martes, 3 de abril de 2012

Líbano: entre refugiados y tráfico de armas


Las autoridades sirias frustraron la infiltración de un "grupo armado terrorista" desde el Líbano hacia Siria, informó la agencia de noticias SANA el martes; el grupo estaba tratando de entrar en Homs –Siria- desde Reef al norte de Líbano. Varios de los miembros del grupo han sido arrestados, añadió la agencia oficial de noticias siria (SANA).

"La fuerza de seguridad especializada incautó cerca de la escuela de Muthanna en Mrayja –Homs- un vehículo equipado con lanzadores de morteros que los grupos terroristas armados planeaban utilizar para aterrorizar y matar a ciudadanos inocentes”. Citando a una fuente de seguridad, SANA dijo que el vehículo era un documento Land Rover, que había sido robado de una institución de las telecomunicaciones por "grupos terroristas" que lo había modificado para que sea capaz de "llevar a cabo sus actos de terrorismo contra la patria y los ciudadanos

Las nueve personas fueron acusadas por un tribunal libanés de tráfico de armas a Siria a través de la zona norte del país; sólo cuatro de los sirios y dos de los libaneses fueron acusados y detenidos, mientras que los otros tres siguen en libertad. El Fiscal Militar, juez Saqr Saqr, acusó a los hombres de transferencia de armas a los miembros del grupo rebelde Ejército Libre Sirio (ELS).

Esta es la segunda vez en menos de una semana que las autoridades sirias frustrar un intento por parte de un "grupo armado terrorista" para infiltrarse en Siria del Líbano. Un incidente similar tuvo lugar el sábado, cuando -según SANA- las autoridades sirias descubrieron un intento de infiltración; varios miembros de los "grupos terroristas" murieron o resultaron heridos durante los enfrentamientos con las fuerzas sirias que los demás huyeron hacia territorio libanés.

El ministro de Defensa libanés, Fayez Ghosn, dijo que el contrabando de armas a Siria está en aumento y advirtió que Líbano aún no ha visto lo peor del terrorismo; además Ghosn defendió un comentario controvertido que hizo el año pasado sobre que Al-Qaeda se había infiltrado en Líbano y que sus palabras estaban destinadas a advertir contra las consecuencias de la presencia de Al-Qaeda.

En cuanto a las armas fuera de la autoridad del Estado del Ejército libanés, Ghosn dijo que se estaba arrestando a cualquier persona en posesión de armas fuera de los 12 campos de refugiados palestinos del país y agregó que los palestinos conocen las restricciones con respecto a este asunto y que el ejército era también muy consciente de sus deberes.

Pero el problema no lo representa solamente el tráfico de armas, sino la masa de desplazados que llegan a Líbano y necesitan de la asistencia estatal cuando la economía nacional no está en su mejor momento. Sheikh Zayed Zakaria, líder de una coalición de organizaciones benéficas islámicas, dijo que establecerían los campamentos de refugiados para los sirios si el gobierno libanés no intervine para proporcionarle ayuda a los necesitados; la coalición se compone de alrededor de 30 organizaciones benéficas islámicas con un presupuesto multimillonario y es un proveedor principal para los miles de refugiados sirios en Líbano.

Por otra parte, el grupo opositor sirio Comité Local de Coordinación (CLC) en Líbano, ayuda a que los soldados heridos y civiles de la oposición en Siria reciban tratamiento y ayuda en los hospitales de Líbano; además de organizar manifestaciones y el suministro de alimentos a los refugiados, el CLC en Líbano han ayudado incluso a aquellos que no participan del conflicto, para que no se arriesguen a cruzar a Líbano, aunque en los puestos de control oficiales las lesiones se han convertido en un signo de la incriminación. Los activistas tratan a los heridos en coche y autobús desde el interior de Siria hacia la frontera, donde los activistas que trabajan en Líbano, arreglan para que una ambulancia de la Cruz Roja los recoja.

Líbano comienza a enfrentarse a una situación que se desbordará en el corto plazo si no se le da una respuesta adecuada. El tráfico de armas y efectivos en la frontera siria es una cuestión que compete al ejército libanés y al poder político, mientras uno impone su dominio efectivo el otro le da un soporte que justifica su acción; pero ni uno ni otro están demostrando una efectividad importante.

El principal problema lo constituyen los desplazados. Ellos no constituyen una situación de peligro en sí mismos sino que se deriva de los grupos de interés que giran en torno a la desgracia que les toca vivir; la asistencia humanitaria suele ir acompañada de mensajes radicalizados que apuntan al odio y buscan ganar adeptos a la causa de esos grupos extremistas.

Las fuerzas de seguridad y los políticos de Líbano deberán extremar al máximo la cooperación para evitar desbordes de algunos sectores dentro los desplazados sirios que podrían repetir los enfrentamientos similares a los que lideraron los palestinos y que condujeron a la guerra civil libanesa.


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