lunes, 24 de junio de 2013

Cuando los Estados son señores de la guerra



 
Aunque los envíos de armas por parte de EE.UU. no se han materializado desde la Casa Blanca como se anunció la semana pasada, la decisión de EE.UU. parece haber llevado a otras naciones a que aumenten su asistencia, con nuevas entregas como muy los muy apreciados misiles antitanque y armamento antiaéreo; Khalid Saleh, portavoz de la Coalición de oposición siria precisó que las armas recibidas no son lo suficientemente avanzadas que ellos habían pedido, pero al menos serán capaces de responder a los ataques de los tanques y de aviones. Adicionalmente 5 comandantes rebeldes, desertores del ejército sirio, y que ahora conducen batallones en el sur de Siria, dijeron que habían cursado o estaban familiarizados con campos de entrenamiento en Jordania a cargo de como agentes de Inteligencia y oficiales militares estadounidenses; los cursos, que duran entre una semana y 10 días, incluyen algunas tácticas y entrenamiento con armas ligeras, pero no recibieron ninguna instrucción en el uso de armas anti-tanque y antiaéreas.

A medida que EE.UU. y sus aliados occidentales se mueven hacia el suministro de ayuda letal a los rebeldes sirios, las transferencias secretas desde Libia son un conducto de armas sin registrar que es difícil de monitorear o controlar, y aunque el sistema parece tener éxito en mover las armas hacia los grupos rebeldes seleccionados, una vez dentro de Siria los flujos se descontrolan. Combatientes extremistas, algunos de ellos alineados con Al-Qaeda, tienen el dinero para comprar las armas recién llegadas y muchos rebeldes están dispuestos a venderlas, por lo que el caos se expande rápidamente.

Las cajas libias son fácilmente identificables porque están pintadas con un símbolo distintivo -412 dentro de un triángulo- utilizado por muchos fabricantes -incluyendo a China, URSS, Rusia, Corea del Norte y Bélgica- además de contar con la leyenda “Pueblos Jamahiriya Árabe Libia”, establecida por decreto del Cnel. Gadafi en 1980. Estas cajas llegaron por aviones qataríes de carga C-17 -desde el aeropuerto de Mitiga, Trípoli, el 15 de enero y 01 de febrero y otro de Bengasi el 16 de abril-. Los aviones volvieron a la base aérea Al Udeid, en Qatar, y a continuación la carga fue trasladada en avión a Ankara, Turquía, junto con otras armas y equipos que los qataríes habían estado reuniendo para los rebeldes sirios.

La decisión de EE.UU. de actualizar armamento rebelde sirio se ha encontrado con un importante revés: el Primer Ministro turco, Tayyip Erdogan, llamó al presidente Barack Obama el 19 de junio, para informarle de su repentina decisión de cerrar el corredor de Turquía para la transferencia de armas de EE.UU. y la OTAN a los rebeldes sirios. El Primer Ministro turco dijo a Obama que temía a las represalias de Rusia si continuaba dejando el paso de las armas a los rebeldes sirios. La decisión de Erdogan dejaría a los rebeldes sirios que luchan en Aleppo en el limbo, ya que luego de la caída de Qusayr se cortaron los suministros de armas desde Líbano mientras que las entregas a través de Jordania sólo llegan hasta el sur de Siria y son casi imposibles de pasarlas al norte, donde los rebeldes y el ejército sirio respaldado por Hezbollah están enfrascados en la batalla por Aleppo.

Este giro es un terremoto estratégico, no sólo en términos de la guerra de Siria, sino también para EE.UU. -y con el tiempo para Israel también- y se repite la misma historia de hace 10 años, cuando Erdogan negó a EE.UU. el paso de las tropas a través de Turquía a Irak, para la apertura de un segundo frente contra Saddam Hussein.

Un video de YouTube que se filtró muestra una reunión encabezada por el Gral. Mohammed Khaddour -al parecer el comandante del Ejército sirio en Alepo- donde está flanqueado por un funcionario del partido Baath y Waheed Akkad, el gobernador de Alepo; en las imágenes Khaddour explica su plan para dirigir las milicias locales de Nubl y Zahraa, dos aldeas chiitas en Aleppo. En un contexto de cánticos chiitas sectarios, Khaddour dijo que el Ejército sirio necesitaba luchadores experimentados de las ciudades con el fin de romper el cerco del Ejército Libre Sirio (ELS) del aeropuerto Minnigh, la última base -y por lo tanto crucial- de Al-Assad en la región norte de Aleppo.

Khaddour ofreció puestos de trabajo permanentes en el gobierno a los hombres que se unan a la campaña en Minnigh y se comprometió a resolver los problemas pendientes que los vecinos de la ciudad puedan tener con el gobierno central; Khaddour señaló que Nubl y Zahraa se convertirán en la capital rural de Aleppo y también prometió que los pueblos de Nubl y Zahraa mantendrán algunos de los tanques y municiones recuperadas de Minnigh.

La campaña de reclutamiento Nubl, y la supuesta utilización por el Ejército sirio con combatientes extranjeros de Irak, Líbano e Irán, sugiere que las reservas tradicionales del Ejército sirio se han agotado, aunque se desconoce el número exacto de deserciones.

El 5 de junio de 2013, el mismo día que Hezbollah declaró la victoria en la batalla de Qusayr, la pagina de una nueva milicia chiíta, Liwa'a Zulfiqar (Batallón Zulfiqar), fue creada en Facebook. El grupo afirma que está "asignado para proteger los lugares religiosos, especialmente el santuario Saydah Zaynab". Esta afirmación también está en manos de otra milicia chiita siria, Liwa'a Abu Fadl al-Abbas; sin embargo, Liwa'a Zulfiqar no está compitiendo con Liwa'a Abu Fadl al-Abbas y de hecho, la mayoría de sus miembros y dirigentes parecen haber sido extraídos de Liwa'a Abu Fadl al-Abbas.
Sin embargo, los nuevos datos sobre los orígenes de Liwa'a Zulfiqar señalan que éste grupo podría ser una rama que se deprendió como fruto de las luchas internas entre los comandantes sirios de Liwa'a Abu Fadl al-Abbas, milicias de Al-Assad y los combatientes iraquíes que forman una gran parte del los miembros de Liwa'a Abu Fadl al-Abbas. Recientes noticias de militantes chitas iraquíes en Siria, daban cuenta enfrentamientos entre los grupos extranjeros y la milicia alawita Shabiha y que como resultado, las divisiones y los combatientes iraquíes formaron una nueva brigada, negándose a luchar a las órdenes de Siria. Es posible Liwa'a Zulfiqar sea esa nueva brigada que se menciona en las noticias.

Si EE.UU no empieza proporcionar armas sustanciales a los rebeldes sirios -y tal vez permite a los países del Golfo para proporcionen armamento pesado- la guerra podría extenderse hacia Turquía, ya sea que el régimen sirio tome represalias o las fuerzas vinculadas a Al-Qaeda deseen establecerse en eses país. El flujo de armas también es probable eleve la ira de algunos segmentos de la opinión pública turca, que perciben la política de Ankara hacia Siria como de agresión, en lugar de la legítima defensa; hay una sensación en Turquía -que inicialmente apoyaba a la oposición- a que bajo la presión de EE.UU., grupos islámicos como Jabhat Al-Nusra, empiecen a tomar medidas drásticas contra ellos.

En teoría, las armas estadounidenses que desembocan en Siria deberían ir a los rebeldes que se oponen a los grupos pro Al-Qaeda, pero dado el caos de la guerra, es prácticamente imposible tener la certeza que las armas terminen en esos grupos seleccionados. Con los extremistas jugando un papel tan importante en Siria, Turquía solo puede retroceder y esperar que su papel lo ejecute Jordania o algún Estado del Golfo; pero si EE.UU. quiere solucionar el problema de los rebeldes tiene que tomar la iniciativa en el norte y el sur de manera directa, para evitar que los comandantes rebeldes compiten para recibir favores al punto de provocar la fractura en la oposición.


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