viernes, 22 de noviembre de 2013

Nueva coalición de rebeldes en Siria



Las seis mayores facciones rebeldes islamistas en Siria declararon un nuevo Frente Islámico (FI), formando la alianza más grande de combatientes de la oposición; entre los principales grupos que se unieron se destacan Ahrar Al-Sham, Suqour Al-Sham y el Ejército Islámico. La Brigada Tawhid, que encabezó la ofensiva de agosto de 2012 que permitió la ocupación de Aleppo -y otras partes del norte de Siria- es otro de los principales miembros. Estos grupos no son vistos como algo tan intransigente como los rebeldes yihadistas pro Al-Qaeda. Las fuerzas rebeldes sirias han intentado muchas veces para unificar sus filas y han fracasado, en esta oportunidad han declarado que su objetivo no es solo derrocar al presidente Bashar Al-Assad; esta nueva coalición podría desafiar el ascenso de las facciones vinculadas a Al-Qaeda, que han crecido cada vez más, pero que se encuentran combatiendo entre sí.

Ahmed Abu Issa, líder de las Brigadas Suqour Al-Sham, fue nombrado jefe del FI y su suplente es Abu Omar Hureitan, de las Brigadas Tawhid. El FI representaría a las fuerzas sobre el terreno y socavaría el liderazgo de la Coalición Nacional de Siria; además anunciaron que no esperaban que el FI librase una guerra contra los grupos pro Al-Qaeda sino canalizar a los rebeldes moderados y recibir la ayuda de los Estados Golfo -especialmente Arabia Saudita y Qatar- que han estado armando y ayudando a los grupos rebeldes, pero cuya influencia es baja debido a la desorganización en el terreno.

Esta unión de grupos rebeldes moderados parece una respuesta frente al avance de los grupos yihadistas pro Al-Qaeda como el Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) o Jabhat Al-Nusra, que siguen ganando en fuerza y en cuestión de meses se han extendido por todo el Norte de Siria. Los enfrentamientos entre ISIS y otros grupos rebeldes a lo largo de la frontera turca por el control de los abastecimientos hizo que el ISIS haya puesto los puntos de control en lugares estratégicos para que cualquiera que entre Siria desde el Norte deba pasar a través de ellos.

Pero los rebeldes más moderados están divididos sobre cómo responder. Las Brigadas Al-Tawhid han tratado en su conjunto evitar un enfrentamiento con el ISIS, cuando en septiembre les arrebató el control de la ciudad fronteriza de Azaz, al norte de Aleppo. Pero otros grupos rebeldes sirios han luchado en contra el ISIS y muchos rebeldes moderados han sido asesinado por sus pares yihadistas; resta ver que hará el brazo armado más moderado, encabezado por el Gral. Selim Idriss –que responde a la pro occidental Coalición Nacional de Siria- si se inclinará por los salafistas-yihadistas o si se unirá a los nacionalistas moderados.

Al-Qaeda ha comenzado a tener disputas internas luego que Ayman Al-Zawahiri comenzó su mandato como jefe de la organización hace dos años. Dos de las cuatro principales ramas de Al-Qaeda -Al Shabaab y Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI)- pugnan por la supremacía en el Norte y Oeste de África; otra rama –Al-Qaeda en Irak (AQI)- ha desafiado abiertamente a la voluntad de Al-Zawahiri en Siria. En gran parte las peleas internas es el resultado de la decisión de Al-Zawahiri desarrollar Al-Qaeda en términos demasiado amplios: la agitación en el mundo árabe ha creado vacíos de seguridad que Al-Zawahiri ha tratado de explotar al pedir a sus afiliados locales, pero a medida que avanzan en la lucha, crece el desacuerdo sobre quién debería estar a cargo de las ramas locales. 

Siria es un ejemplo de ello. El 9 de abril, Abu Bakr Al- Baghdadi, el emir del Estado Islámico de Irak -un grupo de fachada de AQI- declaró que su grupo estaba cambiando su nombre por el Estado Islámico de Irak y Al-Sham (ISIS) lo que indicaba su deseo de desempeñar un papel más importante en la guerra civil siria. El emir también afirmó que AQI ya había estado luchando en Siria en la forma de Jabhat Al-Nusra y que estaba subordinado a él; sin embargo, Abu Muhammad Al-Jawlani, líder de Jabhat Al-Nusra, se negó a reconocer Baghdadi como su líder y comprometió su lealtad a AL-Zawahiri. En respuesta, el líder de Al-Qaeda envió un mensaje donde decretaba que el ISIS tenía menos atribuciones y que Jabhat Al-Nusra permanecería como la principal filial de Al-Qaeda en Siria, un "poder independiente subordinado a la dirección general".

En octubre, en Bab al- Tabbaneh, un jeque salafista libanés se quejó que, aun cuando el gobierno de EE.UU. se había vuelto menos crítico de Hezbollah a causa del acercamiento con Irán, condenó rápidamente a los extremistas sunitas; tales percepciones erróneas tienen un efecto de radicalización como algunos salafistas que acusan a EE.UU. de permitirle a los chiitas mantenerse en el poder en Siria y otros consideran que el llamado de Obama a al presidente de Irán, Hassan Rouhani, así como las conversaciones sobre el programa nuclear iraní son evidencias que el gobierno norteamericano EE.UU. está apoyando a Irán en Medio Oriente, dentro de la guerra chiita-sunita.





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