sábado, 24 de diciembre de 2011

Dos bombas y muchas dudas




En un comunicado publicado en un sitio web, la Hermandad Musulmana de Siria se adjudicó la responsabilidad por el doble atentado en Damasco del día viernes. Según el comunicado "Una de nuestras victoriosas brigadas sunitas fue capaz de dirigirse a la construcción de la seguridad del Estado, en Kfar Suseh, corazón de los Omeyas de Damasco. La exitosa operación fue llevada a cabo por cuatro de nuestros mejores hombres, dejando numerosos muertos y heridos entre las filas de las pandillas de Al-Assad".

La Hermandad Musulmana de Siria negó una supuesta adjudicación de los atentados publicada en Internet y señaló que tal la reclamación fue publicada en una página web falsa creada por el régimen sirio. El portavoz de la Hermandad, Zuhair Salem, dijo desde Londres que la demanda era totalmente orquestada por el régimen, al igual que lo fueron los ataques.

Los comentarios se produjeron como reacción a la noticia que un sitio web supuestamente propiedad de la Hermandad Musulmana siria dijo que cuatro atacantes suicidas habían llevado a cabo los ataques del viernes; el sitio, que fue bloqueado poco después de la reclamación, advertía a Siria que habría más ataques contra las oficinas del gobierno y los servicios de seguridad en los próximos 10 días.

Pero la Hermandad Musulmana acusa al propio régimen de la puesta en escena de los atentados, que coincidió con el primer día de trabajo de un equipo de la Liga Árabe en Damasco; los atentados se produjeron al momento de la oración de los viernes, el día de mayor actividad de los manifestantes y los observadores de la Liga Árabe tenían previsto cubrir dichos eventos.

El jefe de la misión de observadores de la Liga Árabe, el General sudanés Mohammed Ahmed Mostafa al-Dabi, dejó Damasco en horas de la noche con algunos de sus asistentes y se espera que el resto de sus 50 miembros del equipo dejen el país el lunes como estaba previsto. En una conferencia de prensa Al-Dabi dijo que los atentados no iban a obstaculizar el trabajo de la misión de ninguna manera.

Al-Dabi también señaló que el protocolo firmado entre la Liga Árabe y Siria concede a los observadores la entrada al país sin necesidad de visado y que la Liga está su papel de observación en coordinación con las autoridades sirias.

Por su parte, el Consejo de Seguridad condenó los ataques, mediante un comunicado en el que señala que el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones constituye una de las más graves amenazas a la paz y la seguridad internacionales, y los actos de terrorismo son criminales e injustificables.

Los funerales de 44 personas, que murieron en los dos atentados suicidas, se convirtieron en una muestra de apoyo al presidente Bashar Al-Assad, donde miles de dolientes denunciaban las intervenciones de EE.UU. y sus aliados árabes en Siria; al grito de "Muerte a América" y "Queremos la cabeza de Hamad" -por Sheikh Hamad bin Jassim al-Thani, ministro de Relaciones Exteriores de Qatar y uno de los principales críticos árabes de Al-Assad- al tiempo que los ataúdes, envueltos en banderas sirias, se alineaban en el interior de la mezquita dorada octavo omeya del siglo, uno de los sitios más sagrados del Islam, en escenas que fueron transmitidas por la televisión estatal.

Los atentados del día viernes han dejado muchas dudas. En primer lugar, el gobierno señaló a terroristas de Al-Qaeda como los perpetradores a las pocas horas de sucedidos los hechos y sin que una investigación previa tuviese lugar; por otra parte el régimen sirio ha tenido buena Inteligencia sobre los elementos de Al-Qaeda en su territorio cuando éstos ingresaban a Iraq durante la ocupación norteamericana, por lo que un atentado doble en Damasco debería haberse anticipado.

En segundo lugar, después de los ataques los medios de comunicación estatales muestran imágenes de una inusual crudeza donde se observan cuerpos desmembrados y cabezas mutiladas, al tiempo que se permite el acceso de los monitores de la Liga Árabe al lugar de los hechos; cuando el equipo de DDHH de ONU visitó las zonas de operaciones meses atrás no se le permitió acceder a determinados lugares o tomar imágenes como éstas pero ahora se muestra al mundo que Siria se enfrenta a una insurgencia implacable por parte de fundamentalistas islámicos armados, de hecho la oposición señaló que sospechaban que el gobierno de Al-Assad llevó a cabo los atentados para justificar sus acciones.

Una tercera duda es, suponiendo que los atentados fueron perpetrados por la insurgencia armada, si el alejamiento de muchos países es una señal para éstos de que se encuentran solos en esa área y no deberían esperar apoyo en el futuro. A diferencia de Libia, esta reticencia a apoyar a los rebeldes les podría estar indicando que la opción de la guerra civil no es compartida desde el exterior frente a la posibilidad de un caos total en el país.

Finalmente, la cuarta duda es sobre el beneficio que tendría la Hermandad Musulmana con estos atentados y aunque la Hermandad Musulmana es históricamente el principal grupo político de oposición también lo es desde el punto religioso; el régimen de Al-Assad ha tratado de iniciar las luchas sectarias culpando a terroristas extranjeros y extremistas islámicos por la violencia en un intento de aprovechar las tensiones entre la minoría alawita gobernante y la mayoría musulmana sunita.

Luego de la feroz represión del presidente Hafez Al-Assad -padre de Bashar- en 1982 durante el sitio de la ciudad de Hama, la Hermandad no se recuperó y mantiene una debilidad estructural desde entonces en Siria; si bien cuenta con algunos enclaves fuertes en Hama o Alepo éstos no poseen un peso importante. Los apoyos que está recibiendo en la actualidad, son generados a partir de los canales satelitales que transmiten los mensajes de sus líderes y del creciente nivel de enojo que está produciendo en la población sunita la represión del régimen sirio.

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