martes, 19 de julio de 2011

Rusia y Alemania debatieron soluciones para Siria



El presidente ruso Dmitry Medvedev, en visita oficial a Alemania, dijo que una respuesta internacional a la situación en Siria no debe arriesgarse a empujar al país a la guerra. El líder ruso y la Canciller Angela Merkel discutieron sobre "varias opciones" para instar al presidente sirio Bashar Al-Assad a cesar en el uso de la violencia, poner en marcha las reformas y dialogar con la oposición.

Medvedev sostuvo que la zona de exclusión aérea aprobada por el Consejo de Seguridad en Libia, llevó a ese país a la guerra y no quería que los acontecimientos de Libia se repitan en Siria. Medvedev no dijo si Rusia vetaría una resolución del Consejo sobre el tema, pero sostuvo que la presidencia alemana del Consejo de Seguridad debe ser utilizada para analizar la situación; cabe destacar que ambos Estados –Rusia y Alemania- se abstuvieron en la votación del Consejo de Seguridad que autorizó en marzo las acciones militares contra el régimen de Gadafi, pero ambos países coincidieron en que Gadafi debe abandonar el poder.

Mientras se buscan soluciones diplomáticas, la situación en el terreno se continua deteriorando debido a los avances de las tropas y milicianos leales al presidente Al-Assad que dejaron un saldo de 13 personas muertas durante las operaciones en Homs –a 165 km al norte de Damasco- frente a una intensificación de las protestas pro-democracia.

Homs ha sido un importante centro de las protestas contra el régimen de Al-Assad y la tensión han generado una gran tensión entre los habitantes de mayoría sunita y los miembros de la minoría alawita. Homs es también la ciudad natal de Asma Al-Assad -esposa del presidente- de origen sunita, y ha visto una afluencia de alawitas en los últimos 20 años que llevó a la comunidad local a poner en sus manos la seguridad y el empleo público.

Khalidiya está habitada por miembros de las tribus sunitas rurales, mientras que barrio Nozha es el hogar de la mayor parte de las fuerzas de seguridad del país y las milicias de la secta alawita. Por ello, las muertes registradas en Khalidiya y el barrio de Bab Amr en enfrentamientos entre los sunitas rurales y las milicias alawitas, señalan un intento fallido por parte del régimen de iniciar una guerra civil sectaria.

Se conoció también que tanques sirios rodearon Albu Kamal, cerca de la frontera del corazón sunita de Irak, después que miles de personas envalentonadas por las deserciones entre las fuerzas de seguridad, salieron a las calles. En las operaciones tomaron parte unos 1.000 soldados y fuerzas de seguridad, respaldadas por tanques y helicópteros que rodearon el poblado durante la noche; el día antes agentes de Inteligencia militar mataron a cinco manifestantes, entre ellos un niño de 14 años de edad.

Los activistas señalan que está creciendo el descontento en los rangos medios del ejército -de mayoría sunita- y que las acciones ahora están en manos de unidades ultra leales alawitas, lo que está dando lugar a deserciones limitadas dentro de los militares, en un ejercito mayoritariamente controlado por oficiales alawitas que responden a Maher Al-Assad, hermano del presidente. Los residentes de la zona dijeron que alrededor de 100 miembros de Inteligencia de la Fuerza Aérea y las tripulaciones de al menos cuatro vehículos blindados se unieron a los manifestantes.

En perspectiva, las décadas de regímenes tiránicos en la región hacen que los seis meses que han transcurrido desde que se iniciaron las manifestaciones sociales sean un abrir y cerrar de ojos; por ello la paciencia no solo debe reinar entre los manifestantes -que buscan derrocar a los regímenes- sino también en los líderes mundiales al momento de diseñar sus políticas exteriores hacia la región. Algunas de estas decisiones parecen indicar una resignación de las potencias centrales, hacia la región, frente a la lentitud de los cambios y se generan dobles mensajes.

Por ejemplo, Arabia Saudita ya compró 44 tanques alemanes Leopard -de los 200 previstos- que se esperan arriben al Reino en los próximos meses. Katja Keul, del partido Verde de la oposición, señaló que la venta fue una violación de las normas de exportación de armas ya que los tanques forman parte de la lista de armas que no pueden ser exportados a las regiones en crisis. El ministro de Defensa alemán, Thomas Maiziere, se refirió a la venta de tanques a Arabia Saudita como una prioridad frente a las amenazas a la seguridad internacional".

Se pueden vender armas en condiciones que las mismas aseguren cambios en los sistemas políticos y que reflejen los valores se encuentran en Europa, por caso. Se puede ayudar y asistir en la construcción de una infraestructura que permita el desarrollo de las instituciones democráticas, pero lo más importante es se pueda garantizar una asistencia financiera destinada a la sociedad y no que termine en presupuestos de Defensa que garanticen la estabilidad de nuevos tiranos de turno en el poder.

Estados Unidos y Europa han hablado durante semanas sobre la ampliación de las sanciones existentes, que incluyen la prohibición de viajar y congelación de activos para determinados miembros del régimen. Pero Alemania, Italia, Francia y los Países Bajos son los principales consumidores de crudo sirio y no han amenazado con dejar de comprarlo. Las exportaciones sirias a estas economías son tan pequeñas que una suspensión tendría poco efecto en los precios mundiales, pero produciría un gran impacto en Damasco sin necesidad de improductivas campañas aéreas y le daría a la oposición una posibilidad frente al uso indiscriminado de la fuerza desde el régimen sirio.

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