Representantes de la oposición de Siria, se reunirán en Turquía para discutir la coordinación y la estrategia a seguir en contra del régimen sirio. Bahiya Mardini, del Comité Árabe de Libertad de Expresión, dijo que la reunión sería la primera de su tipo desde la disidencia contra el régimen del presidente Bashar al-Assad surgió a mediados de marzo; ya se habían reunido los opositores sirios en Estambul pero no ha habido una reunión de opositores externos con los internos en Siria.
Anteriormente este mes, unos 350 disidentes sirios reunieron en Estambul para un llamado al establecimiento del Congreso de Salvación Nacional con debates y estrategias derrocar al régimen de Al-Assad. El miércoles pasado, los delegados coordinadores de la Unión de la Revolución de Siria se reunieron para presentar "documentos de discusión y otros documentos sobre la revolución".
Anteriormente este mes, unos 350 disidentes sirios reunieron en Estambul para un llamado al establecimiento del Congreso de Salvación Nacional con debates y estrategias derrocar al régimen de Al-Assad. El miércoles pasado, los delegados coordinadores de la Unión de la Revolución de Siria se reunieron para presentar "documentos de discusión y otros documentos sobre la revolución".
El grupo de opositores, incluye a los sirios que viven en el país así como en los Estados Unidos, Europa y Arabia Saudita, y están unidos en "tratar de unir a la nueva Siria"; los organizadores apuntan al objetivo, básicamente, de elaborar una estrategia de coordinación entre los diferentes sectores de la oposición siria. Rachid Imaddin, líder de las protestas en Siria, exhortó a los jóvenes activistas a construir una sociedad civil que trascienda ideológicas, religiosas y étnicas. Un dato paradigmático es que aproximadamente el 80 por ciento de los asistentes al encuentro viven fuera de Siria.
El régimen sirio ha elaborado una serie de reformas -la última fue la nueva ley electoral aprobada el 26 de julio- que conforman un paquete de medidas destinadas a satisfacer las demandas sociales impulsadas por cuatro meses de protestas. Pero la oposición ha rechazado las nuevas leyes a las que considera un simple maquillaje de la situación, debido a las continuas detenciones de manifestantes y la continuidad de la represión estatal aún después de sancionada la ley de partidos (las fuerzas de seguridad sirias mataron a 11 civiles en Kanakera, cerca de Damasco).
Aunque desde la Unión Europea (UE) se asevera que está próxima una nueva ronda de sanciones a funcionarios sirios para la semana entrante -la cuarta ronda de las medidas restrictivas- probablemente el único objetivo sea agregar unos pocos nombres más a la lista ya existente e incluir a algunas empresas. La UE ya ha aprobado la congelación de activos, la prohibición de viajar y embargos de armas a 34 personas o entidades a causa de la represión contra los manifestantes sirios en los últimos meses.
En una reunión en Bruselas, los ministros de Relaciones Exteriores llamaron al régimen del presidente Bashar Al-Assad a que cese la represión contra los manifestantes e inicie un verdadero diálogo con la oposición libre de "miedo e intimidación". Sin embargo, la UE hasta el momento no llegó a pedir oficialmente un cambio de régimen en Siria.
El régimen sirio ha elaborado una serie de reformas -la última fue la nueva ley electoral aprobada el 26 de julio- que conforman un paquete de medidas destinadas a satisfacer las demandas sociales impulsadas por cuatro meses de protestas. Pero la oposición ha rechazado las nuevas leyes a las que considera un simple maquillaje de la situación, debido a las continuas detenciones de manifestantes y la continuidad de la represión estatal aún después de sancionada la ley de partidos (las fuerzas de seguridad sirias mataron a 11 civiles en Kanakera, cerca de Damasco).
Aunque desde la Unión Europea (UE) se asevera que está próxima una nueva ronda de sanciones a funcionarios sirios para la semana entrante -la cuarta ronda de las medidas restrictivas- probablemente el único objetivo sea agregar unos pocos nombres más a la lista ya existente e incluir a algunas empresas. La UE ya ha aprobado la congelación de activos, la prohibición de viajar y embargos de armas a 34 personas o entidades a causa de la represión contra los manifestantes sirios en los últimos meses.
En una reunión en Bruselas, los ministros de Relaciones Exteriores llamaron al régimen del presidente Bashar Al-Assad a que cese la represión contra los manifestantes e inicie un verdadero diálogo con la oposición libre de "miedo e intimidación". Sin embargo, la UE hasta el momento no llegó a pedir oficialmente un cambio de régimen en Siria.
En este contexto, donde la oposición busca fortalecer su debilitada posición y los países occidentales tienen demasiados problemas domésticos, el régimen sirio propuso la ley de partidos con una serie de controversias sobre los requisitos formales para establecer un partido y participar de un sistema político dominado por el Ba´ath. Las ofertas de reformas, desde el régimen, están llegando tarde y mal.
Al comienzo de las manifestaciones, los manifestantes solo solicitaban la derogación de la ley de emergencia, algunos derechos civiles básicos y un descenso en los niveles de corrupción; nada irracional o imposible de ejecutar. Pero la renuencia de Al-Assad de llevar adelante estos cambios y su dilatación en el tiempo hizo que los manifestantes redoblasen las demandas y fuesen por el derrocamiento del régimen sirio; en los últimos cinco meses miles de personas han muerto y otro tanto han sido detenidas por su participación en manifestaciones contra el gobierno y en las operaciones de represalias. Ello muestra la falta de respuestas del régimen hacia las reformas.
A partir de este escenario, difícilmente se puedan establecer mecanismos no violentos de disuasión, mediante promesas de reformas aún verdaderas, ya que la oposición se ha comenzado a unir a nivel nacional y los manifestantes están comenzando a tomar noción de su capacidad de provocarle -por el momento- dolores de cabeza al régimen sirio y lo fuerzan a elevar el alcance de las reformas.
A partir de este escenario, difícilmente se puedan establecer mecanismos no violentos de disuasión, mediante promesas de reformas aún verdaderas, ya que la oposición se ha comenzado a unir a nivel nacional y los manifestantes están comenzando a tomar noción de su capacidad de provocarle -por el momento- dolores de cabeza al régimen sirio y lo fuerzan a elevar el alcance de las reformas.
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