jueves, 4 de julio de 2013

Al-Assad y el miedo a la intervención militar directa


El presidente sirio, Bashar Al-Assad, dijo que él y su gobierno iban a sobrevivir la guerra civil después de haber sufrido todo lo que sus oponentes podían hacer para derrocarlo y sólo la perspectiva lejana de la intervención militar extranjera directa podría cambiar eso; durante una entrevista con el periódico oficial Thawra, Al-Assad sostuvo que "Este era su objetivo en golpear nuestra infraestructura, golpear nuestra economía y crear caos en la sociedad a fin de que nos convertiríamos en un Estado fallido. Hasta ahora no hemos llegado a ese punto."

Según el presidente sirio, el único factor que podría minar la resistencia del gobierno, es una intervención extranjera directa, sin embargo señaló que era un poco probable debido a puntos de vista contradictorios potencias extranjeras y que el movimiento de oposición esta cada vez más superado por militantes islamistas radicales. A pesar de lo que el presidente reconoció era sufrimiento generalizado en su país, dijo que su gobierno y sus partidarios habían demostrado que podían capear el temporal.

A lo largo de la crisis, Al-Assad ha insistido que su gobierno no se enfrenta a una rebelión popular, sino más bien una conspiración apoyada por Occidente contra Siria, acusando a los rebeldes que luchan para derrocar a su régimen de ser terroristas, extremistas islámicos y mercenarios de los Estados del Golfo que son aliados de EE.UU. Los comentarios del presidente sirio coincidieron con una ofensiva militar aplastante contra la ciudad de Homs y con una reunión de la Coalición Nacional de Siria -respaldada por Occidente y algunos países árabes- en Estambul. Es el segundo intento en dos meses por parte de los opositores sirios para unificar sus filas.

Homs fue objeto de un nuevo asalto por parte del ejército, apoyado con aviones de combate que atacaron dos veces contra el barrio Khaldiyeh –en la Ciudad Vieja- mientras se libraban intensos enfrentamientos para retomar varios barrios rebeldes de Homs, llamada la “Capital de la sublevación”. El Secretario General de ONU, Ban Ki-moon, expresó su temor por los 2.500 civiles "atrapados" en la ciudad e instó a "las partes en conflicto para que hagan todo lo posible para evitar víctimas civiles y permitir el acceso humanitario de inmediato, así como oportunidades para los civiles atrapados para que salgan sin miedo a la persecución".

El Secretario de Estado, John Kerry, dijo que EE.UU. y Rusia aún estaban trabajando para la celebración de una conferencia internacional de paz y coincidieron en que debe llevarse a cabo "lo antes posible"; pero Kerry indicó que aún había diferencias con el Kremlin sobre la conferencia y sugirió que tal vez no se celebrará antes de septiembre, debido a la urgencia de otros asuntos diplomáticos y a las vacaciones en agosto de los líderes europeos. En sus comentarios del martes, Kerry dijo que las dos partes habían "reducido algunas de las opciones con respecto a la posibilidad de esa conferencia", pero no dio detalles sobre lo que se acordó y qué diferencias habían quedado sin resolverse. Su par ruso, Sergei Lavrov, afirmó que uno de los problemas era confusión entre la oposición siria y la demanda de algunos de sus miembros que la salida de Al-Assad sea una condición previa para las conversaciones.

La Coalición de la oposición siria se reunió hoy en Turquía bajo presión para nombrar a un nuevo líder y demostrarles a sus aliados occidentales y árabes que se le pueden confiar armas avanzadas para repeler la ofensiva del régimen sirio en Homs. La incapacidad de la oposición siria para unirse ha hecho que los países occidentales se resistan a enviarle armas, mientras que el presidente Al-Assad ha tomado la iniciativa en los últimos meses poniendo a los rebeldes bajo asedio y tratando de aferrarse a las pocas zonas de territorio sirio que aun controlan; pero la oposición en el exilio ha sido incapaz de ejercer su autoridad en el terreno y la revolución es copada por las fuerzas del islamismo radical.

Esta noticia, al igual que cualquier otra noticia relacionada con la oposición política, ya no recibe la atención habitual que solía tener; la mayoría de los sirios reciben este tipo de noticias con amarga indiferencia mientras cae la confianza en los miembros y líderes de la oposición. A dos años de iniciada la revolución, el tiempo trascurrido fue más que suficiente para poner a prueba las condiciones y capacidades de la oposición política pero sólo sirvió para confirmar su incapacidad y la falta de contacto con el movimiento popular: no pudo crear canales de comunicación, no existen figuras políticas para seguir y la conducción permanece en el exterior.

Tal vez la oposición siria está pagando las varias décadas de inactividad y la sociedad siria exige un cambio profundo que no puede ser resuelto en 2 años, tampoco es para subestimar el aparato estatal que bloquea y coarta cualquier tipo de iniciativa opositora dentro del país –censura de internet y medios de comunicación, persecución de líderes opositores, etc.- además de controlar el monopolio de la fuerza con las milicias y las FFAA. Sin embargo, el arco opositor en general, no ha hecho un análisis profundo de sus confrontaciones internas y de cómo colaboran así a la continuidad del régimen sirio.


1 comentario:

púdranse dijo...

felicitaciones y gracias por ayudar a mentener una linea informativa independiente..