martes, 3 de julio de 2012

El plan que todos apoyan pero que nadie quiere


El enviado de paz internacional, Kofi Annan, dijo hoy que un alto el fuego real es imprescindible en Siria, después que la cifra de muertos se ha incrementado en medio del cese al fuego acordado entre las partes. Los comentarios de Annan se producen después que la Alto Comisionado de DDHH de ONU, Navi Pillay, advirtió que las entregas de armas provenientes desde extranjero -tanto para el gobierno y la oposición- están militarización del conflicto.

Pillay culpó a ambos bandos por las numerosas violaciones a los DDHH. Sobre el gobierno, Pillay señaló "el bombardeo indiscriminado de zonas civiles, los asesinatos selectivos de activistas y simpatizantes de la oposición, las detenciones arbitrarias, torturas y violaciones, así como los ataques contra hospitales y clínicas, y el uso de los servicios de salud para las operaciones militares". Respecto a las violaciones de la oposición, dijo que "parte de las fuerzas de oposición incurrieron en homicidios de presuntos informantes del gobierno y colaboradores, el uso cada vez mayor de artefactos explosivos improvisados que causan muertos y heridos civiles. Y tenemos informes creíbles que indican que los grupos armados también han tomado -al menos- un centro médico para fines militares."

Annan también destacó que no se debe subestimar el "cambio" en las posiciones de Rusia y China sobre Siria, al tiempo que señaló que no se iba a salir de la crisis en Siria sin problemas, a pesar del acuerdo alcanzado en Ginebra; Annan vaticinó "un camino largo y lleno de baches", pero sostuvo que los compromisos adquiridos en Ginebra eran auténticos, y si se aplican como se ha prometido, tendrán un efecto sobre la dinámica en el terreno.

El mandato de la Misión de Observadores de ONU en Siria (UNSIMIS) expira el 20 de julio y la mayoría de los diplomáticos del Consejo han señalado que uno de los escenarios más probables, teniendo en cuenta la escalada de violencia y la falta de un proceso político viable, será la reducción o eliminación de la Misión de observadores militares desarmados y solo mantendrá una operación civil de asistencia humanitaria. En este sentido, Francia propondrá que se le dé a ONU el poder para hacer que se cumpla el plan de paz de Annan; el canciller francés, Laurent Fabius, agregó que una zona de exclusión aérea era una opción bajo consideración para frenar lo que ahora era una guerra civil, bajo el Capítulo 7 de la Carta de ONU.

Mientras que Annan impulsa el plan para un gobierno de transición, desde El Cairo llegan informes conflictivos sobre la reunión de la oposición para alcanzar un acuerdo al respecto; los activistas del grupo Comisión General de la Revolución Siria (CGRS) se han retirado citando "diferencias políticas". En su declaración, el CGRS dijo que se niega a participar en las disputas políticas que juegan con el destino del pueblo y la revolución, o a aceptar “los programas que colocan a la revolución entre el yunque y el martillo de los conflictos internacionales y el criminal régimen sirio”.

El grupo también criticó a las potencias mundiales que acordaron el plan de transición y declaró que la prioridad ahora es seguir fortaleciendo la unidad entre las fuerzas revolucionarias sirias, principalmente del Ejército Libre Sirio (ELS) en el interior del país, y asegurar el apoyo para esta opción militar por todos los medios."

Por otra parte, Hillary Clinton encabezará la delegación de EE.UU. en la Reunión de Amigos de Siria, a celebrarse en París el próximo viernes; no ha confirmado su asistencia la delegación de Rusia pero se esperan unas 100 delegaciones nacionales. Entre otros temas que se discutirán en París están: las sanciones impuestas a Siria, la creación de un mecanismo para la rendición de cuentas "para los que tienen sangre en sus manos" y la ayuda humanitaria para quienes están atrapados en las zonas de combates.

En una entrevista con un diario turco Cumhuriyet, el presidente sirio Bashar Al-Assad, sostuvo que le “hubiera gustado un cien por ciento que no hubieran atacado al avión turco", dos semanas después del derribo del F-4 Phantom que se encontraba en una supuesta misión de entrenamiento en el Mediterráneo frente a Siria. Al-Assad sostuvo que el avión estaba volando en un corredor aéreo que fue utilizado en tres ocasiones por la fuerza aérea israelí.

Al-Assad rechazó las acusaciones de Turquía sobre que los sirios intencionalmente derribaron al jet y señaló que “Un país en guerra siempre actúa de esta manera, el avión estaba volando a una altura muy baja y fue derribado por las defensas antiaéreas, que lo confundió con un avión israelí, que atacó a Siria en 2007." En otro intento por apaciguar las relaciones con Ankara, Al-Assad dijo que Siria no tenía planes de enviar tropas a la frontera con Turquía, incluso después de que el Primer Ministro, Recep Tayyip Erodgan envió refuerzos de tropas turcas a la frontera; pero según un alto dirigente de oposición siria en el exilio, unos 2500 efectivos sirios han sido trasladados a 15 kilómetros de la frontera turca recientemente.

La situación nuevamente se encuentra en un callejón sin salida, ya que la solución propuesta por Annan en Ginebra, si bien contó con el apoyo de los Estados parte, existe un escaso interés en ejecutar lo pautado por los intereses dispares sobre la resolución del conflicto. Los funcionarios estadounidenses han insistido en que ningún gobierno sirio de transición en el futuro incluirá lo que ellos llaman "los compinches de Al-Assad" mientras que Rusia ha respaldado el acuerdo de Ginebra, pero hoy acusó a Occidente de tratar de "distorsionar" el acuerdo para la transición política.

Naciones Unidas no podrá sostener una misión de paz o cese al fuego, cuando no existen ambas cosas, mientras las tropas se encuentran desarmadas en medio de una guerra civil y sin un mandato específico sobre la misión que deben realizar producto de la falta de interés político de los Estados del Consejo de Seguridad. A ello se debe sumar la oposición que no ha logrado unificar sus diferentes criterios sobre un gobierno de unidad o transición, de hecho han rechazado el plan de Annan, por lo que una guerra total parece inevitable.

Mientras que todos los factores internos y externos apuntan a una escalada en el conflicto, resultó llamativo esta semana que solo las ONGs se arriesguen a suministrar cifras sobre las bajas en el levantamiento sirio, mientras que ONU se ha negado a hacerlo.





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