martes, 8 de octubre de 2013

Presidente de Siria reconoce "errores"


En una nueva entrevista, el presidente sirio Bashar Al-Assad, mantuvo un interesante diálogo con la revista alemana Der Spiegel donde reconoció errores en la forma que su gobierno abordó la cuestión de los reclamos y criticó el enfoque de Occidente sobre el conflicto sirio y el Medio Oriente en general. 

Consultado sobre si está realmente considerando renunciar al poder, el presidente sirio señaló que su segundo mandato finalizará el próximo mes de agosto y que dos meses antes iba a llamar a una elección presidencial. Al referirse a los opositores, Al-Assad dijo que “Una vez más, cuando se habla de las facciones, ya sean de oposición o partidarios, hay que hacerse la pregunta: ¿A quién representan? ¿A ellos mismos o el país que los hizo? ¿Están hablando por EE.UU., Reino Unido, Francia, Arabia Saudita y Qatar? (…) Este conflicto ha sido traído a nuestro país desde el extranjero. Estas personas se encuentran en el extranjero, viven en hoteles de cinco estrellas y dicen y hacen lo que esos países les dicen que hacer”. 

Sobre la represión de las primeras protestas en Daraa -donde comenzó la insurgencia- Al-Assad reconoció que “Toda implementación en el mundo tiene errores. Eres un ser humano (…) Hubo errores personales de los particulares. Todos cometemos errores. Incluso un presidente comete errores. Pero incluso si hubo errores en la ejecución, nuestras decisiones estaban siendo fundamentalmente las correctas (…) La realidad no es en blanco y negro. Tiene tonos de grises (…) Si se habla de las decisiones, estamos defendiendo nuestro país. Los errores son individuales, y como presidente, no se discuten los errores individuales, porque hay 23 millones de sirios. Cada país tiene criminales a los que debe combatir. Pueden existir en cualquier lugar, incluyendo en el gobierno o el ejército -o fuera del gobierno y el ejército- esto es normal, pero no tenemos la suficiente información al respecto.”

Al referirse a la posición de Occidente sobre Medio Oriente, Al-Assad sentenció que “Siempre llega tarde a la hora de entender la situación actual. Cuando hablábamos de violentas protestas todavía se hablaba de manifestaciones pacíficas. Y cuando empezamos a hablar de los extremistas, se empezó a hablar de algunos militantes. Cuando se habló de los extremistas, ya estábamos hablando de Al-Qaeda. Entonces se empezó a hablar de "unos cuantos” terroristas en un momento en que ya estábamos hablando de una mayoría. Ahora han comenzado a hablar acerca de 50-50. Por supuesto, John Kerry se encuentra todavía en el pasado ya que ahora estamos hablando de un 20% (…) Occidente tiene más confianza en Al- Qaeda que en mí (…) Todo lo que Occidente ha estado haciendo durante los últimos 10 años ha apoyado a Al- Qaeda. Tal vez no tienen esa intención, pero en realidad es lo que pasó.”

Consultado sobre en qué momento iba a ser capaz de reclamar la victoria sobre Al-Qaeda, el presidente sirio señaló que el daño es demasiado masivo y que se necesitará tiempo para superar este problema, pero advirtió que “No tenemos otra opción que creer en la victoria. La victoria es la estabilidad. La primera fase es la de deshacerse de los terroristas. La segunda, que es más difícil y peligrosa, es la de deshacerse de su ideología, que se ha infiltrado en algunas partes de Siria. No puede ser que un niño de ocho años de edad, intente decapitar a alguien, como ocurrió en el norte. O que los niños vean a la decapitación con júbilo, felices como si estuvieran viendo un partido de fútbol, por ejemplo. Si no nos ocupamos de este problema, que es más peligroso que los propios terroristas, vamos a enfrentar a un futuro sombrío”.

La Fuerza Aérea siria atacó la zona de Maaret Al-Numan, en el área rural de la provincia de Idlib, en un intento por consolidar su poder en el Norte del país luego que los rebeldes amenazaban con cortar las vías de suministros para las tropas del gobierno sirio en esa región. Gran parte de las zonas rurales del Norte de Siria están en manos de la oposición, y se desarrolla un juego del gato y el ratón entre el ejército sirio y los rebeldes, que tratan de cortar las líneas de abastecimiento oficiales.

Los rebeldes lanzaron un gran asalto contra dos bases militares claves -Wadi Deif y Hamidiyeh- en el noroeste de Siria, con un saldo de 14 personas muertas en los combates más duros que la zona haya visto en meses. La ofensiva –llamada "El Terremoto"- tenía como objetivo apoderarse de las instalaciones que han estado bajo asedio rebelde desde hace casi un año; Wadi Deif es una guarnición con una gran cantidad de armas en la provincia de Idlib y Hamidiyeh es el último bastión militar en una región que sigue siendo controlada por el ejército sirio. En el ataque participaron 25 brigadas y grupos menores de rebeldes, principalmente islamistas, incluyendo a Liwa Al-Umma, una brigada mayoritariamente formada por combatientes islamistas libios.

En una carta al Consejo de Seguridad, el Secretario General Ban Ki-moon llamó a una misión conjunta de 100 personas para supervisar la destrucción del programa de armas químicas sirias. Ban dijo que el objetivo de la comunidad internacional de destruir el programa de armas químicas de Siria a mediados de 2014 requerirá de "una operación del tipo que, simplemente, nunca se han intentado antes con más operativos y riesgos de seguridad debido a la velocidad requerida”; Ban también reconoció que "Sin un sostenido y genuino compromiso de las autoridades sirias, la misión conjunta fracasará en sus objetivos. "

Rusia y EE.UU. están de acuerdo sobre la forma de eliminar las armas químicas en Siria, según lo manifestó el presidente ruso, Vladimir Putin, después de reunirse con el Secretario de Estado, John Kerry. Putin dijo que creía que los expertos de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) podrían lograr su objetivo de liberar a Siria de armas químicas dentro de un año.

Ahmet Uzumcu, Director General de OPAQ, informó que los 41 miembros del Consejo Ejecutivo de la agencia mostraron su beneplácito por el comienzo constructivo de la misión, pero que advirtió que todavía se hay "un proceso largo y difícil." La primera misión del equipo era esencialmente de sentar las bases para las actividades de inspección y destrucción. 

El despliegue de un segundo equipo sugiere que esas actividades ya están en marcha. La OPAQ ya envió el segundo equipo de inspectores a Siria, que llegaron hoy, para ampliar su misión; Uzumcu no especificó cuántas personas estarían en el segundo equipo, pero rondaría las 100 personas.

Los inspectores de ONU-OPAQ han comenzado la destrucción de las armas químicas de Siria y del equipo para su producción. Hasta ahora -según un comentario de un funcionario de OPAQ- se destruyeron un reducido número de cohetes y proyectiles de artillería que ya estaban cargados con agentes químicos; este es el primer informe que los inspectores encontraron artefactos montados y tiene su lógica ya que estas armas son binarias y requieren de un proceso para ser disparadas. Sin embargo, la mayoría de los informes sólo señalan que los inspectores encontraron productos químicos separados -sin mezclar- y las casi 1000 toneladas de armas químicas serán un indicador importante de la exhaustividad de la declaración de Siria.



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