Mohammad-Javad Larijani, Jefe del Consejo de DDHH de Irán, reiteró el apoyo de Teherán a Siria, luego que la Liga Árabe pidió a sus miembros que retiren a sus embajadores de Siria junto a una serie de sanciones contra Damasco, hasta que el plan de paz negociado que se lleve a cabo. Larijani dijo que Irán está en contra de usar la fuerza militar para intervenir en los asuntos de Siria y que el principal objetivo de la interferencia de Occidente en Siria no es ayudar a Siria sino a ayudar a Israel
El domingo pasado, el Comité de Seguridad Nacional del Parlamento iraní y la Comisión de Política Exterior ofrecieron el pleno apoyo de Teherán a Siria como un pilar fundamental de la resistencia contra las políticas de la región de EE.UU. y el "régimen sionista", según lo consignó la agencia Fars.
La situación en Siria se está deteriorando rápidamente luego de la decisión de la Liga Árabe de suspender a Siria; aunque la Liga Árabe le dio a Damasco tres días para firmar un memorando sobre el envío de observadores internacionales a Siria pero Damasco no mostrado un profundo compromiso o interés en cooperar con la Liga. Todo parece indicar que luego de estas sanciones –y frente a la posible negativa de Al-Assad de cooperar- los Estados árabes consideran que casi llegó a la final de la línea con Damasco.
El domingo pasado, el Comité de Seguridad Nacional del Parlamento iraní y la Comisión de Política Exterior ofrecieron el pleno apoyo de Teherán a Siria como un pilar fundamental de la resistencia contra las políticas de la región de EE.UU. y el "régimen sionista", según lo consignó la agencia Fars.
La situación en Siria se está deteriorando rápidamente luego de la decisión de la Liga Árabe de suspender a Siria; aunque la Liga Árabe le dio a Damasco tres días para firmar un memorando sobre el envío de observadores internacionales a Siria pero Damasco no mostrado un profundo compromiso o interés en cooperar con la Liga. Todo parece indicar que luego de estas sanciones –y frente a la posible negativa de Al-Assad de cooperar- los Estados árabes consideran que casi llegó a la final de la línea con Damasco.
Sergei Lavrov, Ministro de Relaciones Exteriores ruso, dijo que el ataque de las tropas sirias desertoras a un edificio del gobierno parece ser el comienzo de una guerra civil; Lavrov instó por igual a las autoridades sirias y a las fuerzas de la oposición a que cesen la violencia y negocien una salida al conflicto. Lavrov considera que el ataque de ayer a un complejo de Inteligencia en las afueras de Damasco por soldados sirios que desertaron y se alinearon con la oposición "ya se parece a una guerra civil".
Sumado a lo ocurrido ayer, en la madrugada de hoy una serie de fuertes explosiones y disparos sacudieron la capital siria cuando el Ejército Libre Sirio (ELS) atacó una base de la Inteligencia aérea en Harasta y plantó poderosos explosivos en el interior y alrededores del recinto que lo hizo temblar hasta sus cimientos. La Inteligencia de la Fuerza Aérea ha estado profundamente involucrada en los ocho meses de represión contra los manifestantes, además el ESL dijo que atacó varias áreas de Damasco para frustrar futuros ataques del gobierno contra la población civil.
La insurgencia se han congregado en torno del Ejército Sirio Libre, una entidad formada por un grupo de oficiales del Ejército sirio que desertó y huyó a Turquía donde y que proclamó su existencia mediante un vídeo de YouTube en julio. El grupo dice que representa a unos 10.000 soldados que desertaron y que están operando en pequeños grupos dispersos en Siria; el ESL se adjudicó el asalto al edificio de la Inteligencia de la Fuerza Aérea y en una nota publicada en su página de Facebook, señala que el golpe tenía la intención de enviarle el mensaje al régimen que el ESL puede golpear en cualquier lugar y en cualquier momento.
El coronel Malik Al-Kurdi, comandante adjunto del ELS, dijo en una entrevista telefónica desde Turquía que las deserciones se han incrementado en los últimos días luego de la decisión de la Liga Árabe de suspender a Siria. Al-Kurdi dijo que el grupo rebelde está empujando a los líderes árabes a ir más allá, hacia la creación de una zona de contención a lo largo de la frontera con Turquía, donde puede ser un verdadero ejército rebelde formado y pidió que se imponga una zona de exclusión aérea.
Pero diplomáticos árabes y occidentales sospechan que el número de desertores pueden ser mucho más reducido y que el grupo también cuenta con civiles que han tomado las armas; por ello ni las potencias occidentales o regionales han mostrado ninguna inclinación a la intervención militar en Siria o a suministrarle armas al ELS, algo que Al-Kurdi confía finalmente llegarán.
Aunque el ataque cerca de Damasco, no parece haber sido particularmente eficaz, el objetivo era altamente simbólico: un complejo de la Inteligencia de la Fuerza Aérea, famoso por la persecución y tortura de activistas. Esto abre una nueva etapa dentro del conflicto y representa un cambio de dirección para las manifestaciones que hasta el momento se habían mantenido dentro de un contexto pacífico.
Irán ha alentado a Al-Assad para dialogar con la oposición e incluso le sugirió que no se puede confiar sólo en la fuerza y la intimidación -misma fórmula utilizada en 2009 por Ahmadinejad contra los manifestantes después de la disputada reelección del presidencial- pero, en general, Irán se ha asociado con la línea argumentativa de Siria respecto que los disturbios están creados por las potencias extranjeras como parte de una conspiración para desestabilizar a Siria. En el otro lado de la ecuación, Arabia Saudita y otros aliados de EE.UU. en el Medio Oriente desde hace mucho tiempo han tratado de romper la alianza de Siria-Irán como parte de una campaña para hacer retroceder la influencia chiita de Teherán en la región; la caída de Al-Assad podría marcar el comienzo de un régimen más vinculado al poder sunita.
El gobierno sirio cumplido con su objetivo de sellar en gran parte del país e impedir el periodismo independiente extranjero, de hecho la información de Siria proviene de los datos recogidos por grupos de activistas y testigos, junto vídeos amateur. La violencia no ha disminuido en Siria durante meses, inclusive después del acuerdo con la Liga Árabe del 2 de noviembre, por lo que son pocas las esperanzas sobre un posible plan de reformas y una pacificación nacional.
Hoy el régimen sirio enfrenta un escenario totalmente adverso. Por un lado, el creciente aislamiento internacional ahora se ha profundizado con el retiro del apoyo árabe y las dudas entre los principales aliados internacionales que cada día ven más comprometido su apoyo a Al-Assad. Por otro lado, la oposición hasta hace poco era pacífica, pero los golpes asestados por el ELS demuestran que este grupo está creciendo y pronto tendrá una mayor capacidad operativa.
Sumado a lo ocurrido ayer, en la madrugada de hoy una serie de fuertes explosiones y disparos sacudieron la capital siria cuando el Ejército Libre Sirio (ELS) atacó una base de la Inteligencia aérea en Harasta y plantó poderosos explosivos en el interior y alrededores del recinto que lo hizo temblar hasta sus cimientos. La Inteligencia de la Fuerza Aérea ha estado profundamente involucrada en los ocho meses de represión contra los manifestantes, además el ESL dijo que atacó varias áreas de Damasco para frustrar futuros ataques del gobierno contra la población civil.
La insurgencia se han congregado en torno del Ejército Sirio Libre, una entidad formada por un grupo de oficiales del Ejército sirio que desertó y huyó a Turquía donde y que proclamó su existencia mediante un vídeo de YouTube en julio. El grupo dice que representa a unos 10.000 soldados que desertaron y que están operando en pequeños grupos dispersos en Siria; el ESL se adjudicó el asalto al edificio de la Inteligencia de la Fuerza Aérea y en una nota publicada en su página de Facebook, señala que el golpe tenía la intención de enviarle el mensaje al régimen que el ESL puede golpear en cualquier lugar y en cualquier momento.
El coronel Malik Al-Kurdi, comandante adjunto del ELS, dijo en una entrevista telefónica desde Turquía que las deserciones se han incrementado en los últimos días luego de la decisión de la Liga Árabe de suspender a Siria. Al-Kurdi dijo que el grupo rebelde está empujando a los líderes árabes a ir más allá, hacia la creación de una zona de contención a lo largo de la frontera con Turquía, donde puede ser un verdadero ejército rebelde formado y pidió que se imponga una zona de exclusión aérea.
Pero diplomáticos árabes y occidentales sospechan que el número de desertores pueden ser mucho más reducido y que el grupo también cuenta con civiles que han tomado las armas; por ello ni las potencias occidentales o regionales han mostrado ninguna inclinación a la intervención militar en Siria o a suministrarle armas al ELS, algo que Al-Kurdi confía finalmente llegarán.
Aunque el ataque cerca de Damasco, no parece haber sido particularmente eficaz, el objetivo era altamente simbólico: un complejo de la Inteligencia de la Fuerza Aérea, famoso por la persecución y tortura de activistas. Esto abre una nueva etapa dentro del conflicto y representa un cambio de dirección para las manifestaciones que hasta el momento se habían mantenido dentro de un contexto pacífico.
Irán ha alentado a Al-Assad para dialogar con la oposición e incluso le sugirió que no se puede confiar sólo en la fuerza y la intimidación -misma fórmula utilizada en 2009 por Ahmadinejad contra los manifestantes después de la disputada reelección del presidencial- pero, en general, Irán se ha asociado con la línea argumentativa de Siria respecto que los disturbios están creados por las potencias extranjeras como parte de una conspiración para desestabilizar a Siria. En el otro lado de la ecuación, Arabia Saudita y otros aliados de EE.UU. en el Medio Oriente desde hace mucho tiempo han tratado de romper la alianza de Siria-Irán como parte de una campaña para hacer retroceder la influencia chiita de Teherán en la región; la caída de Al-Assad podría marcar el comienzo de un régimen más vinculado al poder sunita.
El gobierno sirio cumplido con su objetivo de sellar en gran parte del país e impedir el periodismo independiente extranjero, de hecho la información de Siria proviene de los datos recogidos por grupos de activistas y testigos, junto vídeos amateur. La violencia no ha disminuido en Siria durante meses, inclusive después del acuerdo con la Liga Árabe del 2 de noviembre, por lo que son pocas las esperanzas sobre un posible plan de reformas y una pacificación nacional.
Hoy el régimen sirio enfrenta un escenario totalmente adverso. Por un lado, el creciente aislamiento internacional ahora se ha profundizado con el retiro del apoyo árabe y las dudas entre los principales aliados internacionales que cada día ven más comprometido su apoyo a Al-Assad. Por otro lado, la oposición hasta hace poco era pacífica, pero los golpes asestados por el ELS demuestran que este grupo está creciendo y pronto tendrá una mayor capacidad operativa.
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