El Comité de DDHH de Naciones Unidas aprobó -con un fuerte apoyo árabe- una resolución que denuncia las violaciones de los DDHH en Siria y pide el fin a los abusos del régimen de Al-Assad, además de exigirle el cumplimiento del ultimátum de la Liga Árabe. Con 122 votos a favor, 13 en contra - Rusia y China votaron en contra- y 41 abstenciones, el Comité aprobó la resolución que "condena enérgicamente" las "violaciones continuas, graves y sistemáticas de los DDHH por las autoridades sirias." La resolución le pide al presidente Bashar Al-Assad que ponga en práctica el plan de paz acordado junto a la Liga Árabe en su totalidad y sin más demora; la próxima resolución se trasladará a una votación a mediados de diciembre en la Asamblea General de la ONU.
Bashar Ja'afari, enviado sirio ante Naciones Unidas, criticó duramente el proyecto de resolución de la ONU aprobado que condena al gobierno sirio que ya lleva ocho meses de la represión contra los manifestantes a favor de la democracia. Ja'afari, acusó a Gran Bretaña, Francia y Alemania de declarar una guerra política y diplomática contra su país mediante el patrocinio de una resolución de la ONU que condenaría las violaciones de los DDHH en Siria.
El proyecto de resolución pedía al Comité una "condena enérgica a las continuas violaciones graves y sistemáticas de los DDHH por las autoridades sirias, como las ejecuciones arbitrarias, uso excesivo de la fuerza y la persecución y el asesinato de manifestantes y defensores de los DDHH"; también condena "las detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, torturas y malos tratos de los detenidos, incluidos los niños" y exige el cese inmediato de todas las violaciones.
La resolución también pide a Damasco que ponga en práctica la iniciativa árabe a la que accedió a principios de este mes con la Liga Árabe. También condena enérgicamente "las violaciones continuas, graves y sistemáticas de los DDHH por parte de las autoridades sirias, así como las ejecuciones arbitrarias, el uso excesivo de la fuerza, el asesinato y persecución de los manifestantes y defensores de los DDHH".
El embajador alemán ante ONU, Peter Wittig, instó temprano en el día de hoy al Comité de DDHH para que aprobase la resolución; si bien la resolución no es vinculante, acarrea una condena moral en particular si se tiene en cuenta que 60 países están co-patrocinando el documento incluidas las naciones árabes de Bahrein, Jordania, Marruecos, Qatar y Arabia Saudita y Turquía, un país predominantemente musulmán que ha convertido cada vez más crítico de Damasco.
Las naciones europeas han señalado que esperan que este sea un primer paso para llevar el asunto sirio al Consejo de Seguridad de la ONU nuevamente ya que el intento previo para aprobar una resolución en el Consejo de Seguridad fue vetada por Rusia y China.
La última resolución del Consejo de Seguridad, respecto de Siria, no tiene ninguna mención de a las sanciones e instó al régimen sirio a poner fin a todas las violaciones de los DDHH y condenó los abusos sistemáticos; si bien hizo un llamamiento a Siria para implementar el plan de la Liga Árabe para poner fin a la violencia, el Consejo no se ha movido más allá de esa resolución mientras la situación en el terreno se ha deteriorado de manera considerable y los apoyos con los que antes contaba el régimen sirio hoy ya no están.
Turquía le ha pedido al presidente sirio, Bashar Al-Assad, que renuncie por el bien de su pueblo y el Medio Oriente, en un endurecimiento de la presión regional sobre Damasco después que los estados árabes amenazaron con sanciones por la dura represión a los manifestantes. El primer ministro turco, Tayyip Erdogan, señaló que el presidente sirio debe renunciar por el bien de la paz para el pueblo, del país y la región; este es el primer llamado directo de un aliado de Siria como lo fu Turquía para el régimen sirio se vaya.
Otra una nueva señal de que Turquía está aumentando la presión sobre Siria, se produjo cuando los medios de comunicación turcos informaron que el comandante del Ejército turco estaba inspeccionado las tropas cerca de la frontera sirio-turca. Haciéndose eco de la postura de los ministros árabes de Relaciones Exteriores en la reunión de la Liga que suspendió a Damasco y que han amenazado con sanciones económicas y políticas, Erdogan dijo que su crítica no significa que Turquía estaba llamando a la acción militar internacional.
El gobierno británico instó a los grupos de la oposición siria a establecer políticas destinadas a unirse en su lucha contra el régimen sirio; en medio de informes de la desunión y la lucha sectaria en el país entre los diferentes grupos de la oposición, el Ministro de Asuntos Exteriores británico, William Hague, aconsejó a la oposición que se asegure de ser una alternativa viable. Los líderes de los rebeldes, la mayoría de los cuales están en el exilio, también fueron alentados a establecer vínculos con los activistas en el interior del país para coordinar esfuerzos.
Si bien Gran Bretaña lanzó conversaciones oficiales con la oposición a finales de la semana pasada, con el ex embajador británico Frances en Líbano como emisario del gobierno, los diplomáticos han advertido que no es viable un escenario similar al libio donde los rebeldes se organizaron para formar el Consejo Nacional de Transición y pudieron controlar grandes porciones de territorio antes de obtener el reconocimiento internacional.
Por otra parte, Sergei Lavrov, canciller ruso, dijo que "hasta ahora, cuando la Liga Árabe insta a detener la violencia e iniciar el diálogo, los países occidentales y algunos países de la región llaman a la oposición a evitar el de diálogo con el régimen de Al-Assad". Por otra parte, Lavrov, criticó las llamadas como la del Ministro de Relaciones Exteriores británico, William Hague, que pedía a la oposición siria que se uniese en contra el presidente Al-Assad.
El régimen del presidente Bashar Al-Assad se apresta a recibir una nueva condena internacional, ahora por parte del Comité de DDHH de ONU que se sumará a la lista de sanciones económica y políticas impuestas por la UE y EE.UU. junto a la suspensión de su membrecía de la Liga Árabe. La pregunta que subyace es si algo cambiará luego de una resolución en contra de Siria, y la respuesta inicial es que la situación difícilmente se modifique en el corto plazo, es decir, mientras el presidente Al-Assad detente una capacidad militar adecuada para mantener a raya a los opositores e insurgentes no va a considerar su renuncia.
Por otra parte, suponiendo que esta resolución sea la antesala de una medida más dura por parte del Consejo de Seguridad -como sucedió con Libia- todavía no queda en claro cuál será la posición de Rusia y China que se han mostrado renuentes a apoyar cualquier medida que implique acciones militares sobre el suelo sirio, incluyendo el establecimiento de una “zona de no sobrevuelo” o el armado de los insurgentes sirios.
El proyecto de resolución pedía al Comité una "condena enérgica a las continuas violaciones graves y sistemáticas de los DDHH por las autoridades sirias, como las ejecuciones arbitrarias, uso excesivo de la fuerza y la persecución y el asesinato de manifestantes y defensores de los DDHH"; también condena "las detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, torturas y malos tratos de los detenidos, incluidos los niños" y exige el cese inmediato de todas las violaciones.
La resolución también pide a Damasco que ponga en práctica la iniciativa árabe a la que accedió a principios de este mes con la Liga Árabe. También condena enérgicamente "las violaciones continuas, graves y sistemáticas de los DDHH por parte de las autoridades sirias, así como las ejecuciones arbitrarias, el uso excesivo de la fuerza, el asesinato y persecución de los manifestantes y defensores de los DDHH".
El embajador alemán ante ONU, Peter Wittig, instó temprano en el día de hoy al Comité de DDHH para que aprobase la resolución; si bien la resolución no es vinculante, acarrea una condena moral en particular si se tiene en cuenta que 60 países están co-patrocinando el documento incluidas las naciones árabes de Bahrein, Jordania, Marruecos, Qatar y Arabia Saudita y Turquía, un país predominantemente musulmán que ha convertido cada vez más crítico de Damasco.
Las naciones europeas han señalado que esperan que este sea un primer paso para llevar el asunto sirio al Consejo de Seguridad de la ONU nuevamente ya que el intento previo para aprobar una resolución en el Consejo de Seguridad fue vetada por Rusia y China.
La última resolución del Consejo de Seguridad, respecto de Siria, no tiene ninguna mención de a las sanciones e instó al régimen sirio a poner fin a todas las violaciones de los DDHH y condenó los abusos sistemáticos; si bien hizo un llamamiento a Siria para implementar el plan de la Liga Árabe para poner fin a la violencia, el Consejo no se ha movido más allá de esa resolución mientras la situación en el terreno se ha deteriorado de manera considerable y los apoyos con los que antes contaba el régimen sirio hoy ya no están.
Turquía le ha pedido al presidente sirio, Bashar Al-Assad, que renuncie por el bien de su pueblo y el Medio Oriente, en un endurecimiento de la presión regional sobre Damasco después que los estados árabes amenazaron con sanciones por la dura represión a los manifestantes. El primer ministro turco, Tayyip Erdogan, señaló que el presidente sirio debe renunciar por el bien de la paz para el pueblo, del país y la región; este es el primer llamado directo de un aliado de Siria como lo fu Turquía para el régimen sirio se vaya.
Otra una nueva señal de que Turquía está aumentando la presión sobre Siria, se produjo cuando los medios de comunicación turcos informaron que el comandante del Ejército turco estaba inspeccionado las tropas cerca de la frontera sirio-turca. Haciéndose eco de la postura de los ministros árabes de Relaciones Exteriores en la reunión de la Liga que suspendió a Damasco y que han amenazado con sanciones económicas y políticas, Erdogan dijo que su crítica no significa que Turquía estaba llamando a la acción militar internacional.
El gobierno británico instó a los grupos de la oposición siria a establecer políticas destinadas a unirse en su lucha contra el régimen sirio; en medio de informes de la desunión y la lucha sectaria en el país entre los diferentes grupos de la oposición, el Ministro de Asuntos Exteriores británico, William Hague, aconsejó a la oposición que se asegure de ser una alternativa viable. Los líderes de los rebeldes, la mayoría de los cuales están en el exilio, también fueron alentados a establecer vínculos con los activistas en el interior del país para coordinar esfuerzos.
Si bien Gran Bretaña lanzó conversaciones oficiales con la oposición a finales de la semana pasada, con el ex embajador británico Frances en Líbano como emisario del gobierno, los diplomáticos han advertido que no es viable un escenario similar al libio donde los rebeldes se organizaron para formar el Consejo Nacional de Transición y pudieron controlar grandes porciones de territorio antes de obtener el reconocimiento internacional.
Por otra parte, Sergei Lavrov, canciller ruso, dijo que "hasta ahora, cuando la Liga Árabe insta a detener la violencia e iniciar el diálogo, los países occidentales y algunos países de la región llaman a la oposición a evitar el de diálogo con el régimen de Al-Assad". Por otra parte, Lavrov, criticó las llamadas como la del Ministro de Relaciones Exteriores británico, William Hague, que pedía a la oposición siria que se uniese en contra el presidente Al-Assad.
El régimen del presidente Bashar Al-Assad se apresta a recibir una nueva condena internacional, ahora por parte del Comité de DDHH de ONU que se sumará a la lista de sanciones económica y políticas impuestas por la UE y EE.UU. junto a la suspensión de su membrecía de la Liga Árabe. La pregunta que subyace es si algo cambiará luego de una resolución en contra de Siria, y la respuesta inicial es que la situación difícilmente se modifique en el corto plazo, es decir, mientras el presidente Al-Assad detente una capacidad militar adecuada para mantener a raya a los opositores e insurgentes no va a considerar su renuncia.
Por otra parte, suponiendo que esta resolución sea la antesala de una medida más dura por parte del Consejo de Seguridad -como sucedió con Libia- todavía no queda en claro cuál será la posición de Rusia y China que se han mostrado renuentes a apoyar cualquier medida que implique acciones militares sobre el suelo sirio, incluyendo el establecimiento de una “zona de no sobrevuelo” o el armado de los insurgentes sirios.
La próxima fecha límite para el régimen sirio será el 24 de noviembre cuando los Ministros de Relaciones Exteriores árabes se reúnan para discutir la situación de Siria; la Liga Árabe ha anunciado planes para enviar unos 500 monitores a Siria y se ha negado a negociar sobre una contraoferta de Damasco que proponía una serie de ajustes al respecto.
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