Los miembros del opositor Consejo Nacional Sirio (CNS) han acordado que figuras del actual gobierno del presidente Al-Assad, “cuyas manos no estén manchadas de sangre", pueden ser invitados a tomar parte en una administración de transición. Motee Al-Bateen, miembro del Comité Ejecutivo del CNS, dijo que no se habido acuerdo todavía sobre si estas figuras podrían ser parte del liderazgo de un futuro gobierno; la cúpula del CNS se reunirá hoy en Estambul para discutir ese tema, entre otros.
Mientras que el CNS es el grupo de la oposición que tiene el perfil más alto, no resulta del todo claro hasta qué punto goza de consenso para adoptar medidas de este calibre, ya que el resto de los grupos anti-Al-Assad no se han mostrado partidarios de mantener una continuidad sino que plantean la necesidad de la renuncia del régimen en su totalidad.
Fuentes rebeldes dijeron que unos 2.500 combatientes se habían infiltrado en Damasco, como parte de un esfuerzo concertado, pero manifestaron su fracaso hasta ahora para capitalizar el ataque contra la cúpula de seguridad que dejó a varios altos funcionarios muertos. El avance de la 4ª División del ejército comandada por el hermano de Bashar, Maher Al-Assad, hizo retroceder a los rebeldes; ello expuso que el Ejército Libre Sirio (ELS) no puede mantenerse en el terreno frente al avance coordinado de helicópteros, artillería y tanques.
Pero los rebeldes han demostrado que pueden ejecutar maniobras coordinadas de retirada, ya que de manera veloz a través de campos y tierras de cultivo adyacente a Damasco se retiraron frente a los tanques; ahora se sabe que los rebeldes son capaces de escapar al poder de uno de los ejércitos mejor equipados de la región y esto podría configurar una nueva táctica de golpear y retirarse.
Las fuerzas estatales lanzaron un ataque coordinado en Tariq Al-Bab, en la zona Este de Aleppo, a última hora del martes; primero con un bombardeo de 10 minutos y luego con bombardeos de aviones de ala fija tipo MIG. Esta es la primera vez que los aviones de combate sirios son utilizados para bombardear objetivos urbanos durante el conflicto, lo que retrata la importancia que el gobierno le da a la recuperación de la ciudad de Aleppo.
El CNS señaló, en un comunicado, que las fuerzas de seguridad "abrieron fuego con balas y gases lacrimógenos sobre los detenidos en la prisión central de Aleppo, en respuesta a una sentada pacífica organizada por los presos a causa de la gran injusticia de la que son víctimas. Ocho personas fueron martirizados y se produjo un incendio dentro de la prisión." El comunicado denunció que las fuerzas del régimen habían disparado contra la prisión con helicópteros, lo que desató el fuego; el actual motín es el segundo en menos de una semana en Siria, después de un incidente similar en la prisión central de Homs.
Mustafa Abdullah, líder de la unidad “Los Mártires de Aleppo”, dijo que el régimen está bombardeando indiscriminadamente zonas alrededor de Aleppo; al igual que lo sucedido con los rebeldes en Damasco, Abdullah señaló que sus hombres se están quedando sin balas y que era imposible combatir contra los tanques, algo que inevitablemente obstaculiza su objetivo de desgastar las fuerzas del gobierno.
El presidente Al-Assad nombró al Gral. Ali Mamlouk como el nuevo jefe de la Oficina de Seguridad Nacional -en reemplazo de Hisham Ikhtyar- y al Gral. Rustom Ghazali, como el nuevo jefe de la Seguridad Política, en una reorganización de los servicios de seguridad; Mamlouk, era jefe de la Seguridad de Estado, se convirtió en el jefe de la Oficina de la Seguridad Nacional -con rango de ministro- y supervisará todo el aparato de seguridad y se reportará directamente al presidente.
Ghazali, ex director de la Seguridad Militar en Damasco, fue nombrado en sustitución de Zaytoun Deeb, quien se hará cargo de antiguo puesto de Mamlouk, como jefe de Seguridad del Estado. Hasta ahora, los Servicios de Seguridad se extendían entre los diferentes ministros: Inteligencia Militar dentro del Ejército y la Fuerza Aérea en el marco del Ministro de Defensa mientras que Inteligencia Política en el marco del Ministerio del Interior y la Seguridad del Estado con la Presidencia.
El gobierno de Al-Assad sabe que Aleppo es parte de un plan estratégico importante para los rebeldes, por ello hace unos días comenzó a moverse de sus tanques en Salaqin para afirmar su control. Los rebeldes se enteraron de los movimientos y plantaron bombas de fabricación casera a lo largo de las principales rutas a la ciudad; aunque frenaron el avance, no resultan suficientes para derrotar los blindados ya que solo cuentan con granadas propulsadas por cohetes como arma más pesada.
Los rebeldes saben que cuentan con pocos recursos, por lo que se pueden limitar a golpear y huir apostando al desgaste del régimen sirio; por ello se comienzan a ver pequeñas victorias que apuntan a derribar al poder central sin confrontarlo directamente. Sostener la línea de ciudades norteñas como Salaqin es vital para asegurarse el acceso a la frontera turca ya que permitiría la evacuación de los heridos, canalizaría los suministros bélicos y constituiría una plataforma de reunión para todos los rebeldes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario