La situación en Siria será una parte importante del programa de trabajo del Consejo de Seguridad de la ONU este mes, de acuerdo con el nuevo Presidente del Consejo de Seguridad Peter Wittig, Embajador de Alemania.
La violencia en Siria se ha profundizado nuevamente, luego que tropas y tanques primero rodearon y posteriormente entraron a la ciudad de Hama, donde la represión del gobierno ha dejado un saldo de 22 personas muertas y más de 80 heridos cuando las tropas embistieron a través de bloqueos improvisados con contenedores de basura y maderas sobre las calles -realizados por los residentes- para frenar el avance sobre los barrios residenciales.
Hama carga con un simbolismo muy significativo para Siria. Fue escenario de una sangrienta represión por parte deHafez Al-Assad -padre de Bashar Al-Assad- hace casi 30 años en la que murieron unas 20.000 personas. Por ello, el presidente Al-Assad destituyó al gobernador el viernes pasado y desplegó un fuerte dispositivo de seguridad para sofocar las protestas en la ciudad y aldeas vecinas, como Jabal-al-Zawya al norte de Hama.
Estas acciones se suman a una lista de hechos que grupos de Derechos Humanos vienen investigando. Amnistía Internacional, dijo que las acciones acaecidas en el sitio a Tal-Kalakh -ocurrido durante mayo y que duró menos de una semana- puede encuadrarse como crímenes contra la humanidad a causa de las muertes de manifestantes en custodia, torturas y detenciones arbitrarias. Philip Luther, de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África, señaló que se han recolectado testimonios de testigos en el terreno que describen a los acontecimientos como parte de un ataque generalizado y sistemático contra la población civil; los hechos que se mencionan en el informe corresponden a la jurisdicción de la Corte Penal Internacional, sin embargo, el Consejo de Seguridad es quien debe remitir la situación en Siria a la fiscalía de la Corte.
Se sabe que Francia, Portugal, Reino Unido y Alemania han presentado un proyecto de resolución que condena las acciones del gobierno sirio desde hace meses, pero el mismo no ha conseguido el apoyo de Rusia y China –dentro de los miembros permanentes- y tampoco ha entusiasmado a Brasil, India, Sudáfrica y Líbano –dentro de los miembros no permanentes- por lo que se especula con el proyecto de resolución sobre Siria no prosperará.
El Consejo de Seguridad también abordará la situación de Sudán -donde la Misión de las Naciones Unidas expira el viernes- y su solicitud de membrecía luego de su separación; también se tratará el tema de la membrecía de palestina en la ONU-y un posible voto de septiembre- pero es probable que haya discusiones sobre el tema recién para 26 de este mes. En cuanto a Afganistán, el Consejo discutirá la transición pendiente de la Fuerza Internacional de Asistencia a las fuerzas de seguridad afganas esta semana; habrá dos sesiones informativas y debates sobre Libia.
El escenario sirio tiene dos puntos sobresalientes que describen lo que está sucediendo. Por un lado Hama es ahora el foco de atención de régimen sirio, luego que la ciudad fue escenario de la mayor manifestación jamás vista en Siria el pasado viernes –con al menos 200.000 personas reunidas- dato que enardeció al movimiento social y provocó la última acción militar; si bien el ejército se retiró al perímetro de la ciudad, poco después de las muertes de los manifestantes y las incursiones sobre los barrios, Hama plantea una incógnita al gobierno de Al-Assad que no encuentra una solución para esta ciudad y que agita el fantasma de la represión de su padre.
La violencia en Siria se ha profundizado nuevamente, luego que tropas y tanques primero rodearon y posteriormente entraron a la ciudad de Hama, donde la represión del gobierno ha dejado un saldo de 22 personas muertas y más de 80 heridos cuando las tropas embistieron a través de bloqueos improvisados con contenedores de basura y maderas sobre las calles -realizados por los residentes- para frenar el avance sobre los barrios residenciales.
Hama carga con un simbolismo muy significativo para Siria. Fue escenario de una sangrienta represión por parte deHafez Al-Assad -padre de Bashar Al-Assad- hace casi 30 años en la que murieron unas 20.000 personas. Por ello, el presidente Al-Assad destituyó al gobernador el viernes pasado y desplegó un fuerte dispositivo de seguridad para sofocar las protestas en la ciudad y aldeas vecinas, como Jabal-al-Zawya al norte de Hama.
Estas acciones se suman a una lista de hechos que grupos de Derechos Humanos vienen investigando. Amnistía Internacional, dijo que las acciones acaecidas en el sitio a Tal-Kalakh -ocurrido durante mayo y que duró menos de una semana- puede encuadrarse como crímenes contra la humanidad a causa de las muertes de manifestantes en custodia, torturas y detenciones arbitrarias. Philip Luther, de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África, señaló que se han recolectado testimonios de testigos en el terreno que describen a los acontecimientos como parte de un ataque generalizado y sistemático contra la población civil; los hechos que se mencionan en el informe corresponden a la jurisdicción de la Corte Penal Internacional, sin embargo, el Consejo de Seguridad es quien debe remitir la situación en Siria a la fiscalía de la Corte.
Se sabe que Francia, Portugal, Reino Unido y Alemania han presentado un proyecto de resolución que condena las acciones del gobierno sirio desde hace meses, pero el mismo no ha conseguido el apoyo de Rusia y China –dentro de los miembros permanentes- y tampoco ha entusiasmado a Brasil, India, Sudáfrica y Líbano –dentro de los miembros no permanentes- por lo que se especula con el proyecto de resolución sobre Siria no prosperará.
El Consejo de Seguridad también abordará la situación de Sudán -donde la Misión de las Naciones Unidas expira el viernes- y su solicitud de membrecía luego de su separación; también se tratará el tema de la membrecía de palestina en la ONU-y un posible voto de septiembre- pero es probable que haya discusiones sobre el tema recién para 26 de este mes. En cuanto a Afganistán, el Consejo discutirá la transición pendiente de la Fuerza Internacional de Asistencia a las fuerzas de seguridad afganas esta semana; habrá dos sesiones informativas y debates sobre Libia.
El escenario sirio tiene dos puntos sobresalientes que describen lo que está sucediendo. Por un lado Hama es ahora el foco de atención de régimen sirio, luego que la ciudad fue escenario de la mayor manifestación jamás vista en Siria el pasado viernes –con al menos 200.000 personas reunidas- dato que enardeció al movimiento social y provocó la última acción militar; si bien el ejército se retiró al perímetro de la ciudad, poco después de las muertes de los manifestantes y las incursiones sobre los barrios, Hama plantea una incógnita al gobierno de Al-Assad que no encuentra una solución para esta ciudad y que agita el fantasma de la represión de su padre.
Por otro lado, desde la comunidad internacional no se vislumbra una solución o idea de transición que frene la violencia en Siria; por ello no debería causar sorpresa que las sanciones euro-americanas solo tengan un fin simbólico y que el recurso de esta semana sea chantajear al régimen sirio con la posibilidad someterlo a la Corte Penal Internacional si no accede a las reformas, como si los crímenes de lesa humanidad –supuestamente cometidos- fuesen una moneda de cambio, mensaje que daña al movimiento social sirio y a la credibilidad de las instituciones del Derecho Internacional.
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