En el sexto día de protestas en Daraa, fuerzas de seguridad sirias abrieron fuego contra cientos de jóvenes que marcharon en solidaridad tras el asesinato de seis civiles.
La policía siria lanzó un asalto a un barrio que refugiaba a manifestantes anti-gubernamentales, la operación que duró casi 24 horas se enmarca dentro de las acciones llevadas adelante por las fuerzas de seguridad que han incluido cañones de agua, gases lacrimógenos, balas de goma y munición real. La cifra total de muertos asciende a 16.
Los informes sobre el ataque de parte de la policía que causó muertos, cerca de una mezquita de Daraa, son contradictorios tanto sobre los sucesos como la cantidad de muertos.
La agencia oficial SANA dijo que una banda armada atacó a una ambulancia y que las fuerzas de seguridad mataron a cuatro atacantes y otros resultaron heridos mientras se persiguieron a otros que huyeron. Se negó que las fuerzas de seguridad hayan irrumpido en la mezquita, sino que se mostró imágenes de las armas que habían sido tomadas desde el interior.
Activistas de DDHH de Siria y residentes locales dijeron que al menos seis personas murieron el miércoles después que las fuerzas de seguridad llevaron a cabo un ataque cerca de un sitio donde los manifestantes anti-gubernamentales se habían reunido.
Un comunicado oficial dijo el presidente Al-Assad, había despedido al gobernador de Daraa, Faisal Kalthoum –una de las demandas de los manifestantes- pero la principal demanda de los manifestantes es finalizar la represión plazo por la policía secreta, que en la provincia de Daraa está encabezada por un primo de Assad.
El vicepresidente sirio, Farouk al-Shara, señaló en medio oficiales que la gente está preocupada con la reforma y que la misma está en estudio por parte del gobierno. Al-Shara, hizo hincapié en que la reforma es una obsesión compartida y que una desaceleración no significaría que el proceso se detendrá y expresó su convicción de que el éxito del proceso de reforma puede hacer de Siria uno de los mejores países de la región.
De acuerdo con el Observatorio sirio para los Derechos Humanos, Loay Hussein -un preso político desde 1984 hasta 1991- fue sacado de su casa en el distrito Sehnaya cerca de Damasco; Hussein había estado apoyando a los manifestantes que marcharon por sexto día consecutivo ahora también en Sanamain y Jassem. Los organizadores están planeando un día de protestas masivas para el viernes.
Los informes sobre el ataque de parte de la policía que causó muertos, cerca de una mezquita de Daraa, son contradictorios tanto sobre los sucesos como la cantidad de muertos.
La agencia oficial SANA dijo que una banda armada atacó a una ambulancia y que las fuerzas de seguridad mataron a cuatro atacantes y otros resultaron heridos mientras se persiguieron a otros que huyeron. Se negó que las fuerzas de seguridad hayan irrumpido en la mezquita, sino que se mostró imágenes de las armas que habían sido tomadas desde el interior.
Activistas de DDHH de Siria y residentes locales dijeron que al menos seis personas murieron el miércoles después que las fuerzas de seguridad llevaron a cabo un ataque cerca de un sitio donde los manifestantes anti-gubernamentales se habían reunido.
Un comunicado oficial dijo el presidente Al-Assad, había despedido al gobernador de Daraa, Faisal Kalthoum –una de las demandas de los manifestantes- pero la principal demanda de los manifestantes es finalizar la represión plazo por la policía secreta, que en la provincia de Daraa está encabezada por un primo de Assad.
El vicepresidente sirio, Farouk al-Shara, señaló en medio oficiales que la gente está preocupada con la reforma y que la misma está en estudio por parte del gobierno. Al-Shara, hizo hincapié en que la reforma es una obsesión compartida y que una desaceleración no significaría que el proceso se detendrá y expresó su convicción de que el éxito del proceso de reforma puede hacer de Siria uno de los mejores países de la región.
De acuerdo con el Observatorio sirio para los Derechos Humanos, Loay Hussein -un preso político desde 1984 hasta 1991- fue sacado de su casa en el distrito Sehnaya cerca de Damasco; Hussein había estado apoyando a los manifestantes que marcharon por sexto día consecutivo ahora también en Sanamain y Jassem. Los organizadores están planeando un día de protestas masivas para el viernes.
El régimen de Al-Assad está enfrentado una ola masiva de protestas que no se registraban desde la década de los ´80 cuando la Hermandad Musulmana fue aplastada por su padre Hafez Al-Assad; la duda que subyace a estas manifestaciones es si el régimen asimilará las demandas y les dará una respuesta pragmática o si por el contrario buscará imponer su poder por medio del aparato de seguridad al estilo de Libia o Bahrein.
Las Estados europeos, en particular Francia, han reclamado una apertura democrática pero no han ido más allá y distan de considerar una posible intervención en Siria; la ONU por su parte ha instado al respeto por los DDHH pero tampoco ha sugerido posibles acciones directas.
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