir su propio camino (…) La independencia de su política exterior simplemente no es negociable". Qatar es aliado de EE.UU., además alberga una de las mayores bases militares norteamericanas en el extranjero, pero en los últimos años ha desempeñado un papel fuera de lo tradicional en los asuntos árabes , encabezando los esfuerzos para resolver la crisis siria y mediar en algunos de los conflictos internos de Sudán. Pero Arabia Saudita, Bahrein y Emiratos Árabes Unidos se quejan de Qatar, alejándolo de inmiscuye en sus asuntos internos al apoyar la oposición -la Hermandad Musulmana en el caso de Arabia Saudita y los Emiratos y los rebeldes chiitas en Yemen- y quieren Qatar se asegure que sus envíos de armas a los rebeldes sirios no terminarán en poder de los terroristas.

El presidente de EE.UU, Barack Obama, tratará de responder a las preocupaciones de Arabia Saudita –un descuidado aliado árabe- cuando visite a Riad el viernes, meses después que los líderes sauditas se opusieron al creciente acercamiento entre Washington y Teherán. Obama, en su primer viaje desde el año 2009, llegará a Riad después de una inusual disputa pública para encontrar un terreno común sobre la guerra civil siria y el proceso de paz entre israelíes y palestinos. Aunque EE.UU. ya no es un gran importador de petróleo saudita, Riad sigue siendo un aliado importante para Washington por su cooperación en la lucha contra Al-Qaeda y su influencia sobre otros Estados árabes.

El Príncipe heredero saudita Salman pidió un "cambio de la correlación de fuerzas en el terreno en la guerra civil de Siria” ya que la crisis había alcanzado proporciones catastróficas y se necesita de más apoyo para los rebeldes que luchan para derrocar al presidente sirio Bashar Al-Assad.

Los sauditas tienen mucho que ver con la forma en que el gobierno de Obama ha manejado y continúa manejando las cuestiones regionales del Medio Oriente. El verdadero núcleo del problema sigue siendo Irán, el cual es percibido como una fuente de conflictos para los intereses sauditas –desde Iraq, Siria, Líbano a la confrontación sunita vs chiitas- pero que afecta tangencialmente a Washington, luego del inicio de las negociaciones; Riad ha criticado la renuencia de Washington para atacar al régimen sirio luego del incidente con las armas químicas del año pasado y por su “baja cooperación” con los rebeldes. 

Que el Príncipe heredero haya señalado que "La resistencia siria legítima ha sido traicionada por la comunidad internacional y fue presa fácil de las fuerzas del tirano, Siria se ha convertido en un campo de batalla abierto a los asesinatos y a la destrucción, llevada a cabo por un régimen inicuo con la participación de los extranjeros y terroristas armados que vienen de todas partes (…) Esto debe ser resuelto con el fin de enviar un fuerte mensaje a la comunidad internacional para que cambie su actitud hacia Siria".

Irán ha insistido continuamente que una solución política para Siria debe ser una solución siria en su naturaleza y en base a la votación directa y la voluntad del pueblo sirio. Una decisión fuera de Siria sólo puede ser legítimo y creíble si está directamente validado por el pueblo de Siria. Algunos de los partidos que utilizan la fuerza militar para desalojar al gobierno sirio están tratando de ejercer presión política - en la forma de soluciones políticas propuestas en Ginebra - y tomar decisiones por el pueblo sirio. Estos intentos revelan su falta de comprensión de las realidades sobre el terreno y su ignorancia de las complejidades de la sociedad siria. Pero también delatan la intencionalidad de Irán por legitimar los abusos del gobierno sirio en la marcha de la guerra civil.

Pero el cansancio o indiferencia no es lo mismo que el realismo. Después de Irak, Afganistán y la guerra contra el terrorismo de la administración Bush el público norteamericano demandó una política extranjera pasiva de represalias y un enfoque en las preocupaciones nacionales; la administración Obama ha cumplido con estas demandas al pie de la letra, aunque su política haya conducido al fracaso y debilitamiento de las relaciones con sus aliados regionales. La pérdida de liderazgo mundial, a manos de actores regionales -algunos enemigos- pero más decididos, ha provocado situaciones incómodas para EE.UU. como la tolerancia de crímenes contra la humanidad en nombre del realismo.

Human Rights Watch denunció que imágenes de satélite mostraron 340 sitios controlados por la oposición en Aleppo fueron afectados, entre principios de noviembre y finales de febrero, por un daño que parecía "muy en consonancia con la detonación de bombas no guiadas altamente explosivas." El Consejo de Seguridad deberá responder, ya que el gobierno sirio ignoró una resolución del mes pasado para frenar el uso indiscriminado de armas, en las zonas pobladas. Frente a este desprecio por las vidas civiles –y la Resolución del Consejo- ningún Estado ha mostrado interés por denunciar a Siria ante el Consejo de Seguridad para que remita el caso a la Corte Penal Internacional.




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