El ejército sirio concentró sus fuerzas en Aleppo, el 216º Batallón Mecanizado -con sede en Tel- comenzó el bombardeo de la ciudad cerca de las 3:15 am, mientras que los rebeldes en el lugar han recibido fuego de artillería y de helicópteros de ataque desde hace tres días; al norte de Aleppo, la ciudad de Azaz ha sido casi completamente destruida por los intensos combates y se observan transportes blindados de personal quemados a los costados de rutas, donde los rebeldes atacaban con granadas propulsadas por cohetes a las fuerzas estatales.
Los enfrentamientos en Aleppo se concentraron en los barrios del noreste como Al-Sakhour, pero por momentos se extendió hasta Bab Al-Hadid -La Puerta de Hierro- cerca del centro histórico de la ciudad; las fuerzas gubernamentales utilizan vuelos rasantes de helicópteros artillados y aviones de ala fija para disparar contra los rebeldes, quienes habían ganado el control del barrio de Salahuddin, en el suroeste de la ciudad.
Con los combates en Aleppo intensificándose y las fuerzas rebeldes aumentando su control territoriales en todo el país, Turquía anunció que todos sus pasos fronterizos con Siria se cerrarán; Zafer Caglayan, Ministro de Comercio Exterior turco, dijo que el cierre comenzará el miércoles. Según el funcionario turco, el comercio global entre Turquía y Siria se había reducido hasta en un 80% en los últimos meses, debido a la deteriorada situación en Siria, pero que el comercio por las fronteras terrestres ha aumentado con el consiguiente riesgo real de pérdida de vida de los conductores de camiones que cruzan la frontera.
El anuncio de Caglayan coincidió con informes que indicaban que en realidad el cierre parcial de los pasos fronterizos se produjo horas después que un camión turco fue dañado por los bombardeos, cerca de la frontera entre Cilvegozu y Bab Al-Hawa, pero esos reportes periodísticos no han ser confirmados aun.
El régimen sirio ha aprovechado, en su beneficio, la fricción dentro de las zonas kurdas mediante la intensificación de su colaboración a los combatientes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) que han estado librando una guerra de guerrillas por décadas contra Turquía; de acuerdo con los líderes de la oposición kurda en la región del Kurdistán iraquí, las fuerzas sirias le han dado a los combatientes del PKK libertad de acción en muchas ciudades predominantemente kurdas y del norte sirio.
Turquía es por otra parte, uno de los promotores más activos de los rebeldes en Siria, y se ha convertido en una suerte de santuario para los desertores del ejército sirio que se unen al rebelde Ejercito Libre Sirio (ELS); Turquía, luego del incidente del derribo de su avión Phantom por la artillería, ha enviado refuerzos militares a la zona de frontera con Siria, que a su vez tiene los principales bastiones kurdos.
Mientras tanto, la mitad de los 300 miembros de la Misión de Observadores de las Naciones Unidas en Siria (UNSMIN) ya han abandonado el país, en el comienzo de los 30 días de mandato; el Jefe de las Fuerzas de Paz de ONU, Herve Ladsous, dijo hoy en Damasco que como resultado, "la misión opera sobre una base reducida en número por lo que se han reducido los sitios del grupo en las provincias y se hace lo que puede".
La resolución del Consejo de Seguridad extendiendo el mandato de UNSMIN se aprobó el viernes pasado, con la posibilidad que ONU reconsidere su decisión de renovar el mandato de los observadores si se observa algún progreso. Lo cierto es que el único progreso ha sido en el nivel de la violencia, de ambos bandos, y se ha extendido considerablemente el uso de armas pesadas y medios aéreos en zonas civiles; el mayor índice de violencia se ha registrado en los últimos 10 días -desde que los rebeldes atacaron Damasco- y se han disparados las cifras victimas y desplazados.
En Damasco, las tropas estatales están tratando de sofocar la resistencia de los rebeldes en varias áreas, incluyendo Barzeh -cerca del centro- y los barrios del sur como Hajar al-Aswad, Asali y Qadam; los tanques patrullan las calles de Midan, un importante barrio que fue recuperado por el ejército el viernes pasado. Desde que se iniciaron los ataques en Damasco el 15 de julio, el Observatorio Sirio para los DDHH estima que 1.261 personas han muerto, lo que indica la ferocidad de los enfrentamientos.
El ejército sirio se está sobrecargado. La retirada de las tropas con sus tanques y vehículos blindados de los objetivos estratégicos de las tierras altas en Jabal Al-Zawiya, en Idlib, para concentrarlas en la lucha contra los insurgentes en Aleppo es un indicio de esto, que se suma al repliegue de las tropas dispuestas en los Altos del Golán que reforzaron los efectivos de Damasco; la táctica del gobierno parece diseñada para impedirle a los rebeldes que se afiancen en los centros de poder importantes para el régimen mientras que se dejan las zonas periféricas en las manos de los rebeldes.
El régimen sirio tiene un fuerte instinto de supervivencia y ante una fatiga de su ejército sumada al devastador atentado contra la cúpula de la seguridad nacional y a la imagen de luchar por contener las ofensivas rebeldes en todo el país, se jugó la carta de las armas químicas. Pero el uso de este tipo de armas supone cruzar una línea roja que la comunidad internacional, incluyendo los aliados sirios, no dejará pasar de largo.
Moscú le advirtió el lunes públicamente al presidente Al-Assad que no utilice las armas químicas, si bien Siria se prohibió en 1968 cuando ratificó el protocolo internacional contra el uso de gas venenoso en la guerra, pero Damasco no firmó el protocolo de 1992 que prohíbe la producción y almacenamiento de armas químicas.
La posición de Rusia no se basa en un apego al Derecho Humanitario ni en las acciones del régimen sirio, la posición rusa está dominada por un enfoque realista del tema: la utilización por parte del régimen sirio de este tipo de armas contra los rebeldes supondría una intervención occidental-árabe directa que terminaría en el derrocamiento de Al-Assad y la consiguiente pérdida de un aliado ruso. Básicamente es un juego de suma cero, ya que Rusia perdería todo y Occidente ganaría todo.
Este juego, sin embargo tiene variables. Algunas fuentes de Inteligencia occidentales sugieren que Hezbollah y la Guardia Revolucionaria de Irán, han enviado unidades especiales para que colaboren con el régimen sirio en su lucha contra los rebeldes y eviten que se apoderen de las armas químicas en el caso de un colapso total de la autoridad gubernamental. Lo cierto es que el anuncio del gobierno sirio sobre que el arsenal de armas químicas “sólo será desplegado contra agresiones externas" es un intento de disipar las alarmas internacionales y evitar una intervención exterior para asegurar las armas. Pero también es un recordatorio para los rebeldes que la supervivencia es todo para el régimen sirio.
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